Imagen: El Mundo |
Un informe de Plan Internacional denuncia que cada año 60 millones de niñas y 29 millones de niños sufren abusos sexuales en la escuela o en sus cercanías.
Rafael Álvarez | El Mundo, 2016-01-09
http://www.elmundo.es/internacional/2016/01/09/5683f368ca474115708b4596.html
"El profesor dijo que me aprobaría si tenía sexo con él. Me resistí, pero logró violarme" (Fatmata, 15 años, Sierra Leona). "Papá, te lo quería contar, pero temía que me castigaras. Siempre que voy al colegio, el profesor me desnuda" (Khadija, 13 años, Senegal). "En los exámenes, se quedaba de pie, a mi lado, me tocaba el pecho y me acariciaba el pelo" (Diara, 15 años, Sierra Leona). "Cuando la clase se quedaba vacía, se acercaba a mí y me violaba. Me quedé embarazada y tengo un niño de un año" (Aissatou, 15 años, Senegal).
No hay recreo en el colegio para esta cifra de matemáticas tortuosas: 60 millones de niñas y 29 millones de niños son abusados sexualmente cada año en la escuela o sus alrededores en algún lugar del mundo. Profesores, alumnos mayores o personal masculino ejercen su poder y someten con violencia física o psicológica, humillaciones y abusos a cuatro niñas cada segundo. Más de 240 millones de pequeñas, de críos y de adolescentes víctimas de alguna forma de violencia en las aulas, los cuartos de baños, los gimnasios y hasta las casas de los maestros.
Los datos son de Plan Internacional, una organización de cooperación y ayuda humanitaria que trabaja en los derechos de la infancia y la lucha contra la pobreza infantil. Su último informe sobre violencia de género en el entorno escolar habla de actos que "rara vez se denuncian y se castigan" y que, entre otras cosas, provocan en las víctimas "trauma, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y abandono escolar".
El informe está lleno de palabras de víctimas que lo dicen todo: miedo, intimidación, amenazas, acoso, abuso, desnuda, tocamientos, pegar, violación, venganza...
Aunque los datos del dossier y algunos de sus estudios se refieren a muchos países de América Latina, África y Asia, Plan Internacional ha entrevistado personalmente a niñas y jóvenes en Senegal y Sierra Leona para ilustrar su último informe sobre violencia machista en la escuela, la peor asignatura del mundo.
Hablamos de "notas a cambio de sexo", del "derecho del señor" o del traslado de las niñas a zonas apartadas del colegio para violarlas si quieren superar un suspenso: "El pago de arbusto".
Notas a cambio de sexo
"Al terminar las clases, el profesor me pide que vaya a su casa, incluso cuando sigo negándome. Cuando estoy en el colegio, no para de acercarse a mí. Los profesores nos piden dinero y que vayamos a sus casas si queremos aprobar". Lo dice Diara, de 15 años, con la naturalidad de quien ve eso cada día en Sierra Leona. "Muchos chicos intentan abusar de las chicas en los baños mixtos". Diara cuenta que lo peor que le ha pasado en la vida fue el acoso sexual que sufrió de un profesor. "Yo le admiraba, pero él sólo hablaba de amor. Sus palabras me confundían y yo siempre intentaba aprobar, porque sabía que me suspendería ya que me había negado a acostarme con él. A veces, en los exámenes, se quedaba de pie, a mi lado, me tocaba el pecho y me acariciaba el pelo".
Violación y mordaza
A Racky, de Senegal, la violaba su profesor cuando la clase se quedaba vacía. Tenía 13 años. Hoy, con 15, recuerda que después de violarla, el maestro le dijo que si se lo contaba a alguien la mataría. "La primera vez sólo comprobó si yo era lo suficientemente pequeña, si aún era virgen. La segunda vez que me violó me encerró en clase. Otro día le encontré abusando de otra niña, tocándola. Al final, lo arrestaron y fue a la cárcel".
Desnudar a niñas
Cheikhou es el padre de una niña abusada en Senegal. Cuenta que un día descubrió a un profesor insinuándose a su hija, de 13 años. Le preguntó a la niña qué estaba pasando y la cría habló: "Siempre que voy al colegio, el profesor me desnuda". Cheikhou intentó hablar con el maestro, se entrevistó con el director e investigó si estaba pasándole a más niñas. Descubrió que dos amigas de su hija también estaban siendo violadas y denunció el caso. Entonces, un grupo de amigos y familiares del profesor le cortó la mano izquierda como venganza por haberle denunciado. "Sólo espero que la justicia haga su trabajo".
El látigo y la maldición
"En las clases de la tarde, el profesor me violaba y me amenazaba. Lo hacía también con más niñas. Decía que si se lo contábamos a nuestras madres nos haría enloquecer con una maldición. Nos tumbaba boca abajo y nos tocaba el culo. Luego nos pegaba con un látigo". Lo narra Salimata, 13 años, Senegal. "Hay muchas niñas más que se están escondiendo".
"Relájate"
Fatmata tiene 15 años y hace dos fue violada por su profesor. "Me dijo que fuera a su casa para hablar de un suspenso y cuando entré cerró la puerta. Le pregunté qué hacía y me contestó: 'Sólo relájate'. Dijo que me aprobaría si tenía sexo con él. Me resistí, pero me violó".
Embarazo cruel
Aissatou tenía 14 años cuando fue violada repetidamente por su profesor. El trauma le impide hablar y sólo se atiene a contar que las violaciones la dejaron embarazada. Tiene un niño de un año. "Mi mensaje es que las escuelas deben ser más seguras".
La portavoz de Plan International, Carolina Herrero, recuerda que la violencia de género en las escuelas es una violación de los derechos humanos y del derecho a la educación y limitan la participación y el acceso de las niñas a una educación segura y de calidad, incrementando las tasas de abandono y fracaso escolar. Plan International trabaja para transformar las escuelas en entornos seguros y, con este objetivo, ha impulsado campañas como 'Aprender Sin Miedo' para que los niños y niñas puedan ir a la escuela con plena seguridad y tengan una experiencia educativa de calidad sin miedo a amenazas de violencia.
No hay recreo en el colegio para esta cifra de matemáticas tortuosas: 60 millones de niñas y 29 millones de niños son abusados sexualmente cada año en la escuela o sus alrededores en algún lugar del mundo. Profesores, alumnos mayores o personal masculino ejercen su poder y someten con violencia física o psicológica, humillaciones y abusos a cuatro niñas cada segundo. Más de 240 millones de pequeñas, de críos y de adolescentes víctimas de alguna forma de violencia en las aulas, los cuartos de baños, los gimnasios y hasta las casas de los maestros.
Los datos son de Plan Internacional, una organización de cooperación y ayuda humanitaria que trabaja en los derechos de la infancia y la lucha contra la pobreza infantil. Su último informe sobre violencia de género en el entorno escolar habla de actos que "rara vez se denuncian y se castigan" y que, entre otras cosas, provocan en las víctimas "trauma, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y abandono escolar".
El informe está lleno de palabras de víctimas que lo dicen todo: miedo, intimidación, amenazas, acoso, abuso, desnuda, tocamientos, pegar, violación, venganza...
Aunque los datos del dossier y algunos de sus estudios se refieren a muchos países de América Latina, África y Asia, Plan Internacional ha entrevistado personalmente a niñas y jóvenes en Senegal y Sierra Leona para ilustrar su último informe sobre violencia machista en la escuela, la peor asignatura del mundo.
Hablamos de "notas a cambio de sexo", del "derecho del señor" o del traslado de las niñas a zonas apartadas del colegio para violarlas si quieren superar un suspenso: "El pago de arbusto".
Notas a cambio de sexo
"Al terminar las clases, el profesor me pide que vaya a su casa, incluso cuando sigo negándome. Cuando estoy en el colegio, no para de acercarse a mí. Los profesores nos piden dinero y que vayamos a sus casas si queremos aprobar". Lo dice Diara, de 15 años, con la naturalidad de quien ve eso cada día en Sierra Leona. "Muchos chicos intentan abusar de las chicas en los baños mixtos". Diara cuenta que lo peor que le ha pasado en la vida fue el acoso sexual que sufrió de un profesor. "Yo le admiraba, pero él sólo hablaba de amor. Sus palabras me confundían y yo siempre intentaba aprobar, porque sabía que me suspendería ya que me había negado a acostarme con él. A veces, en los exámenes, se quedaba de pie, a mi lado, me tocaba el pecho y me acariciaba el pelo".
Violación y mordaza
A Racky, de Senegal, la violaba su profesor cuando la clase se quedaba vacía. Tenía 13 años. Hoy, con 15, recuerda que después de violarla, el maestro le dijo que si se lo contaba a alguien la mataría. "La primera vez sólo comprobó si yo era lo suficientemente pequeña, si aún era virgen. La segunda vez que me violó me encerró en clase. Otro día le encontré abusando de otra niña, tocándola. Al final, lo arrestaron y fue a la cárcel".
Desnudar a niñas
Cheikhou es el padre de una niña abusada en Senegal. Cuenta que un día descubrió a un profesor insinuándose a su hija, de 13 años. Le preguntó a la niña qué estaba pasando y la cría habló: "Siempre que voy al colegio, el profesor me desnuda". Cheikhou intentó hablar con el maestro, se entrevistó con el director e investigó si estaba pasándole a más niñas. Descubrió que dos amigas de su hija también estaban siendo violadas y denunció el caso. Entonces, un grupo de amigos y familiares del profesor le cortó la mano izquierda como venganza por haberle denunciado. "Sólo espero que la justicia haga su trabajo".
El látigo y la maldición
"En las clases de la tarde, el profesor me violaba y me amenazaba. Lo hacía también con más niñas. Decía que si se lo contábamos a nuestras madres nos haría enloquecer con una maldición. Nos tumbaba boca abajo y nos tocaba el culo. Luego nos pegaba con un látigo". Lo narra Salimata, 13 años, Senegal. "Hay muchas niñas más que se están escondiendo".
"Relájate"
Fatmata tiene 15 años y hace dos fue violada por su profesor. "Me dijo que fuera a su casa para hablar de un suspenso y cuando entré cerró la puerta. Le pregunté qué hacía y me contestó: 'Sólo relájate'. Dijo que me aprobaría si tenía sexo con él. Me resistí, pero me violó".
Embarazo cruel
Aissatou tenía 14 años cuando fue violada repetidamente por su profesor. El trauma le impide hablar y sólo se atiene a contar que las violaciones la dejaron embarazada. Tiene un niño de un año. "Mi mensaje es que las escuelas deben ser más seguras".
La portavoz de Plan International, Carolina Herrero, recuerda que la violencia de género en las escuelas es una violación de los derechos humanos y del derecho a la educación y limitan la participación y el acceso de las niñas a una educación segura y de calidad, incrementando las tasas de abandono y fracaso escolar. Plan International trabaja para transformar las escuelas en entornos seguros y, con este objetivo, ha impulsado campañas como 'Aprender Sin Miedo' para que los niños y niñas puedan ir a la escuela con plena seguridad y tengan una experiencia educativa de calidad sin miedo a amenazas de violencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.