Imagen: Público / Cassandra Vera |
La Fiscalía ha acusado a la joven de utilizar el seudónimo de Cassandra para esconder su identidad en las redes sociales. La joven denuncia que se trata de un ataque "transfóbico" que muestra el escaso respeto de las instituciones hacia su identidad de género.
Alejandro Torrús | Público, 2018-01-09
http://www.publico.es/sociedad/entrevista-cassandra-cassandra-me-he-sentido-humillada-fiscalia-prueba-hay-transfobia-instituciones.html
Cassandra Vera fue condenada por la Audiencia Nacional a un año de prisión por publicar chistes en Twitter sobre Carrero Blanco. Su defensa recurrió ante el Supremo que la joven desconocía que realizar bromas sobre el asesinato del almirante franquista fuera delito. Sin embargo, la Fiscalía argumentó en un escrito remitido al Supremo que la joven conocía que sus tuits eran delictivos y que una muestra de ello es que utilizó el seudónimo de Cassandra. Sin embargo, Cassandra no es ningún apodo o sobrenombre. Es el nombre de esta joven trans. El mismo que ella se dio, que está acorde con su identidad y que está en trámites de formalizar ante el registro civil.
En conversación telefónica con ‘Público’, la joven denuncia haber sido "humillada" por el Ministerio Público". Y no por primera vez. Durante su juicio en la Audiencia Nacional, la Fiscalía se refirió a la joven transexual en masculino, obviando su identidad de género. "En el juicio podría haber tenido un trato diferente. Pero hay que tener en cuenta que esa gente me ha juzgado por hacer chistes de un fascista... por lo que no espero ningún respeto por su parte", asegura la joven, que está a la espera de que el Supremo resuelva su caso.
P. ¿Cómo se ha sentido al leer que la Fiscalía considera que el nombre de Cassandra es un sinónimo que usted utiliza en las redes?
R. Me he sentido humillada por la Fiscalía, pero me lo esperaba. Que la Fiscalía realice ese argumento es una muestra de que en las instituciones sigue habiendo mucha homofobia y transfobia. Era difícil superarse y lo han conseguido. Se han lucido. Muestra lo bajo y lo ridículo que ha caído el fiscal de mi caso. Cassandra es mi nombre, es el que todo el mundo usa conmigo y así me presento. Es ridículo que diga que lo utilizo para esconder mi identidad cuando yo he subido fotos mías a Twitter, de mi vida cotidiana, del sitio donde estudio... Es ridículo y además no representa la realidad.
P. No es la primera vez que denuncia la falta de respeto de la Fiscalía por su identidad sexual. Durante el juicio lamentó que se refiriera a usted todo el tiempo en masculino.
R. Sí. En el juicio se me trató en masculino, con mi antiguo nombre, y me pareció una falta de respeto. Me pareció paradójico que en un juicio que busca reparar la dignidad de una persona se denigrara la mía. Como si yo tuviera menos derecho a la dignidad. En la sentencia también se escribió mi antiguo nombre, en masculino. No sé hasta qué punto debe de ser así en los documentos legales, pero es cierto que en el juicio podrían haber mostrado más respeto, pero nada. Hay que tener en cuenta que hablamos de una gente que me juzgó y condenó por hacer chistes de un fascista. No espero ningún respeto ni comprensión de esta gente.
P. ¿Esperas que la Fiscalía, una vez conocido el revuelo y el error de su argumento, dé marcha atrás y modifique o retire ese escrito?
R. La verdad es que no tengo ninguna esperanza en la Fiscalía. A mí me ha tocado una sala conservadora y no espero que el Fiscal me pida disculpas. Lo único que me queda es denunciar este comentario atroz.
P. ¿Cómo ha cambiado tu vida desde que fuiste condenada por menosprecio a las víctimas del terrorismo?
R. El efecto más directo e inmediato es que ya no puedo tener la beca del Estado por la inhabilitación que me imponen. También me he quedado con antecedentes penales, lo cual significa que estoy marcada, estigmatizada socialmente, y que además no puedo aspirar a cosas tan comunes como una beca Erasmus o a determinadas prácticas, en las que te piden el certificado de antecedentes.
P. ¿Su aspiración sigue siendo ser profesora de Historia, a pesar de la condena que la inhabilita?
R. Sigo estudiando Historia con el ánimo de ser profesora, sí. Me quedan varios años de carrera, más las oposiciones, por lo que confío en que en este tiempo la Justicia rectifique. Ya sea el Supremo, que estamos a la espera de que resuelva, el Constitucional y si es necesario el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
P. ¿Cree que sentencias como la suya han provocado una mayor autocensura en las redes sociales?
En mi caso, sí. Sin duda. Pero los chistes sobre Carrero Blanco siguen estando en Twitter. De hecho, creo que ahora hay más chistes.
P. ¿No le sorprende que usted tenga un castigo penal por estos chistes mientras que el resto de usuarios que hacen esos comentarios no son investigados por la Justicia?
R. Me sorprende, claro. Parece que se trataba de buscar una cabeza de turco para sentar ejemplo. Como en el caso de César Strawberry, que también fue condenado para tratar de amedrentar a los músicos críticos. Con mi sentencia buscaron acallar a los tuiteros. Pero si lo piensas detenidamente... Es evidente que no tiene ninguna lógica. Si se ponen a perseguir a toda la gente que ha hecho o hace chistes sobre Carrero Blanco pues nos quedamos sin cárceles en España.
En conversación telefónica con ‘Público’, la joven denuncia haber sido "humillada" por el Ministerio Público". Y no por primera vez. Durante su juicio en la Audiencia Nacional, la Fiscalía se refirió a la joven transexual en masculino, obviando su identidad de género. "En el juicio podría haber tenido un trato diferente. Pero hay que tener en cuenta que esa gente me ha juzgado por hacer chistes de un fascista... por lo que no espero ningún respeto por su parte", asegura la joven, que está a la espera de que el Supremo resuelva su caso.
P. ¿Cómo se ha sentido al leer que la Fiscalía considera que el nombre de Cassandra es un sinónimo que usted utiliza en las redes?
R. Me he sentido humillada por la Fiscalía, pero me lo esperaba. Que la Fiscalía realice ese argumento es una muestra de que en las instituciones sigue habiendo mucha homofobia y transfobia. Era difícil superarse y lo han conseguido. Se han lucido. Muestra lo bajo y lo ridículo que ha caído el fiscal de mi caso. Cassandra es mi nombre, es el que todo el mundo usa conmigo y así me presento. Es ridículo que diga que lo utilizo para esconder mi identidad cuando yo he subido fotos mías a Twitter, de mi vida cotidiana, del sitio donde estudio... Es ridículo y además no representa la realidad.
P. No es la primera vez que denuncia la falta de respeto de la Fiscalía por su identidad sexual. Durante el juicio lamentó que se refiriera a usted todo el tiempo en masculino.
R. Sí. En el juicio se me trató en masculino, con mi antiguo nombre, y me pareció una falta de respeto. Me pareció paradójico que en un juicio que busca reparar la dignidad de una persona se denigrara la mía. Como si yo tuviera menos derecho a la dignidad. En la sentencia también se escribió mi antiguo nombre, en masculino. No sé hasta qué punto debe de ser así en los documentos legales, pero es cierto que en el juicio podrían haber mostrado más respeto, pero nada. Hay que tener en cuenta que hablamos de una gente que me juzgó y condenó por hacer chistes de un fascista. No espero ningún respeto ni comprensión de esta gente.
P. ¿Esperas que la Fiscalía, una vez conocido el revuelo y el error de su argumento, dé marcha atrás y modifique o retire ese escrito?
R. La verdad es que no tengo ninguna esperanza en la Fiscalía. A mí me ha tocado una sala conservadora y no espero que el Fiscal me pida disculpas. Lo único que me queda es denunciar este comentario atroz.
P. ¿Cómo ha cambiado tu vida desde que fuiste condenada por menosprecio a las víctimas del terrorismo?
R. El efecto más directo e inmediato es que ya no puedo tener la beca del Estado por la inhabilitación que me imponen. También me he quedado con antecedentes penales, lo cual significa que estoy marcada, estigmatizada socialmente, y que además no puedo aspirar a cosas tan comunes como una beca Erasmus o a determinadas prácticas, en las que te piden el certificado de antecedentes.
P. ¿Su aspiración sigue siendo ser profesora de Historia, a pesar de la condena que la inhabilita?
R. Sigo estudiando Historia con el ánimo de ser profesora, sí. Me quedan varios años de carrera, más las oposiciones, por lo que confío en que en este tiempo la Justicia rectifique. Ya sea el Supremo, que estamos a la espera de que resuelva, el Constitucional y si es necesario el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
P. ¿Cree que sentencias como la suya han provocado una mayor autocensura en las redes sociales?
En mi caso, sí. Sin duda. Pero los chistes sobre Carrero Blanco siguen estando en Twitter. De hecho, creo que ahora hay más chistes.
P. ¿No le sorprende que usted tenga un castigo penal por estos chistes mientras que el resto de usuarios que hacen esos comentarios no son investigados por la Justicia?
R. Me sorprende, claro. Parece que se trataba de buscar una cabeza de turco para sentar ejemplo. Como en el caso de César Strawberry, que también fue condenado para tratar de amedrentar a los músicos críticos. Con mi sentencia buscaron acallar a los tuiteros. Pero si lo piensas detenidamente... Es evidente que no tiene ninguna lógica. Si se ponen a perseguir a toda la gente que ha hecho o hace chistes sobre Carrero Blanco pues nos quedamos sin cárceles en España.
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