Imagen: El País |
El Ayuntamiento de la ciudad más tecnológica del mundo prohíbe la herramienta que usa inteligencia artificial a través de las cámaras para reconocer rostros.
Susana Mendoza González | El País, 2019-05-15
https://elpais.com/tecnologia/2019/05/15/actualidad/1557904606_766075.html
San Francisco, la ciudad que se precia de estar en la avanzadilla tecnológica del mundo, aprobó este martes la primera legislación que prohíbe el uso de tecnología de reconocimiento facial. Esta herramienta usa inteligencia artificial a través de las cámaras para reconocer rostros. En una votación aprobada por mayoría (ocho a uno), en un pleno del ayuntamiento, la junta de supervisores de la ciudad decidió que debe primar el derecho a la privacidad y a la protección de las minorías, especialmente si es usada por agencias del orden.
Varios representantes de diferentes organizaciones de derechos civiles presentes en la sala durante la votación celebraron la decisión de la junta asegurando que este tipo de tecnología puede hacer que la policía se equivoque al realizar arrestos.
“Es un disparate usar ese software, que ya se ha visto se equivoca mucho al identificar a personas de pieles más oscuras,” aseguró a El País Tim Kingston, un investigador de la Oficina de Defensa del Público de San Francisco, tras la votación. “Estamos extremadamente contentos del resultado de esta votación. La cara es algo que nadie se puede cambiar o quitar, no queremos un estado o una ciudad policía que pueda seguir todos nuestros movimientos y quizá ver si participamos en determinados actos políticos y arrestarnos por eso.”
Un estudio del Centro de Georgetown para la Privacidad y la Tecnología asegura que la tecnología de reconomiento facial utilizada por varios departamentos tiene mucho más margen de error con afroamericanos. Según el mismo estudio, esta tecnología no está regulada y tampoco es obligatorio que esté sometida a ningún control local ni federal, por lo que cada departamento de policía la usa a su propia discreción.
La legislación fue redactada por el supervisor Aaron Peskin, argumentando que sería un paso más adelante hacia una mayor represión a nivel estatal. Durante la deliberación, Peskin puso como ejemplo a China y la minoría musulmana Rohingya, asegurando que el gobierno chino utiliza ahora reconomiento facial para mantenerles bajo control.
Sin embargo, este tipo de herramienta también se usa hoy en día para mejorar la seguridad en eventos públicos como conciertos o aeropuertos, donde hay grandes aglomeraciones. Los críticos con la legislación de Peskin aseguran que antes de prohibirla por completo, habría que estudiar en profundidad los efectos negativos y positivos de esta tecnología. Según la policía, en 2013 lograron arrestar al terrorista que atentó durante la maratón de Boston en buena parte gracias a software de reconomiento facial.
Peskin también alertó de la influencia que esta herramienta puede tener sobre los consumidores. Miles de tiendas en todo el mundo la usan para detectar las emociones de los clientes según el producto, y para identificar a posibles ladrones.
Otras ciudades del norte de California, como Oakland, también se preparan para votar esta medida. El estado de Massachussets considera una moratoria a este tipo de tecnología a nivel estatal, para estudiar sus efectos sobre la seguridad y la privacidad.
Varios representantes de diferentes organizaciones de derechos civiles presentes en la sala durante la votación celebraron la decisión de la junta asegurando que este tipo de tecnología puede hacer que la policía se equivoque al realizar arrestos.
“Es un disparate usar ese software, que ya se ha visto se equivoca mucho al identificar a personas de pieles más oscuras,” aseguró a El País Tim Kingston, un investigador de la Oficina de Defensa del Público de San Francisco, tras la votación. “Estamos extremadamente contentos del resultado de esta votación. La cara es algo que nadie se puede cambiar o quitar, no queremos un estado o una ciudad policía que pueda seguir todos nuestros movimientos y quizá ver si participamos en determinados actos políticos y arrestarnos por eso.”
Un estudio del Centro de Georgetown para la Privacidad y la Tecnología asegura que la tecnología de reconomiento facial utilizada por varios departamentos tiene mucho más margen de error con afroamericanos. Según el mismo estudio, esta tecnología no está regulada y tampoco es obligatorio que esté sometida a ningún control local ni federal, por lo que cada departamento de policía la usa a su propia discreción.
La legislación fue redactada por el supervisor Aaron Peskin, argumentando que sería un paso más adelante hacia una mayor represión a nivel estatal. Durante la deliberación, Peskin puso como ejemplo a China y la minoría musulmana Rohingya, asegurando que el gobierno chino utiliza ahora reconomiento facial para mantenerles bajo control.
Sin embargo, este tipo de herramienta también se usa hoy en día para mejorar la seguridad en eventos públicos como conciertos o aeropuertos, donde hay grandes aglomeraciones. Los críticos con la legislación de Peskin aseguran que antes de prohibirla por completo, habría que estudiar en profundidad los efectos negativos y positivos de esta tecnología. Según la policía, en 2013 lograron arrestar al terrorista que atentó durante la maratón de Boston en buena parte gracias a software de reconomiento facial.
Peskin también alertó de la influencia que esta herramienta puede tener sobre los consumidores. Miles de tiendas en todo el mundo la usan para detectar las emociones de los clientes según el producto, y para identificar a posibles ladrones.
Otras ciudades del norte de California, como Oakland, también se preparan para votar esta medida. El estado de Massachussets considera una moratoria a este tipo de tecnología a nivel estatal, para estudiar sus efectos sobre la seguridad y la privacidad.
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