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La ópera 'Ainadamar', de Osvaldo Golijov, se inspira en la muerte del poeta. La temporada próxima la obra se representará en el Teatro Real.
Juan Angel Vela del Campo | El País, 2011-06-27
El filósofo George Steiner afirmaba hace unos años en una conferencia en el Festival de Edimburgo que todo certamen debe ofrecer a su público -y al visitante- propuestas estéticas diferentes a las que está acostumbrado a ver. En esa línea, el Festival Internacional de Música y Danza de Granada, en su 60 cumpleaños, estrenó el sábado en España una ópera de gran éxito desde su bautismo en Tanglewood en 2003 y su posterior versión revisada en Santa Fe dos años después. Ainadamar, de Osvaldo Golijov, se desarrolla además en Granada y está centrada en el asesinato del poeta Federico García Lorca hace 75 años, en los primeros compases de la Guerra Civil española. De hecho en la primera balada de la ópera se escucha a un grupo de niñas cantando unos versos de Mariana Pineda, de García Lorca, aquellos de "Ay, qué día tan triste en Granada, que a las piedras hacía llorar, al ver que Marianita se muere en cadalso por no declarar".
Las tres imágenes, o escenas, de la ópera giran en torno a los personajes de Mariana Pineda, Federico García Lorca y la actriz catalana Margarita Xirgú, con la que el poeta mantuvo una relación de amistad, y que fue en su época una intérprete de referencia del personaje de Mariana y una de las defensoras de su sentido de la libertad. No en vano las trayectorias de García Lorca y Mariana se asocian en más de una ocasión por cuestiones de ética.
"Primero la ética; luego, tal vez, la estética", solía decir el crítico de arte José María Moreno Galván, una definición que encaja con las intenciones de Osvaldo Golijov en su ópera. La estética -de collage, acentos populares, explosión melódica constante, recurrencia a lenguajes como el de flamenco, e incorporación de instrumentos como el cajón, la comba y el djembé- está al servicio de la historia sintetizada en el libreto por David Henry Hwang y de un público que prefiere las emociones en primer plano antes que la abstracción de un discurso musical metafísico.
Las escenas de ballet están a cargo de la compañía de Antonio Gades, que este año habría cumplido 75, y el diseño teatral, con importante aparato videográfico, lo pone el mexicano Julián de Tavira, con sentido del ritmo y encendido respeto a la historia, a la que añade algún toque plástico de su país, tal vez por las correspondencias con los exiliados españoles de la posguerra. En ese contexto María Hinojosa borda el rol de Margarita Xirgú, al igual que Marina Pardo compone un reconocible García Lorca. Mientras, Carmen Romeu se muestra siempre solvente en escena y el cantaor Alfredo Tejada cautiva por fuerza y coraje. Así "el canto profundo de Golijov", como la define el ensayista Alex Ross, llegó al público de los Jardines del Generalife con facilidad y calidez, algo siempre de agradecer en una ópera contemporánea. Dirigió con esmero Corrado Rovaris a una motivada Orquesta Ciudad de Granada.
La ópera ha obtenido un par de Grammy y ha recorrido Estados Unidos de Chicago a Nueva York, a Los Ángeles y Boston. También ha recalado en su Argentina natal o en lugares emblemáticos europeos como Darmstadt, en Alemania. La producción estrenada ahora viajará al Festival de Santander el año próximo y después se verá en la temporada de ópera de Oviedo. Antes, el rodado montaje de Peter Sellars, se representará en el teatro Real de Madrid la próxima temporada.
No es, en cualquier caso, la única ópera programada este año en el Festival de Granada. El jueves se estrena Solimano, del compositor napolitano de origen español David Pérez, en una versión de concierto con la Real Compañía Ópera de Cámara, que dirige Juan Bautista Otero.
Lorca va a tener otra presencia destacada en el Festival de Granada con la bailaora Eva Yerbabuena, que estrena el espectáculo Federico según Lorca con su compañía de ballet flamenco. El arte andaluz más genuino está representado también estos días en Granada por la joven bailaora Rocío Molina, con su espectáculo más redondo hasta la fecha: Oro viejo. Estrella Morente y Arcángel son dos cantaores de rompe y rasga a los que el Festival ha incorporado este año. Ella actuó ayer por la noche en el Palacio de Carlos V y él presenta el 6 de julio un curioso espectáculo de relaciones entre el flamenco y el barroco colonial con la Accademia del Piacere y Fahmi Alqhai.
Una de las señas de identidad del Festival es el FEX, Festival Extensión, dirigida a públicos poco familiarizados con la música, se desarrolla en espacios poco frecuentados, con entrada gratuita. La inauguración del FEX ha sido espectacular con un concierto dedicado a Tomás Luis de Victoria, en el 400 aniversario de su muerte. En una Capilla Real llena hasta los topes fueron aclamados Michael Noone y su Ensemble Plus Ultra, además del coro de canto llano Schola Antiqua de Juan Carlos Asensio.
En el terreno más divulgativo son también muy interesantes los acercamientos a las Cuatro estaciones, de Vivaldi, a partir de hoy con Ara Malikian y su grupo, y en la recta final con Forma Antiqua, el conjunto que dirige Aarón Zapico. A ello hay que añadir a los Mehta o Barenboim en el apartado sinfónico.
El Festival de Música de Granada resiste estos tiempos de crisis desplegando imaginación y coherencia. Con un presupuesto de 3, 7 millones de euros hace diabluras. En este año en el que se celebran tantos aniversarios justo es citar la primera década de su actual director, Enrique Gámez, al frente de una nave que, como diría Fellini, "va".
Fuente
García Lorca, primer tenor en Granada
La ópera 'Ainadamar', de Osvaldo Golijov, se inspira en la muerte del poeta. La temporada próxima la obra se representará en el Teatro Real.
Juan Angel Vela del Campo | El País, 2011-06-27
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