Imagen: El País / Lucetta Scaraffia |
Lucetta Scaraffia y su equipo se marchan denunciando el retorno a la cultura de “la mujer obediente” en la Iglesia y la imposibilidad de abrir un "diálogo libre y valiente"
Daniel Verdú | El País, 2019-03-26
https://elpais.com/sociedad/2019/03/26/actualidad/1553599594_604218.html
El Vaticano y el Papa han sufrido una nueva baja que cuestiona directamente la apertura de la Iglesia a las mujeres y a la libertad de expresión. La directora del suplemento mensual femenino de L’Osservatore Romano, Lucetta Scaraffia, y todo su equipo han dimitido de sus funciones. En su despedida, denuncian el intento de “silenciar una iniciativa útil”, la vuelta al clericalismo y a la cultura de “mujeres obedientes”. La dimisión aísla más al pontificado de Francisco, que pierde aliados a ambos lados del esquema ideológico y social.
La directora de ‘Mujeres, Iglesia, Mundo’ y su redacción han escrito una carta al Papa para explicar sus motivos. Algo que también detallarán en el próximo editorial de la publicación, que ya ha sido adelantado. Denuncian que su línea editorial "no ha encontrado el apoyo de la nueva dirección de ‘L'Osservatore Romano’" [hubo un brusco cese del anterior director el pasado diciembre] y que "se ha vuelto a la selección de mujeres de arriba, a la elección de colaboradores que aseguran obediencia y a renunciar a cualquier posibilidad de abrir un verdadero diálogo, libre y valiente”.
La redacción explica en su carta al papa Francisco que tiran la toalla porque se sienten rodeadas de "un clima de desconfianza y deslegitimación progresiva, desde una mirada sin estima y crédito para continuar la colaboración". "Con el cierre de ‘Donne Chiesa Mondo’ –termina- se rompe, por primera vez, una experiencia nueva y excepcional para la Iglesia: un grupo de mujeres, que se han organizado de forma autónoma, que han votado entre ellas la incorporación de nuevas colaboradoras, que han podido trabajar en el corazón del Vaticano y de la comunicación de la Santa Sede con inteligencia y corazón libres, gracias al consentimiento y apoyo de dos papas”.
El suplemento, creado durante la fructífera dirección del anterior responsable del periódico del Vaticano, Giovanni Maria Vian, fue una publicación contracultural dentro de los muros de una institución masculina. Scaraffia impulsó la publicación de grandes temas, incluido el del largamente silenciado abuso a las monjas por parte de sacerdotes. Este reportaje, que sacó a la luz una realidad incómoda para la Iglesia, cayó como una bomba en la Santa Sede. Justo cuando la Iglesia empezaba a afrontar el tema del abuso a menores, se encontró con un nuevo frente para el que no estaba preparada.
El propio director de la publicación, Andrea Monda, ha contestado hoy a la dimisión del equipo y niega que el suplemento vaya a dejar de publicarse. "En estos pocos meses, desde que he sido nombrado director, he garantizado para Scaraffia y para el equipo editorial de mujeres, la misma autonomía y la misma libertad que han caracterizado la revista mensual desde que nació, absteniéndome de interferir de cualquier manera en la creación del suplemento mensual del periódico". Monda ha negado cualquier tipo de injerencia al tiempo que ha señalado que el suplemento femenino de ‘L'Osservatore Romano’ "no se interrumpe" y va a continuar "sin ningún tipo de clericalismo".
La directora de ‘Mujeres, Iglesia, Mundo’ y su redacción han escrito una carta al Papa para explicar sus motivos. Algo que también detallarán en el próximo editorial de la publicación, que ya ha sido adelantado. Denuncian que su línea editorial "no ha encontrado el apoyo de la nueva dirección de ‘L'Osservatore Romano’" [hubo un brusco cese del anterior director el pasado diciembre] y que "se ha vuelto a la selección de mujeres de arriba, a la elección de colaboradores que aseguran obediencia y a renunciar a cualquier posibilidad de abrir un verdadero diálogo, libre y valiente”.
La redacción explica en su carta al papa Francisco que tiran la toalla porque se sienten rodeadas de "un clima de desconfianza y deslegitimación progresiva, desde una mirada sin estima y crédito para continuar la colaboración". "Con el cierre de ‘Donne Chiesa Mondo’ –termina- se rompe, por primera vez, una experiencia nueva y excepcional para la Iglesia: un grupo de mujeres, que se han organizado de forma autónoma, que han votado entre ellas la incorporación de nuevas colaboradoras, que han podido trabajar en el corazón del Vaticano y de la comunicación de la Santa Sede con inteligencia y corazón libres, gracias al consentimiento y apoyo de dos papas”.
El suplemento, creado durante la fructífera dirección del anterior responsable del periódico del Vaticano, Giovanni Maria Vian, fue una publicación contracultural dentro de los muros de una institución masculina. Scaraffia impulsó la publicación de grandes temas, incluido el del largamente silenciado abuso a las monjas por parte de sacerdotes. Este reportaje, que sacó a la luz una realidad incómoda para la Iglesia, cayó como una bomba en la Santa Sede. Justo cuando la Iglesia empezaba a afrontar el tema del abuso a menores, se encontró con un nuevo frente para el que no estaba preparada.
El propio director de la publicación, Andrea Monda, ha contestado hoy a la dimisión del equipo y niega que el suplemento vaya a dejar de publicarse. "En estos pocos meses, desde que he sido nombrado director, he garantizado para Scaraffia y para el equipo editorial de mujeres, la misma autonomía y la misma libertad que han caracterizado la revista mensual desde que nació, absteniéndome de interferir de cualquier manera en la creación del suplemento mensual del periódico". Monda ha negado cualquier tipo de injerencia al tiempo que ha señalado que el suplemento femenino de ‘L'Osservatore Romano’ "no se interrumpe" y va a continuar "sin ningún tipo de clericalismo".
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