El Salto / Casco Viejo de Bilbao // |
La Ertzaintza busca a un asesino en serie ante el silencio institucional y la estigmatización del colectivo LGTBIQ+.
“Con mucha distancia, comparo lo que está pasando en Bilbao con la primera reacción al sida. El silencio institucional y la estigmatización de la comunidad LGTBIQ es verdaderamente grave”, advierte el sociólogo Eneko Ander Romero.
Gessamí Forner | El Salto, 2022-05-05
https://www.elsaltodiario.com/bilbao/ertzaintza-busca-asesino-en-serie-silencio-institucional-estigmatizacion-colectivo-lgtbiq
“Son gays, son promiscuos, se lo merecían” parece ser el nuevo paradigma de “la violaron porque llevaba minifalda”. Los juzgados de Bilbao han judicializado cuatro fallecimientos de hombres homosexuales en un caso que está bajo secreto sumario, indica la Ertzaintza, y que podría ser el más grave de asesinatos en serie ocurrido en el País Vasco. Además de esas cuatro muertes, la Policía Autonómica Vasca investiga otras cuatro víctimas, señala el diario El Correo. Un total de ocho hombres muertos, además de un noveno que sobrevivió al ataque. A los fallecidos les habrían vaciado las cuentas bancarias tras su muerte. A pesar de todo esto, nada pasa en la ciudad, ni nada se escucha tampoco desde el Gobierno vasco.
“No podemos alarmar a la sociedad sin tener datos adecuados, esperamos a ver cómo se desarrolla la investigación”, afirmó hace tres días el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburtu, tras sugerir que la ciudad vive una “calma tensa”.
El politólogo, profesor de sociología de la Universidad del País Vasco, miembro de la comunidad LGTBIQ+ y vecino de Bilbao, Eneko Ander Romero, compara estos asesinatos con el homicidio de una pareja de ancianos en el barrio de Otxarkoaga a la que entraron a robar en su casa en 2018 y con el hurto y homicidio de Ibon Urrengetxea, exjugador de la Sociedad Deportiva Amorebieta y padre de un niño, ocurrido cerca del Teatro Arriaga en 2019. Las tres víctimas fueron asesinadas por sus respectivos ladrones, en homicidios poco previstos. “Todos los partidos políticos se pusieron de acuerdo y acordaron un Pacto de Seguridad. Con este asesino en serie no hay nada”, alerta Romero, “nada de nada”, insiste.
El sociólogo relaciona esta actitud política con el “slut shaming” (‘tildar de guarra’, en su traducción al castellano, expresión inglesa usada para culpabilizar a las víctimas de la agresión sufrida): “Como habían quedado para follar con una app de citas, la culpa también es suya, porque a quién se le ocurre meter a casa a un desconocido”, explica en referencia a este concepto, “como si los heteros no usaran apps”, añade con ironía y aflicción. “Ya hay gente que está evitando quedar. La calma tensa de la que habla el alcalde no es para él, sino para nosotros”, advierte.
“Con mucha distancia, comparo lo que está pasando en Bilbao con la primera reacción al sida —son unos promiscuos, se acuestan con cualquiera y luego pasa lo que pasa—. La sensación es la misma. El silencio institucional y la estigmatización de la comunidad LGTBIQ es verdaderamente grave”, concluye Romero.
La Ertzaintza busca a un joven de entre 20 y 30 años y, según las informaciones publicadas por Ainhoa de las Heras, ha solicitado la cooperación de cuerpos policiales del Estado, tanto para determinar su paradero como para hallar otras víctimas, ya que el sospechoso podría haberse movido por Madrid y la zona del Mediterráneo. Un hombre de 25 años se entregó en la tarde del 5 de mayo en la comisaría de la Ertzaintza de Irun, después de que circulara su foto en las redes sociales y negando su implicación en las muertes. Tiene antecedentes, entre ellos, de estafa con tarjeta de crédito.
En una entrevista publicada el miércoles por El País, la jefa del Servicio de Química del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), Begoña Bravo, trataba de minimizar los casos de agresiones sexuales con sumisión química y para ello aducía que de los 292 casos registrados en los últimos siete años en el hospital Clínico San Carlos de Madrid, solo uno dio positivo en escapolamina, droga más conocida como burundanga. “La única intoxicación comprobada fue la de un hombre de 34 años que había quedado con un veinteañero al que acababa de conocer en una aplicación de citas, un día de enero de 2020”, dice la noticia, añade que el hombre denunció un robo. No relaciona ambos casos.
Pero el modus operandi parece similar, aunque en los casos de Bilbao en vez de escapolamina se usó éxtasis líquido o GHB/GBL. El éxtasis es una droga de acceso más fácil, habitual en entornos de ‘chemsex’ y cuya dosificación puede sobrepasarse con mucha facilidad, conduciendo a la inconsciencia.
Los asesinatos habían pasado todos desapercibidos al concluir las autopsias que las muertes eran súbitas —paros cardíacos—, dada la ausencia de marcas de agresiones en los cadáveres. El Correo apunta a la asfixia de los cuerpos inconscientes como causa de la muerte, tras la revisión forense de las autopsias.
“Hay muy poco margen de seguridad con el éxtasis líquido”, explica a El Salto Luis Villegas, gerente de la entidad StopSida y coordinador del grupo de apoyo de ‘chemsex’, donde tratan de minimizar los riesgos de esta práctica y dar apoyo a quien lo solicite. “Con el GHB es muy fácil pasarse de dosis y quedar inconsciente, algo que sucede a veces de forma accidental en contextos de sexo consensuado, en el que tú mismo te administras la dosis, los demás lo saben y te cuidan si te da un chungo”, palabra con la que se conoce cuando te quedas inconsciente o se produce una alteración conductual —desorientación, letargo, dar golpes, chillar—.
El GHB se diluye en las bebidas. Se desconoce si las víctimas lo tomaron voluntariamente o fueron drogadas para someterlas químicamente. Villegas, como Romero, teme que se estigmatice a la comunidad gay por usar apps para ligar o tomar sustancias de modo recreativo.
El asesino del Casco Viejo de Bilbao habría cometido tres o incluso cuatro asesinatos el pasado año. La última víctima habría fallecido el 18 de octubre. Su autopsia también concluyó muerte súbita, pero la familia advirtió a la Ertzaintza que alguien le había saqueado las cuentas bancarias tras el deceso. Ante la denuncia, se volvió a examinar una de las muestras forenses guardadas y se halló éxtasis líquido. Se desconoce quién dio la alarma en las otras tres víctimas, si las familias cuando tuvieron acceso a las cuentas de sus seres queridos, si la unidad de crímenes de la Ertzaintza o el propio Instituto Médico Forense Legal. Tampoco se sabe qué determinará la investigación de otros cuatro fallecidos.
Lo que ha trascendido es que a mediados de diciembre de 2021, también en el Casco Viejo, el hombre más buscado del País Vasco tuvo una cita con un hombre con el que ya había quedado anteriormente. “La Ertzaintza cree que esta persona se negó a tomar la supuesta sustancia paralizante que les daba a sus citas”, remarca El Correo, ante lo cual el sospechoso trató de estrangularle. En el forcejeo, que llegó a oídos de los vecinos, el presunto asesino tuvo que huir de la casa de su cita, abandonando una mochila con sus pertenencias, entre las cuales se encontraba éxtasis líquido y documentos. La víctima interpuso una denuncia y el titular del juzgado instructor de Bilbao dictó una orden de búsqueda y detención por un delito de lesiones contra el sospechoso, que se encuentra en lugar desconocido.
Agresión en Amorebieta
Por su parte, la Koordinadora del 28J del País Vasco ha convocado una concentración el 17 de mayo, día contra la LGTBfobia, así como un llamamiento a la autodefensa y organización. En un breve comunicado, la Koordinadora E28 resaltó que “los asesinatos que se han producido en Bilbao han llegado a los medios y han causado preocupación en nuestra comunidad, con la complicidad del silencio institucional”.
“Por ello, por la última agresión homófoba sucedida en Amorebieta, y por los ataques LGTBfobos que estamos sufriendo en los últimos meses, vemos más que necesario movilizarnos el 17 de mayo”, concluyen.
En Amorebieta, se registró en la madrugada del pasado domingo 1 de mayo una agresión homófoba. La víctima denunció ante la Ertzaintza que había sufrido heridas como consecuencia de una paliza que le propinó un joven por su condición sexual.
El lunes, el grupo feminista de Zornotza y el Ayuntamiento se unieron a la concentración de repulsa convocada en la plaza del Consistorio. Los responsables políticos mostraron “su más firme repulsa” ante la agresión en una declaración institucional aprobada por unanimidad, trasladando su apoyo y solidaridad a las personas agredidas y sus seres queridos. “La violencia que se ejerce contra el colectivo LGTBI+ supone un serio atentado contra su dignidad e integridad física y moral. En consecuencia, una grave e intolerable violación de los derechos humanos”, aseguraba el comunicado de un ayuntamiento que sí se ha puesto al lado de las víctimas.
“No podemos alarmar a la sociedad sin tener datos adecuados, esperamos a ver cómo se desarrolla la investigación”, afirmó hace tres días el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburtu, tras sugerir que la ciudad vive una “calma tensa”.
El politólogo, profesor de sociología de la Universidad del País Vasco, miembro de la comunidad LGTBIQ+ y vecino de Bilbao, Eneko Ander Romero, compara estos asesinatos con el homicidio de una pareja de ancianos en el barrio de Otxarkoaga a la que entraron a robar en su casa en 2018 y con el hurto y homicidio de Ibon Urrengetxea, exjugador de la Sociedad Deportiva Amorebieta y padre de un niño, ocurrido cerca del Teatro Arriaga en 2019. Las tres víctimas fueron asesinadas por sus respectivos ladrones, en homicidios poco previstos. “Todos los partidos políticos se pusieron de acuerdo y acordaron un Pacto de Seguridad. Con este asesino en serie no hay nada”, alerta Romero, “nada de nada”, insiste.
El sociólogo relaciona esta actitud política con el “slut shaming” (‘tildar de guarra’, en su traducción al castellano, expresión inglesa usada para culpabilizar a las víctimas de la agresión sufrida): “Como habían quedado para follar con una app de citas, la culpa también es suya, porque a quién se le ocurre meter a casa a un desconocido”, explica en referencia a este concepto, “como si los heteros no usaran apps”, añade con ironía y aflicción. “Ya hay gente que está evitando quedar. La calma tensa de la que habla el alcalde no es para él, sino para nosotros”, advierte.
“Con mucha distancia, comparo lo que está pasando en Bilbao con la primera reacción al sida —son unos promiscuos, se acuestan con cualquiera y luego pasa lo que pasa—. La sensación es la misma. El silencio institucional y la estigmatización de la comunidad LGTBIQ es verdaderamente grave”, concluye Romero.
La Ertzaintza busca a un joven de entre 20 y 30 años y, según las informaciones publicadas por Ainhoa de las Heras, ha solicitado la cooperación de cuerpos policiales del Estado, tanto para determinar su paradero como para hallar otras víctimas, ya que el sospechoso podría haberse movido por Madrid y la zona del Mediterráneo. Un hombre de 25 años se entregó en la tarde del 5 de mayo en la comisaría de la Ertzaintza de Irun, después de que circulara su foto en las redes sociales y negando su implicación en las muertes. Tiene antecedentes, entre ellos, de estafa con tarjeta de crédito.
En una entrevista publicada el miércoles por El País, la jefa del Servicio de Química del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), Begoña Bravo, trataba de minimizar los casos de agresiones sexuales con sumisión química y para ello aducía que de los 292 casos registrados en los últimos siete años en el hospital Clínico San Carlos de Madrid, solo uno dio positivo en escapolamina, droga más conocida como burundanga. “La única intoxicación comprobada fue la de un hombre de 34 años que había quedado con un veinteañero al que acababa de conocer en una aplicación de citas, un día de enero de 2020”, dice la noticia, añade que el hombre denunció un robo. No relaciona ambos casos.
Pero el modus operandi parece similar, aunque en los casos de Bilbao en vez de escapolamina se usó éxtasis líquido o GHB/GBL. El éxtasis es una droga de acceso más fácil, habitual en entornos de ‘chemsex’ y cuya dosificación puede sobrepasarse con mucha facilidad, conduciendo a la inconsciencia.
Los asesinatos habían pasado todos desapercibidos al concluir las autopsias que las muertes eran súbitas —paros cardíacos—, dada la ausencia de marcas de agresiones en los cadáveres. El Correo apunta a la asfixia de los cuerpos inconscientes como causa de la muerte, tras la revisión forense de las autopsias.
“Hay muy poco margen de seguridad con el éxtasis líquido”, explica a El Salto Luis Villegas, gerente de la entidad StopSida y coordinador del grupo de apoyo de ‘chemsex’, donde tratan de minimizar los riesgos de esta práctica y dar apoyo a quien lo solicite. “Con el GHB es muy fácil pasarse de dosis y quedar inconsciente, algo que sucede a veces de forma accidental en contextos de sexo consensuado, en el que tú mismo te administras la dosis, los demás lo saben y te cuidan si te da un chungo”, palabra con la que se conoce cuando te quedas inconsciente o se produce una alteración conductual —desorientación, letargo, dar golpes, chillar—.
El GHB se diluye en las bebidas. Se desconoce si las víctimas lo tomaron voluntariamente o fueron drogadas para someterlas químicamente. Villegas, como Romero, teme que se estigmatice a la comunidad gay por usar apps para ligar o tomar sustancias de modo recreativo.
El asesino del Casco Viejo de Bilbao habría cometido tres o incluso cuatro asesinatos el pasado año. La última víctima habría fallecido el 18 de octubre. Su autopsia también concluyó muerte súbita, pero la familia advirtió a la Ertzaintza que alguien le había saqueado las cuentas bancarias tras el deceso. Ante la denuncia, se volvió a examinar una de las muestras forenses guardadas y se halló éxtasis líquido. Se desconoce quién dio la alarma en las otras tres víctimas, si las familias cuando tuvieron acceso a las cuentas de sus seres queridos, si la unidad de crímenes de la Ertzaintza o el propio Instituto Médico Forense Legal. Tampoco se sabe qué determinará la investigación de otros cuatro fallecidos.
Lo que ha trascendido es que a mediados de diciembre de 2021, también en el Casco Viejo, el hombre más buscado del País Vasco tuvo una cita con un hombre con el que ya había quedado anteriormente. “La Ertzaintza cree que esta persona se negó a tomar la supuesta sustancia paralizante que les daba a sus citas”, remarca El Correo, ante lo cual el sospechoso trató de estrangularle. En el forcejeo, que llegó a oídos de los vecinos, el presunto asesino tuvo que huir de la casa de su cita, abandonando una mochila con sus pertenencias, entre las cuales se encontraba éxtasis líquido y documentos. La víctima interpuso una denuncia y el titular del juzgado instructor de Bilbao dictó una orden de búsqueda y detención por un delito de lesiones contra el sospechoso, que se encuentra en lugar desconocido.
Agresión en Amorebieta
Por su parte, la Koordinadora del 28J del País Vasco ha convocado una concentración el 17 de mayo, día contra la LGTBfobia, así como un llamamiento a la autodefensa y organización. En un breve comunicado, la Koordinadora E28 resaltó que “los asesinatos que se han producido en Bilbao han llegado a los medios y han causado preocupación en nuestra comunidad, con la complicidad del silencio institucional”.
“Por ello, por la última agresión homófoba sucedida en Amorebieta, y por los ataques LGTBfobos que estamos sufriendo en los últimos meses, vemos más que necesario movilizarnos el 17 de mayo”, concluyen.
En Amorebieta, se registró en la madrugada del pasado domingo 1 de mayo una agresión homófoba. La víctima denunció ante la Ertzaintza que había sufrido heridas como consecuencia de una paliza que le propinó un joven por su condición sexual.
El lunes, el grupo feminista de Zornotza y el Ayuntamiento se unieron a la concentración de repulsa convocada en la plaza del Consistorio. Los responsables políticos mostraron “su más firme repulsa” ante la agresión en una declaración institucional aprobada por unanimidad, trasladando su apoyo y solidaridad a las personas agredidas y sus seres queridos. “La violencia que se ejerce contra el colectivo LGTBI+ supone un serio atentado contra su dignidad e integridad física y moral. En consecuencia, una grave e intolerable violación de los derechos humanos”, aseguraba el comunicado de un ayuntamiento que sí se ha puesto al lado de las víctimas.
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