sábado, 4 de noviembre de 2017

#hemeroteca #politica #gais | Santi Vila: así es el lado más personal del verso suelto del "procés", divorciado y gay


Imagen: El Mundo / Javier Luque y Santi Vila
Santi Vila: así es el lado más personal del verso suelto del "procés", divorciado y gay.
Es el único "conseller" de Puigdemont en libertad y podría convertirse en el primer president gay de la Generalitat.
Jordi Ruiz Estañol / José Luis Romo | LOC, El Mundo, 2017-11-04
http://www.elmundo.es/loc/famosos/2017/11/04/59fca6ddca4741a3678b4690.html

Jueves, 8.56 de la mañana, Santi Vila (44) llega a la Audiencia Nacional. Sólo le acompañan sus letrados. El resto de los ex consellers citados por la juez Carmen Lamela han llegado unos minutos antes y son recibidos entre vítores y aplausos por aquellos partidarios (entre ellos, el ex president Artur Mas y Francesc Homs), que se han acercado a animarles. Para el ex conseller de Empresa sólo hay un significativo silencio. Quizás esa sorda indiferencia duela más porque los únicos gritos para él han sido los de "¡maricón, maricón!" que le han proferido unos manifestantes con las banderas de España. Vila está pagando el precio de ser el verso suelto del PdeCAT, por un lado, y por no esconder su orientación sexual, por otro.

Este viernes tuvo que pagar otro precio menos metafórico: 50.000 euros para recuperar la libertad. Tras pasar una noche en la cárcel de Estremera "en solidaridad" con sus ex compañeros del Govern, es el único de los ex consellers de Puigdemont, que no está fugado en Bélgica o entre rejas. Eso le puede dejar el camino libre para liderar lo que quede del PdeCAT (o quizás la escisión más moderada del mismo) y ser uno de los líderes que concurran a las elecciones autonómicas del 21-D.

Si esto ocurriera, estaríamos ante un (otro) hecho histórico: dos candidatos abiertamente homosexuales, el propio Vila y Miquel Iceta (PSC), aspirarían a ser presidentes de la Generalitat.

El camino de Vila hasta este momento crucial está lleno de extraños meandros. Decía el escritor galo Bernard Werber que "la contradicción es el motor del pensamiento". Y Vila se ajusta bien a esta sentencia. Es un hombre difícil de catalogar. ¿Qué motivó que este militante de ERC orgullosamente gay se pasara en 1999 a un partido como Convergencia, donde la madre superiora Marta Ferrusula no toleraba ni el divorcio de sus altos cargos? ¿Puede conjugarse en un mismo enlace rezar un Padre nuestro y leer un texto del más libertino de los autores, Oscar Wilde? ¿Qué equilibrios hay que hacer para mantener una buena amistad con la presidenta del Parlamento español, Ana Pastor, mientras militas en una coalición que lucha por la independencia de Cataluña?

Sin duda, las contradicciones y su carácter conciliador han marcado a este historiador que prefirió dimitir del Govern a pocas horas de que Puigdemont declarase la independencia unilateralmente. "A mí no me extrañó nada que lo hiciera, Santi siempre va por libre. Tiene su propio criterio y lo defiende... cueste lo que cueste", explica un amigo del político catalán, al que califica de como un hombre "muy divertido. Tiene mucho sentido del humor". Un adjetivo al que otro conocido añade el de "dialogante y buen negociador". Los críticos con su figura le califican como "muy ambicioso, por eso sólo es leal a sus propias ideas".

Pese a haber logrado la primera mayoría absoluta como alcalde de Figueres para CiU, Santi Vila no ha sido una figura cómoda en su propio partido (llegó a votar en contra de prohibir las corridas de toros en el Parlament pese a lo que defendía su formación). Aún así, a su enlace en 2014 con el atractivo chef italobrasileño Rafael Vertamatti, al que sacaba casi una década, acudió la plana mayor de Convergencia. El propio Puigdemont, con el que guardaba una estrecha relación por sus cargos de alcaldes de Girona y de Figueres, ofició el enlace al que asistieron Artur Mas, el alcalde de Barcelona, Xavier Trías, la periodista independentista Pilar Rahola, el abogado y padre de la Constitución Miquel Roca y Ana Pastor, con la que había trabado una estrecha amistad cuando ella era ministra de Fomento y él, conseller de Territorio y Sostenibilidad.

Con Jaume Collboní se le ha visto en discotecas gays
En total, 200 personas acudieron a la primera boda gay convergente celebrada con gran lujo en el Castillo de Peralada. "Será primer sí-sí que escuchemos", había bromeado Vila. Aquel día, se rezó un padre nuestro (el político es católico practicante y se formó en el colegio religioso La Salle) y también se leyó a Oscar Wilde.

Vila y el cocinero se dieron el 'Sí, quiero' tras un noviazgo de casi una década, de hecho, querían haberse casado mucho antes, pero les venció la presión mediática. Sin embargo, en poco más de un año firmaron la separación. "No salió bien y separarme ha sido uno de los fracasos más rotundos que he tenido en mi vida", explicó Vila a La Vanguardia. En el mismo artículo aseguraba que también mantenía una buena amistad con el ministro de Justicia Rafael Catalá y con la vieja guardia del PSOE. "Puedo coger el teléfono y decirles: 'os estáis pasando mucho'", bromeaba. Pero más allá de la ironía, es uno de los políticos catalanes con línea directa y mejores contactos en Moncloa y Ferraz.

Esta apertura de miras más allá de su propio partido, también la ha llevado al terreno de lo personal. En el Govern de Junts Pel Sí de Puigdemont, había otro conseller abiertamente gay, Toni Comín (Sanidad), pero Vila prefirió una coalición noctámbula con un miembro del PSC, el concejal Jaume Collboní, ex marido de Óscar Cornejo, consejero delegado de 'La Fábrica de la Tele' y creador de 'Sálvame' o 'Aquí hay tomate'.

Juegas nocturnas
Antes del referéndum del 1 de octubre, no era extraño encontrarse a Vila y Collboni saliendo de fiesta con otros gais ilustres cómo Toni Cruanyes, un apuesto presentador de informativos en TV3, por algunas de las discotecas más petardas de la ciudad Condal, como Caramba o Arena Clássic. Ahí donde iban creaban expectación, acompañados de su grupo de amigos, y siempre estaban dispuestos a saludar a cualquier curioso que se les acercara.

Pero quizás la instantánea más famosa de la amistad de ambos políticos sea la que se tomó en agosto de 2016 en el Festival Circuit. Vila, sin camiseta, y Collboní, más recatado, departen en una piscina rodeados de chulazos en speedo.

Ahora, hace tiempo que apenas se ve a Vila por la noche. El conseller tiene nueva pareja, Javier Luque, con el que reside en el gay Eixample, el barrio Rosa de la Ciudad Condal. En sus cuentas personales de Facebook e Instagram cuelga a menudo relajadas instantáneas con él, pero no le etiqueta para salvaguardar el anonimato de este fornido muchacho. Los padres de Vila ya le conocen y apoyan esta relación que ha devuelto al conseller a la serenidad. "Ahora lo están pasando muy mal, la deriva judicial que está teniendo el 'procés' les está pasando factura porque él está muy preocupado por lo que le pueda pasar a Santi. No se imaginaban que todo iba a llegar tan lejos", cuenta un conocido de la pareja. De hecho, Luque se desplazó a Madrid para esperar a Vila a la salida de la cárcel de Extremera.

Vila entrena en el gimnasio y con rutas en el campo
Para relajarse de todo lo que ocurre a su alrededor, Vila practica una de sus grandes aficiones: salir a caminar por la montaña, ya sea por el valle de Bohí o en su querido Empordà. Se trata, de una afición heredada de su pasado como 'boy scout'. Algo que, según Vila, le marcó mucho en su momento. "Soy un scout de arriba abajo, he sido desde llobató hasta monitor [...]. Me ha dado una actitud de servicio radical, de fraternidad y un profundo sentimiento patriótico, de amor a la tierra y a la gente".

Más allá del deporte al aire libre, a Vila también se le ha podido ver entrenándose con bastante frecuencia en Dir Tuset, uno de los exclusivos gimnasios de la conocida cadena de fitness en el Eixample. Allí, hace duros ejercicios de musculación y cardiovascular. Algo que se nota en su cuidado aspecto físico. Y es que Vila pertenece a esa nueva hornada de políticos, como Justin Trudeau o Emmanuel Macron, que tienen en su buena imagen otro punto a favor del marketing electoral.

Precisamente, Macron puede ser una de las referencias de Vila. El político galo, liberal como él, creó en poco tiempo una plataforma que le llevó a presidir la República de Francia. Pero sobre Vila también planea el recuerdo de Durán i Lleida, cuya moderación al frente de Unió fracasó estrepitosamente en las elecciones tras desligarse de los Convergentes. ¿Cuál será el resultado de la nueva aventura del político catalán? Siguiendo a Erasmo de Rotterdam, él decía que su lema era "siempre crítico, pero finalmente fiel". ¿Seguirá haciendo malabarismos entre la crítica y la fidelidad?


Javier Luque, el gran apoyo de Vila: "El criterio de mi pareja pesa mucho", dice el 'ex conseller'.
 Es empleado de Telefónica, no es independentista y es la persona con quien el ex 'conseller' consensúa sus grandes decisiones. Se conocieron en 2015, meses después de que Vila se divorciase del cocinero italobrasileño Rafael Vertamatti, cuya boda ofició Puigdemont.
Javier Negre / Joan Guirado | LOC, El Mundo, 2017-11-04

http://www.elmundo.es/loc/famosos/2017/11/04/59fcc140468aeb62118b4661.html

Es empleado de Telefónica, no es independentista y es la persona con quien el ex 'conseller' consensúa sus grandes decisiones. Se conocieron en 2015, meses después de que Vila se divorciase del cocinero italobrasileño Rafael Vertamatti, cuya boda ofició Puigdemont.

Seis de octubre. Un empleado de Telefónica aplaude en su muro de Facebook la decisión del entonces conseller de Empresa, Santi Vila, de reclamar a su Govern en el diario Ara "una última oportunidad al diálogo" antes de declarar la independencia. "Coherencia, Santi Vila!", escribe a las 12.40 de la tarde valorando la valentía de un miembro del PDeCAT que comenzaba a romper amarras con el secesionismo más radical. Recibió 61 me gusta. Esta persona, llamada Javier Luque, no era sólo uno de esos millones de españoles que públicamente estaban pidiendo a los representantes de la Generalitat que cesasen en su plan de ruptura, alertados por la desbandada de empresas y la fractura social.

Luque era en ese momento una de las personas, según su entorno, que más estaba empujando a Vila a desmarcarse de la hoja de ruta separatista y es su pareja sentimental. El mismo que fue a recogerle este viernes con gafas de pasta a la cárcel de Estremera donde ingresó el jueves investigado por los presuntos delitos de sedición, rebelión y malversación.

Vila, a diferencia del resto de consellers, pasó sólo una noche entre rejas porque la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela le impuso prisión con fianza de 50.000 euros al entender que "desistió voluntariamente de proseguir con el proceso soberanista" un día antes de la declaración unilateral de independencia en el Parlament. Un gesto que convirtió a Vila en un traidor para el ala mayoritaria de su partido, el PDeCAT, pero que le libró de prisión.

En su decisión de dimitir de su cargo y de saltar del barco independentista la víspera de que se consumase el órdago indepe influyó "mucho", según su entorno, el criterio de su pareja, quien desde hacía semanas le venía advirtiendo de los riesgos de seguir promoviendo la ruptura con España. "Javier ha llorado mucho por este asunto y le ha pedido muchas veces que lo deje por el temor a que le metan en la cárcel y a que se pueda arruinar su vida. Él no es independentista, tiene una vida tranquila y no le gustan estas cosas. Además tienen planes futuros como pareja y si Santi entrase en prisión condenado por los delitos de rebelión y sedición que conllevan muchos años de cárcel sería muy complicado materializarlos", comenta una persona cercana a una pareja que se conoció en 2015, meses después de que Vila se divorciase del cocinero Rafael Vertamatti.

Vila reconoció este viernes a LOC que en su decisión de dimitir un día antes de que se votase a favor de la independencia "pesó mucho" el criterio de su pareja y de su familia, además de "una trayectoria basada en la moderación".

Cosas en común
Vila (44 ) y Luque (38) son uña y carne. Hacen montañismo juntos, organizan planes en familia y conviven en el barrio barcelonés del Eixample. El novio del conseller, originario de Calahorra (La Rioja), tiene un currículum impoluto. Estudió Derecho en la Universidad de Zaragoza y cursó un máster en Márketing en Esic. Desde abril de 2014, trabaja en el Departamento de Servicios Financieros Globales de Telefónica Digital.

Antes había trabajado en Madrid en el banco BNP Paribas como Key Account Manager (encargado de gestionar las cuentas clave de una empresa), en la consultora AON o en Banesto. Sus propios compañeros de trabajo hablan maravillas de él. "Javier es extremadamente diligente, eficiente, ingenioso y apreciado por todos, por clientes y compañeros", asegura uno de ellos.

Desde que salen juntos es difícil ver al ex conseller por la noche barcelonesa, aunque él sigue organizando sus salidas en barco con su pareja y sus amigos. "A Santi le gusta fletar un catamarán en el puerto de Rosas (Girona) y llevar a su gente a pasar el día. Van personas de todas las sensibilidades políticas, desde personas de su partido hasta a jóvenes del PSC o del PP", dice una de las personas que ha asistido a estas divertidas fiestas en el mar.

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