sábado, 9 de diciembre de 2017

#hemeroteca #violenciasexual #homofobia | Budsexers, homosexualidad reprimida, misoginia y machismo

Imagen: El Español
Budsexers, homosexualidad reprimida, misoginia y machismo.
Lucía Etxebarria | El Periódico, 2017-12-09

http://www.elperiodico.com/es/opinion/20171209/budsexers-homosexualidad-reprimida-misoginia-machismo-etxebarria-6478411

Málaga: cinco hombres practican sexo con una chica, le roban el bolso y el móvil y la dejan tirada en un descampado en la madrugada. Ella les denuncia por violación. Se llega a un acuerdo entre partes: ella retira la denuncia y ellos dejan de amenazar con demandas por denuncia falsa. Pamplona: cinco hombres tienen sexo con una chica, le roban el móvil y la dejan tirada en un portal de madrugada. La segunda chica tiene un abogado mejor y no acepta acuerdo ninguno.

Estos grupos de hombres no hacen más que recrear una imagen muy común en el porno: tecleen en internet «mujer con varios hombres» y les saldrán 7.580.000 resultados. ¡7 millones y medio de vídeos en los que varios hombres perforan por todos los orificios a una mujer absolutamente pasiva!

Los chicos de La Manada, por ejemplo, son chicos jóvenes y atractivos. Todos tenían novia, algunos están casados. No podían estar tan necesitados de sexo. Y si tan desesperados estaban, siempre podrían haber recurrido a una profesional. Pero no, querían hacerlo todos juntos con la misma.

¿Por qué? Porque ella no cuenta. Lo que querían era verse la polla los unos a los otros. Porque están tan reprimidos que no pueden reconocer en alto su parte homosexual. Porque no pueden reconocer que les encanta ver a otro hombre excitado, teniendo sexo, teniendo un orgasmo.

La chica es la coartada: estamos con una chica, por lo tanto no somos homosexuales. Pero sí lo sois, en parte o en todo. Como casi todos los hombres.

Porque casi ninguna persona en el mundo tiene una identidad sexual monocroma. Todos tenemos identidades sexuales flexibles. Estos hombres también la tienen, pero la reprimen. Y ya de paso, los de La Manada probablemente tengan rasgos psicopáticos.

Los chicos de La Manada son budsexers. Hombres que tienen sexo con otros hombres pero que no quieren reconocerse a sí mismos sus tendencias homosexuales.

Budsexers. Presos que practican el sexo con compañeros de celda. Militares y sacerdotes que tienen sexo con hombres en privado y que en público se muestran homófobos. Hombres que viven con mujeres, a veces casados y/o con hijos, que tienen sexo con otro hombre cuando están borrachos o bajo los efectos de drogas. Que interpretan ese encuentro sexual como una ayudita secreta a un colega.

Hombres que dicen que tienen relaciones sexuales con otros hombres solo para satisfacer su instinto. ¿Qué coño instinto? Si tu instinto te dirige hacia otro hombre, lo siento cariño, pero tú no eres heterosexual.

Los budsexers son tan homófobos porque todo lo que les suene a homosexual les da pánico. Por eso se inventan ese extraño juego de "tengo sexo con hombres pero en realidad no es sexo". Son machistas porque desprecian lo que entienden como femenino: a los homosexuales que no se avergüenzan de serlo y a las mujeres.

Sus mujeres no son más que señoras que están en casa con los niños. La verdadera intimidad la viven con sus amigotes. Por eso los de La Manada se fueron todos juntos de viaje y de juerga, sin sus mujeres o novias. Porque a ellas no las perciben como a compañeras, solo como a ésa que les cuida la casa y los niños.

Porque se han limitado a hacer lo que la sociedad espera que hagamos todos y cada uno de nosotros: echarse novia, casarse y reproducirse. A cubrir el expediente social. Porque saben que ser homosexual, bisexual, poliamoroso o abierto sexualmente sigue siendo un problemón para mucha gente. Que sus relaciones sociales, familiares o laborales, sus carreras profesionales... su vida, en suma, podía verse afectada.

El instinto sexual del que tanto hablan para justificar sus actos no es simplemente una urgencia desesperada por tener sexo. De ser así, no habría tanta gente que puede vivir sin sexo: monjas, curas o gente como yo, que puedo pasar meses sin sexo si estoy concentrada en un trabajo. La ficticia y arquetípica construcción en nuestra sociedad de las identidades de género, las identidades sexuales y las orientaciones sexuales son absurdas. Porque las relaciones sexuales son actos tremendamente complejos que, a menudo, no están ligados al género ni sujetos a etiquetas.

Los budsexers son personas que se niegan a reconocer lo evidente: que todos los humanos nos sentimos atraídos por personas que nos gustan. Personas. No hombres o mujeres. Personas.



Violación en grupo y homofobia internalizada.
Lucía Etxebarria | Allegramag, 2017-12-12

https://allegramag.info/violacion-grupo-homofobia-internalizada/

A partir de los años 70-80 una serie de psicólogos sociales empiezan a estudiar un fenómeno callejero muy común en Estados Unidos, la violación en grupo. Cuando una banda escoge a una mujer y la violan entre varios hombres. Esta práctica suele responder a un ritual de iniciación. Es decir, es algo en lo que el neófito participa para poder iniciarse en el grupo. Es exactamente lo que ha pasado en el caso La Manada, en el que la violación y el viaje constituían la prueba para que el nuevo fuera aceptado o no.

Después, esta práctica pasa al porno, donde la escena se hace común. Si uno busca en google puede verificar que en estas escenas se abusa de la víctima. Es decir, en la representación de la escena la mujer no parece disfrutar, sino que está allí contra su voluntad.

Si la razón de que esta práctica fuera excitante para los hombres fuera exclusivamente la dominación, lo lógico sería ver a un grupo de hombres violando a un grupo de mujeres. Es decir, si tu objeto sexual son las mujeres, no es lógico que solo te muestran una

Bien, Lo que subyace en esta práctica es una profunda homofobia.

Todas las personas, todas, albergamos deseos sexuales variados. Y podemos dirigirlos hacia personas de cualquier género. Todas las personas hemos albergado alguna vez fantasías hacia personas de nuestro mismo sexo. Pero en ambientes extremadamente reprimidos este deseo no se puede mostrar. Ni siquiera se puede pensar. Un hombre machista no puede reconocerse a sí mismo que se excita viendo a otros hombres. La violación en grupo le permite vivir esta fantasía sin culpas. Si se excita viendo una violación en grupo pensará que se excita por la violación, no que se excita por los hombres. O eso se dirá a sí mismo. Por otra parte, puesto que los deseos reprimidos se transforman en odio (odio hacia uno mismo), le permite proyectar ese odio hacia otros: hacia la mujer en este caso, en un ambiente que fomenta y legitima este odio

Cuando expuse esta teoría en un artículo para El Periódico de Cataluña (que no es mía, por cierto, lleva años en vigencia) se me llamó homófoba.

Si alguien es capaz de decirme dónde se encuentra la homofobia en esta teoría, le agradeceré que me escriba un artículo en su blog.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.