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| Imagen: El Mundo |
Måns Zelmerlöw, el ganador sueco, había llegado al festival precedido por el escándalo. 'No es equitativamente natural que un hombre quiera acostarse con otro', había dicho . Se había disculpado públicamente por sus desafortunadas declaraciones antes certamen. Ha actuado en el Orgullo LGTB de Estocolmo.
Jesús del Río | LOC, El Mundo, 2015-05-25
http://www.elmundo.es/loc/2015/05/25/55630d4d268e3ee1188b457d.html
Con todas las esperanzas depositadas en la representación española -otro ejemplo de la poca fiabilidad que tienen las encuestas-, los telespectadores asistieron el sábado noche a una de las galas menos interesantes, musicalmente hablando, de los últimos años, pero también a una de las más polémicas. Rusia y Suecia se disputaron hasta el último momento el primer puesto ante un público indignado por la posibilidad de que el país europeo más homófobo pudiese acoger la celebración del evento más 'LGTB friendly' del momento. Sin embargo, la alternativa sueca tampoco era tan estupenda.
Måns Zelmerlöw había llegado al festival precedido por el escándalo -aunque también aupado por las encuestas como un firme favorito-. El cantante, que saltó a la fama en su Suecia natal al participar en un 'talent show' musical en 2005, consiguió enmudecer a muchos de sus compatriotas años después al afirmar, también en otro concurso televisivo, aunque esta vez de cocina, que los homosexuales no deberían tener hijos ya que no era la opción más 'natural'. "No es equitativamente natural que un hombre quiera acostarse con otro", afirmó. "No es que haya nada malo en ello, pero es más natural, por supuesto, que un hombre y una mujer tengan hijos juntos". Las declaraciones le situaron en el disparadero de la homofobia y volvieron a cobrar relevancia cuando fue elegido para representar a su país en Eurovisión.
No obstante, el revuelo mediático fue más un poco más allá de la realidad del asunto. Zelmerlöw ya se había disculpado públicamente por sus desafortunadas declaraciones antes de llegar a Eurovisón. "El sexo entre hombres y el sexo entre mujeres es igual de natural que el sexo entre un hombre y una mujer", afirmó a "QX", la revista LGTB más importante de Suecia. El cantante tan solo se refería a que era 'menos común' pero entendió que el uso de la palabra 'natural' tergiversó el significado. "Lo peor de todo es que las voces más conservadoras han dicho que estoy de su parte. Yo nunca estaré a su lado. Estoy totalmente en contra de su forma de pensar y sus ideas de lo que es normal y natural. Además, ¿quién quiere ser 'normal? Yo no me veo como alguien normal y me encantan las diferencias y la gente que alza la voz por quiénes son".
El cantante también ha posado en cuatro ocasiones para la revista, ha actuado en el Orgullo LGTB de Estocolmo y ha ejercido de presentador de la gala "QX", el evento LGTB sueco más importante del año. Aun así, sus sombra homófoba continuó hasta aterrizar a Eurovisión, pese a llegar a declarar que no tendría ningún problema con salir con un hombre si se sintiese de esa forma. Zelmerlöw aprovechó el momento final, cuando recogió el premio de manos de la ganadora del año pasado, Conchita Wurst, para lanzar un último y definitivo alegato -seguramente concienciado por los abucheos constantes que recibía la representante rusa como consecuencia de la política antiLGBT de su país-. "Estoy muy contento. Quiero dar las gracias a todo el mundo que me ha votado. Todos somos héroes. No importa quiénes seamos, a quién amemos o en qué creamos. Somos héroes", afirmó emocionado. Y el auditorio se vino abajo.
Y es que los tintes homófobos habían empañado una participación que partía como clara favorita. ¿Por su canción? También, pero sobre todo por la presencia de Zelmerlöw. Las fotos del cantante sin camiseta, luciendo 'pechazo' hirsuto, corrieron como la pólvora en las redes sociales. Nadie perdió la oportunidad para rendirse a sus encantos -aquí en LOC también lo hicimos- y también a su música. ¿Qué mejor que un cantante 'gay friendly' para recoger el testigo de la mediática Conchita? Así sí se puede ganar Eurovisión.
Måns Zelmerlöw había llegado al festival precedido por el escándalo -aunque también aupado por las encuestas como un firme favorito-. El cantante, que saltó a la fama en su Suecia natal al participar en un 'talent show' musical en 2005, consiguió enmudecer a muchos de sus compatriotas años después al afirmar, también en otro concurso televisivo, aunque esta vez de cocina, que los homosexuales no deberían tener hijos ya que no era la opción más 'natural'. "No es equitativamente natural que un hombre quiera acostarse con otro", afirmó. "No es que haya nada malo en ello, pero es más natural, por supuesto, que un hombre y una mujer tengan hijos juntos". Las declaraciones le situaron en el disparadero de la homofobia y volvieron a cobrar relevancia cuando fue elegido para representar a su país en Eurovisión.
No obstante, el revuelo mediático fue más un poco más allá de la realidad del asunto. Zelmerlöw ya se había disculpado públicamente por sus desafortunadas declaraciones antes de llegar a Eurovisón. "El sexo entre hombres y el sexo entre mujeres es igual de natural que el sexo entre un hombre y una mujer", afirmó a "QX", la revista LGTB más importante de Suecia. El cantante tan solo se refería a que era 'menos común' pero entendió que el uso de la palabra 'natural' tergiversó el significado. "Lo peor de todo es que las voces más conservadoras han dicho que estoy de su parte. Yo nunca estaré a su lado. Estoy totalmente en contra de su forma de pensar y sus ideas de lo que es normal y natural. Además, ¿quién quiere ser 'normal? Yo no me veo como alguien normal y me encantan las diferencias y la gente que alza la voz por quiénes son".
El cantante también ha posado en cuatro ocasiones para la revista, ha actuado en el Orgullo LGTB de Estocolmo y ha ejercido de presentador de la gala "QX", el evento LGTB sueco más importante del año. Aun así, sus sombra homófoba continuó hasta aterrizar a Eurovisión, pese a llegar a declarar que no tendría ningún problema con salir con un hombre si se sintiese de esa forma. Zelmerlöw aprovechó el momento final, cuando recogió el premio de manos de la ganadora del año pasado, Conchita Wurst, para lanzar un último y definitivo alegato -seguramente concienciado por los abucheos constantes que recibía la representante rusa como consecuencia de la política antiLGBT de su país-. "Estoy muy contento. Quiero dar las gracias a todo el mundo que me ha votado. Todos somos héroes. No importa quiénes seamos, a quién amemos o en qué creamos. Somos héroes", afirmó emocionado. Y el auditorio se vino abajo.
Y es que los tintes homófobos habían empañado una participación que partía como clara favorita. ¿Por su canción? También, pero sobre todo por la presencia de Zelmerlöw. Las fotos del cantante sin camiseta, luciendo 'pechazo' hirsuto, corrieron como la pólvora en las redes sociales. Nadie perdió la oportunidad para rendirse a sus encantos -aquí en LOC también lo hicimos- y también a su música. ¿Qué mejor que un cantante 'gay friendly' para recoger el testigo de la mediática Conchita? Así sí se puede ganar Eurovisión.
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