Imagen: Infovaticana / Richard Cohen, autor de 'Comprender y sanar la homosexualidad' |
Luis M. García | Público, 2018-08-21
https://blogs.publico.es/bulocracia/2018/08/21/leyes-que-prohiben-curar-la-homosexualidad/
En Internet hay montones de sitios que aseguran que “la homosexualidad tiene cura” y ofrecen todo tipo de presuntas ‘sanaciones’ milagrosas. Hay iluminados ‘sanadores’ para todos los gustos, pero lo que más abunda, sobre todo en YouTube, son los clásicos supuestos religiosos que tan pronto ‘curan’ la homosexualidad como el cáncer terminal, la impotencia, la calvicie, o eliminan el sida para siempre.
Lo de ‘curar’ la homosexualidad también lo hacen habitualmente a voces y clamando a Dios, con alaridos que provocan el éxtasis colectivo y estados de trance a la altura de la niña de El Exorcista. Y solo ‘curan’ a hombres. Alguna mujer ‘enferma’ hay en Internet, pero las ‘sanaciones’ de lesbianas no se prodigan como las de los hombres. Igual porque los milagreros creen que las lesbianas sí son un caso perdido y sin remedio.
Lo curioso es que también encontramos cientos de testimonios de presuntos exhomosexuales, que más que ‘curados’ parecen abducidos. Es triste, pero es que en determinados lugares no ha cambiado nada, y la presión a la que se ve sometido un homosexual por el hecho de serlo sigue siendo brutal, hasta el punto de que puede llevarle a renegar de sí mismo y acudir a un engañador de estos en su desesperación por ser aceptado.
O a un campamento para “jóvenes tentados por la homosexualidad”, que también existen y son para quitarles la idea de la cabeza, aunque suene a lo contrario. O ya puestos, conducirles a consumir compulsivamente las pastillas que “curan la homosexualidad” Gay Away “con sabor a pene”, unos simples caramelos comercializados en Canadá como “artículo de broma” y bajo la frase “calma tus deseos de ser malo”, que fueron retirados del mercado hace más de cuatro años por razones obvias.
Solo hay tres países en todo el mundo que tienen leyes específicas que prohíben expresamente este tipo de pseudoterapias antihomosexualidad. Son muchos más los que continúan considerando que un gay es un enfermo mental. Únicamente Ecuador, Brasil y Malta tienen leyes al respecto, aunque en un país como Estados Unidos, donde la homofobia campa en determinados lugares, California también prohíbe las supuestas terapias para sanar a los gais.
El Reino Unido será el siguiente en hacerlo, en breve, tras presentar un proyecto con 75 medidas elaborado a partir de más de cien mil entrevistas, que revelaron que al menos a un 7% de los participantes les habían ofrecido estas denominadas “terapias de conversión”, que rechazó el 5% y aceptó el 2%.
Parece una buena medida quitar del mercado a los charlatanes que dicen que ‘curan’ la homosexualidad, al menos para que no hagan caja con ese asunto. Lo cual me lleva a dos reflexiones, una bastante evidente y otra algo más profunda: uno, si triunfaría en España que fuera un delito perseguido tratar de ‘curar’ la homosexualidad, que seguro que sí; y dos, ¿para cuándo la cura de la heterosexualidad?
Y TAMBIÉN…
Lo de ‘curar’ la homosexualidad también lo hacen habitualmente a voces y clamando a Dios, con alaridos que provocan el éxtasis colectivo y estados de trance a la altura de la niña de El Exorcista. Y solo ‘curan’ a hombres. Alguna mujer ‘enferma’ hay en Internet, pero las ‘sanaciones’ de lesbianas no se prodigan como las de los hombres. Igual porque los milagreros creen que las lesbianas sí son un caso perdido y sin remedio.
Lo curioso es que también encontramos cientos de testimonios de presuntos exhomosexuales, que más que ‘curados’ parecen abducidos. Es triste, pero es que en determinados lugares no ha cambiado nada, y la presión a la que se ve sometido un homosexual por el hecho de serlo sigue siendo brutal, hasta el punto de que puede llevarle a renegar de sí mismo y acudir a un engañador de estos en su desesperación por ser aceptado.
O a un campamento para “jóvenes tentados por la homosexualidad”, que también existen y son para quitarles la idea de la cabeza, aunque suene a lo contrario. O ya puestos, conducirles a consumir compulsivamente las pastillas que “curan la homosexualidad” Gay Away “con sabor a pene”, unos simples caramelos comercializados en Canadá como “artículo de broma” y bajo la frase “calma tus deseos de ser malo”, que fueron retirados del mercado hace más de cuatro años por razones obvias.
Solo hay tres países en todo el mundo que tienen leyes específicas que prohíben expresamente este tipo de pseudoterapias antihomosexualidad. Son muchos más los que continúan considerando que un gay es un enfermo mental. Únicamente Ecuador, Brasil y Malta tienen leyes al respecto, aunque en un país como Estados Unidos, donde la homofobia campa en determinados lugares, California también prohíbe las supuestas terapias para sanar a los gais.
El Reino Unido será el siguiente en hacerlo, en breve, tras presentar un proyecto con 75 medidas elaborado a partir de más de cien mil entrevistas, que revelaron que al menos a un 7% de los participantes les habían ofrecido estas denominadas “terapias de conversión”, que rechazó el 5% y aceptó el 2%.
Parece una buena medida quitar del mercado a los charlatanes que dicen que ‘curan’ la homosexualidad, al menos para que no hagan caja con ese asunto. Lo cual me lleva a dos reflexiones, una bastante evidente y otra algo más profunda: uno, si triunfaría en España que fuera un delito perseguido tratar de ‘curar’ la homosexualidad, que seguro que sí; y dos, ¿para cuándo la cura de la heterosexualidad?
Y TAMBIÉN…
Entrevistamos a Richard Cohen: “Dios no siempre aprueba lo que hacemos, pero nunca deja de amarnos”.
Gabriel Ariza | Infovaticana, 2014-06-27
https://infovaticana.com/2014/06/27/entrevista-richard-cohen/
Gabriel Ariza | Infovaticana, 2014-06-27
https://infovaticana.com/2014/06/27/entrevista-richard-cohen/
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