Pepe Ocaña (2i) con Trini Falcés (3i) en el Orgullo de la CCAG, 1978, Barcelona // |
Muere Trini Falcés, la activista LGTBI que cambió su nombre en plena dictadura, fue represaliada y encabezó el primer Orgullo.
Nacida en 1942 en A Coruña, estuvo cinco años en prisión durante el franquismo, parte de ellos en la cárcel de homosexuales de Badajoz, y se convirtió en un símbolo de la lucha LGTBI.
El Diario, 2022-08-12
https://www.eldiario.es/galicia/muere-trini-falces-activista-lgtbi-cambio-nombre-plena-dictadura-represaliada-encabezo-primer-orgullo_1_9241067.html
Trinidad Falcés, un símbolo del activismo LGTBI, falleció esta semana en A Coruña, la ciudad en la que había nacido en 1942. Logró cambiar su nombre en el registro civil de A Coruña en 1953, en pleno franquismo, y fue represaliada durante la dictadura. Estuvo en prisión cinco años, parte de los cuales los pasó en la cárcel para homosexuales de Badajoz. En 1977, tras la muerte de Franco, estuvo a la cabeza en la primera manifestación del Orgullo, en Barcelona.
La periodista y escritora Eva Mejuto la recuerda en su perfil de Facebook como una persona “valiente, divertida, combativa, obstinada y generosa”. “Atesoró la historia del movimiento [LGTBI], toda en sí misma: vivió la represión, la cárcel, los abusos policiales, el señalamiento de una sociedad que no entendía (y a veces aún no entiende” o que se sale de la (supuesta) norma(lidad). Pero también la parte de la fiesta, de la primera manifestación del colectivo en Barcelona, la disidencia orgullosa y brava“.
Mejuto, que recogió la historia de Trinidad Falcés en su libro ‘Memoria diversa’ (Diputación de A Coruña, 2022), relata que hace unos años que decidió volver a vivir en su ciudad natal, en la que en 2019 recibió el premio Marcela e Elisa que concede la asociación ALAS a quienes luchan por los derechos LGTBI. El reconocimiento, dice, fue para ella “un chute de dignidad”. La escritora recuerda a la activista con la que era su frase “de cabecera”: “Que me quiten lo ‘bailao’, yo paso de todo”.
La periodista y escritora Eva Mejuto la recuerda en su perfil de Facebook como una persona “valiente, divertida, combativa, obstinada y generosa”. “Atesoró la historia del movimiento [LGTBI], toda en sí misma: vivió la represión, la cárcel, los abusos policiales, el señalamiento de una sociedad que no entendía (y a veces aún no entiende” o que se sale de la (supuesta) norma(lidad). Pero también la parte de la fiesta, de la primera manifestación del colectivo en Barcelona, la disidencia orgullosa y brava“.
Mejuto, que recogió la historia de Trinidad Falcés en su libro ‘Memoria diversa’ (Diputación de A Coruña, 2022), relata que hace unos años que decidió volver a vivir en su ciudad natal, en la que en 2019 recibió el premio Marcela e Elisa que concede la asociación ALAS a quienes luchan por los derechos LGTBI. El reconocimiento, dice, fue para ella “un chute de dignidad”. La escritora recuerda a la activista con la que era su frase “de cabecera”: “Que me quiten lo ‘bailao’, yo paso de todo”.
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