Imagen: ABC / Rock Hudson |
Una nueva biografía titulada «All that heaven allows» («Solo el cielo lo sabe») muestra detalles truculentos hasta ahora desconocidos del actor.
ABC, 2018-12-04
https://www.abc.es/estilo/gente/abci-secretos-mas-oscuros-vida-rock-hudson-descubierto-201812041501_noticia.html
El 21 de julio de 1985 Rock Hudson se desplomó en su suite del hotel Ritz, en París. Muy pocos sabían que la estrella del cine tenía sida, una enfermedad que se le había diagnosticado un año antes. Al igual que hizo durante toda su carrera a cerca de su homosexualidad, Hudson guardó en secreto que era portador del VIH. Pocos días después de su desmayo, el actor decidió comunicar a los periodistas que tenía sida.
Hudson murió en su casa algunos meses después, el 2 de octubre de 1985. Durante ese tiempo, recibió visitas de los más cercanos y la publicidad de su enfermedad contribuyó a concienciar a la sociedad sobre el sida. Entre quienes fueron a verlo se encontraba Elizabeth Taylor, que hizo un visita secreta al hospital. «Me gustaría ser recordada por mi lucha contra el SIDA», confesó. Tras la muerte de su amigo por esa enfermedad, la actriz se convertiría en el rostro y la voz de los enfermos de VIH en Estados Unidos. Eran tiempos en los que las «celebrities» de Hollywood huían del asunto. La muerte de Hudson, con quien había protagonizado «Gigante» en 1956, la llevó a impulsar la creación de una fundación para la investigación del SIDA y suprevención.
«Todos fingimos ser heterosexuales»
Símbolo sexual de físico imponente (medía 1,93) y sonrisa encantadora, Hudson arrasó en la taquilla en los años 50 y 60. En el apogeo de su fama, el actor mantuvo una estrecha relación con Lee Garlinton, un corredor de bolsa que intentó hacer carrera en el cine. «Era la mayor estrella de cine en el mundo y había rumores de que era gay. Así que pensé: 'Voy a echarle un ojo'. Me coloqué fuera de su casa en Universal, fingiendo que leía una revista Variety, que probablemente tuviese boca abajo en ese momento. Salió a la calle, y luego volvió la mirada. Eso fue todo», declaró en 2015.
Garlington confesó que le visitaba al salir del trabajo, pasaban la noche juntos y él luego se iba a su casa por la mañana. Nadie podía sospechar que el actor más cotizado del momento mantenía una relación homosexual. «Nadie en su sano juicio iba a hacer eso. Era un suicido profesional. Todos fingimos ser heterosexuales», dijo.
Tras su muerte, Garlington leyó la biografía póstuma de Hudson en la que le calificaba como su «amor verdadero». «Yo rompí a llorar. Dijo que su madre y yo habíamos sido las únicas personas que alguna vez amó. Yo no tenía idea de lo mucho que había significado para él».
Nuevos secretos
Esta semana se ha desvelado una nueva biografía del escritor Mark Griffin titulada «All that heaven allows» («Solo el cielo lo sabe»), en la que se muestran detalles truculentos hasta ahora desconocidos.
La biografía, que pasará a las pantallas de cine, cuenta con declaraciones de más de cien personas que le conocieron y desvelan algunos detalles de su vida más personal, más allá de su homosexualidad. Por ejemplo el hecho de que cuando era tan solo un crío su padre le abandonó y se crió con una madre con un carácter manipulador y un padrastro alcohólico que abusó de él lo que le creó inseguridades para el resto de su vida.
Hudson murió en su casa algunos meses después, el 2 de octubre de 1985. Durante ese tiempo, recibió visitas de los más cercanos y la publicidad de su enfermedad contribuyó a concienciar a la sociedad sobre el sida. Entre quienes fueron a verlo se encontraba Elizabeth Taylor, que hizo un visita secreta al hospital. «Me gustaría ser recordada por mi lucha contra el SIDA», confesó. Tras la muerte de su amigo por esa enfermedad, la actriz se convertiría en el rostro y la voz de los enfermos de VIH en Estados Unidos. Eran tiempos en los que las «celebrities» de Hollywood huían del asunto. La muerte de Hudson, con quien había protagonizado «Gigante» en 1956, la llevó a impulsar la creación de una fundación para la investigación del SIDA y suprevención.
«Todos fingimos ser heterosexuales»
Símbolo sexual de físico imponente (medía 1,93) y sonrisa encantadora, Hudson arrasó en la taquilla en los años 50 y 60. En el apogeo de su fama, el actor mantuvo una estrecha relación con Lee Garlinton, un corredor de bolsa que intentó hacer carrera en el cine. «Era la mayor estrella de cine en el mundo y había rumores de que era gay. Así que pensé: 'Voy a echarle un ojo'. Me coloqué fuera de su casa en Universal, fingiendo que leía una revista Variety, que probablemente tuviese boca abajo en ese momento. Salió a la calle, y luego volvió la mirada. Eso fue todo», declaró en 2015.
Garlington confesó que le visitaba al salir del trabajo, pasaban la noche juntos y él luego se iba a su casa por la mañana. Nadie podía sospechar que el actor más cotizado del momento mantenía una relación homosexual. «Nadie en su sano juicio iba a hacer eso. Era un suicido profesional. Todos fingimos ser heterosexuales», dijo.
Tras su muerte, Garlington leyó la biografía póstuma de Hudson en la que le calificaba como su «amor verdadero». «Yo rompí a llorar. Dijo que su madre y yo habíamos sido las únicas personas que alguna vez amó. Yo no tenía idea de lo mucho que había significado para él».
Nuevos secretos
Esta semana se ha desvelado una nueva biografía del escritor Mark Griffin titulada «All that heaven allows» («Solo el cielo lo sabe»), en la que se muestran detalles truculentos hasta ahora desconocidos.
La biografía, que pasará a las pantallas de cine, cuenta con declaraciones de más de cien personas que le conocieron y desvelan algunos detalles de su vida más personal, más allá de su homosexualidad. Por ejemplo el hecho de que cuando era tan solo un crío su padre le abandonó y se crió con una madre con un carácter manipulador y un padrastro alcohólico que abusó de él lo que le creó inseguridades para el resto de su vida.
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