lunes, 5 de octubre de 2015

#hemeroteca #educacion | Quien se atreve a enseñar nunca debe dejar de aprender #DíaDeLosDocentes

Imagen: 20 Minutos
Quien se atreve a enseñar nunca debe dejar de aprender #DíaDeLosDocentes.
Nieves Gascón | 1 de cada 10, 20 Minutos, 2015-10-05
http://blogs.20minutos.es/1-de-cada-10/2015/10/05/hoy-dia-de-los-docentes-recuerda/

Hoy #DíaDeLosDocentes, Nieves Gascón invita a todos los docentes a usar los relatos infantiles sobre diversidad como herramientas pedagógicas y nos propone un clásico cuyo vídeo podéis encontrar al final de la entrada. (La frase que da título a esta entrada es de John Cotton Dana).
Para este mes de Octubre recomendamos el álbum ilustrado 'Por cuatro esquinitas de nada', del autor Jerome Ruillier, editado por Editorial Juventud en su sexta edición de 2014 y un clásico versionado reiterativamente en internet.

Hará unos cinco años que conocí este título a través del blog cuidadosamente elaborado, con fines pedagógicos y para su alumnado, por Santiago Medina, entonces tutor de 5º de Primaria de Sara, mi hija mayor. De esta manera, lo tomamos como referente esencial en nuestra biblioteca de relatos para educación en valores de diversidad, con un planteamiento accesible y divertido, recomendado por su sencilla estética narrativa y visual para niños y niñas de a partir de 2 ó 3 años, en la etapa de Educación Infantil. Y de ahí en adelante, para disfrutar y reflexionar a cualquier edad.

Un relato que aborda la diversidad y el conflicto social, mostrando sus más negativas consecuencias como la discriminación, la búsqueda desesperada de la integración pasando por soluciones de respuesta asimilacionista, que irían desde el esfuerzo personal para no ser considerado o considerada diferente y “encajar” en estándares de “normalidad”, hasta las soluciones grupales precipitadas e irracionales, como el pretender que la aplicación de una medida estándar, forzosamente sea la única y adecuada respuesta ante una situación o necesidad diferente y no resuelta. Una vez más queda constancia de la fallida pretensión de adaptar los recursos a las personas y sus necesidades específicas en una sociedad diversa y no a la inversa, que es mucho más coherente. Fáciles soluciones para una ciudadanía cada vez más consciente de sus derechos, entre estos, al libre acceso a los recursos sociales (a educación de calidad, a la sanidad, a protección, etc.). En definitiva, más barreras físicas y psicológicas que sortear.

La historia comienza con el momento cordial de juego de Cuadradito azul con los Redonditos de colores. Llega la hora de entrar en la gran casa por la puerta redonda. Entran todos los Redonditos, quedando Cuadradito fuera y triste. Cuadradito intenta adoptar todo tipo de posturas para poder pasar por la puerta: ‘se alarga, se tuerce, se pone cabeza abajo, se dobla, pero sigue sin poder entrar’.

‘¡Sé redondo!’, le gritan los Redonditos. ‘¡Te lo tienes que creer!’, insisten. Y en vano, Cuadradito se esfuerza. Los Redonditos aprecian la diferencia de Cuadradito. ‘¡Pues te tendremos que cortar las esquinas!’. Solución irreflexiva y muy dolorosa para Cuadradito.

Los Redonditos se reúnen en la sala grande y debaten ‘durante mucho, mucho tiempo’, en asamblea hasta llegar a la conclusión de que no es Cuadradito el que tiene que cambiar, sino la puerta. Cortan con una sierra la redonda puerta hasta ese momento, ampliándola con ‘cuatro esquinitas de nada’, para que adopte la forma cuadrada que permite finalmente a Cuadradito entrar en la casa grande ‘junto a todos los Redonditos’. Así se da la reintegración grupal y final, satisfactoria y no dolorosa del protagonista, junto a los Redonditos poderosos y mayoritarios. Y esto a fin de cuentas es hacer política o si lo prefieren, llegar a soluciones conjuntas para dar respuesta a necesidades comunes, que a fin de cuentas es lo que han de hacer nuestros y nuestras representantes en las diferentes estructuras democráticas para las grandes tomas de decisiones, esas que nos afectan a todas y todos.

Incorporemos valores de democracia y convivencia en la educación de nuestros hijos e hijas e invitemos a todo el profesorado en este 5 de octubre, Día Mundial de las y los Docentes, a la utilización de los relatos infantiles como herramientas pedagógicas, que de forma creativa nos brindan oportunidades únicas y momentos especiales para aprender e imaginar dentro y fuera de las aulas. En sus manos y las nuestras, como familias e integrantes de la sociedad, está el facilitar la adecuada formación y educación de niños y niñas que viven en muy diversas familias y realidades. Vaya desde este espacio, nuestro homenaje a su valiosa labor.

Pero no nos olvidemos de abrir bien los ojos. No es doloroso, y sí necesario, para aprender aún más e ir desterrando las pesadas estructuras de poder no resolutivo en nuestras comunidades de gran diversidad, riqueza y complejidad. Recuerden la más que conocida frase de Mandela: “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”.

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