miércoles, 7 de octubre de 2015

#hemeroteca #educacion | Idoia Madarieta: «Hablar de perspectiva de género en el fracaso escolar no gusta»

Idoia Madarieta · Sicóloga y sicodramatista: «Hablar de perspectiva de género en el fracaso escolar no gusta»
Es una de las integrantes del equipo de Ediren, cooperativa de salud radicada en la capital alavesa. Allí ha sido una de las ponentes del curso sobre adolescentes y escuela, en el que disertó sobre «El fracaso escolar desde la perspectiva de género: ¿por qué ellas se pasan y ellos no llegan?».
Joseba Vivanco | Naiz, 2015-10-07
http://gara.naiz.eus/paperezkoa/20101007/224842/es/Hablar-perspectiva-genero-fracaso-escolar-no-gusta

¿Tiene también el fracaso escolar una perspectiva de género?
Éste es un tema que se habla pero entre pasillos, en corrillos... incluso hay estudios que avalan el hecho de que el fracaso escolar tiene cara de chico. Algunos datos: el 36% de chicos y el 25% de chicas no terminan la ESO; el 49% de chicos repite algún curso al acabar la ESO frente al 26% de las chicas; el 61% de las licenciaturas son de chicas; el 80% de los alumnos conflictivos son chicos... Pero, no es fácil hablar de temas de género, ya que hiere sensibilidades y suele resultar polémico. Cuando juntamos a un grupo de gente para hablar sobre un tema relacionado con el género surge la polémica, los puntos de vista dispares... y no olvidemos que hablar de la desventaja de los hombres es algo difícil en la sociedad actual.

En su conferencia se refería a que ellos no llegan ¿y que ellas se pasan?
Sí, así es. Los chicos no llegan y las chicas se pasan. Históricamente, las mujeres han tenido vedado el acceso a la educación y la cultura. No hacía falta ir a la escuela para ser una buena mujer; con unas nociones de cocinar, de coser, de llevar la casa, de cuidar a la familia... era suficiente. Ahora que tienen la oportunidad de estudiar y de prepararse, sienten una exigencia para cumplir la misión de alcanzar los logros que se les negó a sus madres y abuelas: «Hija, tú estudia». La necesidad de demostrar a la familia y a la sociedad que son tan válidas o más que los hombres genera en ellas una sobreexigencia brutal. Y, así, nos encontramos con chicas que presentan problemas de ansiedad ante los exámenes y se bloquean, se quedan en blanco, también se deprimen cuando no logran el objetivo planteado a nivel de estudios...

Lo cierto es que desde hace años se habla de que la universidad es femenina, pero nadie aclara el porqué...

Está relacionado con lo que comentaba antes: ellas desean el desarrollo intelectual que se les había prohibido durante siglos, sienten el deber de cumplir con una cruzada de su condición femenina. Ante este derecho de formarse y prepararse, lo que quieren es hacerlo lo mejor posible y demostrando que son mejor que el hombre. El acceso de la mujer a los estudios es algo relativamente reciente, es un camino que se está inaugurando. También es cierto que para acceder a los mismos puestos de trabajo se les exige el doble de cualificación. Tienen más abierto el acceso al estudio que al trabajo. Un indicador actual es que hay mujeres que optan por elegir otras prioridades en lugar de cargos directivos, no están dispuestas a continuar con el desgaste en salud que supone la exigencia laboral.

Que ellas avancen hacia ese techo de cristal del que se suele hablar es lógico, pero ¿qué les está pasando a ellos?
El perfil de los chicos adolescentes actuales nos indica que buscan la inmediatez de resultados, lo que les lleva a tener poca capacidad de espera. En los video-juegos o en los cómics de superhéroes no se gana el superpoder trabajándoselo, sino que es un poder adquirido por una picadura de araña o porque un rayo le ha caído encima. Haciendo ``clic» tienen de casi todo a mano. A esto hay que añadirle que están más predispuestos a la acción y al movimiento. El problema es que el sistema escolar de hoy está basado en la lecto-escritura y en la capacidad de escuchar sentados el discurso de la profesora durante varias horas seguidas, y en este campo y a estas edades las chicas son muy superiores; ellos no pueden competir.

Vamos, que el género masculino tiene todas las de perder...

Es que, además, el esfuerzo está desacreditado entre los chicos: «Cualquiera puede aprobar estudiando». Si yo creo que por ser varón tengo la razón, lo sé todo y puedo conseguir todo lo que quiero, estudiar es una pérdida de tiempo. En la etapa de la pubertad-adolescencia, además, las hormonas están alteradas, así que a ver cómo pueden concentrarse en la explicación del profesor teniendo a las chicas de clase ya desarrolladas. Los chicos siguen sintiendo la necesidad de ser los protagonistas del aula y demostrar su hombría delante de unas chicas que les superan ampliamente. ¿Qué opciones tienen? Probablemente, las pocas opciones que les quedan para destacar sean: ser los que más faltas acumulan, los que tienen más suspensos o los que sobresalen en el deporte.

¿Pero hablamos de una identidad masculina en crisis o es que se les exige menos?
Las mujeres siempre han estado más capacitadas que los hombres para las tareas escolares, lo único que ha cambiado es que ahora tienen la oportunidad de demostrarlo. Este hecho cambia el escenario del aula radicalmente y rompe los esquemas de los chicos que siguen anclados al pasado... Todavía no se han enterado de que les están pasando cosas. Las mujeres llevan mucho trabajo hecho a la hora de construir modelos alternativos de ser mujer, pero el hombre está empezando ahora en esta tarea de romper los viejos estereotipos y buscar alternativas. Si colocamos al hombre en el lugar de ser él el privilegiado, le dejamos paralizado. Ese lugar le incapacita para tomar conciencia de sus problemas, para reclamar cosas y para evolucionar. Le queda la alternativa de atrincherarse y defenderse porque él es «el malo de la película».

¿Y qué hacer para espabilarle?
Cada cultura tiene mecanismos para impedir que los varones se alejen del modelo tradicional dominante sobre la masculinidad. Pero, hoy, debido a los avances dados por las mujeres, se van creando grupos de hombres para hablar y reflexionar sobre la condición masculina. Y aunque no es nada fácil que los hombres se reúnan para hablar de los hombres porque supuestamente «¡son unos privilegiados, de qué van a quejarse!», es a los propios hombres a quienes corresponde ser los protagonistas de su propio cambio.
 
DOCUMENTACIÓN
Idoia Madarieta · Psicóloga: «El actual fracaso escolar tiene cara de chico»

Las IV Jornadas Salud y Modos de Vida comenzaron ayer con una charla sobre el abandono de las aulas
Ana Pastor | El Correo, 2010-09-28
http://www.elcorreo.com/alava/v/20100928/alava/actual-fracaso-escolar-tiene-20100928.html

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