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| Imagen: El Mundo / Jugadores de la Real Sociedad en un partido |
Impide a la Real Sociedad volver a los entrenamientos, como había anunciado el club donostiarra. Los equipos se lo piden a la Liga.
Orfeo Suárez | El Mundo, 2020-04-12
https://www.elmundo.es/deportes/futbol/primera-division/2020/04/12/5e92e51121efa066708b4596.html
El Gobierno se planta ante el fútbol profesional, al que recuerda que el fin del estado de hibernación de la economía no altera las restricciones impuestas por el Real Decreto del estado de alarma, del 14 de marzo. La vuelta al trabajo no es para los futbolistas, pese a que la interpretación de la redacción del Decreto podía dejar algún resquicio, al referirse a la «apertura al público» de las instalaciones. A ello se aferró la Real Sociedad para anunciar, el domingo, el regreso de sus jugadores a Zubieta para ejercitarse de forma individualizada. El anunció provocó movimientos en otros clubes, entre sus entrenadores y directivos, y obligó a una rápida intervención de la secretaria de Estado, Irene Lozano, para dejar claro cuál era, con independencia de la literalidad, el espíritu de la norma.
El Real Decreto 463/2020 señala, en su disposición adicional tercera: «Se suspende la apertura al público de museos, archivos, bibliotecas, monumentos, así como de los locales y establecimientos en los que se desarrollen espectáculos públicos, las actividades deportivas y de ocio indicados en el anexo del presente Real Decreto». Del mismo modo, el texto incluye a los «campos de fútbol, rugby, béisbol» y otros entre «los equipamientos y actividades cuya apertura al público queda suspendida». Al tratarse un entrenamiento de una actividad profesional privada, no pública, la Real entendió que podía llamar a sus jugadores a sesiones de «forma individual y escalonada» y con «los protocolos establecidos» por las autoridades sanitarias. El club podría haber realizado alguna consulta en el marco de su comunidad autónoma, pero en el estado de alarma éstas no tienen autoridad, por encontrarse las actuaciones bajo el mando único del Ministerio de Sanidad.
El Consejo Superior de Deportes (CSD) reaccionó con rapidez para recordar a la Real Sociedad cuál era la voluntad del Real Decreto. Irene Lozano llamó personalmente al presidente realista, Jokin Aperribay. «La conversación se produjo en muy buenos términos. La Real mostró su compromiso con las leyes y se aclararon las dudas que pudieran existir. Se produjo un entendimiento total y un compromiso para no entrenarse este martes, tal y como habían manifestado en el comunicado anterior», manifestó al respecto un portavoz del CSD a este periódico. Aperribay trasladó, asimismo, la situación al técnico, Imanol Alguacil, que había dispuesto junto al staff del equipo el formato de las sesiones individualizadas. Acto seguido, la Real emitió un comunicado en el que acataba las instrucciones del CSD y señalaba que «los jugadores continuarán realizando su trabajo en sus domicilios».
Alguacil no es el único entrenador que ha hecho saber a su presidente la necesidad de encontrar fórmulas para poder volver al trabajo lo antes posible, a semejanza de lo que ocurre en la Bundesliga. El repentino anuncio del club donostiarra provocó que otros clubes como el Getafe se plantearan opciones similares si era posible. La propia Liga ha recibido peticiones de varios equipos en idéntico sentido y es posible que éstas vuelvan a tratarse, hoy, en el marco de la Comisión Delegada del organismo que preside Javier Tebas.
Hasta el CSD ha llegado esa creciente sensibilidad en el mundo del deporte profesional, no únicamente en el fútbol. Antes de que los Juegos de Tokio se aplazaran, fue trasladada al propio ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, mediante una carta enviada por el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco. La respuesta fue clara, al remitirse tanto el ministro como la secretaria de Estado a las disposiciones del Ministerio de Sanidad. Se han estudiado diferentes escenarios y el propio CSD ha mostrado su disposición a ser un interlocutor a su favor, pero ninguno podrá activarse sin la luz verde de las autoridades sanitarias.
El fútbol, acuciado por la necesidad económica de concluir las competiciones de Primera y Segunda División, ya que de ello dependen los ingresos de televisión que sostienen los presupuestos y, especialmente, los altos salarios de los jugadores, es quien más necesidad tiene de volver lo antes posible a los entrenamientos para estar en condiciones de jugar a puerta cerrada en cuanto lo autoricen las autoridades sanitarias. Si para cuando puedan hacerlo, los jugadores han pasado un tiempo excesivo de inactividad, deberían tener un periodo de entrenamientos, una 'minipretemporada', para garantizar su estado de forma y evitar riesgo de lesiones, según ha expresado la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Ello significaría más retraso.
La posibilidad de obtener una dispensa, un permiso específico para los equipos, como ha sucedido en la Bundesliga, no parece posible, por ahora, ya que generaría, según el Gobierno, agravios comparativos con otros sectores sociales y de la actividad económica. El fútbol, pues, debe esperar.
El Real Decreto 463/2020 señala, en su disposición adicional tercera: «Se suspende la apertura al público de museos, archivos, bibliotecas, monumentos, así como de los locales y establecimientos en los que se desarrollen espectáculos públicos, las actividades deportivas y de ocio indicados en el anexo del presente Real Decreto». Del mismo modo, el texto incluye a los «campos de fútbol, rugby, béisbol» y otros entre «los equipamientos y actividades cuya apertura al público queda suspendida». Al tratarse un entrenamiento de una actividad profesional privada, no pública, la Real entendió que podía llamar a sus jugadores a sesiones de «forma individual y escalonada» y con «los protocolos establecidos» por las autoridades sanitarias. El club podría haber realizado alguna consulta en el marco de su comunidad autónoma, pero en el estado de alarma éstas no tienen autoridad, por encontrarse las actuaciones bajo el mando único del Ministerio de Sanidad.
El Consejo Superior de Deportes (CSD) reaccionó con rapidez para recordar a la Real Sociedad cuál era la voluntad del Real Decreto. Irene Lozano llamó personalmente al presidente realista, Jokin Aperribay. «La conversación se produjo en muy buenos términos. La Real mostró su compromiso con las leyes y se aclararon las dudas que pudieran existir. Se produjo un entendimiento total y un compromiso para no entrenarse este martes, tal y como habían manifestado en el comunicado anterior», manifestó al respecto un portavoz del CSD a este periódico. Aperribay trasladó, asimismo, la situación al técnico, Imanol Alguacil, que había dispuesto junto al staff del equipo el formato de las sesiones individualizadas. Acto seguido, la Real emitió un comunicado en el que acataba las instrucciones del CSD y señalaba que «los jugadores continuarán realizando su trabajo en sus domicilios».
Alguacil no es el único entrenador que ha hecho saber a su presidente la necesidad de encontrar fórmulas para poder volver al trabajo lo antes posible, a semejanza de lo que ocurre en la Bundesliga. El repentino anuncio del club donostiarra provocó que otros clubes como el Getafe se plantearan opciones similares si era posible. La propia Liga ha recibido peticiones de varios equipos en idéntico sentido y es posible que éstas vuelvan a tratarse, hoy, en el marco de la Comisión Delegada del organismo que preside Javier Tebas.
Hasta el CSD ha llegado esa creciente sensibilidad en el mundo del deporte profesional, no únicamente en el fútbol. Antes de que los Juegos de Tokio se aplazaran, fue trasladada al propio ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, mediante una carta enviada por el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco. La respuesta fue clara, al remitirse tanto el ministro como la secretaria de Estado a las disposiciones del Ministerio de Sanidad. Se han estudiado diferentes escenarios y el propio CSD ha mostrado su disposición a ser un interlocutor a su favor, pero ninguno podrá activarse sin la luz verde de las autoridades sanitarias.
El fútbol, acuciado por la necesidad económica de concluir las competiciones de Primera y Segunda División, ya que de ello dependen los ingresos de televisión que sostienen los presupuestos y, especialmente, los altos salarios de los jugadores, es quien más necesidad tiene de volver lo antes posible a los entrenamientos para estar en condiciones de jugar a puerta cerrada en cuanto lo autoricen las autoridades sanitarias. Si para cuando puedan hacerlo, los jugadores han pasado un tiempo excesivo de inactividad, deberían tener un periodo de entrenamientos, una 'minipretemporada', para garantizar su estado de forma y evitar riesgo de lesiones, según ha expresado la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Ello significaría más retraso.
La posibilidad de obtener una dispensa, un permiso específico para los equipos, como ha sucedido en la Bundesliga, no parece posible, por ahora, ya que generaría, según el Gobierno, agravios comparativos con otros sectores sociales y de la actividad económica. El fútbol, pues, debe esperar.
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