Imagen: El Color del Cine / Fotograma de 'Abouy Ray' |
El Color del Cine | 2015-09-13
http://elcolordelcine.com/opinion/about-ray-transexualidad-y-polemica-en-usa/
Dentro de unos días la cinta independiente ‘About Ray’ se estrenará de forma limitada en varios cines estadounidenses. Nadie la ha visto aún pero casi desde que se anunció el proyecto los llamamientos a su boicot por parte de varios miembros de la comunidad transexual han sido constantes.
La película cuenta la historia de un chico transexual llamado Ray —interpretado por Elle Fanning— que deberá volver a establecer contacto con su padre tras 16 años para obtener su permiso a la hora de iniciarse en el tratamiento hormonal.
En El Color del Cine hemos seguido muy de cerca esta polémica y los argumentos esgrimidos desde ambas partes, los que están a favor del boicot y los que no. En general, y sin haberla visto aún, estamos a favor de no boicotear la cinta. Nuestras compañeras Esperanza Burgos y Marta Triviño nos cuentan el porqué desde el punto de vista social y cinematográfico.
Es difícil encontrar el momento justo – Esperanza Burgos
Para tratar este tema creo que lo más importante es hacer un gran hincapié en el hecho de que una persona transexual no es, ni debe ser confundida con un homosexual o un travesti. No es lo mismo. La disforia de género (o transexualidad) consiste en una discordancia entre la identidad de género de una persona y su sexo biológico y genético al nacer, dicho de otro modo: una persona que, físicamente nace siendo del sexo contrario al que psíquicamente siente propio. Hecha esta aclaración, podemos centrarnos en el tema que nos ocupa: la polémica alrededor de la actriz que interpreta a un transexual en la película ‘About Ray’.
Puedo entender -y entiendo- que las personas transgénero deseen ardientemente una representación real de su situación, entiendo que sientan que ninguna persona cisgénero puede entender cómo se sienten ante tal situación y por eso mismo, entendería que su deseo se centrase en que se les tuviera en cuenta a la hora de elaborar el guion de este tipo de películas, incluso en el rodaje y ejecución del mismo. Entendería que reclamasen que Elle Fanning hubiera documentado su papel con personas que hayan pasado un proceso transexualizador. Pero sigo sin entender esta polémica.
Hay que tener en cuenta, para entender el porqué de la elección de esta actriz y no de una persona transexual, que la película se centra en que Ray intenta convencer a su padre para comenzar esa fase de transición para llegar a sentirse a gusto con sí mismo plenamente. Es entonces, cuando podemos llegar a la conclusión de que no tendría cabida para este papel un chico transexual que ya haya superado este procedimiento. Por otro lado, sería bastante complicado para una persona transgénero que se encuentre aún atrapado en un cuerpo que no es el suyo realizar dicha interpretación en la gran pantalla. Siempre desde mi punto de vista, esa persona se sentiría imposibilitada de llevar a cabo ese papel cuando su situación personal no ha prosperado aún como le gustaría. Es complicado, a no ser que hablásemos de una producción tipo ‘Boyhood’, encontrar el momento idóneo de la vida de una persona transgénero para la interpretación de este papel.
Sin embargo, es innegable que son totalmente necesarias este tipo de producciones y no me parece desafortunado que se lleve a cabo por parte de actores cis, siempre y cuando trabajen y se documenten para acercarse a la verdad de quienes viven esta situación. Que dos cintas que tratan el tema tengan previsto estrenarse casi a la vez me parece un avance. Un total avance. Un avance que empieza a dar voz a un sector de la población que parece ser invisible. Y sobre todo, en el caso del título que da sentido a este artículo, poner de manifiesto que hay que tener también en cuenta a los chicos transexuales, con menor representación pública que las mujeres en su misma situación. Que se cuenten historias como esta en el cine refleja que la sociedad en la que se enmarca su estreno siente menor reticencia hacia esta, nuestra realidad. La realidad de todos los seres humanos en la tierra, le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.
La crítica antes que el boicot – Marta Triviño
Podemos engañarnos a nosotros mismos y pensar que el cine es un arte. No lo es. Es cierto que muchos directores pretenden expresarse usando el medio y que el resultado son cintas sensibles y de calidad pero, al fin de cuentas, si la estás viendo en una sala es porque alguien ha invertido mucho dinero y pretende recuperarlo.
No podemos obviar que el cine ha hecho mucho por la aceptación y la visualización de las minorías y su problemática pero si esas cintas han llegado a realizarse no ha sido tanto por un deseo de reivindicación como por la sensación por parte de un productor de que el público las apoyaría en taquilla.
Este año se han producido dos cintas con protagonista transexual, la primera, ‘La chica danesa’, tiene a Eddie Redmayne en el papel de una mujer y la segunda, ‘About Ray’, ha elegido a Elle Fanning en el papel de un chico. Dos actores ‘cis’, para dos personajes ‘trans’.
A pesar de que a primera vista no hay diferencia entre los pecados de una película y de otra, los llamamientos al boicot de ‘About Ray’ han sido mayores que los que ha recibido ‘La chica danesa’ y es difícil entender por qué.
Sea como sea, el boicot no va a hacer que los productores reciban el mensaje deseado. «Queremos un retrato fiel de los transexuales», «queremos actores trans para interpretar a personajes trans» quiere decir el colectivo. Sin embargo, si ambas cintas se boicotean lo que la industria va a entender es «al público no le interesan las historias sobre transexuales» y, en consecuencia no se producirán más.
Por otro lado, si se boicotea ‘About Ray’ pero ‘La chica danesa’ consigue hacer buenos números en los cines, el mensaje tampoco calará y se interpretará más como una falta de carisma hacia el público de la actriz principal de la cinta independiente.
Otro argumento que esgrimen los que están a favor del boicot es que la propia directora de ‘About Ray’ parece estar confusa a la hora de saber cómo debe hablar de su propio personaje. Gaby Dellal usa constantemente pronombres femeninos para referirse a Ray y la ha definido como una “chica” que sólo quiere “ser ella misma”. Aunque esto me parece una barbaridad (no sólo por ser transfóbico e ignorante, sino porque un director debería conocer mejor que nadie el tema de sus películas) lo que se debe evaluar es el producto final y no las declaraciones de los implicados. Sin olvidar que la joven Elle Fanning sí que parece haberse documentado muy bien para su papel.
Mi posición insta a que tanto el colectivo como los que no pertenecemos a él veamos ambas películas con una actitud crítica y, si notamos en ella cualquier rastro de transfobia o mala representación, lo denunciemos rápidamente usando blogs y redes sociales.
Que quede claro que queremos más cintas con transexuales, toque la trama específicamente la problemática del colectivo o no. Que quede claro que queremos conocer a esos personajes y, sobre todo, que entiendan que estaremos vigilantes hasta que consigan representarlos bien.
El público tiene el poder y debe usarlo correctamente.
Conclusión
La película cuenta la historia de un chico transexual llamado Ray —interpretado por Elle Fanning— que deberá volver a establecer contacto con su padre tras 16 años para obtener su permiso a la hora de iniciarse en el tratamiento hormonal.
En El Color del Cine hemos seguido muy de cerca esta polémica y los argumentos esgrimidos desde ambas partes, los que están a favor del boicot y los que no. En general, y sin haberla visto aún, estamos a favor de no boicotear la cinta. Nuestras compañeras Esperanza Burgos y Marta Triviño nos cuentan el porqué desde el punto de vista social y cinematográfico.
Es difícil encontrar el momento justo – Esperanza Burgos
Para tratar este tema creo que lo más importante es hacer un gran hincapié en el hecho de que una persona transexual no es, ni debe ser confundida con un homosexual o un travesti. No es lo mismo. La disforia de género (o transexualidad) consiste en una discordancia entre la identidad de género de una persona y su sexo biológico y genético al nacer, dicho de otro modo: una persona que, físicamente nace siendo del sexo contrario al que psíquicamente siente propio. Hecha esta aclaración, podemos centrarnos en el tema que nos ocupa: la polémica alrededor de la actriz que interpreta a un transexual en la película ‘About Ray’.
Puedo entender -y entiendo- que las personas transgénero deseen ardientemente una representación real de su situación, entiendo que sientan que ninguna persona cisgénero puede entender cómo se sienten ante tal situación y por eso mismo, entendería que su deseo se centrase en que se les tuviera en cuenta a la hora de elaborar el guion de este tipo de películas, incluso en el rodaje y ejecución del mismo. Entendería que reclamasen que Elle Fanning hubiera documentado su papel con personas que hayan pasado un proceso transexualizador. Pero sigo sin entender esta polémica.
Hay que tener en cuenta, para entender el porqué de la elección de esta actriz y no de una persona transexual, que la película se centra en que Ray intenta convencer a su padre para comenzar esa fase de transición para llegar a sentirse a gusto con sí mismo plenamente. Es entonces, cuando podemos llegar a la conclusión de que no tendría cabida para este papel un chico transexual que ya haya superado este procedimiento. Por otro lado, sería bastante complicado para una persona transgénero que se encuentre aún atrapado en un cuerpo que no es el suyo realizar dicha interpretación en la gran pantalla. Siempre desde mi punto de vista, esa persona se sentiría imposibilitada de llevar a cabo ese papel cuando su situación personal no ha prosperado aún como le gustaría. Es complicado, a no ser que hablásemos de una producción tipo ‘Boyhood’, encontrar el momento idóneo de la vida de una persona transgénero para la interpretación de este papel.
Sin embargo, es innegable que son totalmente necesarias este tipo de producciones y no me parece desafortunado que se lleve a cabo por parte de actores cis, siempre y cuando trabajen y se documenten para acercarse a la verdad de quienes viven esta situación. Que dos cintas que tratan el tema tengan previsto estrenarse casi a la vez me parece un avance. Un total avance. Un avance que empieza a dar voz a un sector de la población que parece ser invisible. Y sobre todo, en el caso del título que da sentido a este artículo, poner de manifiesto que hay que tener también en cuenta a los chicos transexuales, con menor representación pública que las mujeres en su misma situación. Que se cuenten historias como esta en el cine refleja que la sociedad en la que se enmarca su estreno siente menor reticencia hacia esta, nuestra realidad. La realidad de todos los seres humanos en la tierra, le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.
La crítica antes que el boicot – Marta Triviño
Podemos engañarnos a nosotros mismos y pensar que el cine es un arte. No lo es. Es cierto que muchos directores pretenden expresarse usando el medio y que el resultado son cintas sensibles y de calidad pero, al fin de cuentas, si la estás viendo en una sala es porque alguien ha invertido mucho dinero y pretende recuperarlo.
No podemos obviar que el cine ha hecho mucho por la aceptación y la visualización de las minorías y su problemática pero si esas cintas han llegado a realizarse no ha sido tanto por un deseo de reivindicación como por la sensación por parte de un productor de que el público las apoyaría en taquilla.
Este año se han producido dos cintas con protagonista transexual, la primera, ‘La chica danesa’, tiene a Eddie Redmayne en el papel de una mujer y la segunda, ‘About Ray’, ha elegido a Elle Fanning en el papel de un chico. Dos actores ‘cis’, para dos personajes ‘trans’.
A pesar de que a primera vista no hay diferencia entre los pecados de una película y de otra, los llamamientos al boicot de ‘About Ray’ han sido mayores que los que ha recibido ‘La chica danesa’ y es difícil entender por qué.
Sea como sea, el boicot no va a hacer que los productores reciban el mensaje deseado. «Queremos un retrato fiel de los transexuales», «queremos actores trans para interpretar a personajes trans» quiere decir el colectivo. Sin embargo, si ambas cintas se boicotean lo que la industria va a entender es «al público no le interesan las historias sobre transexuales» y, en consecuencia no se producirán más.
Por otro lado, si se boicotea ‘About Ray’ pero ‘La chica danesa’ consigue hacer buenos números en los cines, el mensaje tampoco calará y se interpretará más como una falta de carisma hacia el público de la actriz principal de la cinta independiente.
Otro argumento que esgrimen los que están a favor del boicot es que la propia directora de ‘About Ray’ parece estar confusa a la hora de saber cómo debe hablar de su propio personaje. Gaby Dellal usa constantemente pronombres femeninos para referirse a Ray y la ha definido como una “chica” que sólo quiere “ser ella misma”. Aunque esto me parece una barbaridad (no sólo por ser transfóbico e ignorante, sino porque un director debería conocer mejor que nadie el tema de sus películas) lo que se debe evaluar es el producto final y no las declaraciones de los implicados. Sin olvidar que la joven Elle Fanning sí que parece haberse documentado muy bien para su papel.
Mi posición insta a que tanto el colectivo como los que no pertenecemos a él veamos ambas películas con una actitud crítica y, si notamos en ella cualquier rastro de transfobia o mala representación, lo denunciemos rápidamente usando blogs y redes sociales.
Que quede claro que queremos más cintas con transexuales, toque la trama específicamente la problemática del colectivo o no. Que quede claro que queremos conocer a esos personajes y, sobre todo, que entiendan que estaremos vigilantes hasta que consigan representarlos bien.
El público tiene el poder y debe usarlo correctamente.
Conclusión
Sea como sea, la polémica está servida y de forma irresponsable, desde nuestra visión: antes de ofenderse o hacer declaraciones sobre esta cinta primero deberíamos todos pararnos a verla después de su estreno y a partir de lo que allí se nos muestre, realizar los juicios que se deban realizar. Quizá, aquellos que no han puesto esperanza alguna en este filme queden sorprendidos, o quizá aquellos dispuestos a darle una oportunidad queden totalmente defraudados. Lo que en El Color del Cine tenemos claro es que es urgente que haya muchas más producciones como esta en nuestros cines y que, por supuesto, debemos utilizar este arte -o no arte- para educar, reeducar y concienciar.
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