La Voz del Sur / Homofobia en la Hermandad de Las Tres Caídas de Jerez // |
Intenso debate entre los cofrades jerezanos tras ser vetado un homosexual como candidato a hermano mayor.
El cofrade afectado, de la hermandad de Las Tres Caídas, no ha recibido aviso o comunicado oficial de la causa de su veto y reconoce que todo esto le está dañando en lo personal.
Kiko Abuín | La Voz del Sur, 2022-08-03
https://www.lavozdelsur.es/cofradias/intenso-debate-entre-cofrades-jerezanos-ser-vetado-homosexual-como-candidato-hermano-mayor_280749_102.html
La polémica por el nombramiento de una gestora en la Hermandad de las Tres Caídas sigue creciendo, de forma más aguda en las redes donde del debate sobre el candidato a hermano mayor que quiso aspirar al cargo, el único que se presentó, sigue generando un debate que por el momento se inclina a rechazar la decisión del Obispado y mostrar su apoyo al cofrade que ha sido vetado por ser homosexual. Incluso fuentes consultadas en la Iglesia local no entienden el porqué de optar por una gestora cuando el criterio general es otro: evitarlas siempre que sea posible.
No hubo documento oficial ni aviso formal alguno para darle a conocer la decisión de rechazarlo. Una forma ambigua y nada esclarecedora de las causas objetivas para ser ‘tachado’. Es conocido que el candidato es de condición homosexual y que vive con su pareja, circunstancia que tiene todos los haberes de ser la causa de no haber sido admitido, lo cual, por cierto, no se reconoce en documento alguno de los que se generan sobre quien opta a ser hermano mayor. La eventualidad que concurre en este cofrade ha generado un intenso debate sobre la homofobia en la Iglesia, la cual, en Jerez, no se ha querido pronunciar oficialmente aunque a priori, otras fuentes consultadas, rechazan que sea la causa principal por la que no ha sido aceptado para optar al cargo.
“Frustrado y decepcionado”, son las únicas palabras que le salen al afectado para definir por lo que está pasando y que en gran medida le está dañando en lo personal al ser el protagonista de una controversia que abre a todo el mundo su vida privada. No descarta pedir audiencia con el obispo para tratar su caso. Reconoce que presentó su candidatura fuera del plazo establecido, algo que en otras ocasiones y en otras hermandades se ha salvado; al no haber candidato se abre un segundo periodo electoral ante la evidencia de que algún hermano daba el paso adelante antes de que se decretara una gestora en la cofradía. Esta medida o solución también puede consultarse y obtener respuestas en el Libro Verde de la normativa diocesana para hermandades y cofradías.
El excandidato, probado y reconocido cofrade además de haber sido costalero, se suma a una lamentable larga lista de personas vinculadas al mundo de las hermandades que por una razón u otra se han visto vetadas en sus aspiraciones para optar a cargos de responsabilidad en sus cofradías. Esto provoca un claro y lógico desapego de la Iglesia cuando ésta te rechaza, ya venga de la mano de un seglar o de un sacerdote; éstos emiten el preceptivo informe del que, dependiendo de la sentencia que haga sobre su vida como cristiano, puede llegar a provocar un daño moral al propio afectado, daño que se agudiza cuando se exporta a ojos de los demás. Tal vez si la transparencia y el diálogo previo con el afectado fuera norma en estos procesos selectivos, en algo se podría mejorar.
Hay que recordar que la hermandad con sede en San Lucas comunicó hace días que será gestionada por tiempo indefinido por una gestora cuyo comisario es el párroco de los Cuatro Evangelistas, Carlos Redondo. Esta administración eventual y excepcional deberá tener en cuenta los compromisos que tiene contraídos la hermandad en lo económico, relacionados con las obras de rehabilitación de la espadaña del templo así como las obras llevadas a cabo tanto dentro como fuera de la iglesia de San Lucas. Precisamente, el celo puesto por sucesivas juntas de gobierno en la conservación del templo ‘alfonsino’ ha llevado a la cofradía a dar absoluta prioridad al costoso mantenimiento de su sede canónica, que actualmente le supone a la tesorería alrededor de 1.500 euros mensuales, según han informado fuentes de la hermandad.
No hubo documento oficial ni aviso formal alguno para darle a conocer la decisión de rechazarlo. Una forma ambigua y nada esclarecedora de las causas objetivas para ser ‘tachado’. Es conocido que el candidato es de condición homosexual y que vive con su pareja, circunstancia que tiene todos los haberes de ser la causa de no haber sido admitido, lo cual, por cierto, no se reconoce en documento alguno de los que se generan sobre quien opta a ser hermano mayor. La eventualidad que concurre en este cofrade ha generado un intenso debate sobre la homofobia en la Iglesia, la cual, en Jerez, no se ha querido pronunciar oficialmente aunque a priori, otras fuentes consultadas, rechazan que sea la causa principal por la que no ha sido aceptado para optar al cargo.
“Frustrado y decepcionado”, son las únicas palabras que le salen al afectado para definir por lo que está pasando y que en gran medida le está dañando en lo personal al ser el protagonista de una controversia que abre a todo el mundo su vida privada. No descarta pedir audiencia con el obispo para tratar su caso. Reconoce que presentó su candidatura fuera del plazo establecido, algo que en otras ocasiones y en otras hermandades se ha salvado; al no haber candidato se abre un segundo periodo electoral ante la evidencia de que algún hermano daba el paso adelante antes de que se decretara una gestora en la cofradía. Esta medida o solución también puede consultarse y obtener respuestas en el Libro Verde de la normativa diocesana para hermandades y cofradías.
El excandidato, probado y reconocido cofrade además de haber sido costalero, se suma a una lamentable larga lista de personas vinculadas al mundo de las hermandades que por una razón u otra se han visto vetadas en sus aspiraciones para optar a cargos de responsabilidad en sus cofradías. Esto provoca un claro y lógico desapego de la Iglesia cuando ésta te rechaza, ya venga de la mano de un seglar o de un sacerdote; éstos emiten el preceptivo informe del que, dependiendo de la sentencia que haga sobre su vida como cristiano, puede llegar a provocar un daño moral al propio afectado, daño que se agudiza cuando se exporta a ojos de los demás. Tal vez si la transparencia y el diálogo previo con el afectado fuera norma en estos procesos selectivos, en algo se podría mejorar.
Hay que recordar que la hermandad con sede en San Lucas comunicó hace días que será gestionada por tiempo indefinido por una gestora cuyo comisario es el párroco de los Cuatro Evangelistas, Carlos Redondo. Esta administración eventual y excepcional deberá tener en cuenta los compromisos que tiene contraídos la hermandad en lo económico, relacionados con las obras de rehabilitación de la espadaña del templo así como las obras llevadas a cabo tanto dentro como fuera de la iglesia de San Lucas. Precisamente, el celo puesto por sucesivas juntas de gobierno en la conservación del templo ‘alfonsino’ ha llevado a la cofradía a dar absoluta prioridad al costoso mantenimiento de su sede canónica, que actualmente le supone a la tesorería alrededor de 1.500 euros mensuales, según han informado fuentes de la hermandad.
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