Ideal / 'Gay es más guay' en una marcha LGTBI // |
Un pensamiento minoritario, pero no inexistente todavía.
Los estereotipos y tópicos sobre el colectivo, aunque cada vez de manera más aislada, persisten entre los más jóvenes.
David Roth | Ideal [Almería], 2022-06-28
https://www.ideal.es/almeria/almeria/pensamiento-minoritario-inexistente-20220629213745-nt.html
No son pocas las conclusiones derivadas de esta amplia encuesta realizada en los centros docentes de la provincia por parte de Colega. Los estereotipos y tópicos sobre el colectivo, aunque cada vez de manera más aislada, persisten entre los más jóvenes. Muchas de las ideas son preconcebidas y pasan por que las personas LGBTI forman un todo en el que la orientación o identidad sexual se extiende a la personalidad del individuo, por lo cual un gay o lesbiana es fácilmente identificable por sus gestos, forma de hablar o profesión.
También el elevado porcentaje que afirma estar en contra de que parejas del mismo sexo deban criar hijos o que tener un profesor del colectivo sea perjudicial para su educación o que siquiera tenga derecho a expresar sus afectos en público.
Además, muchos prefieren saber de antemano si una persona es homosexual o no antes de conocerla o que vean dificultades para intimar de manera amistosa con ella. A tener muy en cuenta es la cuestión de los adolescentes que aún sostienen que la homosexualidad y la transexualidad son enfermedades y no condiciones del individuo, con las connotaciones que esto deriva en cuanto a enfermedad, tratamiento y cura.
Entre otros, el mayor problema que estos estereotipos y prejuicios imperantes en parte de los jóvenes almerienses es que, desgraciadamente, esto se traduce en homofobia y transfobia que acaban en agresiones, acoso e insultos hacia una parte de la población o que lleva a la discriminación, sufrimiento, dolor e injusticia hacia nuestros iguales, confirmándose esto en que más de la mitad ha presenciado una agresión de esta índole.
Un desconocimiento cuya solución pasa fundamentalmente por una fuerte labor educativa tanto en el ámbito familiar como en los centros de enseñanza.
Un trabajo de respeto, amabilidad, conocimiento y naturalización que tiene que darse desde edades muy tempranas, pero que debe ser especialmente insistente durante la pubertad y la adolescencia, etapas en las que se produce el despertar sexual y en el que el sentimiento de necesidad de pertenencia al grupo es más fuerte.
Los datos dejan a relucir que aún existe un gran porcentaje de jóvenes que no ven en la discriminación al diferente un problema de envergadura. Pero más que nunca, y con los discursos de odio y retrocesos sociales que se están presenciando, es necesario que, por activa y por pasiva, evitar que se puedan producir agravios hacia ninguna persona por su orientación sexual.
También el elevado porcentaje que afirma estar en contra de que parejas del mismo sexo deban criar hijos o que tener un profesor del colectivo sea perjudicial para su educación o que siquiera tenga derecho a expresar sus afectos en público.
Además, muchos prefieren saber de antemano si una persona es homosexual o no antes de conocerla o que vean dificultades para intimar de manera amistosa con ella. A tener muy en cuenta es la cuestión de los adolescentes que aún sostienen que la homosexualidad y la transexualidad son enfermedades y no condiciones del individuo, con las connotaciones que esto deriva en cuanto a enfermedad, tratamiento y cura.
Entre otros, el mayor problema que estos estereotipos y prejuicios imperantes en parte de los jóvenes almerienses es que, desgraciadamente, esto se traduce en homofobia y transfobia que acaban en agresiones, acoso e insultos hacia una parte de la población o que lleva a la discriminación, sufrimiento, dolor e injusticia hacia nuestros iguales, confirmándose esto en que más de la mitad ha presenciado una agresión de esta índole.
Un desconocimiento cuya solución pasa fundamentalmente por una fuerte labor educativa tanto en el ámbito familiar como en los centros de enseñanza.
Un trabajo de respeto, amabilidad, conocimiento y naturalización que tiene que darse desde edades muy tempranas, pero que debe ser especialmente insistente durante la pubertad y la adolescencia, etapas en las que se produce el despertar sexual y en el que el sentimiento de necesidad de pertenencia al grupo es más fuerte.
Los datos dejan a relucir que aún existe un gran porcentaje de jóvenes que no ven en la discriminación al diferente un problema de envergadura. Pero más que nunca, y con los discursos de odio y retrocesos sociales que se están presenciando, es necesario que, por activa y por pasiva, evitar que se puedan producir agravios hacia ninguna persona por su orientación sexual.
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