Imagen: El País / Michael Lucas |
Tras más de 20 años de carrera en la industria del entretenimiento para adultos, el director y activista estadounidense anuncia su retirada en 2020.
M.M. | El País, 2019-01-03
https://elpais.com/elpais/2019/01/03/gente/1546520746_210155.html
Su nombre no es conocido para todos. Sonará mucho a aquellos consumidores de porno, concretamente de porno gay, especialmente en Estados Unidos. Pero desde hace unos años Michael Lucas también se ha hecho famoso por dedicar su fortuna y su nombre a promover sus causas políticas, principalmente basadas en la defensa de la comunidad LGTBI. Ahora este magnate de los negocios, actor, director, productor y activista estadounidense anuncia que su retirada llegará en 2020, cuando cumpla 48 años.
Hijo de un ingeniero y una lingüista, Lucas nació en Moscú en 1972. Él mismo ha contado que de niño fue acosado en la escuela y que encontró en su abuela –‘babulia’, como se dice cariñosamente en ruso– su gran apoyo. “Ella me defendió y me protegió. Nuestra casa de campo era mi lugar seguro y también estar con Babulia”, contaba en septiembre de 2017 en un artículo en ‘The Huffington Post’. “Cuando tenía 17 años y llevaba algún tiempo saliendo con una chica, me senté con mi abuela y le revelé que aunque amaba a la joven, realmente no me gustaba salir con chicas. Ella se lo tomó muy bien y fue quien se lo contó a mis padres”, explicaba en aquel artículo en el que se despedía de su Babulya al fallecimiento de esta a los 97 años.
Tras 22 años intentando superar los desafíos que suponía crecer como gay y judío en medio de la cultura de la Rusia comunista, se graduó en la Academia de Derecho de Moscú y emigró a Alemania, donde se adentró en la industria del entretenimiento para adultos, tanto gay como heterosexual.
Tres años más tarde se mudó a Nueva York, cambió su verdadero nombre, Andrei Treivas, por el artístico –y más americanizado– de Michael Lucas y fundó su propia productora, Lucas Entertainment, de la que sigue siendo su principal ejecutivo. Rápidamente se convirtió en una de las mayores empresas de porno gay de la Gran Manzana y una de las más respetadas del mundo, con docenas de premios de la industria y más de 300 películas, entre la que destaca la más famosa, ‘Michael Lucas’ La Dolce Vita’ (2007), considerada la cinta de porno gay más cara de la historia –con un presupuesto de 250.000 dólares– y muchos cameos de las celebridades más conocidas del sector.
Con esta notoriedad, el productor de cine porno ha utilizado su plataforma para defender algunas de las causas en las que más se involucra, como las libertades civiles, los derechos LGTBI y la salud sexual. En 2004 obtuvo la nacionalidad de Estados Unidos, en 2009 se convirtió en un ciudadano dual de EE UU e Israel y, un año después, renunció a su ciudadanía rusa como protesta por las políticas represivas de su país natal hacia la comunidad homosexual.
Es un claro defensor del Estado de Israel, al que ha elogiado en numerosos artículos que ha escrito para 'Advocate', la revista de referencia para homosexuales, y a cuenta de su feroz apoyo al sionismo ha protagonizado diversa controversias con otros columnistas. En 2013 produjo y dirigió ‘Desnudando a Israel: Hombre gay en la tierra prometida’, un documental en el que muestra la visibilidad del colectivo en el país y, un año después, trató la homofobia presente en Rusia en su siguiente cinta, ‘Campaña de odio: Rusia y propaganda gay’.
Además de estos dos documentales y sus cintas pornográficas, Lucas colabora con artículos de opinión y columnas en numerosas publicaciones, como la revista ‘New York’, ‘The New Republic’, ‘Vice’, ‘Huffington Post’ o ‘The Advocate’, y ha ofrecido charlas en varias universidades, entre las que se incluyen Stanford, Yale y Oxford. Partidario de la educación y la prevención del VIH desde sus inicios en el porno, el productor y director fue una de las primeras figuras públicas del sector en promover abiertamente el uso de la profilaxis.
Con unos 200.000 seguidores entre Twitter e Instagram, Michael Lucas enseña en sus redes sociales su trabajo como modelo y su lado más familiar. En enero del año pasado fue portada de ‘G Magazine’, una revista dedicada a la moda, belleza y estilo del hombre gay.
Hijo de un ingeniero y una lingüista, Lucas nació en Moscú en 1972. Él mismo ha contado que de niño fue acosado en la escuela y que encontró en su abuela –‘babulia’, como se dice cariñosamente en ruso– su gran apoyo. “Ella me defendió y me protegió. Nuestra casa de campo era mi lugar seguro y también estar con Babulia”, contaba en septiembre de 2017 en un artículo en ‘The Huffington Post’. “Cuando tenía 17 años y llevaba algún tiempo saliendo con una chica, me senté con mi abuela y le revelé que aunque amaba a la joven, realmente no me gustaba salir con chicas. Ella se lo tomó muy bien y fue quien se lo contó a mis padres”, explicaba en aquel artículo en el que se despedía de su Babulya al fallecimiento de esta a los 97 años.
Tras 22 años intentando superar los desafíos que suponía crecer como gay y judío en medio de la cultura de la Rusia comunista, se graduó en la Academia de Derecho de Moscú y emigró a Alemania, donde se adentró en la industria del entretenimiento para adultos, tanto gay como heterosexual.
Tres años más tarde se mudó a Nueva York, cambió su verdadero nombre, Andrei Treivas, por el artístico –y más americanizado– de Michael Lucas y fundó su propia productora, Lucas Entertainment, de la que sigue siendo su principal ejecutivo. Rápidamente se convirtió en una de las mayores empresas de porno gay de la Gran Manzana y una de las más respetadas del mundo, con docenas de premios de la industria y más de 300 películas, entre la que destaca la más famosa, ‘Michael Lucas’ La Dolce Vita’ (2007), considerada la cinta de porno gay más cara de la historia –con un presupuesto de 250.000 dólares– y muchos cameos de las celebridades más conocidas del sector.
Con esta notoriedad, el productor de cine porno ha utilizado su plataforma para defender algunas de las causas en las que más se involucra, como las libertades civiles, los derechos LGTBI y la salud sexual. En 2004 obtuvo la nacionalidad de Estados Unidos, en 2009 se convirtió en un ciudadano dual de EE UU e Israel y, un año después, renunció a su ciudadanía rusa como protesta por las políticas represivas de su país natal hacia la comunidad homosexual.
Es un claro defensor del Estado de Israel, al que ha elogiado en numerosos artículos que ha escrito para 'Advocate', la revista de referencia para homosexuales, y a cuenta de su feroz apoyo al sionismo ha protagonizado diversa controversias con otros columnistas. En 2013 produjo y dirigió ‘Desnudando a Israel: Hombre gay en la tierra prometida’, un documental en el que muestra la visibilidad del colectivo en el país y, un año después, trató la homofobia presente en Rusia en su siguiente cinta, ‘Campaña de odio: Rusia y propaganda gay’.
Además de estos dos documentales y sus cintas pornográficas, Lucas colabora con artículos de opinión y columnas en numerosas publicaciones, como la revista ‘New York’, ‘The New Republic’, ‘Vice’, ‘Huffington Post’ o ‘The Advocate’, y ha ofrecido charlas en varias universidades, entre las que se incluyen Stanford, Yale y Oxford. Partidario de la educación y la prevención del VIH desde sus inicios en el porno, el productor y director fue una de las primeras figuras públicas del sector en promover abiertamente el uso de la profilaxis.
Con unos 200.000 seguidores entre Twitter e Instagram, Michael Lucas enseña en sus redes sociales su trabajo como modelo y su lado más familiar. En enero del año pasado fue portada de ‘G Magazine’, una revista dedicada a la moda, belleza y estilo del hombre gay.
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