Imagen: ABC / FC St. Pauli también contra la homofobia |
El fútbol, anclado en los cánticos homófobos, arrastra el tabú de la orientación sexual de los jugadores.
Carlos Tristán | ABC, 2018-09-15
https://www.abc.es/deportes/futbol/abci-ultimo-armario-abrir-201809150431_noticia.html
Míchel en los ochenta, Guardiola en los noventa, Guti en el cambio de siglo y Cristiano en la actualidad. Todos ellos tienen en común que, junto a otros muchos jugadores, han sufrido cánticos homófobos sobre los terrenos de juego. Al mismo tiempo, ninguno de ellos sabe lo que es vivir que un futbolista profesional en España decida salir del armario estando en activo. Y es que como dice Rubén López, responsable de deportes de la FELGTB, «el fútbol es todavía uno de los grandes reductos donde la homofobia sigue instalada».
Héctor Bellerín, jugador español del Arsenal inglés, fue claro recientemente: «Es imposible que un futbolista se declare homosexual». El tabú en este deporte resulta evidente si se echa un vistazo global al panorama en España: más de veinte jugadores por equipo con un total de 42 clubes entre Primera y Segunda. Casi mil profesionales entre los que no existe, oficialmente, ningún gay. «Esto implica dos cosas: o que los homosexuales no pueden llegar a ser profesionales o que no se atreven a salir del armario», dice López.
Tal y como denuncian diversas asociaciones, en España no existe el clima adecuado para que un futbolista decida dar el paso. «En otros países como Alemania, Reino Unido o los países nórdicos, tanto los clubes como las autoridades deportivas llevan años trabajando en este tema: crear un ambiente seguro para que las personas puedan vivir libremente su orientación sexual. En España esto no sucede», cuenta Paco Ramírez, director del Observatorio Español contra la LGTBfobia.
Si bien en los últimos años se han reducido los cánticos homófobos, estos han sido una constante en los estadios españoles durante años. Actualmente siguen sin erradicarse del todo por una falta de sensibilización: «Se tendría que hablar de la homofobia como se habla del racismo. En España, 20.000 personas cantan ‘maricón’ a Cristiano Ronaldo y no lo denuncia el árbitro, ni lo dice el jugador, ni se escandaliza nadie. La sensibilización es nula», afirma López.
Desde distintas organizaciones llevan años moviéndose para concienciar de la importancia de acabar con la homofobia en el fútbol. Sin embargo, la realidad con la que se han encontrado tiene más puertas cerradas de las que cabría esperarse. «En nuestro país solo se involucran equipos pequeños y medianos. Por parte de otros clubes nos encontramos con una negativa total. El Real Madrid nos dice que no colabora en este tipo de cosas, que ya ayudan en temas como el cáncer y que esto no les interesa. Otros como el Barcelona tienen bastante hipocresía: hacen loas a la diversidad pero cuando ocurren episodios homófobos por parte de su afición no lo denuncian ni hacen nada», cuenta Ramírez.
Rubén López también critica esta falta de apoyos: «Hacen falta campañas por parte de todo el mundo. El Consejo Superior de Deportes debería implicarse más en temas de sensibilización. La Liga niega que exista el problema. Una iniciativa como eran los cordones arcoíris fue muy difícil de sacar adelante. Se atrevió el Rayo Vallecano, pero el Real Madrid y el Atlético se negaron a participar. La sensibilización sigue siendo muy baja».
Uno de los temas más controvertidos es el de la supuesta existencia de cláusulas en los contratos que impedirían a sus firmantes expresar su orientación sexual: «No me extrañaría que fuera verdad. Hay muchos seguidores de la Liga española que son árabes, y si se produjera un caso de este tipo no se cómo reaccionarían», dice Ramírez. Rubén López también afirma que, a pesar de que no existe constancia de ello, sí que hay rumores: «Siempre se ha oído eso, pero no deja de ser un “a mí me han dicho que”. No hay pruebas, y si las hubiera, sería totalmente denunciable».
Camino a una solución
Todos coinciden en que igual que hace años se inició una lucha contra el racismo, se debería hacer lo mismo ahora para acabar con la homofobia. «Hay que crear un clima adecuado por parte de los clubes, que pueden hacer mucho más, y las autoridades deportivas, que han hecho muy poco por fomentar el respeto hacia la diversidad. La RFEF no ha estado a la altura: nunca se ha reunido con nosotros, ni el anterior presidente ni el actual. No nos responden», comenta Ramírez.
«La raíz del problema es que existe miedo a que no se acepte la orientación sexual y miedo a la reacción de la grada», dice López. «En otro trabajo sería inaceptable recibir insultos homófobos, pero en el fútbol nadie dice nada; y eso que está sancionado por la ley del deporte. Que te llamen ‘maricón’ está penado en cualquier sitio», añade. «Todo aquello que se sale de los roles de género tradicionales es criticado. Ayudaría que un futbolista confesara que es gay, pero ahora mismo existe demasiada homofobia», sentencia Ramírez.
Siendo esta la desagradable realidad en España y en el fútbol masculino en general, cabe imaginar que solo cuando se dé un paso adelante entre todos se podrá avanzar en la misma dirección, la que lleva a un fútbol libre de homofobia.
Héctor Bellerín, jugador español del Arsenal inglés, fue claro recientemente: «Es imposible que un futbolista se declare homosexual». El tabú en este deporte resulta evidente si se echa un vistazo global al panorama en España: más de veinte jugadores por equipo con un total de 42 clubes entre Primera y Segunda. Casi mil profesionales entre los que no existe, oficialmente, ningún gay. «Esto implica dos cosas: o que los homosexuales no pueden llegar a ser profesionales o que no se atreven a salir del armario», dice López.
Tal y como denuncian diversas asociaciones, en España no existe el clima adecuado para que un futbolista decida dar el paso. «En otros países como Alemania, Reino Unido o los países nórdicos, tanto los clubes como las autoridades deportivas llevan años trabajando en este tema: crear un ambiente seguro para que las personas puedan vivir libremente su orientación sexual. En España esto no sucede», cuenta Paco Ramírez, director del Observatorio Español contra la LGTBfobia.
Si bien en los últimos años se han reducido los cánticos homófobos, estos han sido una constante en los estadios españoles durante años. Actualmente siguen sin erradicarse del todo por una falta de sensibilización: «Se tendría que hablar de la homofobia como se habla del racismo. En España, 20.000 personas cantan ‘maricón’ a Cristiano Ronaldo y no lo denuncia el árbitro, ni lo dice el jugador, ni se escandaliza nadie. La sensibilización es nula», afirma López.
Desde distintas organizaciones llevan años moviéndose para concienciar de la importancia de acabar con la homofobia en el fútbol. Sin embargo, la realidad con la que se han encontrado tiene más puertas cerradas de las que cabría esperarse. «En nuestro país solo se involucran equipos pequeños y medianos. Por parte de otros clubes nos encontramos con una negativa total. El Real Madrid nos dice que no colabora en este tipo de cosas, que ya ayudan en temas como el cáncer y que esto no les interesa. Otros como el Barcelona tienen bastante hipocresía: hacen loas a la diversidad pero cuando ocurren episodios homófobos por parte de su afición no lo denuncian ni hacen nada», cuenta Ramírez.
Rubén López también critica esta falta de apoyos: «Hacen falta campañas por parte de todo el mundo. El Consejo Superior de Deportes debería implicarse más en temas de sensibilización. La Liga niega que exista el problema. Una iniciativa como eran los cordones arcoíris fue muy difícil de sacar adelante. Se atrevió el Rayo Vallecano, pero el Real Madrid y el Atlético se negaron a participar. La sensibilización sigue siendo muy baja».
Uno de los temas más controvertidos es el de la supuesta existencia de cláusulas en los contratos que impedirían a sus firmantes expresar su orientación sexual: «No me extrañaría que fuera verdad. Hay muchos seguidores de la Liga española que son árabes, y si se produjera un caso de este tipo no se cómo reaccionarían», dice Ramírez. Rubén López también afirma que, a pesar de que no existe constancia de ello, sí que hay rumores: «Siempre se ha oído eso, pero no deja de ser un “a mí me han dicho que”. No hay pruebas, y si las hubiera, sería totalmente denunciable».
Camino a una solución
Todos coinciden en que igual que hace años se inició una lucha contra el racismo, se debería hacer lo mismo ahora para acabar con la homofobia. «Hay que crear un clima adecuado por parte de los clubes, que pueden hacer mucho más, y las autoridades deportivas, que han hecho muy poco por fomentar el respeto hacia la diversidad. La RFEF no ha estado a la altura: nunca se ha reunido con nosotros, ni el anterior presidente ni el actual. No nos responden», comenta Ramírez.
«La raíz del problema es que existe miedo a que no se acepte la orientación sexual y miedo a la reacción de la grada», dice López. «En otro trabajo sería inaceptable recibir insultos homófobos, pero en el fútbol nadie dice nada; y eso que está sancionado por la ley del deporte. Que te llamen ‘maricón’ está penado en cualquier sitio», añade. «Todo aquello que se sale de los roles de género tradicionales es criticado. Ayudaría que un futbolista confesara que es gay, pero ahora mismo existe demasiada homofobia», sentencia Ramírez.
Siendo esta la desagradable realidad en España y en el fútbol masculino en general, cabe imaginar que solo cuando se dé un paso adelante entre todos se podrá avanzar en la misma dirección, la que lleva a un fútbol libre de homofobia.
Imagen: ABC / Héctor Bellerín |
Pocos jugadores han hablado sin tapujos sobre el tabú de la homosexualidad en el mundo del fútbol.
S. D. | ABC, 2018-09-15
https://www.abc.es/deportes/futbol/abci-bellerin-y-griezmann-algunos-pronunciado-201809150432_noticia.html
Hace apenas unos días trascendieron unas palabras del internacional español Héctor Bellerín, lateral derecho del Arsenal, en una entrevista al diario 'The Times'. En ellas hablaba sobre la homosexualidad en el mundo del fútbol y se mostraba tajante al respecto: «Es imposible que un jugador se declare abiertamente homosexual».
En la información del diario británico Bellerín hablaba, además, de cómo esta situación se produce especialmente en el fútbol: «Algunos hinchas no son listos. Cuando sucedió en el rugby los fans respetaron su decisión, pero en el fútbol la cultura es diferente. Revelar que uno es homosexual puede ser muy desagradable, especialmente para los jugadores de un equipo rival».
Bellerín, que ha sido en varias ocasiones noticia por su forma de vestir, ha confesado también haber sufrido en sus propias carnes insultos homofobos: «La gente me ha llamado lesbiana por dejarme el pelo largo y he recibido otros muchos insultos homófobos, algunos en los estadios, pero la mayoría de ellos en las redes sociales. He aprendido a protegerme de ello, pero puede llegar a afectarte. De vez en cuando tienes dudas. La gente debería poder expresarse, se es más feliz así».
Otros jugadores que se han pronunciado al respecto han animado a sus colegas de profesión a dar el paso. En una entrevista para 'ICON', el futbolista del Atlético Antoine Griezmann también habló sin tapujos: «Yo creo que en el fútbol no es habitual porque nos hacemos los duros y los fuertes y tenemos miedo a lo que puedan decir. Yo no tengo nada en contra: respeto a todo el mundo». Cuestionado sobre si él lo diría en caso de serlo, el francés contestó lo siguiente: «Hay mucha gente mala en el fútbol y pueden tener miedo a ir a los estadios y que les insulten. Yo creo que lo haría. Claro, es más fácil decirlo cuando no tienes que pasar por ello».
Su compañero de equipo, Koke Resurrección, también fue preguntado al respecto en el mismo medio: «A lo mejor no han salido porque no lo son o porque no se ven con la valentía de decirlo, por el qué dirán. Aunque yo creo que cada vez se va respetando más el tema de la homosexualidad y de la igualdad en la sociedad. Que un futbolista sea homosexual no debería influir a la hora de jugar en el campo». Acto seguido aseguró que consideraba que él creía que tampoco «tendría problema en confesar» que fuera gay.
Uno de los pocos casos que se han dado en el mundo del fútbol masculino ocurrió en los Estados Unidos. Fue allí donde Robbie Rogers confesó en 2013 su orientación sexual, algo que le valió el elogio del mismísimo presidente del Gobierno: «Reconozco lo que Robbie Rogers hizo por un montón de gente para abrir el camino, al ser uno de los primeros deportistas profesionales que reconoció abiertamente su homosexualidad. Como atleta, Robbie primero quiere ganar. Después de todo, es por eso por lo que compite. Pero Robbie también ha inspirado a mucha gente aquí y en todo el mundo, y estamos muy orgullosos de usted», dijo Obama.
«Me sorprendió gratamente. No me esperaba eso. Como atleta es difícil para nosotros mirar atrás y ver lo que hemos logrado, pero este es sin duda un momento para disfrutar», dijo poco después el jugador de Los Ángeles Galaxy.
Algunos jugadores de la selección alemana como Phillipp Lahm, Mario Gómez o Manuel Neuer también han mostrado en algún momento abiertamente su apoyo a que los jugadores homosexuales den el paso.
En la información del diario británico Bellerín hablaba, además, de cómo esta situación se produce especialmente en el fútbol: «Algunos hinchas no son listos. Cuando sucedió en el rugby los fans respetaron su decisión, pero en el fútbol la cultura es diferente. Revelar que uno es homosexual puede ser muy desagradable, especialmente para los jugadores de un equipo rival».
Bellerín, que ha sido en varias ocasiones noticia por su forma de vestir, ha confesado también haber sufrido en sus propias carnes insultos homofobos: «La gente me ha llamado lesbiana por dejarme el pelo largo y he recibido otros muchos insultos homófobos, algunos en los estadios, pero la mayoría de ellos en las redes sociales. He aprendido a protegerme de ello, pero puede llegar a afectarte. De vez en cuando tienes dudas. La gente debería poder expresarse, se es más feliz así».
Otros jugadores que se han pronunciado al respecto han animado a sus colegas de profesión a dar el paso. En una entrevista para 'ICON', el futbolista del Atlético Antoine Griezmann también habló sin tapujos: «Yo creo que en el fútbol no es habitual porque nos hacemos los duros y los fuertes y tenemos miedo a lo que puedan decir. Yo no tengo nada en contra: respeto a todo el mundo». Cuestionado sobre si él lo diría en caso de serlo, el francés contestó lo siguiente: «Hay mucha gente mala en el fútbol y pueden tener miedo a ir a los estadios y que les insulten. Yo creo que lo haría. Claro, es más fácil decirlo cuando no tienes que pasar por ello».
Su compañero de equipo, Koke Resurrección, también fue preguntado al respecto en el mismo medio: «A lo mejor no han salido porque no lo son o porque no se ven con la valentía de decirlo, por el qué dirán. Aunque yo creo que cada vez se va respetando más el tema de la homosexualidad y de la igualdad en la sociedad. Que un futbolista sea homosexual no debería influir a la hora de jugar en el campo». Acto seguido aseguró que consideraba que él creía que tampoco «tendría problema en confesar» que fuera gay.
Uno de los pocos casos que se han dado en el mundo del fútbol masculino ocurrió en los Estados Unidos. Fue allí donde Robbie Rogers confesó en 2013 su orientación sexual, algo que le valió el elogio del mismísimo presidente del Gobierno: «Reconozco lo que Robbie Rogers hizo por un montón de gente para abrir el camino, al ser uno de los primeros deportistas profesionales que reconoció abiertamente su homosexualidad. Como atleta, Robbie primero quiere ganar. Después de todo, es por eso por lo que compite. Pero Robbie también ha inspirado a mucha gente aquí y en todo el mundo, y estamos muy orgullosos de usted», dijo Obama.
«Me sorprendió gratamente. No me esperaba eso. Como atleta es difícil para nosotros mirar atrás y ver lo que hemos logrado, pero este es sin duda un momento para disfrutar», dijo poco después el jugador de Los Ángeles Galaxy.
Algunos jugadores de la selección alemana como Phillipp Lahm, Mario Gómez o Manuel Neuer también han mostrado en algún momento abiertamente su apoyo a que los jugadores homosexuales den el paso.
Carlos Tristán | ABC, 2018-09-15
https://www.abc.es/deportes/futbol/abci-triste-historia-primer-futbolista-abiertamente-201809150431_noticia.html
Un talento precoz, un goleador descomunal, una enorme valentía. La infancia de Justin Fashanu en un barrio de Norfolk no fue fácil, como la de muchos negros por aquel entonces en ambientes de mayoría blanca. Sin embargo, pronto encontró en la pelota una de sus aficiones y de sus talentos. Pese a que en su juventud también se planteó ser boxeador, fueron finalmente las botas de tacos y no los guantes los que acabarían acompañándole en su vida profesional.
Comenzó su carrera en el Norwich City y debutó en la Premier League con apenas 18 años. Su potencia y su olfato de cara a portería no tardaron en premiarle con el apoyo de la afición, que llegó a celebrar 35 goles en los 90 partidos que jugó con los «canarios». En 1980 ganó el trofeo al mejor gol de la temporada y se convirtió, meses después, en el primer jugador negro por el que se pagaba un millón de libras. Fashanu fichó por el Nottingham Forest, que venía de conquistar dos Copas de Europa consecutivas. Tenía por delante una prometedora carrera.
Sin embargo, la etapa en su nuevo club no fue todo lo bien que podría esperarse. Allí coincidió con el técnico Brian Clough, quien fue muy crítico con su bajo rendimiento y con su vida personal, especialmente nocturna. Tal y como contó el entrenador en su autobiografía, un día discutió con el jugador a cuenta de los rumores que le situaban en bares de ambiente: «'¿A dónde vas si quieres una rebanada de pan?', le pregunté. 'Al panadero, supongo'. '¿A dónde vas si quieres una pata de cordero?'. 'Al carnicero'. '¿Entonces por qué sigues yendo a ese maldito club de maricones?'».
Apenas un año después de su desembarco en el Nottingham Forest, inició una carrera en casi veinte equipos. Los rumores sobre su homosexualidad unidos a una lesión de rodilla no le pusieron nada fácil triunfar en el fútbol. Pero si por algo será recordado siempre Fashanu es por la portada del diario 'The Sun' que protagonizó en 1990 confesando su homosexualidad. «Estrella futbolística de 1 millón de libras: Soy gay», decía la primera del diario británico. Su verdad le costó el rechazo casi generalizado del mundo del fútbol y la grada se convirtió en el arma más cruel.
Tal y como se supo después, el futbolista fue amenazado para que concediera aquella entrevista: «Fashanu fue chantajeado. Le dijeron: 'Sabemos que eres gay, o lo cuentas y te pagamos por ello o igualmente lo sacamos y no recibirás nada de dinero'», confesó su biógrafo. Cobró por aquella exclusiva 20.000 libras y, aunque se convirtió en un ejemplo para muchos, arrastró el resto de su vida hacer pública la que era su realidad.
Su hermano también fue uno de los que le dio la espalda: «No me gusta nada que salga el apellido Fashanu en las portadas de los periódicos relacionado con un tema de ese tipo. Mucha gente pensará que soy yo. Lo único seguro es que a Justin ya no lo contratará ningún equipo». Justin, por su parte, aseguraba no ser el único: «El fútbol es un microcosmos: igual que hay muchos gais en la vida los hay en el mundo del fútbol, pero debemos respetar su anonimato. Yo he sido el primero en confesarlo y eso es muy fuerte», dijo en una entrevista.
Tras colgar las botas se marchó a Estados Unidos, donde ejerció como preparador. Fue en América donde vivió un suceso que marcaría su historia. En 1998 fue acusado de violar a un menor de edad. Fue interrogado por la policía y puesto en libertad por falta de pruebas. Regresó a Inglaterra y a las pocas semanas fue encontrado en un garaje a las afueras de Londres. A los 38 años se había ahorcado y junto a él había dejado una nota de suicidio que rezaba lo siguiente:
«Me he dado cuenta de que ya he sido condenado como culpable antes de comenzar el juicio. Yo no he abusado nunca de aquel joven. Sí, tuvimos sexo, pero basado en el consentimiento mutuo. A la mañana siguiente él me pidió dinero, y cuando le dije que no me respondió ‘espera y verás’. Ya no quiero ser más una vergüenza para mis amigos y mi familia. Espero que el Jesús que amo me acoja. Finalmente encontraré la paz».
Como se supo después, su caso había sido archivado en los Estados Unidos. Fashanu, quien poseyó en sus botas un gran talento, tuvo además una valentía inaudita para convertirse en el primer futbolista abiertamente homosexual de la historia. Su hermano, quien había llegado a decir de él que era un «paria», se confesó arrepentido tras su muerte: «Pienso que creamos todos una situación en la que fue marginado. Nosotros no aceptamos el hecho de que fuera gay. Y cuando digo 'nosotros', probablemente estoy buscando defenderme de decir 'yo'».
Aquel 3 de mayo de 1998 Justin Fashanu decidió poner fin a su vida. Su figura había irrumpido en el mundo del fútbol como una de las más prometedoras del panorama internacional y acabó retirándose siendo un ejemplo que perdura hoy en día. Sin embargo, no son muchos los que se han decidido a dar el paso y dar a conocer su orientación sexual como él hizo entonces. El clima en el fútbol no acompaña.
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