Imagen: El País / Jessica Bennett |
Jessica Bennett, periodista y escritora, es la encargada de estrenar el puesto de editora de género en el prestigioso diario. Hablamos con ella sobre en qué va a consistir su trabajo en un año en el que las mujeres y minorías prometen seguir siendo protagonistas activas del debate.
María L. Villodres | SModa, El País, 2018-01-09
https://smoda.elpais.com/feminismo/la-periodista-quiere-traer-la-igualdad-real-los-medios/
La igualdad de género en los medios de comunicación no es un ‘check’ en la lista. El pasado año las denuncias de abusos sexuales y de poder que padecen las mujeres marcaron en rojo la agenda y el discurso periodístico y social con el #Yosítecreo y el #MeToo. Eso ha dejado un potente poso feminista y de sororidad para el recién estrenado 2018, que arranca con la materialización del movimiento en la plataforma de defensa legal para las víctimas de abusos Time’s Up o con las etiquetas #prePárate y #2018M, que suman fuerzas en Twitter y apuntan que este será ‘el año del feminismo’. A pesar del terreno ganado, la realidad en materia de igualdad en los medios sigue siendo alarmante. Solo un 24% de las noticias publicadas tratan de mujeres (26% si hablamos de plataformas digitales), según el Proyecto de Monitoreo Global de Medios (GMMP) de 2015, y no cuesta recordar polémicas recientes como la de las (invisibles) mujeres columnistas del congreso de León. Para contribuir al cambio de esta realidad y dar el espacio necesario a las mujeres en sus páginas, ‘The New York Times’ ha creado una figura inédita hasta ahora, la editora de género. “No queremos recrear las ‘páginas de mujeres’, queremos que este trabajo exista a través de cada sección del periódico y cada plataforma”, cuenta a ‘S Moda’ Jessica Bennett, la periodista y escritora que asume el reto.
“Es un momento en el que los derechos de las mujeres son un asunto de profunda discusión y examen, el contexto y el lugar idóneos para algo así”, explica. El anuncio de este nuevo cargo se hacía precisamente la semana que Jodi Kantor y Megan Twohey destapaban el escándalo Weinstein en el mismo periódico. “The NYT ha informado durante mucho tiempo sobre género, pero hace aproximadamente un año decidieron contratar a una editora a tiempo completo para que se centrara específicamente en ello. Muchas entrevistas y reuniones más tarde, estoy aquí y encantada de estarlo”, cuenta Bennett, que empezaba su andadura hace apenas dos meses.
A Bennett lo de trabajar contra el sexismo y la desigualdad le viene de largo. Es autora del libro Feminist Fight Club (Club de la Lucha Feminista), un “manual para combatir el sexismo en la oficina” con el que pretende “dar herramientas a otras mujeres que quieran luchar contra el sexismo en sus vidas y estar ahí para otras compañeras”. Ha trabajado con la organización Lean In, que promueve la creación de círculos de mujeres que se apoyan entre ellas para alcanzar sus objetivos laborales. También ha sido colaboradora de ‘The New York Times’, donde se convirtió en la primera persona en entrevistar a Monica Lewinsky tras una década de silencio, y ha contribuido a la iniciativa de Getty Images en busca de una representación más amplia y justa de las mujeres en su banco de imágenes.
“¡Hay mucho trabajo por hacer!”, dice la editora. “Lo que más me emociona de esto es también lo que más miedo me da: es un rol completamente nuevo. Tengo la increíble oportunidad de ayudar a darle forma, probar, tomar riesgos y experimentar, pero también significa que no hay un modelo a seguir de cómo se supone que funciona”. Aunque Bennett sí tiene claro qué quiere en su nueva labor: “Vamos cubrir los asuntos de género desde diferentes puntos. Se trata de una iniciativa global, por lo que estamos pensando en historias y productos 360 grados: problemas de mujeres y trabajo, identidad sexual y de género, fluidez, la intersección de raza y clase, historias sobre política, deportes, economía, ciencia, salud… Todo a través de una lente de género”.
En el caso de la prensa española, donde la representación de la mujer se ha mantenido estática desde 2010, las cifras del GMMP coordinado por Núria Simelio en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) revelan que “en relación al área temática, las mujeres son una minoría en todas las informaciones excepto en las relacionadas con crimen y violencia, donde representan el 51% del total”, frente a un 20% de presencia en las noticias económicas.
“La diversidad dentro de las redacciones debe venir desde todos los ángulos”, explica la periodista. “Se trata de puestos de liderazgo y de personal, sí, pero también se trata de a quién cubrimos, cómo los cubrimos, las fuentes que citamos, las imágenes con las que acompañamos las historias y, por supuesto, las autorías”. En los periódicos de nuestro país un 44% por ciento de las firmas son de mujeres (un notable aumento frente al 34% de 2010), pero la visión se vuelve mucho más pesimista si investigamos el uso de fuentes. “Que solo el 9% de expertas y comentaristas citadas sean mujeres es un dato muy negativo”, señala el estudio de la UAB. Y en cuanto al tono que va a emplear, Jessica añade: “Nada de rosa, una forma de periodismo más matizada, provocativa e interactiva”.
La primera iniciativa ya está en marcha y no viene sola. “Mientras que los escándalos de mala conducta sexual continúan aflorando, hemos decidido lanzar una ‘newsletter’ informativa, ‘The #MeToo Moment’, que proporcionará actualizaciones, análisis y reflexiones sobre la cobertura y la conversación en torno a este momento cultural tan decisivo que atravesamos”, explica Bennet. Una propuesta muy parecida a la que en España acaba de inaugurar ‘El Diario’ con ‘Rompiendo el silencio’, “una serie de historias para hablar de violencia y acoso sexual” que se publicarán durante 2018. ‘Le Monde’ también se ha puesto las pilas. A través de un tuit, Luc Bronner anunciaba que en el medio francés han creado “un grupo de trabajo con quince periodistas de todos los ámbitos para cubrir casos de acoso sexual y todas las formas de sexismo”.
Como cabe esperar, Jessica no está sola en esto. Junto a ella, un equipo formado en exclusiva por mujeres. Entre ellas, Susan Chira, periodista especializada en género veterana de la casa, Francesa Donner, que lanzó ‘ForbesWoman’, Sandra Stevenson, la encargada de aportar su sensibilidad en el plano visual, y una lista que se extiende hasta veinte.
La propuesta de Bennett y su equipo es aproximarse a una representación real de los movimientos y cambios sociales que se están produciendo. Es volcar sus herramientas para ser partícipes e impulsoras de esta cuarta ola feminista que atravesamos, en la que ha quedado claro que la tecnología y ciberactivismo juegan un papel clave. “Los medios han sido creados por y para los hombres blancos desde hace mucho tiempo. Es un hecho. No creo que sea partidista decir que este ya no es el mundo en el que vivimos y que nuestra cobertura debería reflejar eso”, dice Jessica. Y el trabajo solo acaba de empezar: “Sabremos que hemos tenido éxito cuando ya no se necesite una editora de género”.
“Es un momento en el que los derechos de las mujeres son un asunto de profunda discusión y examen, el contexto y el lugar idóneos para algo así”, explica. El anuncio de este nuevo cargo se hacía precisamente la semana que Jodi Kantor y Megan Twohey destapaban el escándalo Weinstein en el mismo periódico. “The NYT ha informado durante mucho tiempo sobre género, pero hace aproximadamente un año decidieron contratar a una editora a tiempo completo para que se centrara específicamente en ello. Muchas entrevistas y reuniones más tarde, estoy aquí y encantada de estarlo”, cuenta Bennett, que empezaba su andadura hace apenas dos meses.
A Bennett lo de trabajar contra el sexismo y la desigualdad le viene de largo. Es autora del libro Feminist Fight Club (Club de la Lucha Feminista), un “manual para combatir el sexismo en la oficina” con el que pretende “dar herramientas a otras mujeres que quieran luchar contra el sexismo en sus vidas y estar ahí para otras compañeras”. Ha trabajado con la organización Lean In, que promueve la creación de círculos de mujeres que se apoyan entre ellas para alcanzar sus objetivos laborales. También ha sido colaboradora de ‘The New York Times’, donde se convirtió en la primera persona en entrevistar a Monica Lewinsky tras una década de silencio, y ha contribuido a la iniciativa de Getty Images en busca de una representación más amplia y justa de las mujeres en su banco de imágenes.
“¡Hay mucho trabajo por hacer!”, dice la editora. “Lo que más me emociona de esto es también lo que más miedo me da: es un rol completamente nuevo. Tengo la increíble oportunidad de ayudar a darle forma, probar, tomar riesgos y experimentar, pero también significa que no hay un modelo a seguir de cómo se supone que funciona”. Aunque Bennett sí tiene claro qué quiere en su nueva labor: “Vamos cubrir los asuntos de género desde diferentes puntos. Se trata de una iniciativa global, por lo que estamos pensando en historias y productos 360 grados: problemas de mujeres y trabajo, identidad sexual y de género, fluidez, la intersección de raza y clase, historias sobre política, deportes, economía, ciencia, salud… Todo a través de una lente de género”.
En el caso de la prensa española, donde la representación de la mujer se ha mantenido estática desde 2010, las cifras del GMMP coordinado por Núria Simelio en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) revelan que “en relación al área temática, las mujeres son una minoría en todas las informaciones excepto en las relacionadas con crimen y violencia, donde representan el 51% del total”, frente a un 20% de presencia en las noticias económicas.
“La diversidad dentro de las redacciones debe venir desde todos los ángulos”, explica la periodista. “Se trata de puestos de liderazgo y de personal, sí, pero también se trata de a quién cubrimos, cómo los cubrimos, las fuentes que citamos, las imágenes con las que acompañamos las historias y, por supuesto, las autorías”. En los periódicos de nuestro país un 44% por ciento de las firmas son de mujeres (un notable aumento frente al 34% de 2010), pero la visión se vuelve mucho más pesimista si investigamos el uso de fuentes. “Que solo el 9% de expertas y comentaristas citadas sean mujeres es un dato muy negativo”, señala el estudio de la UAB. Y en cuanto al tono que va a emplear, Jessica añade: “Nada de rosa, una forma de periodismo más matizada, provocativa e interactiva”.
La primera iniciativa ya está en marcha y no viene sola. “Mientras que los escándalos de mala conducta sexual continúan aflorando, hemos decidido lanzar una ‘newsletter’ informativa, ‘The #MeToo Moment’, que proporcionará actualizaciones, análisis y reflexiones sobre la cobertura y la conversación en torno a este momento cultural tan decisivo que atravesamos”, explica Bennet. Una propuesta muy parecida a la que en España acaba de inaugurar ‘El Diario’ con ‘Rompiendo el silencio’, “una serie de historias para hablar de violencia y acoso sexual” que se publicarán durante 2018. ‘Le Monde’ también se ha puesto las pilas. A través de un tuit, Luc Bronner anunciaba que en el medio francés han creado “un grupo de trabajo con quince periodistas de todos los ámbitos para cubrir casos de acoso sexual y todas las formas de sexismo”.
Como cabe esperar, Jessica no está sola en esto. Junto a ella, un equipo formado en exclusiva por mujeres. Entre ellas, Susan Chira, periodista especializada en género veterana de la casa, Francesa Donner, que lanzó ‘ForbesWoman’, Sandra Stevenson, la encargada de aportar su sensibilidad en el plano visual, y una lista que se extiende hasta veinte.
La propuesta de Bennett y su equipo es aproximarse a una representación real de los movimientos y cambios sociales que se están produciendo. Es volcar sus herramientas para ser partícipes e impulsoras de esta cuarta ola feminista que atravesamos, en la que ha quedado claro que la tecnología y ciberactivismo juegan un papel clave. “Los medios han sido creados por y para los hombres blancos desde hace mucho tiempo. Es un hecho. No creo que sea partidista decir que este ya no es el mundo en el que vivimos y que nuestra cobertura debería reflejar eso”, dice Jessica. Y el trabajo solo acaba de empezar: “Sabremos que hemos tenido éxito cuando ya no se necesite una editora de género”.
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