jueves, 9 de noviembre de 2017

#hemeroteca #testimonios #violencia | Paco García: “Me siento realizado por haber puesto mi granito de arena para lograr la paz en Euskadi”

Imagen: Noticias de Gipuzkoa / Paco García
Paco García · Exsecretario del PSE-EE de Arrasate: “Me siento realizado por haber puesto mi granito de arena para lograr la paz en Euskadi”.
Paco García ha sido durante tres décadas la cara del PSE-EE en Arrasate. Hace unos días que se despidió de la andadura política que emprendió en 1987.
Anabel Dominguez | Noticias de Gipuzkoa, 2017-11-09
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2017/11/09/vecinos/debagoiena/me-siento-realizado-por-haber-puesto-mi-granito-de-arena-para-lograr-la-paz-en-euskadi

Nacido en el municipio cordobés de Montilla, Paco García llegó a Arrasate con 15 años. A los 34 decidió dar el salto a la política, “una de mis pasiones”, asegura, a la que le ha dedicado media vida: como concejal, juntero (seis años) y parlamentario (con Patxi López de lehendakari), además de dirigir el partido en la villa cerrajera y ser miembro de su Ejecutiva de Gipuzkoa. De todo este tiempo numerosos instantes permanecen imborrables en su memoria, muchos de los cuales desgrana en esta entrevista. Ahora, a sus 64 años, ‘cuelga las botas’ para “disfrutar de la vida”.

-¿Cómo desembarcó en la política?
-Para empezar tengo que decir que vengo de una familia tradicional socialista. A raíz del asesinato de Enrique Casas (senador socialista a quien los Comandos Autónomos Anticapitalistas -CAA- le arrebataron la vida el 23 de febrero de 1984) tomé la determinación de participar activamente en política para que hubiese paz en Euskadi, para que mis hijos y mis nietos conocieran un pueblo en libertad, paz y convivencia. Ese fue mi motivo, y hoy después de más de 30 años puedo decir que se ha cumplido. Entonces también dije que me retiraría cuando se alcanzara aquello por lo que yo empecé en este mundo. Ha llegado el momento de apartarme de la vida pública, aunque seguiré colaborando con el partido. Lo dejo satisfecho; me siento realizado y orgulloso de haber puesto mi granito de arena para conseguir la paz en Euskadi.

-Su hijo Óscar le sustituyó a comienzos de la legislatura en el Ayuntamiento como portavoz del PSE-EE, y ahora le coge el testigo en la secretaria municipal del partido. Supongo que será un motivo de orgullo.
-Lo es. Sin embargo, tengo que recalcar que cada uno se ha ganado el puesto que ocupa. La elección de Óscar ha estado apoyada por los compañeros y, además, a pesar de su juventud es un viejo militante del PSE-EE; con 15 años comenzó en la política y a los 19 fue edil en Eskoriatza. Nadie le ha regalado nada. Dejo el partido, por tanto, en una persona curtida, mejor preparada que yo y con otra idea de hacer política.

-Ha sido hasta la fecha el corporativo que más años consecutivos ha estado en el Consistorio, 28 nada menos. ¿Cómo recuerda los inicios en la vida municipal? ¿Cómo era el Arrasate de aquellos años?
-Era un pueblo bastante distinto a lo que es hoy, tanto urbanísticamente como en el plano personal. Había mucha tensión entre los grupos políticos y la propia ciudadanía; en aquellos años todavía nos llamaban maquetos. Recuerdo que un concejal de la izquierda abertzale en un Pleno se atrevió a decirme que me fuera porque yo no era vasco. Para cuando ese chaval nació yo ya estaba ayudando a construir este pueblo.

-Ha vivido momentos duros...
-Muy duros. De amenazas, de asesinatos… Sin olvidar a nadie, me vienen a la cabeza dos personas, mi compañero Isaías Carrasco al que vi desangrarse en la calle, y Froilán Elespe (concejal socialista que ETA asesinó en 2001), que era una persona entrañable y me ayudó en momentos difíciles cuando me quedé viudo. Eran años en los que mi partido perdió el contacto con la sociedad, pero no porque no lo hiciéramos bien o no quisiésemos, sino porque ese era el objetivo de ETA y el mundo radical. Íbamos por la calle escoltados y nadie se acercaba a nosotros por miedo, incluso cuando conversaba con alguien había gente que pasaba por nuestro lado y les amenazaba por hablar conmigo. Afortunadamente los tiempos han cambiado, recuperamos el contacto con la sociedad y llegó la hora de hacer política con mayúsculas.

-Del lado positivo, ¿qué destacaría?
-Ha habido muchas cosas. El nuevo hospital comarcal, por ejemplo, fue una iniciativa del grupo socialista, una de nuestras constantes reivindicaciones, pero no la única. Y, por otro lado, la vida del pueblo cambió un poco tras la liberación de Ortega Lara, aquel secuestro tan cruel, cuando participamos en la moción de censura a Xabier Zubizarreta (HB). Durante un año y medio estuvimos en un Gobierno distinto -en los años de García como edil fue la única vez que el PSE estuvo en el Ejecutivo local-, que rompió con la marginación y, en parte, con el monopolio que existía hasta entonces.

-Regresemos al presente. Desde fuera ¿cómo ve al Ayuntamiento?
-Es un Consistorio más democrático, con un equipo de Gobierno que está trabajando mucho y bien; no lo digo porque el PSE-EE sea miembro del mismo (junto al PNV), sino porque se palpa en el pueblo. Arrasate es un municipio menos radical, el Gobierno está trabajando por integrar a todos los ciudadanos sin marginación. Se han adoptado, a su vez, medidas que tienen reflejo en los presupuestos, como el ascensor de Makatzena o la ordenanza de la limpieza viaria, aunque aún no se cumple al 100%.

-¿Y al partido en Arrasate?
-Goza de buena salud, a pesar de haber perdido un edil en esta legislatura con respecto a la anterior, estamos en el Gobierno. El PSOE ha atravesado momentos muy complicados a nivel nacional y eso tiene su reflejo en la política municipal. Si le añadimos la fuga de votos, que confío en que muchos van a recuperarse, a formaciones como Podemos, y ¿por qué no decirlo?, a algunos errores que el PSOE cometió en el Gobierno, hay que reconocer que nos ha pasado factura.

-¿Qué le ha dado la política?
-Aunque es poco agradecida con quienes la ejercemos, me ha dado satisfacciones, el haber conseguido objetivos para el bien de los ciudadanos y, sobre todo, me ha ayudado a crecer a nivel personal. También disgustos. Una de las cosas que más me duele de mi vida política es no haberle podido dedicar a mis hijos más tiempo. Los años que yo viví, escoltado y amenazado, no me permitieron salir en libertad con mis hijos y familia por miedo a que les ocurriera algo. Muchos veces les he perdido perdón por ello.

-¿A qué se va a dedicar ahora?
- (Se ríe). A disfrutar de la vida, de lo que me robaron durante muchos años. Pasear, echar partidas con los amigos, viajar... Intentar ser feliz.

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