Marca / Álex Royo // |
Álex Royo, otro deportista LGTBI beligerante contra la homofobia.
Segundo waterpolista que denuncia los insultos de un rival, tras el precedente que sentó Víctor Gutiérrez.
Javier Romano | Marca, 2021-11-17
https://www.marca.com/natacion/waterpolo/2021/11/17/6193fa0aca4741a4498b456d.html
El exjugador del equipo de waterpolo del CNTerrassa Víctor Gutiérrez, desde hace un mes secretario de políticas LGTBI del PSOE, sentó un precedente cuando la pasada temporada denunció públicamente los insultos homófobos de un rival en un partido de Liga. El agresor, el serbio Nemanja Ubovic, fue sancionado por la Federación Española de Natación. A Gutiérrez le asistía su madurez, 30 años, de jugador internacional y conocido activista LGTBI.
El pasado sábado otro waterpolista, Alex Royo, un joven de 19 años, jugador del Molins de Rei de Primera División, volvió a denunciar este tipo de comportamientos en pleno partido. "Maricón", le espetó el jugador del Horta Roger Brias. Royo se lo afeó y reclamó a los árbitros y a los oficiales de la mesa de cronometraje que interviniesen, sin resultado. Eso le llevó a difundir su versión horas después en las redes sociales.
"La primera vez que me dice maricón le pregunto ¿qué has dicho?, para que al menos se diese cuenta de lo que había hecho, pero lejos de disculparse, me señala. Me encaro con él y un compañero me saca de la piscina", relata Álex el incidente "Si mi reacción no hubiera sido ésta el partido hubiera seguido su curso normal y todo habría quedado allí", asegura.
El autor de los insultos se disculpó al término del partido. "Me dijo que perdonara si me había sentado mal. Pero si yo no reacciono así, no se disculpa, y va a llegar otro partido y lo va a volver a hacer. Creo que lo hizo para que el asunto no fuera a más", opina Álex, formado como jugador en el CN Catalunya, y que se declara bisexual. "Es indiferente que él conociera o no mi orientación sexual, porque utiliza la palabra maricón como insulto, y sigue siendo una agresión homófoba, aunque yo fuera heterosexual. Sabía que en algún momento esto iba a llegar. Ya hace un tiempo que no dejo pasar estos insultos, porque si lo hago me vuelvo cómplice de lo que está sucediendo", sostiene.
La mayoría de los jugadores del partido entre el Horta y el Molins de Rei no se dieron cuenta de lo sucedido. Sólo alguno escuchó el insulto y salió en en defensa de Álex. Al termino del partido lo comentó entre el resto del equipo. "Todos me han dado su apoyo, el club, el presidente, el entrenador", agradece el jugador.
Contrasta con la inhibición de los árbitros y de los oficiales de la mesa, que se desentendieron del incidente con la excusa de que no habían oído el insulto. Incluso le advirtieron con expulsarlo si insistía en su denuncia. Como consecuencia de ello, la Federación Española emplazó al Comité de Competición a que actúe de oficio en este caso, como sucedió con el de Víctor Gutiérrez, un precedente que nadie en el waterpolo nacional desconoce. "Ellos saben lo que pasó con Víctor, y a los dos nos dicen que no se puede reflejar en el acta. Me parece muy grave que vuelva a suceder lo mismo. Yo me sentí solo", se lamenta el jugador.
La denuncia pública de Álex de lo que le sucedió recibió el apoyo de unos, por su valentía, y fue criticada por otros, bajo el axioma de que lo que ocurre en el terreno de juego no debe trascender de ahí. "Todos tenemos calentones en un partido que vamos a 200 pulsaciones", asume el jugador, "pero estos insultos que afectan a un colectivo vulnerable no se pueden tolerar, hay que erradicarlo. Los que los usan tienen que ver la gravedad del asunto y hacer un ejercicio de empatía con la gente que lo sufre."
Si el expediente informativo que deberá abrir el Comité de Competición de la RFEN confirma el relato de los hechos realizado por Royo, es probable que su rival sea sancionado, quizá en menor medida que con los cuatro partidos y la multa económica que recayó sobre Ubovic, dado que en este caso ha habido disculpa. Pero Álex cree que las manifestaciones de homofobia en el deporte no se erradicarán exclusivamente a base de sanciones disciplinarias.
"Esto va mucho mas allá del deporte. Estudio Magisterio y estos comportamientos machistas, homófobos o racistas se deben reeducar en la escuela, trabajar los valores de igualdad, porque luego llegas una edad que ya es tarde. Dentro del iceberg de las agresiones, llamar maricón a alguien sólo es la punta", advierte. "Yo también tenía pensamientos homófobos, porque soy bisexual, y durante años lo he intentado esconder; pensaba que era algo malo. Hasta hace uno o dos años no lo he podido hablar con María, mi pareja. Luego ya me he abierto a todo el mundo, aunque me ha costado mucho", reconoce.
Lo sucedido el pasado sábado era la primera vez que le ocurría a él en un encuentro. El próximo lo disputará el Molins de Rei este sábado en el Centro Mundial 86 de Madrid, ante La Latina, y Álex cree que "mucha gente tendrá los ojos puestos en mi", pero se siente respaldado por el apoyo recibido de sus compañeros, familia y pareja. "No sé cómo afrontaré el próximo partido, pero estoy bastante orgulloso de haberlo denunciado, porque he puesto voz a mucha gente que no ha dado ese paso. Animo a todos que lo cuenten porque es la forma de erradicar poco a poco la homofobia en el deporte".
El pasado sábado otro waterpolista, Alex Royo, un joven de 19 años, jugador del Molins de Rei de Primera División, volvió a denunciar este tipo de comportamientos en pleno partido. "Maricón", le espetó el jugador del Horta Roger Brias. Royo se lo afeó y reclamó a los árbitros y a los oficiales de la mesa de cronometraje que interviniesen, sin resultado. Eso le llevó a difundir su versión horas después en las redes sociales.
"La primera vez que me dice maricón le pregunto ¿qué has dicho?, para que al menos se diese cuenta de lo que había hecho, pero lejos de disculparse, me señala. Me encaro con él y un compañero me saca de la piscina", relata Álex el incidente "Si mi reacción no hubiera sido ésta el partido hubiera seguido su curso normal y todo habría quedado allí", asegura.
El autor de los insultos se disculpó al término del partido. "Me dijo que perdonara si me había sentado mal. Pero si yo no reacciono así, no se disculpa, y va a llegar otro partido y lo va a volver a hacer. Creo que lo hizo para que el asunto no fuera a más", opina Álex, formado como jugador en el CN Catalunya, y que se declara bisexual. "Es indiferente que él conociera o no mi orientación sexual, porque utiliza la palabra maricón como insulto, y sigue siendo una agresión homófoba, aunque yo fuera heterosexual. Sabía que en algún momento esto iba a llegar. Ya hace un tiempo que no dejo pasar estos insultos, porque si lo hago me vuelvo cómplice de lo que está sucediendo", sostiene.
La mayoría de los jugadores del partido entre el Horta y el Molins de Rei no se dieron cuenta de lo sucedido. Sólo alguno escuchó el insulto y salió en en defensa de Álex. Al termino del partido lo comentó entre el resto del equipo. "Todos me han dado su apoyo, el club, el presidente, el entrenador", agradece el jugador.
Contrasta con la inhibición de los árbitros y de los oficiales de la mesa, que se desentendieron del incidente con la excusa de que no habían oído el insulto. Incluso le advirtieron con expulsarlo si insistía en su denuncia. Como consecuencia de ello, la Federación Española emplazó al Comité de Competición a que actúe de oficio en este caso, como sucedió con el de Víctor Gutiérrez, un precedente que nadie en el waterpolo nacional desconoce. "Ellos saben lo que pasó con Víctor, y a los dos nos dicen que no se puede reflejar en el acta. Me parece muy grave que vuelva a suceder lo mismo. Yo me sentí solo", se lamenta el jugador.
La denuncia pública de Álex de lo que le sucedió recibió el apoyo de unos, por su valentía, y fue criticada por otros, bajo el axioma de que lo que ocurre en el terreno de juego no debe trascender de ahí. "Todos tenemos calentones en un partido que vamos a 200 pulsaciones", asume el jugador, "pero estos insultos que afectan a un colectivo vulnerable no se pueden tolerar, hay que erradicarlo. Los que los usan tienen que ver la gravedad del asunto y hacer un ejercicio de empatía con la gente que lo sufre."
Si el expediente informativo que deberá abrir el Comité de Competición de la RFEN confirma el relato de los hechos realizado por Royo, es probable que su rival sea sancionado, quizá en menor medida que con los cuatro partidos y la multa económica que recayó sobre Ubovic, dado que en este caso ha habido disculpa. Pero Álex cree que las manifestaciones de homofobia en el deporte no se erradicarán exclusivamente a base de sanciones disciplinarias.
"Esto va mucho mas allá del deporte. Estudio Magisterio y estos comportamientos machistas, homófobos o racistas se deben reeducar en la escuela, trabajar los valores de igualdad, porque luego llegas una edad que ya es tarde. Dentro del iceberg de las agresiones, llamar maricón a alguien sólo es la punta", advierte. "Yo también tenía pensamientos homófobos, porque soy bisexual, y durante años lo he intentado esconder; pensaba que era algo malo. Hasta hace uno o dos años no lo he podido hablar con María, mi pareja. Luego ya me he abierto a todo el mundo, aunque me ha costado mucho", reconoce.
Lo sucedido el pasado sábado era la primera vez que le ocurría a él en un encuentro. El próximo lo disputará el Molins de Rei este sábado en el Centro Mundial 86 de Madrid, ante La Latina, y Álex cree que "mucha gente tendrá los ojos puestos en mi", pero se siente respaldado por el apoyo recibido de sus compañeros, familia y pareja. "No sé cómo afrontaré el próximo partido, pero estoy bastante orgulloso de haberlo denunciado, porque he puesto voz a mucha gente que no ha dado ese paso. Animo a todos que lo cuenten porque es la forma de erradicar poco a poco la homofobia en el deporte".
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