El Plural / Dos agentes ajenos a la noticia // |
"Prefiero tener un hijo muerto o drogadicto": Prisión para cuatro guardias civiles por acoso hómofobo.
Hostigaron a otro compañero desde 2010 y hasta que se apartó del servicio: "Arriba España. Muerte a los maricones".
Rubén Rozas | El Plural, 2021-11-08
https://www.elplural.com/sociedad/condenados-prision-cuatro-guardias-civiles-por-insultos-homofobos-companero_278224102
Cuatro guardias civiles destinados en Noia (A Coruña) han sido condenados por propiciar insultos homófobos a otro agente. Entre las manifestaciones por parte de los miembros de seguridad que recoge la sentencia se encuentran algunas como "Muerte a los maricones", "Prefiero tener un hijo muerto o drogadicto que maricón", "Los maricones no deberían de estar en la Guardia Civil" o "Arriba España".
La condena consta de diez meses de prisión y diez mil euros de indemnización por los daños tanto psicológicos como morales provocados en la víctima. El tribunal expone que los cuatro agentes actuaron de manera “concurrente, conjunta y persistente”.
El hostigamiento comenzó en 2010 y duró hasta el momento en que el perjudicado dejó el cuerpo. Según recoge eldiario.es, el agente, cuya identidad se preserva, llegó a acudió al centro de salud con “por una crisis de ansiedad”, para ser derivado después al a la Unidad de Psiquiatría del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago por el incidente con un compañero. Desde aquel momento -en 2014- el guardia civil se encuentra de baja con un trastorno mental severo.
Los hechos se remontan, incluso antes de su llegada al cuerpo, cuando se empezaron a difundir rumores de que iba a llegar al cuartel “un maricón” y le etiquetaron como “perla”, “prima” o “la mujer del puesto”. Solo por su condición sexual se le empezó también a tachar de “vago” e “incompetente”. Todo esto lo recoge la sentencia de un fallo que aún no es firme y que ha sido recurrido al Tribunal Supremo.
Los insultos no se dieron solo en el cuartel
Los insultos y menosprecios de los agentes hacia su compañero no solo tuvieron lugar en el cuartel, también a lo largo de la localidad gallega. Algunos conocidos de los condenados llegaron también a burlarse de la víctima "llamándolo 'maricón’ y diciéndole que les habían dicho que si lo engatusaba les dejaría salir para fumar". Otro día, el agente increpado entró en un bar con uno de los condenados y el camarero le dijo, según la sentencia: “Si ese era el Guardia Civil homosexual" y que "si se lo quería follar", le "arreglasen una cita" con él.
Pasividad de su superior
La condena se detiene también en el papel de los superiores de la víctima, en este caso del sargento, a quien el agente hostigado se habría dirigido en varias ocasiones para contarle lo que le estaba pasando, ante la pasividad de este.
Además de decirle que “no hiciera caso”, su superior llegó a decir que la baja médica presentada por la víctima “no estaba justificada”. Estos comentarios se deberían a que el sargento “estaba siendo influenciado” por los guardias civiles.
Aunque el testimonio del sargento niega haber oído insultos o percibido conductas despectivas por parte de los agentes, el tribunal ha acordado remitir el presunto comportamiento de este a “la autoridad con potestad disciplinaria”, ya que podría tratarse de una falta “grave o muy grave”, ya que en situaciones de este tipo, el superior siempre está obligado a actuar.
La condena consta de diez meses de prisión y diez mil euros de indemnización por los daños tanto psicológicos como morales provocados en la víctima. El tribunal expone que los cuatro agentes actuaron de manera “concurrente, conjunta y persistente”.
El hostigamiento comenzó en 2010 y duró hasta el momento en que el perjudicado dejó el cuerpo. Según recoge eldiario.es, el agente, cuya identidad se preserva, llegó a acudió al centro de salud con “por una crisis de ansiedad”, para ser derivado después al a la Unidad de Psiquiatría del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago por el incidente con un compañero. Desde aquel momento -en 2014- el guardia civil se encuentra de baja con un trastorno mental severo.
Los hechos se remontan, incluso antes de su llegada al cuerpo, cuando se empezaron a difundir rumores de que iba a llegar al cuartel “un maricón” y le etiquetaron como “perla”, “prima” o “la mujer del puesto”. Solo por su condición sexual se le empezó también a tachar de “vago” e “incompetente”. Todo esto lo recoge la sentencia de un fallo que aún no es firme y que ha sido recurrido al Tribunal Supremo.
Los insultos no se dieron solo en el cuartel
Los insultos y menosprecios de los agentes hacia su compañero no solo tuvieron lugar en el cuartel, también a lo largo de la localidad gallega. Algunos conocidos de los condenados llegaron también a burlarse de la víctima "llamándolo 'maricón’ y diciéndole que les habían dicho que si lo engatusaba les dejaría salir para fumar". Otro día, el agente increpado entró en un bar con uno de los condenados y el camarero le dijo, según la sentencia: “Si ese era el Guardia Civil homosexual" y que "si se lo quería follar", le "arreglasen una cita" con él.
Pasividad de su superior
La condena se detiene también en el papel de los superiores de la víctima, en este caso del sargento, a quien el agente hostigado se habría dirigido en varias ocasiones para contarle lo que le estaba pasando, ante la pasividad de este.
Además de decirle que “no hiciera caso”, su superior llegó a decir que la baja médica presentada por la víctima “no estaba justificada”. Estos comentarios se deberían a que el sargento “estaba siendo influenciado” por los guardias civiles.
Aunque el testimonio del sargento niega haber oído insultos o percibido conductas despectivas por parte de los agentes, el tribunal ha acordado remitir el presunto comportamiento de este a “la autoridad con potestad disciplinaria”, ya que podría tratarse de una falta “grave o muy grave”, ya que en situaciones de este tipo, el superior siempre está obligado a actuar.
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