Imagen: Dependencia / Fundación 26 de Diciembre |
Javier Cámara | Dependencia, 2019-03-14
https://dependencia.info/noticia/2597/actualidad/residencias-especializadas-en-lgtbi-o-residencias-tradicionales-para-todos.html
El Congreso de los Diputados aprobó recientemente una Proposición No de Ley por la que se insta al Gobierno a incorporar profesionales especializados en temática LGTB en las residencias de personas mayores. Aunque el recorrido de esta PNL es muy corto porque al disolverse las Cortes decae y no llega a convertirse en ningún tipo de obligación, la diputada socialista e impulsora, Carmen Baños, ha asegurado a Dependencia_info que “en la próxima legislatura volverá a plantearse”.
Entiende que esta proposición “es necesaria porque se trata de dar ánimos a un colectivo que está invisibilizado en los centros de mayores”. Baños explica la "tremenda discriminación" que esto supone, ya que “hay gente que tiene que volver al armario en las residencias de ancianos porque se sienten apartados”.
Al respecto, el presidente de la Fundación 26 de diciembre, Federico Armenteros, señalaba también a este periódico que esta PNL es necesaria, pero “es un brindis al sol”: “No va a servir de nada porque no se ha hecho lo previo, que es sensibilizar. Si tu no sensibilizas, las propias residencias lo ven como que les estás diciendo que son homófobas. Cuando no es así”.
Para Armenteros lo fundamental es que el personal tiene que estar preparado: “Lo que no se ha hecho es una formación para que se entienda la necesidad de especializarse, como sí se ha hecho, por ejemplo, con personas con alzhéimer o deterioro cognitivo. Te tienen que formar para que puedas entender mejor y el resultado sea que atiendes adecuadamente”.
¿Qué se entiende por un profesional especializado en temática LGTB?
Por eso Federico Armenteros reclama una formación reglada: “Es necesario que exista esta formación en los módulos de Formación Profesional sobre la diversidad. ¿Qué profesionales hay ahora mismo? Los que estamos trabajando con la diversidad, como la Fundación 26 de diciembre, que ya somos especialistas pero porque nos hemos autoformado.
“Se entiende por un profesional especializado en temática LGTB, un profesional formado. No vale que llegue un enfermero, te diga que es homosexual y ya por eso es un profesional especializado. Hace falta una especialización”, apunta Armenteros, que se queja: “Sin estudios previos y sin presupuesto se hacen las PNL como churros. Tienen que ser coherentes con el tema”.
Para el presidente de la Fundación 26 de diciembre lo más “lamentable” es que “no hacen un estudio previo de qué es lo que se necesita”. Además, concluye: “Los políticos no nos han pedido opinión. Nos dicen que tienen que hacer cosas pero no actúan en consecuencia. Por eso esta PNL no me sirve para nada”.
Una transformación
Un punto de vista interesante lo presenta el consultor de innovación en Gerontología Social y experto en temática LGTBI Stephan Biel, que señala a Dependencia_info que si “una residencia tradicional, por decirlo claramente, heterosexual, quiere ofrecer el servicio al colectivo LGTBI tiene que hacer una transformación”.
“¿Se puede obligar al responsable de una residencia a que contrate personal especializado en LGTBI para que ofrezcan obligados este servicio? ¿Y si el personal no lo quiere atender aunque haya hecho la formación? ¿Tú querrías estar allí? Supongo que no”, destaca Biel, que recuerda que “en Holanda, por ejemplo, si una residencia tradicional quiere tener un certificado ‘LGTBi friendly’, lo tiene que solicitar ella y hacer todo el procedimiento, pero no se obliga”.
“Yo creo que la residencia tiene que poder elegir el modelo que quiera”, insiste. Pero también hace especial hincapié en que es muy importante formar a los profesionales en competencias y habilidades: “Hay que trabajar cuáles son las necesidades específicas de unos colectivos específicos. Necesitamos aprender el cuidado basado en la evidencia. Pasa lo mismo con la cuestión transcultural, ya que no es lo mismo dar de comer a un cristiano, que a un musulmán o un budista. Pasa que ofrecemos café para todos y luego nos quejamos de que no funciona el modelo, normal”.
Residencias especializadas
Dicho todo esto, ¿cuál es el futuro ideal, uno en el que el colectivo LGTB quiera ir a cualquier residencia porque ya tenemos todos formación o uno al que necesiten ir a una residencia especializada en LGTB porque son realmente las únicas donde se sientes respetados?
Federico Armentero lo tiene claro: "Tenemos que ser visibles para que haya diversidad. Diversidad significa poder elegir. Tenemos que estar visibles para que la gente que quiera pueda elegir, pero no solamente LGTB. Tiene que haber residencias especializadas".
Pero también "hay que trabajar con los mismos mayores", afirma el presidente de la Fundación 26 de diciembre, ya que "tienen el concepto de que esto es una sociedad heteronormativa y que lo normal es la heteronormalidad, que piensan que la diversidad es de vicio, de pecadores y que si les pones en la misma habitación con un transexual o con un homosexual le van a violar".
Y termina: "La especialización está en ese conocimiento, en ver la realidad y el saber cómo tienes que intervenir y ayudar a esas personas a que tengan una calidad de vida que ahora mismo no la tienen. Muchos sufren el estrés postraumático después de haber sufrido durante tantos años lo que han sufrido".
Oferta y demanda
Stephan Biel, por su parte, señala que “no hay un ideal A o B. Las personas quieren vivir en un proyecto que es sostenible”. Lo explica: “Hay colectivos que tienen claro que quieren estar en una residencia propia solo con el colectivo gay o mixto con lesbianas y a veces con transexuales y hay otros que quieren vivir con el resto, con diversidad sexual, porque no les importa estar todos juntos. Pero siempre según la demanda”.
Este experto tiene claro que si ahora hacemos un estudio en alguna ciudad importante de España, “la probabilidad de que una parte diga que quiere unas cosas y otra diga que quieres otras distintas es alta”, porque “ya lo hemos visto en otros países de nuestro entorno”. Biel pone como ejemplo que en Berlín hay una residencia que fue construida para el colectivo gay “porque había una demanda, es decir, había una lista de espera de personas que querían esto”. Pero del mismo modo, hubo “una parte del colectivo LGTB que dijo que no quería ir a esta residencia porque se siente segregada”.
“No se puede decir qué es mejor y qué no. Hay que preguntar a las personas. Si quieres desarrollar un proyecto para el colectivo LGTBI hay que hacerlo desde la base de preguntar lo que quiere la gente. Si yo tengo suficiente gente que me va a pagar el servicio, construyo la residencia solo para gais y lesbianas. Si no, no lo construyo”, subraya.
La conclusión es que “depende de la sostenibilidad del proyecto”. Y recuerda que “esto lo vemos en Alemania, Austria, Dinamarca, Holanda o en EEUU”. “En Nueva York hay dos residencias para el colectivo LGTBI porque hay demanda”, concluye.
Entiende que esta proposición “es necesaria porque se trata de dar ánimos a un colectivo que está invisibilizado en los centros de mayores”. Baños explica la "tremenda discriminación" que esto supone, ya que “hay gente que tiene que volver al armario en las residencias de ancianos porque se sienten apartados”.
Al respecto, el presidente de la Fundación 26 de diciembre, Federico Armenteros, señalaba también a este periódico que esta PNL es necesaria, pero “es un brindis al sol”: “No va a servir de nada porque no se ha hecho lo previo, que es sensibilizar. Si tu no sensibilizas, las propias residencias lo ven como que les estás diciendo que son homófobas. Cuando no es así”.
Para Armenteros lo fundamental es que el personal tiene que estar preparado: “Lo que no se ha hecho es una formación para que se entienda la necesidad de especializarse, como sí se ha hecho, por ejemplo, con personas con alzhéimer o deterioro cognitivo. Te tienen que formar para que puedas entender mejor y el resultado sea que atiendes adecuadamente”.
¿Qué se entiende por un profesional especializado en temática LGTB?
Por eso Federico Armenteros reclama una formación reglada: “Es necesario que exista esta formación en los módulos de Formación Profesional sobre la diversidad. ¿Qué profesionales hay ahora mismo? Los que estamos trabajando con la diversidad, como la Fundación 26 de diciembre, que ya somos especialistas pero porque nos hemos autoformado.
“Se entiende por un profesional especializado en temática LGTB, un profesional formado. No vale que llegue un enfermero, te diga que es homosexual y ya por eso es un profesional especializado. Hace falta una especialización”, apunta Armenteros, que se queja: “Sin estudios previos y sin presupuesto se hacen las PNL como churros. Tienen que ser coherentes con el tema”.
Para el presidente de la Fundación 26 de diciembre lo más “lamentable” es que “no hacen un estudio previo de qué es lo que se necesita”. Además, concluye: “Los políticos no nos han pedido opinión. Nos dicen que tienen que hacer cosas pero no actúan en consecuencia. Por eso esta PNL no me sirve para nada”.
Una transformación
Un punto de vista interesante lo presenta el consultor de innovación en Gerontología Social y experto en temática LGTBI Stephan Biel, que señala a Dependencia_info que si “una residencia tradicional, por decirlo claramente, heterosexual, quiere ofrecer el servicio al colectivo LGTBI tiene que hacer una transformación”.
“¿Se puede obligar al responsable de una residencia a que contrate personal especializado en LGTBI para que ofrezcan obligados este servicio? ¿Y si el personal no lo quiere atender aunque haya hecho la formación? ¿Tú querrías estar allí? Supongo que no”, destaca Biel, que recuerda que “en Holanda, por ejemplo, si una residencia tradicional quiere tener un certificado ‘LGTBi friendly’, lo tiene que solicitar ella y hacer todo el procedimiento, pero no se obliga”.
“Yo creo que la residencia tiene que poder elegir el modelo que quiera”, insiste. Pero también hace especial hincapié en que es muy importante formar a los profesionales en competencias y habilidades: “Hay que trabajar cuáles son las necesidades específicas de unos colectivos específicos. Necesitamos aprender el cuidado basado en la evidencia. Pasa lo mismo con la cuestión transcultural, ya que no es lo mismo dar de comer a un cristiano, que a un musulmán o un budista. Pasa que ofrecemos café para todos y luego nos quejamos de que no funciona el modelo, normal”.
Residencias especializadas
Dicho todo esto, ¿cuál es el futuro ideal, uno en el que el colectivo LGTB quiera ir a cualquier residencia porque ya tenemos todos formación o uno al que necesiten ir a una residencia especializada en LGTB porque son realmente las únicas donde se sientes respetados?
Federico Armentero lo tiene claro: "Tenemos que ser visibles para que haya diversidad. Diversidad significa poder elegir. Tenemos que estar visibles para que la gente que quiera pueda elegir, pero no solamente LGTB. Tiene que haber residencias especializadas".
Pero también "hay que trabajar con los mismos mayores", afirma el presidente de la Fundación 26 de diciembre, ya que "tienen el concepto de que esto es una sociedad heteronormativa y que lo normal es la heteronormalidad, que piensan que la diversidad es de vicio, de pecadores y que si les pones en la misma habitación con un transexual o con un homosexual le van a violar".
Y termina: "La especialización está en ese conocimiento, en ver la realidad y el saber cómo tienes que intervenir y ayudar a esas personas a que tengan una calidad de vida que ahora mismo no la tienen. Muchos sufren el estrés postraumático después de haber sufrido durante tantos años lo que han sufrido".
Oferta y demanda
Stephan Biel, por su parte, señala que “no hay un ideal A o B. Las personas quieren vivir en un proyecto que es sostenible”. Lo explica: “Hay colectivos que tienen claro que quieren estar en una residencia propia solo con el colectivo gay o mixto con lesbianas y a veces con transexuales y hay otros que quieren vivir con el resto, con diversidad sexual, porque no les importa estar todos juntos. Pero siempre según la demanda”.
Este experto tiene claro que si ahora hacemos un estudio en alguna ciudad importante de España, “la probabilidad de que una parte diga que quiere unas cosas y otra diga que quieres otras distintas es alta”, porque “ya lo hemos visto en otros países de nuestro entorno”. Biel pone como ejemplo que en Berlín hay una residencia que fue construida para el colectivo gay “porque había una demanda, es decir, había una lista de espera de personas que querían esto”. Pero del mismo modo, hubo “una parte del colectivo LGTB que dijo que no quería ir a esta residencia porque se siente segregada”.
“No se puede decir qué es mejor y qué no. Hay que preguntar a las personas. Si quieres desarrollar un proyecto para el colectivo LGTBI hay que hacerlo desde la base de preguntar lo que quiere la gente. Si yo tengo suficiente gente que me va a pagar el servicio, construyo la residencia solo para gais y lesbianas. Si no, no lo construyo”, subraya.
La conclusión es que “depende de la sostenibilidad del proyecto”. Y recuerda que “esto lo vemos en Alemania, Austria, Dinamarca, Holanda o en EEUU”. “En Nueva York hay dos residencias para el colectivo LGTBI porque hay demanda”, concluye.
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