miércoles, 28 de octubre de 2015

#hemeroteca #abusossexuales | Así fue el acoso sexual en RTVV

Así fue el acoso sexual en RTVV.
La sentencia recoge con exactitud las vejaciones que sufrieron las tres empleadas de RTVV de las que Vicente Sanz abusó.
Juan Nieto | El Mundo, 2015-10-28

http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2015/10/28/5630fd58ca474145128b45dc.html

"En marzo de 2008 el acusado le refirió a Piedad que ella era la persona de su confianza; posteriormente la citó a comer en un restaurante en el Polígono Industrial de Fuente del Jarro con la excusa de hablar de cuestiones laborales, durante la cual le profirió comentarios como que hacía calor, que ella se quitara la chaqueta, que las mujeres debían ir con falda y que le gustaban sus "mamelles". Sólo es una parte de la sentencia que este martes dictó in voce la Sala Cuarta de la Audiencia de Valencia por los abusos y acoso sexual que Vicente Sanz, secretario general de RTVV, cometió durante años sin control.

Por encima de Sanz sólo mandaba el director general. Antes había sido presidente y secretario general del PP en la Comunidad, él fue uno de los dirigentes que levantó el partido en Valencia.

En RTVV conocía cada detalle de la vida laboral de los empleados. El martes reconoció que cometió, en el ejercicio de su cargo público, abusos sexuales continuados a cambio de pagar una multa de 15.600 euros e indemnizar a las víctimas con más de 200.000. Y lo más importante, con la condición de que renunciaran a la petición de entrada en prisión. Cárcel por dinero y confesión.

Defensas y acusaciones -denunciantes, Intersindical y CCOO- plantearon al tribunal el acuerdo por el que Sanz admitía un relato de los hechos. Los magistrados ni siquiera llegaron a valorar las pruebas. El acuerdo se expuso al tribunal a puerta cerrada y sólo se permitió el acceso a los medios de comunicación cuando el fallo ya era firme.

El Tribunal Superior de la Comunidad Valenciana ha difundido este miércoles la sentencia anonimizada para garantizar la intimidad de las periodistas denunciantes. Esta es la historia de Aida, Piedad y Estefanía, víctimas reales con nombres ficticios, y del comportamiento de su acosador, a quien el tribunal ha rebautizado como Rogelio. Y sí, si se preguntan hasta dónde puede llegar la miseria del ser humano esta sentencia da con algunas de las claves.

Todo pasó así.

Aida
"El acusado en noviembre de 2007 tuvo contacto por primera vez con Aida, quien prestaba servicios en RTVV, en concreto para Radio, desde el año 2000, con motivo de que Aida fue a firmar un contrato laboral con carácter indefinido para RTVV, aprovechando Rogelio para solicitarle su número de teléfono móvil.

En diciembre de 2007 Rogelio, intentando ganarse la confianza de Aida, la convocó a una reunión para tomar un café, manifestándole éste que daba el perfil para Canal 9 Tv, como consecuencia de lo cual en fecha 17.12.07, ésta se incorporó a la televisión encargándose de la sección de política. Fue a partir de ese momento cuando el acusado, prevaliéndose de su superioridad laboral y con ánimo de inquietar a Aida comenzó a mandarle mensajes en los que le decía que había tenido que hacer un gran esfuerzo para que le dieran el puesto en Canal 9 Tv, así como también la convocaba a reuniones en las que con ánimo de vejarla le decía que quien mandaba era él, que ascendería cuando él lo dijera, que ella tenía muchos enemigos y que él que se estaba encargando de lavar su imagen".

Más tarde "comenzaron a mantener reuniones en el despacho de éste a petición del mismo en la que cerraba el pestillo, aprovechando la circunstancia de que se encontraban solos para con ánimo libidinoso rozarse contra la misma, abrazarla y pedir que ella le diera besos, a lo que Aida se negaba y Rogelio con ánimo de inquietarla le decía y no eres mi amiga, en la vida hay que ser más cariñosa y yo te enseñaré a serlo, o en cualquier momento te puedo echar a la calle, tengo muchos tentáculos y te advierto que si estás a mi lado nunca te pasará nada, yo soy tu mejor amigo y si no estás conforme ya sabes lo que te espera. Durante los encuentros que se mantenían en el despacho del acusado Rogelio en diferentes ocasiones guiado por su ánimo libidinoso tocó los genitales de Aida, pero sin llegar a introducir los dedos vaginalmente; igualmente el acusado aprovechaba la presencia de Aida para masturbarse en presencia de ella, llegando a pedirle a ella que le enseñara las bragas o que se tocase los pechos para que él se excitase, Igualmente durante este tiempo se sucedió el envió continuo de SMS por parte del acusado Rogelio a Aida en los que le decía que estaba enamorado de ella, que era su reto para el 2008, requiriéndole además que le mandase fotos de ella en ropa interior y de sus partes genitales, a lo que Aida debido al estado de angustia que tenía cedió y le enviaba las fotos peticionadas".

"En una ocasión el Rogelio y Aida mantuvieron un encuentro en Canet, con excusa de fijar las preguntas de tribunal de becarios, aprovechando el acusado el momento que Aida fue al baño para ir detrás de ella cogiéndola, y le pidió que la dejara tocarla un poco a la vez que el acusado sacaba su pene e intentaba rozarse con ella, consiguiendo finalmente que él cesara en su ilícita actitud". A continuación la sentencia recoge otro episodio en el que el condenado masturbándose en el coche de Aida.

Todos los hechos relatados se vinieron sucediendo entre noviembre de 2007 a 2009.

Piedad
Piedad prestaba sus servicios para RTVV desde 2001 como periodista de informativos. En 2007 coincide con Sanz cuando se convierte en delegada sindical. Sanz era el secretario general del grupo, el responsable de toda la plantilla.

"En marzo de 2008 el acusado le refirió a Piedad que ella era la persona de su confianza; posteriormente la citó a comer en un restaurante con la excusa de hablar de cuestiones laborales, durante la cual le profirió comentarios como que hacía calor, que ella se quitara la chaqueta, que las mujeres debían ir con falda y que le gustaban sus "mamelles". Una vez acabada la reunión le pidió que le llevase a dependencias de RTVV porque el coche oficial que lo transportaba se había marchado, accediendo ella a tal petición, aprovechando esta circunstancia Rogelio para comenzar a tocarse sus genitales, a la vez que le decía a Piedad: 'Mira que calent me fiques' (mira qué caliente me pones), bajándose entonces el acusado la cremallera continuando con sus tocamientos mientras Piedad conducía, diciéndole a la misma "no pasa nada, no sabes que las mujeres de la tele están enamoradas de mí".

"A partir de ese momento el acusado comenzó a enviar múltiples SMS diarios a Piedad, con comentarios sexuales o requiriéndole que le mandara fotos en ropa interior o sus genitales, o la convocaba a reuniones en su despacho de RTVV cerrando el pestillo del mismo y haciéndole comentarios como mira que caliente estoy, mientras el acusado se tocaba su zona genital por encima de la ropa".

"Paulatinamente el acusado cada vez iba consiguiendo que Piedad efectuase actos como consecuencia de la presión a la que la sometía, consiguiendo que durante esas reuniones en el despacho Piedad fingiera orgasmos, así como someterla a tocamientos en sus genitales, advirtiéndola de que hablaría con el alcalde del Ayuntamiento donde trabajaba su marido y le perjudicaría laboralmente porque él tenía muchos tentáculos, que estaría siempre con ella, que siguiese sus consejos y que si tenía otra pareja su vida profesional se vería truncada".

Estas actuaciones del acosador se fueron repitiendo durante el tiempo.

Estefanía
En junio de 2008, Piedad presentó a Rogelio a Estefanía. La sentencia explica que Estefanía buscaba trabajo y el acosador le ofreció un contrato por obra y servicio para cubrir una baja por maternidad. Así se contrataban a periodistas en Canal 9: "Recibió una llamada de Rogelio en la que le dijo ya te dije quien manda aquí, soy Dios".

"A partir de entonces el acusado comenzó a citar a Estefanía a reuniones en su despacho a las que le insistía que debía ir advirtiéndola que él tiene tentáculos que llegan a todas partes, llegando a obligarla a coger un móvil de empresa, con la pretensión de poder contactar fácilmente con ella (...) diciéndole no olvides quien soy yo, como amigo soy muy amigo, como enemigo mato".

Durante esas reuniones las conversaciones y actuaciones del acusado "comenzaron a tomar contenido sexual, de manera que cuando se levantaba de la mesa el acusado guiado por su ánimo de satisfacer sus instintos sexuales rozaba su pene contra ella y se lo tocaba, así como obligaba a Estefanía a que se levantase de donde estaba sentada para tocarle el trasero, momento en que ella se apartaba rechazándolo y Rogelio le decía si no quieres que sepas que tengo mucho poder, te destrozare la vida a ti a tu familia". Rogelio mandaba continuos SMS a Estefanía pidiéndole que le mandase "fotos en ropa interior y desnuda, advirtiéndole de que si no le hacía se atuviese a las consecuencias, o tu no eres nada, te hundiré".

Rogelio mantuvo reuniones en su despacho de RTVV con Piedad y Estefanía. Allí "el acusado las compelía a efectúa diferentes juegos sexuales advirtiéndoles que el era Dios que les mandaba dentro de la TV y fuera de ella, de manera que en el contexto de dichos juegos que no tenían otra finalidad que satisfacer su ánimo lubrico, les hacía tocamientos en genitales y pechos, se tocaban entre ellas y similares".

En un apartamento de Rogelio se produjeron tres encuentros "en los que al menos en uno de ellos el acusado se practicó tocamientos en presencia de ellas, en otro las indujo a que se practicaran tocamientos por todo el cuerpo entre ellas incluso en sus zonas genitales participando en estos activamente el acusado, mientras que en tercero de los encuentros no se produjeron estos hechos debido al estado de embriaguez que presentaba el acusado".

La estrategia de Sanz
Muchos elementos de prueba que sí se incorporaron al sumario en la fase de instrucción no aparecen en la sentencia, de apenas 12 páginas, porque se dictó por conformidad.

Vicente Sanz (Rogelio) cambió de estrategia judicial en último momento. Su abogado presentó un escrito de defensa con pruebas que puso a disposición de las partes junto a un informe médico en el que apuntaba a un problema de próstata para defenderse de los delitos. También entregó un diagnóstico de parte del criminológico valenciano Vicente Garrido Genovés, uno de los pocos perfiladores criminales de España, quien analizaba, entre otras cuestiones, qué tipo de intercambio de escritos es esperable entre una persona acosada y el acosador. Analizó varias hipótesis y examinó los mensajes que envió Sanz. Tenía dudas sobre el perfil de las víctimas. Garrido no llegó a ratificar el informe por el acuerdo de conformidad.

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