Imagen: El Comercio |
Los alumnos podrán usar su nuevo nombre en cualquier documento interno, aunque no esté en el DNI, y se podrá marcar ‘otro sexo’ en la matrícula.
E. Rodríguez | El Comercio, 2017-11-08
http://www.elcomercio.es/asturias/universidad/banos-unisex-estudiantes-20171108221452-nt.html
El rector, Santiago García Granda, lo había prometido en su programa electoral. En el epígrafe dedicado a los estudiantes hablaba de que quería consensuar estrategias para que «a corto, medio y largo plazo» se plasmaran en planes institucionales que promovieran «la igualdad, la no discriminación por razón de género, orientación/identidad sexual, religión o etnia». Entonces, en abril de 2016, se comprometía a «dar respuesta específica a todos los colectivos» y apuntaba directamente a que, en el caso del colectivo transgénero, cambiaría «la señalización de los baños públicos, estableciendo un número razonable de ellos como mixtos» y facilitaría «el cambio de datos personales simplificando su solicitud y reflejándolo de forma inmediata en la documentación administrativa».
Un año y tres meses después de tomar posesión de su cargo, el equipo rectoral ha dado pasos en este sentido. Ya existen baños unisex. En concreto, siete. Están en las facultades de Humanidades (campus de El Milán), Psicología (zona centro) y Formación del Profesorado y Educación (Llamaquique). Son baños, sin urinarios masculinos, que se pueden usar independientemente del género al que uno pertenezca. El proyecto se puso en marcha esta primavera y, aprovechando el verano, se acometieron las obras. La Universidad de Oviedo –en cuyo edificio rectoral también hay este tipo de baños– es pionera en España en este sentido. «Es posible –dice la vicerrectora de Acción Transversal y Cooperación con la Empresa, Eugenia Suárez– que exista algún centro aislado en el que funcionen, pero no en el marco de una política universitaria que busca la inclusión, la aceptación de la diversidad y la integración. Queremos que todos estén cómodos y nadie se encuentre en una situación desagradable, sea víctima de potencial acoso ni su condición sexual le marque».
El equipo rectoral cumple, así, con un compromiso, que, según la vicerrectora, se reforzó tras la reunión con el Observatorio para la Diversidad Sexual Disex. «Si lo utilizamos en estancias privadas o en un avión, ¿por qué no en la Universidad?».
La acogida, sostiene, «ha sido buena» y así lo confirma el decano de Humanidades, José Antonio Gómez. «Desde finales de septiembre, contamos con dos: uno en el edificio departamental y otro en el aulario A. Y la reacción del alumnado y del profesorado ha sido buena». La elección de estas tres facultades responde, en principio, a que «hay una mayor concienciación sobre las cuestiones de género». Además de los grupos de investigación en la materia, en Humanidades se imparte el máster de Género y Diversidad y el Erasmus Mundus de las Mujeres y de Género. También a que, «según cifras de la institución, hay mayor presencia de estudiantes con reasignación de sexo», afirma el decano. El plan –en el que se mantendrán los baños de hombres y mujeres también– se irá ampliando a otros centros para que al acabar el actual mandato esté en todos ellos.
Solicitud y una entrevista
No es la única medida. Está previsto que hoy se publique en la página web de la Universidad el protocolo que permitirá que los estudiantes que hayan cambiado de sexo o estén en trámites de hacerlo y aquellos que simplemente no se sientan identificados con su género puedan utilizar su nuevo nombre, aunque no figure en el DNI, y así aparezca «cuando se pasa lista en clase, en el campus virtual, en el correo electrónico o en cualquier documento interno», especifica Eugenia Suárez. «Todos los años tenemos algún caso. Uno, dos... Y siempre, ante las dificultades que podían surgir, se trató con mucho mimo y cuidado. Pero no había un procedimiento. Ahora sí. El alumno podrá solicitar el cambio, habrá una entrevista con la Unidad de Igualdad y se activará el protocolo».
El tercer paso es que, a la hora de matricularse, los alumnos transgénero tengan la opción de marcar la casilla ‘otro sexo’ y el formulario no se ciña únicamente a hombre y mujer. También, de este modo, tendrán la opción de marcar el sexo sentido.
Un año y tres meses después de tomar posesión de su cargo, el equipo rectoral ha dado pasos en este sentido. Ya existen baños unisex. En concreto, siete. Están en las facultades de Humanidades (campus de El Milán), Psicología (zona centro) y Formación del Profesorado y Educación (Llamaquique). Son baños, sin urinarios masculinos, que se pueden usar independientemente del género al que uno pertenezca. El proyecto se puso en marcha esta primavera y, aprovechando el verano, se acometieron las obras. La Universidad de Oviedo –en cuyo edificio rectoral también hay este tipo de baños– es pionera en España en este sentido. «Es posible –dice la vicerrectora de Acción Transversal y Cooperación con la Empresa, Eugenia Suárez– que exista algún centro aislado en el que funcionen, pero no en el marco de una política universitaria que busca la inclusión, la aceptación de la diversidad y la integración. Queremos que todos estén cómodos y nadie se encuentre en una situación desagradable, sea víctima de potencial acoso ni su condición sexual le marque».
El equipo rectoral cumple, así, con un compromiso, que, según la vicerrectora, se reforzó tras la reunión con el Observatorio para la Diversidad Sexual Disex. «Si lo utilizamos en estancias privadas o en un avión, ¿por qué no en la Universidad?».
La acogida, sostiene, «ha sido buena» y así lo confirma el decano de Humanidades, José Antonio Gómez. «Desde finales de septiembre, contamos con dos: uno en el edificio departamental y otro en el aulario A. Y la reacción del alumnado y del profesorado ha sido buena». La elección de estas tres facultades responde, en principio, a que «hay una mayor concienciación sobre las cuestiones de género». Además de los grupos de investigación en la materia, en Humanidades se imparte el máster de Género y Diversidad y el Erasmus Mundus de las Mujeres y de Género. También a que, «según cifras de la institución, hay mayor presencia de estudiantes con reasignación de sexo», afirma el decano. El plan –en el que se mantendrán los baños de hombres y mujeres también– se irá ampliando a otros centros para que al acabar el actual mandato esté en todos ellos.
Solicitud y una entrevista
No es la única medida. Está previsto que hoy se publique en la página web de la Universidad el protocolo que permitirá que los estudiantes que hayan cambiado de sexo o estén en trámites de hacerlo y aquellos que simplemente no se sientan identificados con su género puedan utilizar su nuevo nombre, aunque no figure en el DNI, y así aparezca «cuando se pasa lista en clase, en el campus virtual, en el correo electrónico o en cualquier documento interno», especifica Eugenia Suárez. «Todos los años tenemos algún caso. Uno, dos... Y siempre, ante las dificultades que podían surgir, se trató con mucho mimo y cuidado. Pero no había un procedimiento. Ahora sí. El alumno podrá solicitar el cambio, habrá una entrevista con la Unidad de Igualdad y se activará el protocolo».
El tercer paso es que, a la hora de matricularse, los alumnos transgénero tengan la opción de marcar la casilla ‘otro sexo’ y el formulario no se ciña únicamente a hombre y mujer. También, de este modo, tendrán la opción de marcar el sexo sentido.
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