domingo, 18 de enero de 2015

#hemeroteca #derechos | “Mientras más libres y visibles somos, más agresiones homófobas sufrimos”

Imagen: El Diario
“Mientras más libres y visibles somos, más agresiones homófobas sufrimos”
Un mensaje para quienes aún no hayan salido del armario: “La vida solo pasa una vez, más nos vale vivirla como somos y no como quieren que actuemos”. Tras presentarse el borrador de la nueva ley LGTBI extremeña, el presidente de Fundación Triángulo muestra algunas de las reivindicaciones de su colectivo. Ante el aumento de los casos de VIH aboga por intensificar esfuerzos en prevención y potenciar la prueba de detección precoz.
Jesús Conde | El Diario, 2015-01-18
http://www.eldiario.es/eldiarioex/sociedad/libres-visible-agresiones-homofobas-sufrimos_0_346465738.html

José María Núñez (Barcarrota, 1971) es profesor de la Universidad de Extremadura y activista LGTBI. Presidente de la Fundación Triángulo, en Extremadura y a nivel estatal, lleva la lucha por los derechos de las personas gais, lesbianas, transexuales e intersexuales como bandera.

Reconoce que la sociedad española ha avanzado mucho y es más tolerante, aunque el odio a aquellas personas que no son heterosexuales sigue vigente, no es cosa del pasado. Analizamos con él el contenido de la futura ley LGTBI de Extremadura.

-¿La homofobia o transfobia está superada en Extremadura? ¿Es cosa del pasado?

Ni muchísimo menos. Solo esta semana atenderemos dos casos de agresiones, una sistemática y grupal hacia un chico de un pueblo de Badajoz y otra por un caso de homofobia en un instituto de un pueblo de Cáceres. Es más, mientras más visibles y libres somos, mas agresiones aparecen. Las últimas cifras policiales lo corroboran. Policiales.

-¿Cómo valoras el nivel de tolerancia hacia las personas homosexuales en Extremadura?

Al margen de lo dicho antes, la situación ha evolucionado mucho a mejor, lógicamente. Al tiempo que eso pasa, hay familias en las que se convive con naturalidad, mucha gente que va haciendo sus vidas sin ocultarse, sin reprimirse, que es al fin y al cabo de lo que se trata, de vivir. Y en Extremadura, tanto como en cualquier otro rincón de España. Es cierto que hubo un tiempo en el que nuestros paisanos emigraban para poder amar como sentían, pero hoy esas distancias se han diluido en gran medida. Claro que es más fácil vivir como LGBT en Chueca que en Miajadas, pero si comparamos con cualquier pueblo, o incluso barrio conservador de Madrid las distancias sociales se acortan. Lo más importante es que aquí, si hay gente que vivimos con libertad, es que se puede hacer.

-¿Qué supone la visibilidad gay y lésbica en los entornos rurales? ¿Se puede vivir libremente la sexualidad que a uno le dé la gana en pequeñas poblaciones, o puede más esa barrera ‘invisible’ de la sociedad?

Cada vez menos, pero sin duda es más complejo y duro, y eso debe tenerse en cuenta sin lugar a dudas a la hora de querer avanzar hacia la igualdad plena y real en una tierra en la que los núcleos rurales suponen casi el 80% de la población. No obstante, el principal problema de ser LGBT o descubrirse y aceptarse como tal en un pueblo pequeño cada vez mas es cosa de la mayor presión social porque todos nos conocemos más, nos relacionamos mas, mientras que la ciudad es mas anónima, mas aun cuanto más grande, pero la mayor hostilidad que antes podía haber o las situaciones más complejas se van atenuando a medida que la visibilidad llega por medios de comunicación, redes, cine, etc. Y por la propia vida que también avanza en los pueblos, claro. Pero este aspecto es fundamental que la posible futura ley LGBTI extremeña lo considere si quiere intervenir con seriedad, sin duda.

-El jueves pasado se presentó la propuesta ley LGTBI en Extremadura a la que se refiere. ¿Qué debería contener y qué no?

Desde que hace mas de un año apareciera esta posibilidad lo dijimos claro. Si se legislaba, debía hacerse al mismo nivel que se ha hecho en Cataluña en su ley contra la discriminación a LGBTI, o en Andalucía sobre transexualidad, son nuestras leyes de referencia. Hay otras, pero son menores en derechos, menos avanzadas. Y los extremeños queremos la mejor ley, y la ley más participada para todos, pero para todos los extremeños, LGBT o no. Que una chica transexual que nazca en Guareña la vida no le trate mal por serlo le afecta y le importa a ella, a sus amigos, familiares, y a toda la gente que cree en la igualdad, que es mucha.

-Pero, ¿Qué aspectos, avances o derechos debe contener esa ley y qué no?

Si, perdón. Debe explicar porqué es necesaria, para quien no lo tenga claro, debe consolidar lo que se ha conseguido en estos 20 años de activismo LGBT, fundamentalmente de Fundación Triángulo, pero no solo, debe reconocer a las víctimas de homofobia o transfobia como víctimas de odio, y reconocerles como derecho una atención completa a nivel sanitario, psicológico, social y jurídico, debe establecer protocolos correctos de atención a transexuales e intersexuales en el SES, debe comprometer una acción integral en cuanto a prevención de la discriminación por homofobia y transfobia, y debe dar atención en las agresiones que se den, debe cuidar de la discriminación a nuestros hijos, hayan llegado como hayan llegado a nuestras familias, también si ha sido mediante técnicas de gestación por sustitución, debe reconocer a estas familias en igualdad, y debe delimitar una educación en respeto y reconocimiento de la diversidad, que no es otra cosa que la realidad social. Entre otras muchas cosas, como la inversión de la carga de la prueba, la obligatoriedad de acción por parte de los profesionales de la administración que conozcan situaciones de discriminación o agresión, o el compromiso de una acción integral en educación y diversidad LGBT. Todo esto y más es lo que hemos planteado y defendido para esta ley, con mucho más detalle, y lo que hemos trabajado con la Consejería de Política Social para elaborar conjuntamente el documento que se presentó la semana pasada. Pero tenemos más demandas que plantear aun en el trámite parlamentario, vía enmiendas para mejorar todo lo posible hasta lograr el objetivo.

-¿Cómo ha sido hasta ahora el diálogo con la administración regional (del PP) en la elaboración de la nueva ley?

Bueno. El trabajo con la Consejera de Política Social ha sido muy empático, la verdad. La primera mitad de la legislatura no fue así, pero a partir de agosto de 2012 iniciamos un diálogo más intenso, mucho en algunos casos, con algunos desencuentros pero en general un diálogo respetuoso en ambos sentidos. Con un objetivo claro, llegar a hacer posible la ley que esperemos esté aprobada, confiemos que por unanimidad, en pocos meses. Algunas personas no lo han entendido, dado que el gobierno era del Partido Popular, pero nuestra obligación como activistas LGBT era intentar sacar la ley adelante, al margen de nuestras ideas políticas particulares, y sin perjuicio de defender todo lo que creemos y discrepar de lo que no compartimos en cuanto a sus acciones de gobierno.

-¿Os sorprendió que Monago anunciase su intención de declarar la violencia entre personas del mismo sexo, como violencia del género, sin consultar a los colectivos homosexuales?.

Honestamente sí. Porque hasta ese momento en el diálogo sobre los asuntos de la ley no había salido el tema ni lo habían planteado, y menos así. Pero finalmente la ley, que si avanza en cuanto a reconocer atención a las víctimas de violencia en el seno de parejas del mismo sexo, lo hace sin ese matiz que no debemos ni podemos apoyar, que es considerar esa violencia como machista o de género, como ya habíamos explicado en su momento.

-Vuelve a aumentar el número de casos de VHI en la región. ¿Por qué ocurre esto?

Fundamentalmente por la caída en la percepción de riesgo ante la enfermedad. Es un gran problema, y por eso lo hemos planteado ante el SES y ante la comisión de Salud del parlamento regional. Hay que intensificar esfuerzos en prevención y potenciar la prueba de detección precoz. Hemos pedido que esto lo recoja la ley.

-¿Sería necesaria una legislación similar a la presentada esta semana en Extremadura a nivel estatal?

No me cabe la más mínima duda. Ya lo tenía claro, antes de nuestra participación en la propuesta de Ley extremeña LGBTI ya lo pensaba, pero ahora aun mas, porque cuando uno hace comparativas entre leyes observa que determinadas cuestiones no pueden aplicarse por no existir una ley estatal que ampare la actuación, como si ocurre en el caso de la Ley de Igualdad entre hombres y mujeres y contra la violencia de género de Extremadura, por ejemplo. Y porque hay muchas cuestiones que legislar y desarrollar en terreno de competencias estatales, que a nosotros se nos escapan. Sería imprescindible que se plantearan este tipo de leyes en todas las comunidades autónomas, y que entre todos los colectivos LGBT del país planteáramos una propuesta de Ley de Igualdad Social LGBTI estatal, partiendo de las leyes catalana y extremeña, cuando se apruebe, y de las leyes sobre transexualidad de Galicia y Andalucía.

-¿Sería posible en esta legislatura?

Ni por asomo. Por tiempos, pero fundamentalmente por la hostilidad que el gobierno de Mariano Rajoy tiene hacia la igualdad en general, y hacia la igualdad de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales en particular. El matrimonio igualitario se aprobó a su pesar, y está vigente a su pesar, que lo recurrieron. Con la actitud que han tenido, eliminando Educación para la Ciudadanía, que debería volver, o recortando en atención a VIH como antes comentábamos de manera inhumana es imposible imaginar que se preocuparan ahora por una ley como esta, por mucho interés electoral que en el contexto actual pudiera aportarles. Es imposible. Es un trabajo para próximos escenarios parlamentarios, esperemos menos hostiles para LGBT.

-¿Una sociedad más laica es al mismo tiempo más tolerante con las personas homosexuales?

No me cabe la menor duda, y eso no significa no respetar a las religiones, a todas. Pero la realidad es que algunas religiones, sus jerarquías básicamente, actúan fomentando la homofobia y la transfobia. Debemos trabajar en esto, con los interlocutores correctos aunque nos revuelvan las tripas a veces con sus declaraciones, porque al fin y al cabo tienen un impacto importante sobre la ciudadanía. Y a nivel internacional no digamos.

-Hace unos años impulsasteis un estudio sobre familias ‘homoparentales’ en Extremadura. ¿A qué conclusiones llegaron? ¿El número de familias homoparentales en la región, es similar al de otras comunidades?

Las familias LGBT crecen y conviven con naturalidad, con cotidianeidad. Actualmente son uno de los dos grupos más vivos de Triángulo en Extremadura. Y en ellas crecen nuestros hijos sin mayores problemas que los de cualquier vecino. Eso sí, debemos cuidar que la hostilidad que a veces sufrimos los gais, lesbianas, bisexuales o transexuales no la perciban ni la sufran ellos, y eso debe reconocerlo esta ley. Y de ahí la importancia del Plan Educativo que demandamos.

-Una de las cuestiones en las que también trabajáis es en los temas de cooperación al desarrollo. ¿En qué proyectos participa en la actualidad Fundación Triángulo Extremadura?

Sin duda. La situación de millones de personas en el mundo es insostenible en este sentido, con 78 países que penalizan la homosexualidad y 9 que nos asesinan. Hay homofobia social y homofobia de estado, ambas deben combatirse, y como el pueblo extremeño es un pueblo solidario, esto también debe enfrentarse en la ley, así lo hemos pedido. Debe reconocerse el compromiso para ayudar en el avance en la situación de LGBT en el mundo. En ese sentido hemos trabajando con la AEXCID, con la que actualmente tenemos un pequeño proyecto de sensibilización y otro de cooperación al desarrollo en Paraguay, y trabajamos para continuar apoyando acciones de la Red Iberoamericana de Educación y Diversidad LGBT.

-Algún mensaje para alguno de los lectores que esté leyendo esta entrevista, y aún no se haya atrevido a ‘salir del armario’.

Que no dejen pasar ni un minuto más sin ser ellos mismos, sin vivir su vida. Nadie la va a vivir por ellos, ni nadie le va a devolver los años robados. Que confíen en su gente, que aunque hay padres sin corazón que dejan de hablar a sus hijos por ser LGBT, no es lo habitual afortunadamente, e incluso así, hay vida, cariño y muchas emociones fuera que no deben perderse. La vida solo pasa una vez, más nos vale vivirla como somos y no como quieren que actuemos.

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