La Vanguardia / Bandera arcoíris en una calle // |
Se entrega en Bilbao el presunto asesino en serie de homosexuales.
El sospechoso, un joven de 25 años, niega los hechos y se ha mostrado dispuesto a colaborar con la Ertzaintza.
Mayka Navarro, Ander Goyoaga | La Vanguardia, 2022-05-05
https://www.lavanguardia.com/local/paisvasco/20220505/8246497/entrega-bilbao-presunto-asesino-homosexuales.html
Nuevo giro en el caso del posible asesino de homosexuales de Bilbao. El sospechoso, Nelson David, M. B., de 25 años, se ha presentado de manera voluntaria en la comisaría de la Ertzaintza en el barrio de Txurdinaga y ha mostrado su disposición a colaborar en el caso. El joven, sobre el que existía una orden de detención de un juzgado de instrucción de Bilbao, ha negado su participación en hechos delictivos.
Este nuevo episodio en un caso que ha conmocionado a la capital vizcaína se ha producido después de que en las últimas horas, fruto de la magnitud del caso y su trascendencia mediática, se haya desatado un clamor social por la detención del sospechoso.
Este jueves incluso se había filtrado en las redes sociales la identidad real del detenido y su foto, un extremo que puede haber sido clave en su entrega.
El caso tiene dos hilos principales de los que están tirando los investigadores para tratar de desenmarañar una investigación sumamente compleja, ligada a unos presuntos asesinatos en los que habría jugado un papel crucial la sumisión a través de éxtasis líquido. La gran incógnita es si el sospechoso podría haber causado no solo la muerte del hombre de 43 años fallecido en octubre, sino la de otros hombres cuyos fallecimientos se atribuyeron en un primer momento a causas naturales.
El primer hilo de la investigación tiene que ver con la muerte, el 18 de octubre del año pasado, de Josu M., profesor de música y natural del municipio costero de Ondarroa. Fuentes cercanas al fallecido confirman que fue hallado muerto en su domicilio del Casco Viejo de Bilbao, y que sus familiares y allegados le despidieron, cuatro días después del deceso, en su localidad natal, dando por hecho que se había tratado de una muerte natural.
Desde su círculo cercano señalan que su repentina muerte causó sorpresa, ya que se trataba de un hombre “joven y sano”, sin problemas de salud y que se cuidaba. En todo caso, la alerta no saltó hasta varias semanas después, cuando su hermano descubrió que se habían registrado movimientos sospechosos en sus cuentas. El hermano del fallecido alertó a la Ertzaintza, que inició una investigación en torno al posible asesinato de Josu M.
Las fuentes oficiales mantienen absoluto silencio sobre esta investigación, si bien el diario El Correo ha publicado que la policía vasca baraja la hipótesis de que su muerte se produjese después de haberse citado con un hombre al que habría conocido a través de una aplicación para homosexuales. El varón con el que habría quedado podría haber utilizado éxtasis líquido para propiciar la sumisión química de la víctima. Una vez muerto, habría operado con las cuentas del fallecido.
El segundo hilo del que tira la investigación tiene que ver con hechos producidos en el mismo lugar, el Casco Viejo de Bilbao, aunque dos meses después. La clave es en este caso una denuncia presentada en el mes de diciembre. Un varón relató entonces ante la Ertzaintza que un hombre con el que se había citado a través de una aplicación para público gay había tratado de estrangularle. El presunto agresor sería la misma persona con la se citó Josu M. antes de morir.
En concreto, el denunciante declaró que, tras haberse citado con esa persona, estando en su domicilio, el presunto agresor se abalanzó sobre él y comenzó a besarle. Acto seguido, esa misma persona trató de estrangularle, si bien logró zafarse y comenzó a pedir ayuda. Esta situación originó una pelea entre ambos, hasta que el agresor decidió huir.
Los hechos denunciados tienen un añadido, no confirmado por las fuentes oficiales, pero de calado. Según las pesquisas a las que habría accedido el diario El Correo el agresor se habría dejado en el domicilio de la víctima una mochila con documentación y éxtasis líquido. A fin de evitar consecuencias penales, el sospechoso habría tratado de recuperar la complicidad de la víctima tras la agresión, contactando de nuevo con él y pidiéndole disculpas. El agredido, en todo caso, presentó su denuncia ante la policía vasca, lo que ha resultado un punto clave en este caso.
Ahora, la investigación vincula estos dos hilos, ocurridos en un entorno muy próximo, y trata de esclarecer si guardan relación con otros fallecimientos registrados en Bilbao en los últimos meses y atribuidos en un primer momento a causas naturales. ¿Cuántos? Es difícil saberlo, ya que, como es natural, es complicado vincular fallecimientos atribuidos en principio a causas naturales, sin signos de violencia, envenenamiento o uso de tóxicos (el éxtasis líquido apenas deja rastro durante unas horas), con un posible asesinato. El diario El Correo ha publicado que podrían ser entre cuatro y ocho asesinatos atribuibles al sospechoso, si bien las fuentes oficiales no confirman este extremo.
Este nuevo episodio en un caso que ha conmocionado a la capital vizcaína se ha producido después de que en las últimas horas, fruto de la magnitud del caso y su trascendencia mediática, se haya desatado un clamor social por la detención del sospechoso.
Este jueves incluso se había filtrado en las redes sociales la identidad real del detenido y su foto, un extremo que puede haber sido clave en su entrega.
El caso tiene dos hilos principales de los que están tirando los investigadores para tratar de desenmarañar una investigación sumamente compleja, ligada a unos presuntos asesinatos en los que habría jugado un papel crucial la sumisión a través de éxtasis líquido. La gran incógnita es si el sospechoso podría haber causado no solo la muerte del hombre de 43 años fallecido en octubre, sino la de otros hombres cuyos fallecimientos se atribuyeron en un primer momento a causas naturales.
El primer hilo de la investigación tiene que ver con la muerte, el 18 de octubre del año pasado, de Josu M., profesor de música y natural del municipio costero de Ondarroa. Fuentes cercanas al fallecido confirman que fue hallado muerto en su domicilio del Casco Viejo de Bilbao, y que sus familiares y allegados le despidieron, cuatro días después del deceso, en su localidad natal, dando por hecho que se había tratado de una muerte natural.
Desde su círculo cercano señalan que su repentina muerte causó sorpresa, ya que se trataba de un hombre “joven y sano”, sin problemas de salud y que se cuidaba. En todo caso, la alerta no saltó hasta varias semanas después, cuando su hermano descubrió que se habían registrado movimientos sospechosos en sus cuentas. El hermano del fallecido alertó a la Ertzaintza, que inició una investigación en torno al posible asesinato de Josu M.
Las fuentes oficiales mantienen absoluto silencio sobre esta investigación, si bien el diario El Correo ha publicado que la policía vasca baraja la hipótesis de que su muerte se produjese después de haberse citado con un hombre al que habría conocido a través de una aplicación para homosexuales. El varón con el que habría quedado podría haber utilizado éxtasis líquido para propiciar la sumisión química de la víctima. Una vez muerto, habría operado con las cuentas del fallecido.
El segundo hilo del que tira la investigación tiene que ver con hechos producidos en el mismo lugar, el Casco Viejo de Bilbao, aunque dos meses después. La clave es en este caso una denuncia presentada en el mes de diciembre. Un varón relató entonces ante la Ertzaintza que un hombre con el que se había citado a través de una aplicación para público gay había tratado de estrangularle. El presunto agresor sería la misma persona con la se citó Josu M. antes de morir.
En concreto, el denunciante declaró que, tras haberse citado con esa persona, estando en su domicilio, el presunto agresor se abalanzó sobre él y comenzó a besarle. Acto seguido, esa misma persona trató de estrangularle, si bien logró zafarse y comenzó a pedir ayuda. Esta situación originó una pelea entre ambos, hasta que el agresor decidió huir.
Los hechos denunciados tienen un añadido, no confirmado por las fuentes oficiales, pero de calado. Según las pesquisas a las que habría accedido el diario El Correo el agresor se habría dejado en el domicilio de la víctima una mochila con documentación y éxtasis líquido. A fin de evitar consecuencias penales, el sospechoso habría tratado de recuperar la complicidad de la víctima tras la agresión, contactando de nuevo con él y pidiéndole disculpas. El agredido, en todo caso, presentó su denuncia ante la policía vasca, lo que ha resultado un punto clave en este caso.
Ahora, la investigación vincula estos dos hilos, ocurridos en un entorno muy próximo, y trata de esclarecer si guardan relación con otros fallecimientos registrados en Bilbao en los últimos meses y atribuidos en un primer momento a causas naturales. ¿Cuántos? Es difícil saberlo, ya que, como es natural, es complicado vincular fallecimientos atribuidos en principio a causas naturales, sin signos de violencia, envenenamiento o uso de tóxicos (el éxtasis líquido apenas deja rastro durante unas horas), con un posible asesinato. El diario El Correo ha publicado que podrían ser entre cuatro y ocho asesinatos atribuibles al sospechoso, si bien las fuentes oficiales no confirman este extremo.
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