Imagen: El País / El profesor Óscar González con su alumnado |
La edad media de la redacción de 'The Historical Newspaper' es de 15 años.
Brena Valverde | Verne, El País, 2018-03-23
https://verne.elpais.com/verne/2018/03/15/articulo/1521129093_599405.html
La tregua que las tropas británicas y alemanas se tomaron durante la I Guerra Mundial por Navidad es una de las anécdotas que muchos recordamos de nuestras clases de Historia. También a los alumnos de 4° de la ESO del IES Ornia de La Bañeza, en León, les ha llamado la atención. Por eso, decidieron escribir sobre ello en The Historical Newspaper, el diario digital que publican con reportajes, noticias o entrevistas en inglés basadas en los hechos históricos que más les interesan.
Óscar González es el redactor jefe de esta redacción bilingüe de quinceañeros. El profesor cuenta a Verne por teléfono cómo sus clases de Historia de este curso se dividen en dos partes. En primer lugar, la explicación que ese día toque; después, invita a los estudiantes a que se reúnan en grupos para que elijan qué publicarán en el periódico. “El trabajo cooperativo se basa en organizar la clase en grupos heterogéneos que sepas que van a funcionar. Los chavales escogen una anécdota que les haya interesado o cualquier otra cosa relacionada con el tema que hayamos tratado y se ponen a investigar sobre ello, así evitamos el corta y pega, consiguen trabajos más elaborados y amplían su vocabulario, ya que deben escribir todo en inglés”, explica.
"El hecho de que busquemos información y datos curiosos nosotros mismos hace que nos acordemos de ese episodio histórico más fácilmente”, asegura Ricardo Fernández, uno de los alumnos del centro. Irene Juan, otra estudiante, valora mucho utilizar tecnología en esta asignatura: "Al ser un periódico digital salimos de la rutina de aprendizaje y, además, estrechamos relaciones entre nosotros".
Los alumnos de González apenas conocían Twitter antes de arrancar el periódico digital y no sabían cómo funcionaban los blogs. “Son más de Instagram. Con este proyecto intento que sean ellos quienes suban los contenidos, para que se familiaricen a trabajar con blogs”. Además, entre todos piensan cómo difundir sus contenidos en redes sociales: “El objetivo es que aprenden a utilizar de manera responsable y profesional las redes, por eso nuestro periódico tiene una cuenta de Twitter”, dice el profesor.
El leonés, que lleva diez años ejerciendo como profesor, intenta tener siempre la innovación presente cuando prepara las clases. “Desde hace un par de años procuro que el aprendizaje se base en proyectos, trabajos que se conviertan en cosas tangibles, que sus padres puedan ver y que desarrollen competencias distintas a los cursos anteriores”, dice González, que está acostumbrado a compartir por Twitter estas iniciativas con colegas de otros centros.
Estas fórmulas más participativas van en sintonía con el cambio metodológico que lleva años difundiendo la LOMCE, la ley orgánica para la mejora de la calidad educativa. “Esta ley impulsa que se utilicen metodologías activas y tecnologías para conseguir que los alumnos asimilen los conocimientos”, cuenta el profesor. El proyecto de este instituto cumple dos de los tres ámbitos que la Ley intenta promover en los centros de enseñanza españoles: las Tecnologías de la Información y la Comunicación y el fomento del plurilingüismo.
Tal y como contaba El Diario de León, los atentados, los regicidios y los inventos son los hechos históricos que más inspiran a los alumnos. La forma que han tenido estos chavales de abordar la tregua de la Gran Guerra ha sido entrevistando (de manera ficticia, claro) a uno de los combatientes. “Pensé que si se convertían en reporteros del tiempo y le daban un enfoque periodístico a los temas, aprenderían mucho más”, afirma el profesor. El buen uso de las fuentes, la originalidad de los enfoques o la utilización de enlaces a otra información relacionada forman parte de los criterios de evaluación de esta asignatura.
La importancia de las redes
Hace un año comenzó a llegar por WhatsApp y otras redes sociales un monigote que decía "Ayúdame a recorrer el mundo". Su nombre era Nico y en realidad se trataba de un experimento de una profesora de Torrejón de Ardoz (Madrid). Esmeralda Reviriego intentaba concienciar a sus alumnos de la ESO de lo rápido que viajaba la información gracias a las nuevas tecnologías. ¡Hasta la policía colombiana avisó de que Nico había cruzado el charco!
Otro ejemplo parecido lo pudimos seguir en Twitter el pasado enero. Un profesor de Kansas escribió un tuit pidiendo que la gente lo retuitease para enseñar a sus estudiantes el fenómeno de la viralidad. Colgó un mapa de Estados Unidos en clase para marcar dónde se estaba leyendo su tuit y en muy pocas horas se quedó pequeño. Al terminar el experimento el maestro enseñó a los estudiantes cómo a través de más de 200.000 retuits sus palabras habían recorrido el mundo.
Óscar González es el redactor jefe de esta redacción bilingüe de quinceañeros. El profesor cuenta a Verne por teléfono cómo sus clases de Historia de este curso se dividen en dos partes. En primer lugar, la explicación que ese día toque; después, invita a los estudiantes a que se reúnan en grupos para que elijan qué publicarán en el periódico. “El trabajo cooperativo se basa en organizar la clase en grupos heterogéneos que sepas que van a funcionar. Los chavales escogen una anécdota que les haya interesado o cualquier otra cosa relacionada con el tema que hayamos tratado y se ponen a investigar sobre ello, así evitamos el corta y pega, consiguen trabajos más elaborados y amplían su vocabulario, ya que deben escribir todo en inglés”, explica.
"El hecho de que busquemos información y datos curiosos nosotros mismos hace que nos acordemos de ese episodio histórico más fácilmente”, asegura Ricardo Fernández, uno de los alumnos del centro. Irene Juan, otra estudiante, valora mucho utilizar tecnología en esta asignatura: "Al ser un periódico digital salimos de la rutina de aprendizaje y, además, estrechamos relaciones entre nosotros".
Los alumnos de González apenas conocían Twitter antes de arrancar el periódico digital y no sabían cómo funcionaban los blogs. “Son más de Instagram. Con este proyecto intento que sean ellos quienes suban los contenidos, para que se familiaricen a trabajar con blogs”. Además, entre todos piensan cómo difundir sus contenidos en redes sociales: “El objetivo es que aprenden a utilizar de manera responsable y profesional las redes, por eso nuestro periódico tiene una cuenta de Twitter”, dice el profesor.
El leonés, que lleva diez años ejerciendo como profesor, intenta tener siempre la innovación presente cuando prepara las clases. “Desde hace un par de años procuro que el aprendizaje se base en proyectos, trabajos que se conviertan en cosas tangibles, que sus padres puedan ver y que desarrollen competencias distintas a los cursos anteriores”, dice González, que está acostumbrado a compartir por Twitter estas iniciativas con colegas de otros centros.
Estas fórmulas más participativas van en sintonía con el cambio metodológico que lleva años difundiendo la LOMCE, la ley orgánica para la mejora de la calidad educativa. “Esta ley impulsa que se utilicen metodologías activas y tecnologías para conseguir que los alumnos asimilen los conocimientos”, cuenta el profesor. El proyecto de este instituto cumple dos de los tres ámbitos que la Ley intenta promover en los centros de enseñanza españoles: las Tecnologías de la Información y la Comunicación y el fomento del plurilingüismo.
Tal y como contaba El Diario de León, los atentados, los regicidios y los inventos son los hechos históricos que más inspiran a los alumnos. La forma que han tenido estos chavales de abordar la tregua de la Gran Guerra ha sido entrevistando (de manera ficticia, claro) a uno de los combatientes. “Pensé que si se convertían en reporteros del tiempo y le daban un enfoque periodístico a los temas, aprenderían mucho más”, afirma el profesor. El buen uso de las fuentes, la originalidad de los enfoques o la utilización de enlaces a otra información relacionada forman parte de los criterios de evaluación de esta asignatura.
La importancia de las redes
Hace un año comenzó a llegar por WhatsApp y otras redes sociales un monigote que decía "Ayúdame a recorrer el mundo". Su nombre era Nico y en realidad se trataba de un experimento de una profesora de Torrejón de Ardoz (Madrid). Esmeralda Reviriego intentaba concienciar a sus alumnos de la ESO de lo rápido que viajaba la información gracias a las nuevas tecnologías. ¡Hasta la policía colombiana avisó de que Nico había cruzado el charco!
Otro ejemplo parecido lo pudimos seguir en Twitter el pasado enero. Un profesor de Kansas escribió un tuit pidiendo que la gente lo retuitease para enseñar a sus estudiantes el fenómeno de la viralidad. Colgó un mapa de Estados Unidos en clase para marcar dónde se estaba leyendo su tuit y en muy pocas horas se quedó pequeño. Al terminar el experimento el maestro enseñó a los estudiantes cómo a través de más de 200.000 retuits sus palabras habían recorrido el mundo.
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