Imagen: Gràffica / Colita, fotografía de Marta Albertí |
¿Quién es Colita? Vida y trayectoria de la fotógrafa española.
Jorge Yeste | Gràffica, 2021-02-28
https://graffica.info/quien-es-colita/
Isabel Steva Hernández, más conocida como Colita es la máxima representante de la fotografía reivindicativa y urbana de la Barcelona de los años 70. Especializada en retrato, es conocida por formar parte de la Gauche Divine.
Colita (Barcelona, 24 de agosto de 1940) es una fotógrafa española con un amplio bagaje en multitud de disciplinas. Tras dedicar su vida al estudio de las letras durante 17 años, emprende un viaje a París para estudiar a fondo la civilización francesa en la Universidad de la Sorbona. No obstante, no fue hasta su vuelta a Barcelona un año después cuando su pasión por la fotografía despertó gracias al que considera su maestro: Paco Rebés.
Con un claro convencimiento sobre su futuro como fotógrafa, pero con ideas muy dispersas, Colita consiguió su primer trabajo en una película de Rovira-Beleta ‘Los Tarantos’. Sin preverlo, su amor por el flamenco generó un giro de 180 grados en su vida ya que, tras conocer a la protagonista de la película, la bailaora Carmen Amaya, decidió dejar Barcelona para trasladarse a la capital y acercarse un poco más al sur.
Su estancia en Madrid fue breve y el reclamo de sus raíces la devolvieron a Barcelona en los últimos años del franquismo, donde dio vida a su primera exposición, ‘Evocació del modernisme’ (1965). Así, el debilitamiento dictatorial hizo que su trayectoria profesional comenzara a fusionar la prensa progresista con el cine europeo. En este periodo, Colita colaboró con medios como Fotogramas o Tele/eXprés y se introdujo en la fotografía cinematográfica con la Escuela de Barcelona. Allí conoció a grandes directores fotográficos como Juan Amorós.
Gauche Divine y la Nova Cançó
Su especialización en el retrato la introdujo dentro de la Gauche Divine (izquierda divina), un movimiento de artistas progresistas que se extendió por Barcelona durante ese periodo. De hecho, por su carácter progresista, su exposición en la galería Aixelà (1971) fue clausurada en un solo día. Previamente, Colita también fue una de las grandes promotoras de la Nova Cançó, un movimiento musical que reivindicó el uso del catalán en las canciones al tiempo que criticaba las atrocidades del franquismo. El trabajo de Colita consistió en crear portadas para discos y pósters contrarios al régimen, y en fotografiar a los cantautores más destacados (Núria Feliu, Joan Manuel Serrat...). Este periodo culminó con su exposición «El Serrat de Colita», en 1998.
La reivindicación deja paso a la fotografía urbana
Hasta 1978, Colita se hizo cargo de «Serie Negra», una colección de novelas policíacas que le confió la directora Beatriz de Moura, la cual compaginó con su trabajo en «Vindicación Feminista». No obstante, la transición democrática y el fin del franquismo cambiaron la visión de Colita. A partir de entonces, la fotografía basada en la reivindicación y lucha contra el fascismo (aunque siempre presente) fue sustituida por la fotografía urbana de Barcelona, de la que destacó sus cambios y evolución en el tiempo.
La representación más fiel de la ciudad catalana ha traído consigo grandes condecoraciones. La obra de Colita está presente en la colección del Museu Nacional D’Art de Catalunya, así como en el Arxiu Nacional de Catalunya, en el Arxiu Municipal de Barcelona, en el Institut de Teatre, en la Fundació Campalans y en la Filmoteca de Catalunya.
Años de éxitos
Con más de treinta publicaciones fotográficas y cerca de 50 exposiciones, Colita ha tenido una trayectoria plagada de éxitos y reconocimientos. A nivel local, en 1998 fue condecorada con la Medalla de oro al Mérito Artístico junto a Oriol Maspons (quien fuera uno de sus referentes); y en 2004 consiguió la Creu de Sant Jordi. También destacan los premios Joan Reventós a la Memoria Popular de la Fundación Rafael Campalans y el Premio a la Comunicación No Sexista (ambos en 2009) junto a la Medalla del FAD, en 2012.
Pero paradójicamente su premio más importante no acabó en su vitrina. En 2014, Colita recibió el Premio Nacional de Fotografía, no obstante, decidió no aceptarlo a modo de protesta por la delicada situación de la cultura durante el gobierno de Mariano Rajoy. En ese mismo año, la artista presentó la exposición «Colita, porque sí». Un año después, se le concede el Premio Bartolomé Ros a la mejor trayectoria española en fotografía. Con estos y otros muchos reconocimientos queda claro que, durante años, Isabel Esteva Hernández ha sido la máxima representante de la fotografía crítica y sin prejuicios donde las ganas de mejorar una sociedad impuesta han definido todas y cada una de sus obras. Una artista con referentes pero que no se casa con nadie, singular y sin pelos en la lengua.
Colita (Barcelona, 24 de agosto de 1940) es una fotógrafa española con un amplio bagaje en multitud de disciplinas. Tras dedicar su vida al estudio de las letras durante 17 años, emprende un viaje a París para estudiar a fondo la civilización francesa en la Universidad de la Sorbona. No obstante, no fue hasta su vuelta a Barcelona un año después cuando su pasión por la fotografía despertó gracias al que considera su maestro: Paco Rebés.
Con un claro convencimiento sobre su futuro como fotógrafa, pero con ideas muy dispersas, Colita consiguió su primer trabajo en una película de Rovira-Beleta ‘Los Tarantos’. Sin preverlo, su amor por el flamenco generó un giro de 180 grados en su vida ya que, tras conocer a la protagonista de la película, la bailaora Carmen Amaya, decidió dejar Barcelona para trasladarse a la capital y acercarse un poco más al sur.
Su estancia en Madrid fue breve y el reclamo de sus raíces la devolvieron a Barcelona en los últimos años del franquismo, donde dio vida a su primera exposición, ‘Evocació del modernisme’ (1965). Así, el debilitamiento dictatorial hizo que su trayectoria profesional comenzara a fusionar la prensa progresista con el cine europeo. En este periodo, Colita colaboró con medios como Fotogramas o Tele/eXprés y se introdujo en la fotografía cinematográfica con la Escuela de Barcelona. Allí conoció a grandes directores fotográficos como Juan Amorós.
Gauche Divine y la Nova Cançó
Su especialización en el retrato la introdujo dentro de la Gauche Divine (izquierda divina), un movimiento de artistas progresistas que se extendió por Barcelona durante ese periodo. De hecho, por su carácter progresista, su exposición en la galería Aixelà (1971) fue clausurada en un solo día. Previamente, Colita también fue una de las grandes promotoras de la Nova Cançó, un movimiento musical que reivindicó el uso del catalán en las canciones al tiempo que criticaba las atrocidades del franquismo. El trabajo de Colita consistió en crear portadas para discos y pósters contrarios al régimen, y en fotografiar a los cantautores más destacados (Núria Feliu, Joan Manuel Serrat...). Este periodo culminó con su exposición «El Serrat de Colita», en 1998.
La reivindicación deja paso a la fotografía urbana
Hasta 1978, Colita se hizo cargo de «Serie Negra», una colección de novelas policíacas que le confió la directora Beatriz de Moura, la cual compaginó con su trabajo en «Vindicación Feminista». No obstante, la transición democrática y el fin del franquismo cambiaron la visión de Colita. A partir de entonces, la fotografía basada en la reivindicación y lucha contra el fascismo (aunque siempre presente) fue sustituida por la fotografía urbana de Barcelona, de la que destacó sus cambios y evolución en el tiempo.
La representación más fiel de la ciudad catalana ha traído consigo grandes condecoraciones. La obra de Colita está presente en la colección del Museu Nacional D’Art de Catalunya, así como en el Arxiu Nacional de Catalunya, en el Arxiu Municipal de Barcelona, en el Institut de Teatre, en la Fundació Campalans y en la Filmoteca de Catalunya.
Años de éxitos
Con más de treinta publicaciones fotográficas y cerca de 50 exposiciones, Colita ha tenido una trayectoria plagada de éxitos y reconocimientos. A nivel local, en 1998 fue condecorada con la Medalla de oro al Mérito Artístico junto a Oriol Maspons (quien fuera uno de sus referentes); y en 2004 consiguió la Creu de Sant Jordi. También destacan los premios Joan Reventós a la Memoria Popular de la Fundación Rafael Campalans y el Premio a la Comunicación No Sexista (ambos en 2009) junto a la Medalla del FAD, en 2012.
Pero paradójicamente su premio más importante no acabó en su vitrina. En 2014, Colita recibió el Premio Nacional de Fotografía, no obstante, decidió no aceptarlo a modo de protesta por la delicada situación de la cultura durante el gobierno de Mariano Rajoy. En ese mismo año, la artista presentó la exposición «Colita, porque sí». Un año después, se le concede el Premio Bartolomé Ros a la mejor trayectoria española en fotografía. Con estos y otros muchos reconocimientos queda claro que, durante años, Isabel Esteva Hernández ha sido la máxima representante de la fotografía crítica y sin prejuicios donde las ganas de mejorar una sociedad impuesta han definido todas y cada una de sus obras. Una artista con referentes pero que no se casa con nadie, singular y sin pelos en la lengua.
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