Imagen: El Periódico / Carme Riera |
La autora regresa a la novela negra con 'Vengaré tu muerte', una investigación en la Catalunya del 2010.
Anna Abella | El Periódico, 2018-03-21
https://www.elperiodico.com/es/ocio-y-cultura/20180320/carme-riera-novela-negra-vengare-tu-muert-6703534
‘Vengaré tu muerte’ no es exactamente, matiza Carme Riera, una novela negra sino más bien “gris oscuro, porque hay una parte de blanco que lo pone el aspecto humorístico. Porque el humor nos salva de todo”. En su nueva incursión en el género tras ‘Natura quasi morta’, la escritora mallorquina da voz a una “detective frustrada de 35 años” que en la Barcelona del 2010 investigó la desaparición de un empresario muy aficionado a coleccionar ‘caganers’. Ello lleva a la protagonista a navegar en un mar “de cosas negativas de nuestra sociedad”, en un fresco de denuncia de asesinos, redes pedófilas, narcotráfico, evasión fiscal, corrupción, violencia de género...
Para no hacer ‘spoilers’, Riera (Palma de Mallorca, 1948), autora tanto de la versión castellana (en Alfaguara) como de la catalana (‘Venjaré la teva mort’, en Edicions 62), rechaza entrar en demasiados detalles de la trama. Es “una historia de venganza y de un error, de una metedura de pata” de la protagonista, Elena Martínez, que contribuye a condenar a dos inocentes. “Muchas veces actuamos por venganza y, como en su caso, si te equivocas, puede ser terrible”.
La lacra de la pederastia
Sin embargo, la peor lacra que ha querido denunciar la autora de ‘Dins el darrer blau’ es la pederastia. “Es algo espantoso que me horroriza. Se mantiene muy oculto pero está ahí. Me he documentado sobre ello y ves que las redes sociales hacen que sea más visible que antes. La infancia es la parte más vulnerable e indefensa de nuestra sociedad. Utilizar a niños es terrible y no hay tantas obras de ficción que lo denuncien -lamenta-. Aquí uso cosas más festivas como los ‘caganers’ como excusa para mostrar estas otras cosas que permanecen bajo la alfombra”.
La detective, independiente y moderna, “es una chica de origen gallego (en homenaje a Vázquez Montalbán, admite)”, dueña, cual Tintín, de un fox terrier llamado Jimmy, casi un personaje más. “Habla más castellano que catalán y va a clases de escritura en el Ateneu. Vive en un piso modesto de Sarrià, que es mi barrio; esa es la única coincidencia conmigo -puntualiza-. Por eso no hay mallorquinismos y el libro contiene muchas frases rápidas, que no es mi estilo”.
A pesar de que después de publicar en el 2011 ‘Natura quasi morta’ Riera aseguró que no volvería a escribir novela negra, ha recaído en usar las reglas del género rescatando 125 páginas que había escrito en el 2004 y que aparcó. Luego, la autora de ‘Tiempo de inocencia’ las reubicó temporalmente y, consecuente con su opinión de que quienes escriben deben “ser críticos y mostrar las carencias de la sociedad” que les rodea, usó “‘flashbacks’ a la realidad”, para retratar la España que en el 2010 ya estaba en plena crisis. En el libro, la famosa frase de Aznar “España va bien...” se continúa con un “...encaminada hacia el desastre” y se suceden los guiños. Es fácil recordar a Javier de la Rosa, condenado por el caso Grand Tibidabo, pues en la ficción, el empresario desaparecido es socio de Tibidabo Assessors, que se relacionaba con “el de la Flor”, firma que estuvo acusada de “blanqueo de dinero y evasión de capitales” y que se aseguraba que “entre sus clientes había políticos catalanes de primera fila, empezando por los Pujol”.
Libertad de expresión y feminismo
Sin embargo, no entra Riera, escudándose en que lo suyo es opinar de literatura, en la pantanosa actualidad catalana. Aunque sí señala, sobre la condena al rapero Valtonyc, que “la libertad de expresión es fundamental y hay que respetarla” y que “en Estados Unidos quemar una bandera del país no es delito”, aunque su "sociedad puritana e hipócrita" sea capaz de una "animalada" como querer prohibir 'Lolita' de Nabokov.
Lo que también defiende la autora de ‘Te deix, amor, la mar com a penyora’ es el feminismo. “Es una cuestión moral porque lucha por los derechos de la mujer, en la que los hombres deben acompañarnos e implicarse –señala-. Está a la altura de otras luchas como la lucha contra el racismo”.
Para no hacer ‘spoilers’, Riera (Palma de Mallorca, 1948), autora tanto de la versión castellana (en Alfaguara) como de la catalana (‘Venjaré la teva mort’, en Edicions 62), rechaza entrar en demasiados detalles de la trama. Es “una historia de venganza y de un error, de una metedura de pata” de la protagonista, Elena Martínez, que contribuye a condenar a dos inocentes. “Muchas veces actuamos por venganza y, como en su caso, si te equivocas, puede ser terrible”.
La lacra de la pederastia
Sin embargo, la peor lacra que ha querido denunciar la autora de ‘Dins el darrer blau’ es la pederastia. “Es algo espantoso que me horroriza. Se mantiene muy oculto pero está ahí. Me he documentado sobre ello y ves que las redes sociales hacen que sea más visible que antes. La infancia es la parte más vulnerable e indefensa de nuestra sociedad. Utilizar a niños es terrible y no hay tantas obras de ficción que lo denuncien -lamenta-. Aquí uso cosas más festivas como los ‘caganers’ como excusa para mostrar estas otras cosas que permanecen bajo la alfombra”.
La detective, independiente y moderna, “es una chica de origen gallego (en homenaje a Vázquez Montalbán, admite)”, dueña, cual Tintín, de un fox terrier llamado Jimmy, casi un personaje más. “Habla más castellano que catalán y va a clases de escritura en el Ateneu. Vive en un piso modesto de Sarrià, que es mi barrio; esa es la única coincidencia conmigo -puntualiza-. Por eso no hay mallorquinismos y el libro contiene muchas frases rápidas, que no es mi estilo”.
A pesar de que después de publicar en el 2011 ‘Natura quasi morta’ Riera aseguró que no volvería a escribir novela negra, ha recaído en usar las reglas del género rescatando 125 páginas que había escrito en el 2004 y que aparcó. Luego, la autora de ‘Tiempo de inocencia’ las reubicó temporalmente y, consecuente con su opinión de que quienes escriben deben “ser críticos y mostrar las carencias de la sociedad” que les rodea, usó “‘flashbacks’ a la realidad”, para retratar la España que en el 2010 ya estaba en plena crisis. En el libro, la famosa frase de Aznar “España va bien...” se continúa con un “...encaminada hacia el desastre” y se suceden los guiños. Es fácil recordar a Javier de la Rosa, condenado por el caso Grand Tibidabo, pues en la ficción, el empresario desaparecido es socio de Tibidabo Assessors, que se relacionaba con “el de la Flor”, firma que estuvo acusada de “blanqueo de dinero y evasión de capitales” y que se aseguraba que “entre sus clientes había políticos catalanes de primera fila, empezando por los Pujol”.
Libertad de expresión y feminismo
Sin embargo, no entra Riera, escudándose en que lo suyo es opinar de literatura, en la pantanosa actualidad catalana. Aunque sí señala, sobre la condena al rapero Valtonyc, que “la libertad de expresión es fundamental y hay que respetarla” y que “en Estados Unidos quemar una bandera del país no es delito”, aunque su "sociedad puritana e hipócrita" sea capaz de una "animalada" como querer prohibir 'Lolita' de Nabokov.
Lo que también defiende la autora de ‘Te deix, amor, la mar com a penyora’ es el feminismo. “Es una cuestión moral porque lucha por los derechos de la mujer, en la que los hombres deben acompañarnos e implicarse –señala-. Está a la altura de otras luchas como la lucha contra el racismo”.
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