domingo, 18 de marzo de 2018

#hemeroteca #vih #comic | "Trapicheos en la Segunda Avenida", los primeros luchadores contra el sida

Imagen: Google Imágenes / Una página de 'Second Avenue Caper'
"Trapicheos en la Segunda Avenida", los primeros luchadores contra el sida.
Pepi Cardenete · EFE | El Periódico, 2018-03-18
https://www.elperiodico.com/es/ocio-y-cultura/20180318/trapicheos-en-la-segunda-avenida-los-primeros-luchadores-contra-el-sida-6698142

En 1981 empezaron a identificarse los primeros casos de sida en Estados Unidos, una extraña "plaga" que, en principio, solo afectaba a hombres homosexuales. Ahora, Joyce Brabner homenajea a la primera generación que luchó contra una epidemia inédita en el cómic "Trapicheos en la Segunda Avenida".

Ganadora del Premio Lambda 2015 a la Mejor novela gráfica, "Trapicheos en la Segunda Avenida", editada en España por Dos Bigotes, es una crónica de aquella devastadora década de los 80, cuando "mafiosos, divas y camellos" conspiraron contra "la plaga" con poca información y con pocos recursos.

La historia, ilustrada con trazos gruesos y en blanco y negro por Mark Zingarelli, es "real", apunta la autora en el tomo, aunque han cambiado "nombres, rostros, ciertas localizaciones y algunos otros pequeños detalles para proteger a los que aún pueden verse implicados".

Brabner, célebre autora de novela gráfica y protagonista del cómic autobiográfico "American Splendor" de Harvey Pekar, cuenta la historia de un grupo muy unido de artistas y activistas que vivieron en Nueva York a principios de los años 80 y que se colocaron en la primera línea en la lucha contra el sida.

Los protagonistas de "Trapicheos en la Segunda Avenida", la pareja compuesta por el enfermero Raymond y el artista Ben, comienzan esta crónica trapicheando con marihuana desde México para poder incrementar un poco sus ingresos.

Esa red doméstica de contrabando, que encontraba en sus amigos y amigas "marginados" a sus máximos compradores, es la base con la que parten Raymond y Ben para trapichear, cuando el sida empieza a instalarse en Nueva York y en su círculo más íntimo, con medicamentos para combatirlo.

En su batalla por entender la enfermedad y encontrar una forma de ayudar, llegaron a un trato con unos verdaderos mafiosos, se disfrazaron para maquillar su identidad y se subieron a una furgoneta digna de "El Equipo A" hacia la frontera mexicana decididos a salvar a sus amigos.

Desde México comercializaron con ribavirina, un medicamento todavía no legal en Estados Unidos que, finalmente, se descubriría que no aumentaba la esperanza de vida de los enfermos.

La red de tráfico de esta pandilla empezó en 1981, y las compras y las importaciones empezaron en 1982 y duraron hasta el año 84, con Ronald Reagan como presidente de Estados Unidos, y con la impotencia de ver que, a pesar de todos los esfuerzos, cada vez más y más de sus amistades iban quedándose por el camino.

No sería hasta 1985 cuando el movimiento de la lucha contra el sida se fortaleciese con la aparición en San Francisco de AMFAR, la fundación para la investigación sobre el sida, y en Nueva York en 1987 con el movimiento Act Up.

Ese mismo año, se empezó a tramitar la aprobación de un nuevo medicamento, el AZT, en un giro de la investigación farmacéutica porque el mundo empezaba "a darse cuenta de que no era solo una enfermedad de maricas", dice en la novela gráfica una de las protagonistas.

Se calcula que 78 millones de personas se han visto infectadas por el VIH y 39 millones han muerto a causa del sida, siendo la primera causa de muerte en todo el mundo entre la población de 15 a 60 años, tal y como apunta el protagonista.

Un hombre agotado por la pérdida de sus amigos, por los años de "trapicheos" con medicamentos que resultaban no ser útiles y que no puede evitar preguntarse, en el presente, cuánto tiempo va a durar la epidemia, pero, también, un héroe que cierra "Trapicheos en la Segunda Avenida" con cierto romanticismo.

"Somos todos estrellas que brillan juntas, y mientras me abraces fuerte, terminaremos nuestras vidas como polvo de estrellas iluminando la noche. Hasta que seamos todos polvos de estrellas", concluye este tributo a los pioneros de la lucha contra este virus.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.