martes, 15 de septiembre de 2015

#hemeroteca #literatura | Nares Montero: "Las antologías exclusivamente de mujeres poetas son un apartheid"

"Las antologías exclusivamente de mujeres poetas son un apartheid".
'Para enfrentar batallas que me alejen' es el tercer libro de poemas de Nares Montero.
Manuel Tabernas | Diagonal, 2015-09-15
https://www.diagonalperiodico.net/culturas/27766-antologias-exclusivamente-mujeres-poetas-son-apartheid.html

Palabras, palabras. ¿Estamos llenos de palabras? ¿Son las palabras ventanas a otras realidades o paisajes interiores? ¿O piensas que son límites de nuestro mundo y es muy soberbio creer que pueden acercarse siquiera a "decir" algo sobre la realidad? ¿Están los poetas enfermos de palabras?

A mi parecer la palabra es una construcción, una herramienta con la que ver de cerca o de lejos, desde lo alto o en lo abisal. La palabra es perspectiva y por supuesto también límite, porque no cabe todo en una palabra y sin embargo tiene maclas, facetas. La realidad sin embargo no tiene límites, hay tantas realidades como seres vivos o incluso más. ¿Quién quiere decir algo sobre la realidad suprema, la omnisciente? No sé de generalidades más que las que me invento, ésa es mi enfermedad.

Siguiendo con las palabras, dice Aurora Luque que la poesía es una búsqueda a través de esas palabras. ¿Una búsqueda de qué? ¿Buscas tú algo en la poesía? ¿La poesía sirve para buscar o es ella la que te busca, la que te forma a ti?

Sí considero que la poesía es una búsqueda, pero no tengo tan claro que haya un algo concreto que buscar, es decir, y hablo articulando un discurso que no me había planteado antes o no me había querido plantear, la poesía para mí es el camino y en ese sentido es búsqueda y encuentro.

La misma Luque dice que hay regiones de la vida que prohíben su paso a los poetas. Hoy, por desgracia, son muchas las regiones prohibidas para mucha gente. José Ángel Valente dijo que un poeta debe ser más útil que ningún ciudadano de su tribu. ¿Útil para qué? ¿Cómo puede ser útil alguien que escribe poesía? ¿Qué responsabilidad tiene? ¿la tiene? ¿Verano de la vergüenza es una imagen apropiada o un pálido eufemismo de lo que está pasando con los refugiados sirios? ¿ha muerto Europa, como dicen por Facebook?

Tienen las personas capacidad. Es útil acordarnos de que puede ser utilizada para un fin determinado. Cuando uno es consciente de esto se responsabiliza de lo que le toca.Cualquier actividad, sea poesía, política, carpintería... que realice la gente genera un compromiso. Cada cual elije el suyo, si le dejan. Es una vergüenza, por supuesto, la cantidad de barbaridades que ocurren en este planeta, y considero muy útil decirlas, recordarlas, hablarlas. Ya sea en Siria, en los Balcanes, Venezuela, México, Yemen, la República Democrática del Congo, Turquía, Sudán, la República Centroafricana, Gaza, Irak, Nigeria, Ucrania, Afganistán, Libia, Europa, y todo lugar donde se vulneren los derechos fundamentales. En mi casa se decía que de lo que no se habla no existe. Yo elijo pronunciarles, dar voz o grito a algo de lo que me siento parte, la humanidad.

Eres creadora y coordinadora de Ediciones Deliciosas. Desde muchos lugares se dice que es mal negocio editar poesía; que casi nadie la lee. ¿Crees que es cierto? ¿Quién lee poesía? ¿Tiene una especie de público selecto de otra gente que escribe versos o llega a más gente? ¿Cómo crees que se llega a la poesía? ¿Habría que fomentar, de algún modo, la lectura de poemas por sectores más amplios? Por otro lado, ¿piensas que está todo escrito en poesía o aún queda mucho por decir? ¿O no se dice y por eso no tiene tanta repercusión como la última novela de moda?


Creo que se lee poco, que se fomenta poco la lectura, que se vende mal y que vivimos en una sociedad que, en términos generales, no valora lo mucho que da leer. Con respecto a la poesía considero que tiene su público, que si no es masivo sí es fiel. En mi caso con Ediciones Deliciosas no se trata de negocio (con casi ninguna editorial de poesía es eso). Ediciones Deliciosas es una editorial artesanal. Todos los libros se hacen a mano, son tiradas muy pequeñas, apenas veinte ejemplares por título, y quien lo compra son personas que leen poesía y a las que les gustan los libros especiales, únicos. Por otra parte a la poesía no se llega, la poesía está, existe por sí misma y sólo hay que ponerse los ojos de mirar. Tomar conciencia. Es entonces cuando te llegan o encuentras los poemas escritos, los que dicen de una manera singular y precisa lo que ya sentías y no eras capaz de pronunciar. 
 
Efectivamente, creo que la educación es la clave, prácticamente en todo. Y en ese sentido nuestro sistema educativo, desde hace ya mucho tiempo, es poco sensible en cómo se enseña y se muestra la poesía. Es difícil apasionarse con ella si eres un preadolescente que tiene, obligatoriamente, que comprender a Góngora. Falta poesía en las aulas y en las casas, poesía actual, poesía accesible, poesía de todo tipo y condición.

Queda mucho por decir aunque todos al final digamos lo mismo. Como decía Carlos Edmundo de Ory, "di algo que no sepas decir". El fondo es el mismo, todos sufrimos por amor, nos interrogamos sobre la muerte, intentamos explicar el dolor… pero nadie lo dice igual, a no ser que plagien.

La repercusión es marketing y en eso nunca hemos sido muy expertos, aunque haberlos haylos.

¿Pretendes algo con tu poesía? ¿Quieres que la gente te mire a ti, a tu poema, a la realidad, a sí misma, que desconecte...? ¿De qué parte de ti crees que salen tus poemas? ¿Es el cuerpo el verdadero gran poema? ¿Es el alma una parte del cuerpo? ¿Te transparentas en tu poesía o te impones a ella?

Para mí, escribir poemas es una manera de interrogarme y ésa es mi pretensión al escribir, seguir preguntando, seguir dudando, seguir cuestionando y cuestionándome. No voy a negar la vanidad, y mucho menos la mía, pero me importa poco hacia donde mire la gente si se hace preguntas. Leer, sea lo que sea, genera preguntas. Muchas veces no hay respuestas, otras llegan más tarde, son circunstanciales o mutables. No son lo importante.

A mí los poemas me salen de la impotencia y la rabia que se genera al hacerte preguntas y al intentar comprender. Me salen del dolor.

El cuerpo es otro límite, es otra palabra, por lo tanto otro poema (no sé si el más grande) y el alma es un campo semántico tan extenso como Dios, contiene tanto que al final no es nada. Me transparento en casi todo, excepto en la materia.

Supongo que estarás al tanto de las declaraciones de Chus Visor sobre la calidad de la poesía escrita por mujeres y, quizás, habrás visto el documental Se dice poeta, de Sofía Castañón. En él se hacen eco del machismo dominante en el ámbito cultural como, por desgracia, en tantos otros lugares. ¿Compartes la visión que hacen de que, por ejemplo, en estos momentos en que hay una enorme producción de poesía de mucha calidad escrita por mujeres, tienen poca o nula presencia en los medios de comunicación? ¿que en cualquier antología hay ocho poetas y solo una o dos poetas? Una de las preguntas que se hacen en ese documental es sí es interesante o no publicar antologías sólo de mujeres. ¿Qué opinas tú?

¡Uy! Aquí me has dado. Intentaré contestar sin vehemencia.Vivimos en un mundo machista. Es un hecho, no importa todo lo que se ha avanzado, sigue siendo machista en lo pequeño y en lo grande. En poesía no es distinto. No son ni igual, ni más visibles que los hombres, las mujeres que escriben poesía. Ni las que tienen mucha calidad, ni las que tienen poca. Veo muchísima calidad en poetas actuales y contemporáneas. Como también la veo en poetas del pasado silenciadas o excluidas de generaciones de las que sólo se habla y enseña la obra de hombres.

La desigualdad numérica sigue ahí, tanto en antologías como en publicaciones, premios y un largo etcétera. Las antologías exclusivamente de mujeres poetas son un apartheid, una segregación que no sirve para vender más libros, ni para que se lea a más mujeres, ni para dar voz a nadie. No nos engañemos, son pura apariencia. Y opino que ojalá dejen de hacernos comulgar con ruedas de molinos. Que llamemos a las cosas por su nombre.

Ya para terminar: En poesía, dicen, que cada totalidad es un fragmento y cada fragmento es una totalidad. ¿Qué fragmento de tu poesía elegirías? Y puestos a hablar de totalidad ¿tienes poetas de cabecera, alguien que te guste especialmente?

Me quedo con un verso de mi último poemario “Para enfrentar batallas que me alejen” editado por Ruleta Rusa Ediciones que dice: "La felicidad es efímera pero insiste".

Poetas de cabecera tengo bastantes, las autoras de Ediciones Deliciosas, evidentemente, me encantan y están entre mis favoritas: Isabel García Mellado, Paz H. Páramo, Adriana Bañares y Diana García Bujarrabal. Hay más, por supuesto, pero para no alargarme mucho diré un sólo nombre más, José Luis Zúñiga, un gran poeta, desconocido para muchos, de alta calidad literaria y personal.

Ella habla: Desaprender las palabras

En árabe, la palabra beit significa, a la vez, casa y verso. ¿Significa esto que se pueden habitar los versos? ¿y las palabras podrían ser algo así como bloques de viviendas? La lengua permite, a veces, estos hermosos juegos. Pero hay quien dice que las palabras se quedan cortas, que no pueden expresarlo todo. ¿Por qué deberían hacerlo?

Uno de los trabajos de ser poeta consiste en acercarse todo lo que se pueda a lo que se quiere expresar... y mostrárnoslo. Y dejar que seamos quienes completemos esa labor y así, para cada cual, la poesía exprese más cosas que las previstas en un principio. Esto es una tarea de todos los artefactos culturales que se nos ocurran y, con la música, la poesía tiene otra arma poderosa: el ritmo.

En estos versos que nos ofrece Nares las palabras no ocultan nada, de hecho, en algunos casos se esconden ellas mismas y desaparecen -incluso tipográficamente-, para que veamos más allá de éstas.

Y, entonces, nos encontramos, poco a poco, como un descubrimiento, con ese ritmo. Logrado, hermoso. Como un rumor, como un tambor orgánico; como una musiquilla que va sonando y que se te va pegando. Es un poco como ese ladrón de coches que interpreta Ryan Gosling en “Drive”, de Nicolas Winding.

Que no necesita correr, que no tiene prisa; que es un profesional de esto, vaya. A Nares, en este sólido poemario, le sucede algo parecido. No necesita ni ir ni llegar ir a ningún lado demasiado deprisa. Ni acelerar cuando no viene a cuento. Su música es, como dice en uno de sus versos, una mariposa que sobrevuela sobre toda la belleza. Se torna familiar. Se vuelve como una canción oída casualmente que, de repente, nos explicase un estado de ánimo íntimo e intransferible.

Nos encontramos con un libro muy redondo, perfectamente acabado aunque, en otro verso, nos confiese que no sabe acabar los poemas. Sí que sabe. Como sabe llenarlos de imágenes; apuntadas suavemente, sin estridencias, pero que se impresionan fuertemente en nuestra imaginación. Por ejemplo, ¿qué nos viene a la cabeza tras leer un verso como "los huesos que rodeamos"? ¿cómo nos vemos? ¿músculos, tendones, piel... carne en definitiva? ¿sólo esto?

¿Y qué podemos responder ante algo como "¿dónde está toda esa nada que guardas?" sino pensar cuál es esa (mi) nada? O lo de rebañar la lengua y no el plato, la aldea vallada de piel... muchas imágenes que se suceden y no saturan.

Yo no lo dudaría y correría a mi traficante de versos o dispensador habitual de poesía para conseguir ese libro. ¿Cómo que no tienen? Corran a buscarlo ahora mismo. A lo mejor la web es misericordiosa y acude en su ayuda metiendo en el buscador Ediciones Deliciosas que también coordina Nares Montero.

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