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| La Voz de Galicia / Concentración en Lugo contra la transfobia // |
Más de un centenar de personas protestan frente a los juzgados de Lugo contra la presunta agresión a una joven transexual.
En la concentración, convocada por varias asociaciones LGTBI, se oyeron consignas contra la violencia de género y a favor de la protección de las personas transexuales.
La Voz de Galicia, 2021-11-05
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/lugo/lugo/2021/11/05/centenar-personas-rechazan-presunta-agresion-joven-transexual-lugo/00031636142796545805844.htm
Más de un centenar de personas mostraron este viernes su repulsa tras la presunta agresión sufrida por una mujer transexual, que fue arrojada desde la Muralla de Lugo en la madrugada del pasado domingo por un hombre con antecedentes previos, aunque la investigación sigue abierta.
En la protesta, convocada por colectivos como la Asociación de Familias de Menores Transexuales (Arelas) y la Asociación por la Libertad Afectivo-Sexual (Alas), Avante y Amizando, se leyó un manifiesto a través del que se alertó de un «aumento de la violencia LGTBIfóbica», y mostraron su repulsa a la «violencia» sufrida por la joven de 23 años, a la que trasladaron su fuerza y cariño. Ella continúa en la uci, mejorando paulatinamente.
En el acto, al que acudieron representantes del PP, del PSOE, del BNG y Esquerda Unida, tomaron la palabra la activista Xacia Ceive y la presidenta de Arelas, Cristina Palacios, quien, entre otras reclamaciones, instó al Ayuntamiento de Lugo a crear un protocolo municipal de ayuda al colectivo.
Además, en el acto se denunció la «pasividad» de las instituciones y de parte de la ciudadanía ante este tipo de agresiones, y se pidió apoyo al colectivo en un contexto de «aumento de los discursos de odio hacia el colectivo LGTBI».
El hombre acusado de tirar a una joven desde la Muralla de Lugo el pasado domingo ya fue objeto de una investigación policial relacionada con la compra de una niña rumana para que fuese su esposa. Ocurrió en el año 2014, y la Policía Autonómica de Lugo rescató a la menor, de 12 años por aquel entonces, tras haber estado supuestamente retenida en una vivienda de la calle Yáñez Rebolo durante un mes. El chico fue acusado inicialmente de un delito de abusos sexuales, ya que la Fiscalía consideraba que las relaciones que habían mantenido no eran consentidas. Pero finalmente, aunque el juzgado consideró probado que la familia del joven había pactado la boda con la niña por 2.500 euros con una familia de Córdoba, y que los dos menores vivían juntos, no llegó a ser juzgado por los presuntos abusos sexuales.
En la protesta, convocada por colectivos como la Asociación de Familias de Menores Transexuales (Arelas) y la Asociación por la Libertad Afectivo-Sexual (Alas), Avante y Amizando, se leyó un manifiesto a través del que se alertó de un «aumento de la violencia LGTBIfóbica», y mostraron su repulsa a la «violencia» sufrida por la joven de 23 años, a la que trasladaron su fuerza y cariño. Ella continúa en la uci, mejorando paulatinamente.
En el acto, al que acudieron representantes del PP, del PSOE, del BNG y Esquerda Unida, tomaron la palabra la activista Xacia Ceive y la presidenta de Arelas, Cristina Palacios, quien, entre otras reclamaciones, instó al Ayuntamiento de Lugo a crear un protocolo municipal de ayuda al colectivo.
Además, en el acto se denunció la «pasividad» de las instituciones y de parte de la ciudadanía ante este tipo de agresiones, y se pidió apoyo al colectivo en un contexto de «aumento de los discursos de odio hacia el colectivo LGTBI».
El hombre acusado de tirar a una joven desde la Muralla de Lugo el pasado domingo ya fue objeto de una investigación policial relacionada con la compra de una niña rumana para que fuese su esposa. Ocurrió en el año 2014, y la Policía Autonómica de Lugo rescató a la menor, de 12 años por aquel entonces, tras haber estado supuestamente retenida en una vivienda de la calle Yáñez Rebolo durante un mes. El chico fue acusado inicialmente de un delito de abusos sexuales, ya que la Fiscalía consideraba que las relaciones que habían mantenido no eran consentidas. Pero finalmente, aunque el juzgado consideró probado que la familia del joven había pactado la boda con la niña por 2.500 euros con una familia de Córdoba, y que los dos menores vivían juntos, no llegó a ser juzgado por los presuntos abusos sexuales.
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