El catedrático de Lengua y Literatura de la UMA opina sobre el II Plan de Igualdad de Género de la Junta de Andalucía que pretende distinguir ambos sexos, obligando a los profesores a hablar de 'alumnos y alumnas'.
Francisco Gutiérrez | Diario Sur, 2016-04-04
http://www.diariosur.es/malaga/201604/04/ruiz-noguera-sexismo-esta-20160403205426.html
El Plan de Igualdad de Género en la Educación, recientemente aprobado por la Junta, incluye entre las medidas para erradicar la violencia de género y las actitudes sexistas en el ámbito educativo el uso de un lenguaje no sexista tanto en las expresiones orales y escritas de profesores como en los documentos administrativos. Francisco Ruiz Noguera, catedrático de Lengua y Literatura de la UMA, considera que no se puede imponer un determinado uso del lenguaje y discrepa también de los que consideran sexista utilizar el género masculino genérico.
–¿Considera que se puede hablar de un lenguaje inclusivo y no sexista, en contraposición a otro que se clasificaría como sexista?
–Género y sexo son cuestiones distintas. El lenguaje es una configuración de carácter cultural de naturaleza histórica y social y en la que todo influye. Pero la polémica generada de un tiempo a esta parte es porque hay confusión entre género y sexo, que no son lo mismo.
–Esta corriente de lenguaje inclusivo lleva al desdoblamiento y decimos ‘niño y niña’ o ‘médico-médica’. ¿Lo considera correcto gramaticalmente?
–Hay casos en los que el desdoblamiento, como este de médico-médica, lo que provoca es la exclusión de un sexo: ‘los médicos’ incluye a los dos sexos, pero si decimos ‘la médica’ sólo nos referimos al sexo femenino, lo que nos lleva a concluir que ‘médica’ es un término exclusivo mientras que ‘médico’ incluye a los dos.
–Pero la corriente actual, y ahí están los manuales de uso del lenguaje administrativo no sexista, quiere evitar el uso del genérico masculino…
–Una persona que utiliza el genérico masculino está haciendo el uso común del lenguaje, no es un uso sexista; decir esto es un error.
–¿Qué tiene que ver el lenguaje con el sexismo?
–El sexismo es la discriminación de las personas, en general, hombre o mujer, por razón de su sexo. El usar el masculino genérico o no marcado no tiene una posición sexista o ideológica. El sexismo no está en las palabras. Pero todo lo que sea evitar el sexismo, bienvenido sea. Otra cuestión es qué se entiende por sexismo lingüístico, algo en lo que ni los propios manuales sobre el lenguaje sexista se ponen de acuerdo. No está claro qué expresiones son sexistas y cuáles no. Si hay en lo lingüístico alguna manifestación sexista, evidentemente debe perseguirse, y el legislador tiene obligación de intervenir. Pero la cuestión es qué se entiende por manifestación sexista. Decir ‘los alumnos tienen derecho a la revisión de su examen’ no es sexista, porque el masculino genérico no es lenguaje sexista.
–¿Se puede forzar un uso determinado del lenguaje por medio de normas y leyes?
–El lenguaje se ha ido configurando a través de la historia y forzar un cambio es complicado. Ni las autoridades académicas ni las políticas pueden imponer unas normas de uso. Estas normativas pueden llevar a un uso forzado del lenguaje. No hay que olvidar que son los hablantes los verdaderos dueños del lenguaje, no las autoridades. Si se produce ese cambio será porque los hablantes lo quieran. Al final se impone el sentido común, que son las configuraciones del lenguaje que nos han llegado por evolución histórica. Se podrá cambiar, pero son los hablantes los que tienen la última palabra.
–El desdoblamiento de género (niño/niña, alumno/alumna) también va contra la economía del lenguaje...
–Cuando se trata de un texto breve, de una frase, no supone problema. Pero cuando se trata de un texto más largo esto conlleva una serie de repeticiones que hacen que el texto sea antieconómico: En un texto largo se podría llegar, con seguridad, a la imposibilidad de mantener la concordancia y al final se recurre al genérico porque no hay otra salida.
–El Plan de Igualdad en Educación encarga a los inspectores vigilar en los colegios el uso de un lenguaje no sexista, ¿considera que se debe perseguir un determinado uso del lenguaje?
–Esto puede llevar a que el hablante tenga que realizar una reflexión gramatical, antes de hablar ponerse a pensar qué y cómo lo va a decir. Si se crea esa conciencia social de vigilancia sobre lo que se dice vamos a llegar a un permanente estado de reflexión gramatical y creo que el común de los hablantes no estará por esa labor.
–También es común utilizar la barra para separar masculino y femenino o el signo @...
–Eso es confundir el lenguaje escrito y el oral. Suponer que por utilizar la barra para decir ‘niño/a’ o ‘niñ@s’ se puede evitar el lenguaje sexista es una simplicidad. Son soluciones falsas pensadas solo para el lenguaje escrito, no hay manera de pronunciar las palabras con esos signos. Y no hay que olvidar que en la lengua el código primario es el oral, el escrito es secundario.
–¿Considera que se puede hablar de un lenguaje inclusivo y no sexista, en contraposición a otro que se clasificaría como sexista?
–Género y sexo son cuestiones distintas. El lenguaje es una configuración de carácter cultural de naturaleza histórica y social y en la que todo influye. Pero la polémica generada de un tiempo a esta parte es porque hay confusión entre género y sexo, que no son lo mismo.
–Esta corriente de lenguaje inclusivo lleva al desdoblamiento y decimos ‘niño y niña’ o ‘médico-médica’. ¿Lo considera correcto gramaticalmente?
–Hay casos en los que el desdoblamiento, como este de médico-médica, lo que provoca es la exclusión de un sexo: ‘los médicos’ incluye a los dos sexos, pero si decimos ‘la médica’ sólo nos referimos al sexo femenino, lo que nos lleva a concluir que ‘médica’ es un término exclusivo mientras que ‘médico’ incluye a los dos.
–Pero la corriente actual, y ahí están los manuales de uso del lenguaje administrativo no sexista, quiere evitar el uso del genérico masculino…
–Una persona que utiliza el genérico masculino está haciendo el uso común del lenguaje, no es un uso sexista; decir esto es un error.
–¿Qué tiene que ver el lenguaje con el sexismo?
–El sexismo es la discriminación de las personas, en general, hombre o mujer, por razón de su sexo. El usar el masculino genérico o no marcado no tiene una posición sexista o ideológica. El sexismo no está en las palabras. Pero todo lo que sea evitar el sexismo, bienvenido sea. Otra cuestión es qué se entiende por sexismo lingüístico, algo en lo que ni los propios manuales sobre el lenguaje sexista se ponen de acuerdo. No está claro qué expresiones son sexistas y cuáles no. Si hay en lo lingüístico alguna manifestación sexista, evidentemente debe perseguirse, y el legislador tiene obligación de intervenir. Pero la cuestión es qué se entiende por manifestación sexista. Decir ‘los alumnos tienen derecho a la revisión de su examen’ no es sexista, porque el masculino genérico no es lenguaje sexista.
–¿Se puede forzar un uso determinado del lenguaje por medio de normas y leyes?
–El lenguaje se ha ido configurando a través de la historia y forzar un cambio es complicado. Ni las autoridades académicas ni las políticas pueden imponer unas normas de uso. Estas normativas pueden llevar a un uso forzado del lenguaje. No hay que olvidar que son los hablantes los verdaderos dueños del lenguaje, no las autoridades. Si se produce ese cambio será porque los hablantes lo quieran. Al final se impone el sentido común, que son las configuraciones del lenguaje que nos han llegado por evolución histórica. Se podrá cambiar, pero son los hablantes los que tienen la última palabra.
–El desdoblamiento de género (niño/niña, alumno/alumna) también va contra la economía del lenguaje...
–Cuando se trata de un texto breve, de una frase, no supone problema. Pero cuando se trata de un texto más largo esto conlleva una serie de repeticiones que hacen que el texto sea antieconómico: En un texto largo se podría llegar, con seguridad, a la imposibilidad de mantener la concordancia y al final se recurre al genérico porque no hay otra salida.
–El Plan de Igualdad en Educación encarga a los inspectores vigilar en los colegios el uso de un lenguaje no sexista, ¿considera que se debe perseguir un determinado uso del lenguaje?
–Esto puede llevar a que el hablante tenga que realizar una reflexión gramatical, antes de hablar ponerse a pensar qué y cómo lo va a decir. Si se crea esa conciencia social de vigilancia sobre lo que se dice vamos a llegar a un permanente estado de reflexión gramatical y creo que el común de los hablantes no estará por esa labor.
–También es común utilizar la barra para separar masculino y femenino o el signo @...
–Eso es confundir el lenguaje escrito y el oral. Suponer que por utilizar la barra para decir ‘niño/a’ o ‘niñ@s’ se puede evitar el lenguaje sexista es una simplicidad. Son soluciones falsas pensadas solo para el lenguaje escrito, no hay manera de pronunciar las palabras con esos signos. Y no hay que olvidar que en la lengua el código primario es el oral, el escrito es secundario.
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