Imagen: Faro de Vigo / Cristina Palacios y Digna Rivas |
Cristina Palacios, madre de una niña trans, ha ayudado a otros 130 menores.
María López | Faro de Vigo, 2018-02-16
http://www.farodevigo.es/portada-arousa/2018/02/16/romper-tabu-transexualidad/1838741.html
El 80% de los estudiantes sondeados fueron testigos de agresiones a personas que recelaban de las normas de género, el 60% de los alumnos acosados dice que el profesorado no actúa y el 69% considera que su familia no aceptaría que fuese transexual. Estas son algunas de las alarmantes conclusiones de una encuesta a nivel estatal del Injuve (Instituto de la Juventud) que ayer comentó Cristina Palacios en una charla en Vilagarcía. La presidenta de la Asociación de Familias de Menores Trans de Galicia advierte de que aún queda "mucha batalla" para normalizar la transexualidad en nuestra sociedad.
"¿Es niño o niña? No lo sé aún, no sabe hablar". Esta es una de las conversaciones clave para entender la transexualidad que ayer se proyectaron en el Auditorio de Vilagarcía durante la charla de la presidenta de la Asociación de Familias de Menores Trans de Galicia (Arelas), Cristina Palacios, que disertó ante un grupo de estudiantes de instituto de Carril sobre la identidad de género (está en el cerebro) y la importancia de no meterla en el mismo saco que la orientación sexual (en el corazón), el sexo (elementos sexuados del organismo: genitales, hormonas…) y la expresión de género (forma en la que expresamos nuestro género: vestimenta, comportamiento, afinidades…), pues todas ellas son cosas distintas.
Uno de los principales problemas de la sociedad para comprender a las personas transexuales es que nada más nacer a todos se nos presupone o adivina una identidad sexual en base a un genital: si tiene vulva es una niña y si tiene pene, un niño. Pero no es así. Incluso en el momento del nacimiento ya se rompe esta "regla rígida que solo da dos opciones" -dice Cristina Palacios- porque uno de cada 700 bebés nacen intersexuales, es decir, con genitales ambiguos (muchas veces se desconoce si se trata de una vulva con un clítoris más grande de lo normal o de un micropene, aunque también se dan otros casos).
Y en estas situaciones, ¿qué se hace? Operar. El médico reconstruye los genitales hacia una vulva o un pene. "Tenemos que dejar que los niños crezcan, se expresen y sean ellos los que digan qué son, no que venga alguien de fuera a decirles lo que son. Pero para eso debemos tener una mente abierta y en la medicina vamos con retraso", reivindica la presidenta de Arelas, que asegura que a los 3 o 4 años ya se establece la identidad sexual.
Madre de una niña trans, Cristina Palacios ha acompañado desde Arelas a 130 menores de toda Galicia en su tránsito social. Debido a la "transfobia" existente en la sociedad y a ese tabú en todos los ámbitos (oficialmente la transexualidad todavía está considerada como un trastorno mental, una condición a la que también estuvo condenada la homosexualidad hasta 1993), la ponente trasladó a los alumnos de Carril que incluso hay personas que no dan el paso hasta la vejez. Este fue el caso de una comisaria de Policía que realizó el tránsito social con más de 60 años. Hasta ese momento tuvo que vivir reprimida.
"Lo mejor de ser niña es no fingir que eres un niño". Esta es una frase de Avery Jackson, una conocida transexual de Estados Unidos. Cristina también proyectó un emotivo vídeo que provocó más de una lágrima en la sala de conferencias del Auditorio vilagarciano en el que se veía a una niña (asignada al nacer como niño) a la que le gustaba jugar con muñecos y ponerse vestidos y era totalmente incomprendida por su padre. Además de la falta de aceptación en casa, también sufría el acoso de sus compañeros. Al final de la proyección se ve como su padre va a buscarla al colegio enfundado en un vestido largo y en unos tacones.
Para que un transexual pueda cambiarse su carné de identidad es necesario pasar por la Unidad de Salud Mental. "Otra vez, una persona de fuera que nada sabe de ti nos dice qué somos", criticó la presidenta de Arelas, que fue presentada por la diputada provincial Digna Rivas y por la concejala de Igualdade del Concello de Vilagarcía, Tania García.
Esa "tiranía social que nos marca cómo debemos ser" obliga a las personas trans a estar relegados, invisibilizados, a la negación y al silencio en todos los eslabones (familiar, escolar, etc.). Por tanto ese tabú provoca que esa persona se reprima y esconda quién es "hasta que lo vuelve a sacar cuando le dejan".
Cristina Palacios hizo un llamamiento a garantizar "el derecho a ser", algo ya recogido mediante ley pero que en la práctica todavía hay mucho que rodar y ‘pelear’. De hecho en opinión de la presidenta de Arelas, "no se trabaja la diversidad sexual". Avisa que se ella se habla poco en los colegios (cuando existe un decreto de la Consellería de Educación que obliga a ello) y que muchas veces los centros educativos "no están preparados" y cuentan con profesores "transfóbicos".
Palacios echa por tierra esa frase tan recurrida de que "los niños son crueles", ya que "solo reproducen lo que ven en su casa, en su colegio y en su entorno". "Cuando las cosas se explican, no hay acoso escolar".
Otro de los falsos mitos que tumbó la representante de Arela es el de que los transexuales "viven en cuerpos equivocados". "Hay mujeres que están encantadas con su pene y hombres con su vulva", sentenció. Para entenderlo, la coeducación es la clave.
"¿Es niño o niña? No lo sé aún, no sabe hablar". Esta es una de las conversaciones clave para entender la transexualidad que ayer se proyectaron en el Auditorio de Vilagarcía durante la charla de la presidenta de la Asociación de Familias de Menores Trans de Galicia (Arelas), Cristina Palacios, que disertó ante un grupo de estudiantes de instituto de Carril sobre la identidad de género (está en el cerebro) y la importancia de no meterla en el mismo saco que la orientación sexual (en el corazón), el sexo (elementos sexuados del organismo: genitales, hormonas…) y la expresión de género (forma en la que expresamos nuestro género: vestimenta, comportamiento, afinidades…), pues todas ellas son cosas distintas.
Uno de los principales problemas de la sociedad para comprender a las personas transexuales es que nada más nacer a todos se nos presupone o adivina una identidad sexual en base a un genital: si tiene vulva es una niña y si tiene pene, un niño. Pero no es así. Incluso en el momento del nacimiento ya se rompe esta "regla rígida que solo da dos opciones" -dice Cristina Palacios- porque uno de cada 700 bebés nacen intersexuales, es decir, con genitales ambiguos (muchas veces se desconoce si se trata de una vulva con un clítoris más grande de lo normal o de un micropene, aunque también se dan otros casos).
Y en estas situaciones, ¿qué se hace? Operar. El médico reconstruye los genitales hacia una vulva o un pene. "Tenemos que dejar que los niños crezcan, se expresen y sean ellos los que digan qué son, no que venga alguien de fuera a decirles lo que son. Pero para eso debemos tener una mente abierta y en la medicina vamos con retraso", reivindica la presidenta de Arelas, que asegura que a los 3 o 4 años ya se establece la identidad sexual.
Madre de una niña trans, Cristina Palacios ha acompañado desde Arelas a 130 menores de toda Galicia en su tránsito social. Debido a la "transfobia" existente en la sociedad y a ese tabú en todos los ámbitos (oficialmente la transexualidad todavía está considerada como un trastorno mental, una condición a la que también estuvo condenada la homosexualidad hasta 1993), la ponente trasladó a los alumnos de Carril que incluso hay personas que no dan el paso hasta la vejez. Este fue el caso de una comisaria de Policía que realizó el tránsito social con más de 60 años. Hasta ese momento tuvo que vivir reprimida.
"Lo mejor de ser niña es no fingir que eres un niño". Esta es una frase de Avery Jackson, una conocida transexual de Estados Unidos. Cristina también proyectó un emotivo vídeo que provocó más de una lágrima en la sala de conferencias del Auditorio vilagarciano en el que se veía a una niña (asignada al nacer como niño) a la que le gustaba jugar con muñecos y ponerse vestidos y era totalmente incomprendida por su padre. Además de la falta de aceptación en casa, también sufría el acoso de sus compañeros. Al final de la proyección se ve como su padre va a buscarla al colegio enfundado en un vestido largo y en unos tacones.
Para que un transexual pueda cambiarse su carné de identidad es necesario pasar por la Unidad de Salud Mental. "Otra vez, una persona de fuera que nada sabe de ti nos dice qué somos", criticó la presidenta de Arelas, que fue presentada por la diputada provincial Digna Rivas y por la concejala de Igualdade del Concello de Vilagarcía, Tania García.
Esa "tiranía social que nos marca cómo debemos ser" obliga a las personas trans a estar relegados, invisibilizados, a la negación y al silencio en todos los eslabones (familiar, escolar, etc.). Por tanto ese tabú provoca que esa persona se reprima y esconda quién es "hasta que lo vuelve a sacar cuando le dejan".
Cristina Palacios hizo un llamamiento a garantizar "el derecho a ser", algo ya recogido mediante ley pero que en la práctica todavía hay mucho que rodar y ‘pelear’. De hecho en opinión de la presidenta de Arelas, "no se trabaja la diversidad sexual". Avisa que se ella se habla poco en los colegios (cuando existe un decreto de la Consellería de Educación que obliga a ello) y que muchas veces los centros educativos "no están preparados" y cuentan con profesores "transfóbicos".
Palacios echa por tierra esa frase tan recurrida de que "los niños son crueles", ya que "solo reproducen lo que ven en su casa, en su colegio y en su entorno". "Cuando las cosas se explican, no hay acoso escolar".
Otro de los falsos mitos que tumbó la representante de Arela es el de que los transexuales "viven en cuerpos equivocados". "Hay mujeres que están encantadas con su pene y hombres con su vulva", sentenció. Para entenderlo, la coeducación es la clave.
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