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| Imagen. El Mundo / Dorian Wood |
Miquel Hernandis | El Mundo, 2019-11-01
https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/alicante/2019/11/01/5dbb3bf1fdddff06868b4658.html
De visita a España, el cantante de Los Ángeles Dorian Wood está girando con su espectáculo ‘Xavela Lux Aeterna’. En él participa el valenciano Alberto Montero dirigiendo el cuarteto de cuerda que acompaña la peculiar voz de Wood, quien a lo largo de la entrevista telefónica reivindica la terminación en -e como neutra.
P. Vuelve a Alicante para cantar las canciones de Chavela Vargas con la que tiene muchas cosas en común.
R. Me ha influido mucho como cantante y ser humano. Chavela y yo somos de descendencia costarricense, ‘ambes’ somos ‘queer’: ella se identifica como lesbiana y yo como ‘queer no binarie’. Y nacimos en la misma fecha, el 17 de abril. Todo eso es muy bonito pero en los tiempos que vivimos donde hablamos de comunidades que se marginalizan mucho como la ‘queer’ y la de inmigrantes, Chavela pertenecía a ambas. Admirar su legado es muy importante, tanto como enfocar esa narrativa.
P. A través de su música quiere ofrecer ese mensaje político pero sin ser explícito sobre ello.
R. Para mí no es algo político, es cultural. Como sociedad mundial existe una identidad que va más allá de la música. Estamos hablando de culturas migratorias y ‘queer’ que van más allá. Nací siendo no ‘binarie’ y el existir no es un acto político pero muchas personas y Gobiernos lo perciben así. Chavela era orgullosamente lesbiana y vivió de manera muy inspiradora para ‘muches’ de ‘nosotres’ que luchamos para que se escuchen nuestras voces de forma respetuosa. Y es parte de mi deber como artista.
P. Metidos en política, ¿cómo valora el discurso del presidente Trump?
R. Nunca es un día aburrido en esta era tan espantosa. Es una nueva pesadilla cada día. Hay que darse cuenta de que Trump es un síntoma de un país que ha operado como un imperio por mucho tiempo y que aún lo sigue siendo y de manera mucho peor estando ese ser humano tan espantoso en el poder.
P. Volviendo a Chavela y sus canciones, ¿para amar hay que hacerlo de manera desgarrada?
R. ‘Une’ hay que abrirse al concepto de amar y ser ‘amade’. Yo lo hago de varias maneras. El amor en el escenario es diferente al que muestro en la vida cotidiana. No se puede definir la forma en que es idealmente amar. Lo que hizo Chavela fue tomar sus angustias y transformarlas de manera que nos invitaba a presenciar algo muy crudo y potente. También creo que no vivió todos sus días de esa manera. Hay traumas positivos que nos impactan y permanecen en ‘nosotres’, lo que hacía Chavela era crear esos traumas que se quedaban en el alma de uno por muchísimo tiempo. Lo que pasa con eso es que no es saludable sentirse así todos los días, cada minuto.
P. ¿Amar como dicen esas canciones de Chavela y otros es atentar contra el propio corazón?
R. Claro. Es exhausto. El cuerpo, el alma y el corazón necesitan descansa por sobrevivencia. Ese punto de empujar constantemente hasta los límites es dañino. Y ese amor se vuelve otra cosa que quizá no sea tan cuidante del alma de uno.
P. Entre todas las canciones de este espectáculo, ¿cuál sería la más peligrosa para el alma?
R. La más peligrosa... [Pausa y suspira]. Puedo decirte cuál es la más peligrosa para la mía. Porque hablar en general no puedo dictarla para la de cualquier persona. El peligro que uno sienta con la propia alma es cosa de ‘elle’. Y para la mía sería ‘Paloma negra’, que fue y sigue siendo la canción más fuerte que interpretó Chavela e hizo suya. Es un reto interpretarla porque lleva un tema muy triste y un poco fúnebre. Por otro lado, estéticamente pide mucha precisión. Lo hago con mucho amor y reverencia pero es muy difícil porque es el plato principal que uno puede mostrar. Lo hice hace unos meses en México y era la que me daba pavor porque ellos la han absorbido de una manera que ninguna otra cultura ha absorbido. Estaba muy ‘contente’ y ‘nerviose’.
P. El reto de versionar a Chavela ¿asustaba o atraía?
R. Me atraía mucho. Lo que estamos presentando es un diálogo entre ella y yo, más que un homenaje, que también, aunque es más una exploración de la relación personal que tenemos. Y que invita al público a participar. Lo bonito es que nos veía de todo corazón y que no era con el propósito de hacerlo radicalmente diferente.
P. Vuelve a Alicante para cantar las canciones de Chavela Vargas con la que tiene muchas cosas en común.
R. Me ha influido mucho como cantante y ser humano. Chavela y yo somos de descendencia costarricense, ‘ambes’ somos ‘queer’: ella se identifica como lesbiana y yo como ‘queer no binarie’. Y nacimos en la misma fecha, el 17 de abril. Todo eso es muy bonito pero en los tiempos que vivimos donde hablamos de comunidades que se marginalizan mucho como la ‘queer’ y la de inmigrantes, Chavela pertenecía a ambas. Admirar su legado es muy importante, tanto como enfocar esa narrativa.
P. A través de su música quiere ofrecer ese mensaje político pero sin ser explícito sobre ello.
R. Para mí no es algo político, es cultural. Como sociedad mundial existe una identidad que va más allá de la música. Estamos hablando de culturas migratorias y ‘queer’ que van más allá. Nací siendo no ‘binarie’ y el existir no es un acto político pero muchas personas y Gobiernos lo perciben así. Chavela era orgullosamente lesbiana y vivió de manera muy inspiradora para ‘muches’ de ‘nosotres’ que luchamos para que se escuchen nuestras voces de forma respetuosa. Y es parte de mi deber como artista.
P. Metidos en política, ¿cómo valora el discurso del presidente Trump?
R. Nunca es un día aburrido en esta era tan espantosa. Es una nueva pesadilla cada día. Hay que darse cuenta de que Trump es un síntoma de un país que ha operado como un imperio por mucho tiempo y que aún lo sigue siendo y de manera mucho peor estando ese ser humano tan espantoso en el poder.
P. Volviendo a Chavela y sus canciones, ¿para amar hay que hacerlo de manera desgarrada?
R. ‘Une’ hay que abrirse al concepto de amar y ser ‘amade’. Yo lo hago de varias maneras. El amor en el escenario es diferente al que muestro en la vida cotidiana. No se puede definir la forma en que es idealmente amar. Lo que hizo Chavela fue tomar sus angustias y transformarlas de manera que nos invitaba a presenciar algo muy crudo y potente. También creo que no vivió todos sus días de esa manera. Hay traumas positivos que nos impactan y permanecen en ‘nosotres’, lo que hacía Chavela era crear esos traumas que se quedaban en el alma de uno por muchísimo tiempo. Lo que pasa con eso es que no es saludable sentirse así todos los días, cada minuto.
P. ¿Amar como dicen esas canciones de Chavela y otros es atentar contra el propio corazón?
R. Claro. Es exhausto. El cuerpo, el alma y el corazón necesitan descansa por sobrevivencia. Ese punto de empujar constantemente hasta los límites es dañino. Y ese amor se vuelve otra cosa que quizá no sea tan cuidante del alma de uno.
P. Entre todas las canciones de este espectáculo, ¿cuál sería la más peligrosa para el alma?
R. La más peligrosa... [Pausa y suspira]. Puedo decirte cuál es la más peligrosa para la mía. Porque hablar en general no puedo dictarla para la de cualquier persona. El peligro que uno sienta con la propia alma es cosa de ‘elle’. Y para la mía sería ‘Paloma negra’, que fue y sigue siendo la canción más fuerte que interpretó Chavela e hizo suya. Es un reto interpretarla porque lleva un tema muy triste y un poco fúnebre. Por otro lado, estéticamente pide mucha precisión. Lo hago con mucho amor y reverencia pero es muy difícil porque es el plato principal que uno puede mostrar. Lo hice hace unos meses en México y era la que me daba pavor porque ellos la han absorbido de una manera que ninguna otra cultura ha absorbido. Estaba muy ‘contente’ y ‘nerviose’.
P. El reto de versionar a Chavela ¿asustaba o atraía?
R. Me atraía mucho. Lo que estamos presentando es un diálogo entre ella y yo, más que un homenaje, que también, aunque es más una exploración de la relación personal que tenemos. Y que invita al público a participar. Lo bonito es que nos veía de todo corazón y que no era con el propósito de hacerlo radicalmente diferente.
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