Tesis Universitat de València, Departamento de Filología Francesa e Italiana. Fecha defensa: 2015-07-13.
/ FR / Tesis / RE / Open Access
/ Canadá / Literatura / Homosexualidad / Identidad sexual / Marginalidad / Michel Tremblay / Quebec / Queer / Travestis
TEXTO COMPLETO | Roderic · UVEG
http://roderic.uv.es/handle/10550/45629
El objetivo de esta tesis es mostrar la interacción entre sexualidades minoritarias y arte en la obra del escritor quebequés Michel Tremblay. Basándonos en un corpus en que se habla de amores gais, hemos querido plantear la existencia misma del género literario gay y describir sus características, para analizar a continuación el rol de la presencia del arte en esta obra donde los personajes conviven en los márgenes sociales. Desde el punto de vista lingüístico, los intercambios entre sus personajes ya dejan al descubierto un primer marcador de marginalidad.
En efecto, se trata de hablantes francófonos del dialecto quebequés, el joual, denostado por la clase burguesa de una comunidad que hasta hace poco era considerada como la “prima pobre” de Francia. Esta inferioridad cultural se complementa, por otra parte con la inferioridad social de los francófonos con respecto a los anglófonos del Quebec en particular y del Canadá en general puesto que el poder económico está en manos de éstos últimos. Por ello, y sólo por el hecho de hablar, los personajes de Tremblay son ejemplos de precariedad identitaria.
Por otra parte, todo este universo poblado de antihéroes y anti heroínas – amas de casa, prostitutas, locos, músicos, pintores… - presenta una marcada bulimia de arte. Buscan en él formas de evadirse y escapar de los sufrimientos de su existencia. Individuos al margen del poder, para los que el arte representa una forma de liberación, como ya se ha visto en tesis anteriores. Esta marginalidad se ve multiplicada cuando se trata de personajes gays, y sobre todo, de gays artistas. Así, la hipótesis central que pretendemos esclarecer es que esta relación entre marginalidad sexual y arte es una de las características, aunque no exclusiva, sí significativamente reiterada de las producciones clasificadas como gays. Dicho vínculo permitiría la construcción de un imaginario gay en el que el vacío referencial vital al que se ve confrontado el individuo en su crecimiento y desarrollo personal se suple a través de la asimilación y apropiación artística de todo un universo creativo proveniente de las más variadas fuentes, por un lado, y a través de una expresividad artística activa por el otro.
Concretamente, examinamos tres formas de ser gay y de ser artista. Así, nuestro primer personaje, François Villeneuve, cantautor de gran éxito, representa el héroe gay trágico, puesto que es víctima de la homofobia generalizada de principios de los años sesenta del siglo XX; homofobia que lo condena al ostracismo tras un coming out musical. El segundo, Jean-Marc, alter ego de Michel Tremblay, es el escritor gay de éxito, que puede vivir su homosexualidad sin grandes problemas, pero que no presenta ningún replanteamiento revolucionario ni en su forma de vivir ni en su arte. Será Édouard-la Duchesse de Langeais, vendedor de zapatos durante el día, travesti de los bajos fondos montrealeses por la noche, el primero que se atreve a desafiar las distinciones de género sexual, de género artístico y de clase social al autoproclamarse duquesa y erigirse en su propia obra de arte. Inspirado para su caracterización en una novela de Honoré de Balzac, este personaje del exceso teatral y de lo camp, es el arquetipo de la performance en su acepción butleriana, y ejemplificación de las teorías queer.
En resumen, describimos una evolución desde una representación de la "homosexualidad" más clásica, estereotipada y estabilizadora hasta llegar a una radical transcendencia de los géneros masculino y femenino en la figura del travestí, primer personaje queer de la obra tremblayana.
En efecto, se trata de hablantes francófonos del dialecto quebequés, el joual, denostado por la clase burguesa de una comunidad que hasta hace poco era considerada como la “prima pobre” de Francia. Esta inferioridad cultural se complementa, por otra parte con la inferioridad social de los francófonos con respecto a los anglófonos del Quebec en particular y del Canadá en general puesto que el poder económico está en manos de éstos últimos. Por ello, y sólo por el hecho de hablar, los personajes de Tremblay son ejemplos de precariedad identitaria.
Por otra parte, todo este universo poblado de antihéroes y anti heroínas – amas de casa, prostitutas, locos, músicos, pintores… - presenta una marcada bulimia de arte. Buscan en él formas de evadirse y escapar de los sufrimientos de su existencia. Individuos al margen del poder, para los que el arte representa una forma de liberación, como ya se ha visto en tesis anteriores. Esta marginalidad se ve multiplicada cuando se trata de personajes gays, y sobre todo, de gays artistas. Así, la hipótesis central que pretendemos esclarecer es que esta relación entre marginalidad sexual y arte es una de las características, aunque no exclusiva, sí significativamente reiterada de las producciones clasificadas como gays. Dicho vínculo permitiría la construcción de un imaginario gay en el que el vacío referencial vital al que se ve confrontado el individuo en su crecimiento y desarrollo personal se suple a través de la asimilación y apropiación artística de todo un universo creativo proveniente de las más variadas fuentes, por un lado, y a través de una expresividad artística activa por el otro.
Concretamente, examinamos tres formas de ser gay y de ser artista. Así, nuestro primer personaje, François Villeneuve, cantautor de gran éxito, representa el héroe gay trágico, puesto que es víctima de la homofobia generalizada de principios de los años sesenta del siglo XX; homofobia que lo condena al ostracismo tras un coming out musical. El segundo, Jean-Marc, alter ego de Michel Tremblay, es el escritor gay de éxito, que puede vivir su homosexualidad sin grandes problemas, pero que no presenta ningún replanteamiento revolucionario ni en su forma de vivir ni en su arte. Será Édouard-la Duchesse de Langeais, vendedor de zapatos durante el día, travesti de los bajos fondos montrealeses por la noche, el primero que se atreve a desafiar las distinciones de género sexual, de género artístico y de clase social al autoproclamarse duquesa y erigirse en su propia obra de arte. Inspirado para su caracterización en una novela de Honoré de Balzac, este personaje del exceso teatral y de lo camp, es el arquetipo de la performance en su acepción butleriana, y ejemplificación de las teorías queer.
En resumen, describimos una evolución desde una representación de la "homosexualidad" más clásica, estereotipada y estabilizadora hasta llegar a una radical transcendencia de los géneros masculino y femenino en la figura del travestí, primer personaje queer de la obra tremblayana.
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