Imagen: Google Imágenes / Juan Antonio Menéndez |
El sacerdote fallece pocas horas después del óbito de su gran amigo el párroco Herminio González Llaca, a cuya capilla ardiente en Gijón se preparaba para asistir.
La Nueva España, 2019-05-16
https://www.lne.es/sociedad/2019/05/16/muere-infarto-obispo-asturiano-astorga/2472914.html
El sacerdote asturiano Juan Antonio Menéndez, obispo de Astorga, falleció ayer en esta localidad leonesa, víctima de un infarto. Menéndez, de 62 años, tenía previsto desplazarse la misma tarde de ayer a Gijón para acudir a la capilla ardiente del también sacerdote Herminio González Llaca, párroco de San Lorenzo, al que le unía una gran amistad desde que coincidieron en el seminario (de hecho tenían la misma edad) y que había fallecido por la mañana.
Según fuentes próximas al obispado de Astorga, Menéndez sufrió un infarto en una calle próxima al obispado. Aunque los servicios de emergencia se desplazaron hasta el lugar y trataron de reanimarle, todo fue inútil y el obispo falleció en torno a las cinco de la tarde. Menéndez era el presidente de la comisión creada por la Conferencia Episcopal Española para atajar los casos de pederastia, una responsabilidad que, a decir de todos los allegados del sacerdote, le resultaba "abrumadora".
El fallecimiento de Juan Antonio Menéndez causó ayer una gran conmoción en la iglesia asturiana, cuando los religiosos aún trataban de asumir la pérdida de González Llaca. "Herminio estaba muy mal. Estuvo ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) hasta el 1 de mayo. Ese día era el aniversario de su ordenación. Volvió a Gijón y trabajó un poco en la parroquia. Volvimos a ingresarlo, porque estaba muy débil. Anoche (por el martes) habló con Juan Antonio, que nos dijo que viajaría a Asturias para rezar por él en Gijón. No pudo llegar, se derrumbó a media tarde", relata José Antonio González Montoto, delegado del clero del Arzobispado de Oviedo y director de la Casa Sacerdotal.
Juan Antonio Menéndez era natural del pueblo de Villamarín de Salcedo (Grado), y nació en el seno de una familia muy religiosa. "En aquella parroquia", relata González Montoto, "había un cura que tenía unas fincas. Se las llevaban unas personas, que le pagaban unas rentas por ellas. Un día, siendo ya mayor, fueron a pagarle y él les dijo que se quedaran con ello. A los familiares del cura les pareció mal y le dejaron. Se quedó solo en la casa rectoral, pero un matrimonio joven se ofreció a cuidarlo: eran los padres de Juan Antonio".
La vocación religiosa prendería en el joven, que ingresó en el seminario de Oviedo. Allí conoció a Herminio González Llaca, con quien trabó gran amistad. También con Jorge Fernández Sangrador, que era un año más joven.
Juan Antonio Menéndez y Herminio González Llaca fueron ordenados sacerdotes en mayo de 1981. En las dos décadas siguientes, ejercería su ministerio, sucesivamente, en Cangas del Narcea, Teverga, Oviedo y Avilés. Menéndez era párroco de San Nicolás de Bari, y su amigo, años antes, había sido párroco en Versalles.
"Eran dos excelentes sacerdotes. Los conocí a ambos como seminaristas, y mantuve con ellos una gran relación. Estoy muy muy entristecido", sostiene José Sánchez, obispo emérito de Sigüenza-Guadalajara, que ejerció como obispo auxiliar de Oviedo entre 1980 y 1991.
En 2001, Juan Antonio Menéndez accedió al cargo de vicario general de la diócesis de Oviedo, pasando en 2011 a ser vicario episcopal para asuntos jurídicos. En 2013 fue nombrado obispo auxiliar de Oviedo, cargo que ocupó hasta que el 19 de diciembre de 2015 tomó posesión como obispo de Astorga.
Según fuentes próximas al obispado de Astorga, Menéndez sufrió un infarto en una calle próxima al obispado. Aunque los servicios de emergencia se desplazaron hasta el lugar y trataron de reanimarle, todo fue inútil y el obispo falleció en torno a las cinco de la tarde. Menéndez era el presidente de la comisión creada por la Conferencia Episcopal Española para atajar los casos de pederastia, una responsabilidad que, a decir de todos los allegados del sacerdote, le resultaba "abrumadora".
El fallecimiento de Juan Antonio Menéndez causó ayer una gran conmoción en la iglesia asturiana, cuando los religiosos aún trataban de asumir la pérdida de González Llaca. "Herminio estaba muy mal. Estuvo ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) hasta el 1 de mayo. Ese día era el aniversario de su ordenación. Volvió a Gijón y trabajó un poco en la parroquia. Volvimos a ingresarlo, porque estaba muy débil. Anoche (por el martes) habló con Juan Antonio, que nos dijo que viajaría a Asturias para rezar por él en Gijón. No pudo llegar, se derrumbó a media tarde", relata José Antonio González Montoto, delegado del clero del Arzobispado de Oviedo y director de la Casa Sacerdotal.
Juan Antonio Menéndez era natural del pueblo de Villamarín de Salcedo (Grado), y nació en el seno de una familia muy religiosa. "En aquella parroquia", relata González Montoto, "había un cura que tenía unas fincas. Se las llevaban unas personas, que le pagaban unas rentas por ellas. Un día, siendo ya mayor, fueron a pagarle y él les dijo que se quedaran con ello. A los familiares del cura les pareció mal y le dejaron. Se quedó solo en la casa rectoral, pero un matrimonio joven se ofreció a cuidarlo: eran los padres de Juan Antonio".
La vocación religiosa prendería en el joven, que ingresó en el seminario de Oviedo. Allí conoció a Herminio González Llaca, con quien trabó gran amistad. También con Jorge Fernández Sangrador, que era un año más joven.
Juan Antonio Menéndez y Herminio González Llaca fueron ordenados sacerdotes en mayo de 1981. En las dos décadas siguientes, ejercería su ministerio, sucesivamente, en Cangas del Narcea, Teverga, Oviedo y Avilés. Menéndez era párroco de San Nicolás de Bari, y su amigo, años antes, había sido párroco en Versalles.
"Eran dos excelentes sacerdotes. Los conocí a ambos como seminaristas, y mantuve con ellos una gran relación. Estoy muy muy entristecido", sostiene José Sánchez, obispo emérito de Sigüenza-Guadalajara, que ejerció como obispo auxiliar de Oviedo entre 1980 y 1991.
En 2001, Juan Antonio Menéndez accedió al cargo de vicario general de la diócesis de Oviedo, pasando en 2011 a ser vicario episcopal para asuntos jurídicos. En 2013 fue nombrado obispo auxiliar de Oviedo, cargo que ocupó hasta que el 19 de diciembre de 2015 tomó posesión como obispo de Astorga.
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