jueves, 28 de diciembre de 2017

#hemeroteca #lgtbi #urbanismo | Metro aparca la reforma de la estación de Chueca después de gastar 32.000 euros

Imagen: El País / Propuesta de marquesina para la boca del metro en Chueca
Metro aparca la reforma de la estación de Chueca después de gastar 32.000 euros.
La empresa pública hizo un concurso y ahora descarta hacer las obras porque no llegaron a tiempo para el World Pride.
J.A. Aunión | El País, 2017-12-28
https://elpais.com/ccaa/2017/12/26/madrid/1514301330_589205.html

Metro de Madrid ha decidido guardar en un cajón el proyecto de transformación de la estación de Chueca (que incluía una nueva marquesina exterior e intervenciones artísticas en las escaleras, la taquilla y las paredes) después de la celebración de un concurso al que se presentaron medio centenar de proyectos, de meses de trabajo de los arquitectos ganadores y de un gasto de más 32.000 euros. Un portavoz de Metro explica que, como no dio tiempo a inaugurarlo durante la celebración el pasado junio en Madrid del World Pride, la fiesta mundial del orgullo LGTBI, “ya no es prioritario”. Sin embargo, los autores del proyecto se quejan de que todos los retrasos se debieron a la empresa de transporte y que, cuando se firmó el contrato definitivo el pasado febrero, “era absolutamente sabido por las dos partes que era imposible”, por los plazos de los pliegos y los que establece la propia ley, acabarlo en junio.

Las bases del concurso convocado el año pasado por Metro, a través del Colegio de Arquitectos de Madrid, establecían como objetivo “darle una identidad propia a la estación” de Chueca, con “una pieza integradora en el barrio que conecte el espacio suburbano con la actividad del ‘exterior’, cuya esencia se basa en la diversidad y la tolerancia”. Lo ganaron a últimos de octubre de 2016, imponiéndose a otro medio centenar de participantes, los arquitectos Carlos Higinio Esteban, Daniel Fernández y Mariana Vilela con un proyecto titulado 'Inside Chueca'; el segundo y el tercer clasificados obtuvieron un premio de 2.500 euros cada uno, a lo que hay que sumar otros 8.000 euros que costó la organización del proceso.

Los ganadores se pusieron a trabajar enseguida (el borrador del contrato provisional les llegó, aseguran, el 22 de noviembre) y poco más de un mes después de la firma del contrato definitivo, a mediados de marzo, entregaron el anteproyecto. Las obras, con un presupuesto de ejecución de 249.999,85 euros, consistían en levantar, por un lado, una nueva marquesina compuesta por tambores cilíndricos que sostendrían vidrios; al pasar la luz a través de ellos se formaría un arco iris.

Los cambios se completarían con varias instalaciones artísticas: la inscripción de una cita del escritor Oscar Wilde en las escaleras de la salida a la calle —“Be yourself, everyone else is already taken”, es decir: “Sé tú mismo, todos los demás están ya cogidos”—; con la transformación de la taquilla –revistiendo con unas tachuelas sobre cuero los paños que quedan entre las molduras de la taquilla actual y colocando un letrero de neón luminoso con el texto: “Contra todo pronóstico”—. Por último, la intervención titulada el ‘Atlas de Chueca’ consistía en convocar al vecindario para que mandara las imágenes que, según cada uno, reflejaran mejor la identidad del barrio; la idea era reunir unas 30.000 para empapelar con ellas las paredes de los pasillos de la estación.

“Aunque el proyecto es viable técnicamente, algunas de las actuaciones planteadas dificultan las labores de mantenimiento que se realizan en la estación, labores que no están en los procesos habituales y diarios de mantenimiento, lo que dificulta (y encarece) su conservación y mantenimiento”, señala un portavoz de Metro cuando se le pregunta por qué se ha descartado el proyecto. Añade que no se descarta retomarlo en el futuro (aunque los autores ven prácticamente imposible) e insiste en la razón principal para guardarlo ahora en un cajón: “El proyecto de tematización de la estación de Chueca ahora no es prioritario porque el objetivo que inspiró el concurso era haberlo ejecutado de cara al World Pride 2017, que se celebró en Madrid del 23 de junio al 2 de julio de 2017. La complejidad de un proyecto de este tipo no hizo posible poder desarrollarlo en plazo para ese evento”, dice su contestación por escrito.

La cuestión del mantenimiento más caro era algo previsible desde el inicio del proyecto y sobre la imposibilidad de llegar a tiempo al World Pride, señala el arquitecto Daniel Fernández: “En el momento en que firmamos el contrato el 6 de febrero era absolutamente sabido por las dos partes que era imposible llegar, ya que los plazos de los pliegos matemáticamente lo hacían imposible y la Ley de Licitación del Estado obliga a dejar dos o tres meses para que puedan hacer ofertas las constructoras”. Para el momento en que se produjo aquella firma, todo estaba ya en plena marcha y, después, siguierons sucediéndose con normalidad los sucesivos trámites: entrega de anteproyecto, intercambio observaciones con Metro y entrega a mediados de junio del proyecto técnico, el de ejecución, al que la empresa devolvió los primeros comentarios el 30 de junio, cuando ya estaba a punto de terminar la celebración del World Pride.

Sea como sea, el pasado noviembre la empresa pública pidió a los aruitectos que hicieran una propuesta de liquidación (es decir, que pidan el dinero que creen que les resarce por su trabajo para finiquitar el contrato). La cantidad que finalmente acuerden se sumará a lo ya gastado hasta ahora: 13.000 euros en la fase de concurso y otros 19.000 a los ganadores (5.000 por del anteproyecto y otros 14.000 por proyecto). En total, 32.000 euros que son muchos menos, insiste el portavoz de Metro en su correo, que el presupuesto de la obra “si se llevara a cabo: 249.999,85”.

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