viernes, 29 de enero de 2016

#hemeroteca #lgtbifobia | Perseguidos LGTB, la odisea que no acaba nunca

Imagen: 20 Minutos / Alexandra
Perseguidos LGTB, la odisea que no acaba nunca.
CEAR | de cada 10, 20 Minutos, 2016-01-29
http://blogs.20minutos.es/1-de-cada-10/2016/01/29/3753/

Agradecemos a la Comisión Española de Ayuda al Refugiado – CEAR esta entrada que ha escrito sobre informe sobre “Discriminación y persecución por orientación sexual e identidad de género: El camino hacia una vida digna”.

¿Te imaginas vivir toda tu vida con miedo a vivir con libertad el amor, la sexualidad y los deseos? ¿Sufrir amenazas constantes, incluso de muerte, por tener una identidad de género distinta a la que marca tu documento de identidad? Para miles de personas en el mundo, la realidad supera con creces la ficción. Proscritas por tener una orientación sexual o identidad de género distinta a la que dicta su país. Condenadas por el Estado, pero también por la sociedad y hasta por sus propias familias. Perseguidas LGTB con escalofriantes historias recopiladas en un informe de CEAR.

Testimonios como el de la hondureña Amanda, repudiada por sus hermanos y sus padres por ser transexual; “Se reían de mí y me pegaban”. O como Dimitri, a quien la policía rusa le dijo que diera gracias por no haberle “colgado de un árbol”, tras haberle previamente golpeado y vejado en comisaría. Peor suerte corrió su amigo Alexander, quien recibió una “paliza brutal” en comisaría que acabó con su vida.

Y lo peor es que se pueden considerar afortunados de haber podido huir de esta pesadilla y ser acogidos en España. La mayoría se ve obligada a quedarse, a sufrir un infierno diario, a perder su vida. Al menos 1.700 personas transexuales fueron asesinadas en el mundo de 2008 a 2014 en 62 países. Pero esta alarmante cifra solo es la punta del iceberg de una lacra que afecta a la mayoría países del mundo. Por poner un ejemplo, Brasil, uno de los pocos que publica un informe anual sobre la violencia homofóbica y transfóbica, documentó 326 muertes solo en 2014.

Impunidad, electroshocks, pena de muerte…
Se les suele tachar de “anormales” y hasta un 92% de los delitos de odio contra personas LGTB quedan impunes, como es el caso de Honduras. Cuando no se les somete a sesiones de electroshock para “curarles”, como en Rusia, país que ha promulgado una ley federal contra la “propaganda LGTB”. En Irán, después de cuatro condenas, pueden ser sentenciados a pena de muerte. Sin embargo, el país persa fomenta políticas de reasignación de sexo, presionando a personas homosexuales a cambiar de sexo para no ser perseguidas.

“Tuve que huir de Irán tras pasar por la cárcel por abrazarme con un chico. Pasé 40 días recluido e incomunicado. Tenía miedo a que me apresaran de nuevo y me condenaran a muerte”, recuerda Ahmad, refugiado en España desde 2010.

En países como Marruecos la violencia contra las personas LGTB ha aumentado en los últimos años y se les ha vinculado incluso al terrorismo. En Camerún se les restringe la libertad con el argumento de “conservar el orden público, y los valores y morales africanos”. Pero donde supera todo los límites jamás imaginados es en Gambia, país en el que su presidente, Yahya Jammeh, calificó el año pasado a los homosexuales como “alimañas” y aseguró que su Gobierno los combatiría “igual que a los mosquitos de la malaria”. De hecho, la nueva ley trata la homosexualidad de la misma manera que la violación y el incesto.

“Nos arrojaban agua hirviendo y no nos daban de comer. Tuve que sobornar con dinero a uno de los guardias nocturnos para que yo y mi pareja pudiéramos escaparnos de prisión”, relata Serge, refugiado camerunés en España. Igual de cruda es la historia del gambiano Mamadou, quien nunca imaginó que enamorarse de un hombre le pudiera acarrear tantos problemas.

Son solo algunos testimonios que se replican a lo largo y ancho del mapamundi. En pleno siglo XXI, la homosexualidad está penada en más de 75 países y se castiga con la muerte en lugares como Irán, Arabia Saudí, Yemen, Mauritania, Sudán, Nigeria o Somalia.

“La violencia motivada por la homofobia y la transfobia es a menudo particularmente brutal, y en algunos casos se ha caracterizado por niveles de crueldad superior a la de otros crímenes de odio”, subraya ZeidRa’ad Al Hus­sein, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Doble discriminación en países de acogida
Lo peor es que el sufrimiento no acaba cuando llegan a un lugar relativamente seguro, porque suelen ser rechazados por su orientación sexual e identidad de género y por migrante o refugiado.

Un 39,9% de los delitos de odio en España en 2015 fueron por motivos de orientación sexual o identidad de género, frente al 37% por motivos racistas. Todo ello, siendo el país europeo con mayor aceptación de la homosexualidad; 88% según el Think Tank Pew Research Center. A esto ha contribuido la incorporación del matrimonio del mismo sexo al ordenamiento jurídico español. Por otra parte, la inclusión en la Ley de Asilo de 2009 de la orientación sexual como motivo de persecución ha favorecido u reconocimiento como refugiados.

No obstante, aún queda mucho camino por recorrer, y muchas personas LGTB aún no son reconocidas como refugiadas. La mayoría de organizaciones y expertos que trabajan por los derechos de las personas LGTB coinciden en que hay que seguir fortaleciendo el tejido asociativo de migrantes y refugiados, tomando como referencia países como Bélgica y Holanda.

También destacan que hace falta mayor formación específica a actores que trabajan con personas migrantes y refugiadas LGTB, así como acciones de sensibilización sobre diversidad sexual y afectiva. Aunque todas estas propuestas caerán en saco roto si no se erradican prejuicios y estereotipos de responsables políticos y medios de comunicación hacia la población LGTB.

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