Imagen: El Salto / Carla Antonelli |
Antonelli ha pedido explicaciones este jueves en el Pleno de la Asamblea sobre el incumplimiento de la ley de identidad sexual de la Comunidad de Madrid que se aprobó hace un año y nueve meses.
Patricia Reguero | El Salto, 2017-12-05
https://www.elsaltodiario.com/transexualidad/carla-antonelli-ley-identidad-sexual-asamblea-pleno-comunidad-madrid
Un año y nueve meses después de la aprobación de la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid, la diputada del grupo socialista en la Asamblea de Madrid Carla Antonelli dice que no se ha cumplido ni la mitad “siendo generosa”. “No es una cuestión de presupuesto: ¿qué dinero cuesta descolgar un teléfono y llamar a los colectivos que deben integrar el Comité Consultivo?”, dice. Su grupo ha registrado esta semana dos enmiendas a los presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2018, de 150.000 y un millón de euros, ambas relacionadas con la promoción del empleo entre el colectivo de personas trans.
Desde la aprobación de esta ley con los votos de PSOE, Podemos y Ciudadanos, y la abstención del PP, Antonelli ha llevado a la Asamblea setenta preguntas. Este jueves, en una interpelación al Gobierno, ha pedido explicaciones sobre su incumplimiento, que ejemplifica con el caso de una joven a la que reiteradamente se ha negado asistencia en un hospital público madrileño, pese a que la ley reconoce el derecho a recibir asistencia en proximidad sin tener que pasar por la Unidad de Género, a la que muchos aun se refieren como “la unidad de trastornos de la identidad de género”, ha recordado. La diputada también ha llevado al Pleno los formularios de creación de la tarjeta sanitaria de Canarias y Andalucía para recordar al consejero de Políticas Sociales y Familia, Carlos Izquierdo, que el cambio registral en documentos de ámbito regional como la tarjeta sanitaria es otra de las medidas que recoge la ley sin que hasta ahora se haya cumplido. Mientras, ha asegurado, en Andalucía se han emitido ya más de 200.
Hablamos con ella sobre la ley de transexualidad y las barreras con las que se encuentra.
En marzo de 2016 se aprueba la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid. Desde entonces, ¿qué?
La paradoja es que tenemos una ley en vigor desde hace un año y nueve meses, que es de obligado cumplimiento, y que se ha pasado cualquier plazo prescriptivo para que se reglamentara. Un director general me ha llegado a decir al preguntarle en comisión por las campañas de sensibilización que corresponden a un artículo de la ley, que ya venía el World Pride y ya se iba a sensibilizar bastante. Y luego dicen que yo digo sandeces.
¿Qué se ha cumplido?
Por ejemplo, ya puedes pedir asistencia sanitaria en proximidad, hemos hecho declaraciones institucionales amparándonos en ciertos puntos de la ley, desde la unidad [Unidad de Identidad de Género del Ramón y Cajal] técnicamente no pueden atender desde un trato patologizante, ya no hay nada que impida a los menores trans poder recibir a la edad indicada los inhibidores para retrasar la pubertad. Pero son las personas, los colectivos y las familias quienes están transmitiendo qué profesionales no están dando problemas, y luego hay profesionales que no están dando atención. En un hospital público tuvieron el descaro de firmar que no atienden a pacientes con trastornos que no vengan derivados de la Unidad de Identidad de Género. Esto es un hecho gravísimo.
Las propuestas sanitarias, ¿son el apartado más ambicioso de la ley?
El tema sanitario es de los más ambiciosos y no necesita mucho presupuesto, lo que necesita es coordinación. Por un lado, la unidad ya existe y lo que hicimos con la ley fue garantizar su continuidad, para no caer en las arenas movedizas de que en cualquier momento pueda desaparecer. Por acuerdo de todos los colectivos que participaron en la elaboración de la ley, se decidió mantener la unidad a la vez que garantizar la atención en proximidad. La unidad lo que necesita es un lavado y un centrifugado, y ponerla a cumplir la ley. Y si quien la está coordinando está agarrapatado en el pasado, habrá que nombrar un nuevo coordinador o coordinadora.
Pienso que el futuro, que no la utopía, es que la atención sea generalizada en proximidad en la Sanidad pública. Pero mientras no exista eso no puedes de golpe cerrar la unidad especializada. Y también debemos ser conscientes de que no todos los profesionales están cualificados para la atención de las personas trans...
Las medidas registrales que recoge la ley regional, ¿se están cumpliendo?
Con el tema de la tarjeta sanitaria se han montado en un burro y no quieren cambiarla porque dicen que se puede utilizar en otras comunidades. Pero es absurdo porque no es un documento que acredite para ninguna otra situación sino simplemente para que seas atendida. Hemos tenido que explicar como en Barrio Sésamo que esa documentación administrativa era solo para Madrid, en el ámbito de la Comunidad de Madrid y para las administraciones públicas madrileñas de Madrid. Hubo un recurso en el Constitucional que quedó resuelto el 28 de febrero de este año. A fecha de hoy, en el mes de diciembre, resulta que ni tan siquiera han hecho el formulario para hacer esa documentación administrativa, que no modifica para nada tu DNI porque eso sería anticonstitucional. Al final el DNI lo vamos a modificar nosotros antes por la ley del Congreso y estos señores de Cifuentes van a quedar retratados.
La ley nace con los votos de la oposición y sin presupuesto, ¿está condenada a quedarse en un cajón?
La ley no contempla ese presupuesto en el momento porque era una proposición de ley, que es aprobada y que por tanto el Gobierno tiene la obligación de hacer cumplir. Luego hay medidas que no suponen ningún tipo de presupuesto, como la creación del Comité Consultivo, que debe estar conformado por todas las asociaciones referente de la Comunidad de Madrid y por personal de la Unidad de Género y del programa LGTBI, y que se tiene que reunir dos veces al año para valorar el cumplimiento de la ley. Pero no se han molestado ni en llamar a los colectivos. No es una cuestión de medidas económicas. ¿Qué presupuesto requiere enviar una circular a los profesionales para decir que hay una ley que no obliga a pasar por la Unidad de Género para recibir atención sanitaria? No, las leyes cuando se votan y salen adelante con la mayoría de la cámara son de obligado cumplimiento. Aquí no importa quién haya votado y quién se haya abstenido vergonzosamente.
Hace un año y nueve meses se celebraba la aprobación de esta ley. ¿Se ha pasado al cabreo?
No, ahora hay mucha motivación. Yo me puedo cabrear, pero me motivo. Dame un muro y yo construyo la escalera. La mía es una vida de retos y de tener que estar demostrando y demostrando. Yo sé que se va a cumplir.
¿Qué tiene de particular la ley de la Comunidad de Madrid?
La de Madrid hasta el momento ha sido la ley más ambiciosa. Nosotros no generamos un universo espontáneamente, también recogimos de otras leyes y lo mejoramos. Recogemos de la ley extremeña, de la catalana, de la de navarra... Y la mejoramos con cosas que no tiene absolutamente ninguna otra, como que los Servicios Sociales tenían que actuar si un menor era violentado en el impedimento de su normal desarrollo de su identidad de género por sus padres o tutores.
Desde la aprobación de esta ley con los votos de PSOE, Podemos y Ciudadanos, y la abstención del PP, Antonelli ha llevado a la Asamblea setenta preguntas. Este jueves, en una interpelación al Gobierno, ha pedido explicaciones sobre su incumplimiento, que ejemplifica con el caso de una joven a la que reiteradamente se ha negado asistencia en un hospital público madrileño, pese a que la ley reconoce el derecho a recibir asistencia en proximidad sin tener que pasar por la Unidad de Género, a la que muchos aun se refieren como “la unidad de trastornos de la identidad de género”, ha recordado. La diputada también ha llevado al Pleno los formularios de creación de la tarjeta sanitaria de Canarias y Andalucía para recordar al consejero de Políticas Sociales y Familia, Carlos Izquierdo, que el cambio registral en documentos de ámbito regional como la tarjeta sanitaria es otra de las medidas que recoge la ley sin que hasta ahora se haya cumplido. Mientras, ha asegurado, en Andalucía se han emitido ya más de 200.
Hablamos con ella sobre la ley de transexualidad y las barreras con las que se encuentra.
En marzo de 2016 se aprueba la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid. Desde entonces, ¿qué?
La paradoja es que tenemos una ley en vigor desde hace un año y nueve meses, que es de obligado cumplimiento, y que se ha pasado cualquier plazo prescriptivo para que se reglamentara. Un director general me ha llegado a decir al preguntarle en comisión por las campañas de sensibilización que corresponden a un artículo de la ley, que ya venía el World Pride y ya se iba a sensibilizar bastante. Y luego dicen que yo digo sandeces.
¿Qué se ha cumplido?
Por ejemplo, ya puedes pedir asistencia sanitaria en proximidad, hemos hecho declaraciones institucionales amparándonos en ciertos puntos de la ley, desde la unidad [Unidad de Identidad de Género del Ramón y Cajal] técnicamente no pueden atender desde un trato patologizante, ya no hay nada que impida a los menores trans poder recibir a la edad indicada los inhibidores para retrasar la pubertad. Pero son las personas, los colectivos y las familias quienes están transmitiendo qué profesionales no están dando problemas, y luego hay profesionales que no están dando atención. En un hospital público tuvieron el descaro de firmar que no atienden a pacientes con trastornos que no vengan derivados de la Unidad de Identidad de Género. Esto es un hecho gravísimo.
Las propuestas sanitarias, ¿son el apartado más ambicioso de la ley?
El tema sanitario es de los más ambiciosos y no necesita mucho presupuesto, lo que necesita es coordinación. Por un lado, la unidad ya existe y lo que hicimos con la ley fue garantizar su continuidad, para no caer en las arenas movedizas de que en cualquier momento pueda desaparecer. Por acuerdo de todos los colectivos que participaron en la elaboración de la ley, se decidió mantener la unidad a la vez que garantizar la atención en proximidad. La unidad lo que necesita es un lavado y un centrifugado, y ponerla a cumplir la ley. Y si quien la está coordinando está agarrapatado en el pasado, habrá que nombrar un nuevo coordinador o coordinadora.
Pienso que el futuro, que no la utopía, es que la atención sea generalizada en proximidad en la Sanidad pública. Pero mientras no exista eso no puedes de golpe cerrar la unidad especializada. Y también debemos ser conscientes de que no todos los profesionales están cualificados para la atención de las personas trans...
Las medidas registrales que recoge la ley regional, ¿se están cumpliendo?
Con el tema de la tarjeta sanitaria se han montado en un burro y no quieren cambiarla porque dicen que se puede utilizar en otras comunidades. Pero es absurdo porque no es un documento que acredite para ninguna otra situación sino simplemente para que seas atendida. Hemos tenido que explicar como en Barrio Sésamo que esa documentación administrativa era solo para Madrid, en el ámbito de la Comunidad de Madrid y para las administraciones públicas madrileñas de Madrid. Hubo un recurso en el Constitucional que quedó resuelto el 28 de febrero de este año. A fecha de hoy, en el mes de diciembre, resulta que ni tan siquiera han hecho el formulario para hacer esa documentación administrativa, que no modifica para nada tu DNI porque eso sería anticonstitucional. Al final el DNI lo vamos a modificar nosotros antes por la ley del Congreso y estos señores de Cifuentes van a quedar retratados.
La ley nace con los votos de la oposición y sin presupuesto, ¿está condenada a quedarse en un cajón?
La ley no contempla ese presupuesto en el momento porque era una proposición de ley, que es aprobada y que por tanto el Gobierno tiene la obligación de hacer cumplir. Luego hay medidas que no suponen ningún tipo de presupuesto, como la creación del Comité Consultivo, que debe estar conformado por todas las asociaciones referente de la Comunidad de Madrid y por personal de la Unidad de Género y del programa LGTBI, y que se tiene que reunir dos veces al año para valorar el cumplimiento de la ley. Pero no se han molestado ni en llamar a los colectivos. No es una cuestión de medidas económicas. ¿Qué presupuesto requiere enviar una circular a los profesionales para decir que hay una ley que no obliga a pasar por la Unidad de Género para recibir atención sanitaria? No, las leyes cuando se votan y salen adelante con la mayoría de la cámara son de obligado cumplimiento. Aquí no importa quién haya votado y quién se haya abstenido vergonzosamente.
Hace un año y nueve meses se celebraba la aprobación de esta ley. ¿Se ha pasado al cabreo?
No, ahora hay mucha motivación. Yo me puedo cabrear, pero me motivo. Dame un muro y yo construyo la escalera. La mía es una vida de retos y de tener que estar demostrando y demostrando. Yo sé que se va a cumplir.
¿Qué tiene de particular la ley de la Comunidad de Madrid?
La de Madrid hasta el momento ha sido la ley más ambiciosa. Nosotros no generamos un universo espontáneamente, también recogimos de otras leyes y lo mejoramos. Recogemos de la ley extremeña, de la catalana, de la de navarra... Y la mejoramos con cosas que no tiene absolutamente ninguna otra, como que los Servicios Sociales tenían que actuar si un menor era violentado en el impedimento de su normal desarrollo de su identidad de género por sus padres o tutores.
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