jueves, 29 de marzo de 2018

#hemeroteca #politica | Los extremos políticos en Alemania se dan la mano con el caso Puigdemont

Imagen: ABC / Bernd Lucke visita a Carles Puigdemont en la cárcel de Neumünster
Los extremos políticos en Alemania se dan la mano con el caso Puigdemont.
La posible entrega del expresidente provoca fracturas en la política alemana.
Ana Carbajosa | El País, 2018-03-29
https://politica.elpais.com/politica/2018/03/28/actualidad/1522249790_744117.html

El caso Puigdemont ha irrumpido en la vida política alemana, dos semanas después de la esperada formación de un nuevo Ejecutivo, provocando fisuras políticas en el nuevo Parlamento. El Gobierno de la canciller, Angela Merkel, insiste en que el conflicto de Cataluña es un asunto interno, que deben resolver la ley española y la Constitución. Mientras, en los extremos políticos, a derecha e izquierda, pero también entre otros miembros de la oposición y en la prensa se escuchan voces que cuestionan los términos de la posible entrega y sus implicaciones políticas.

Las críticas a una posible entrega de Puigdemont a las autoridades españolas proceden sobre todo con mucha claridad del extremo izquierdo del arco parlamentario alemán. El partido de La Izquierda se opone a la extradición y ha pedido que se convoque la Comisión de Asuntos Jurídicos y la de Exteriores del Bundestag para estudiar la posible extradición. Bernd Riexinger, presidente del partido poscomunista consideró que el expresidente “no debe ser entregado”. “Uno no debe compartir las inquietudes de Puigdemont para considerar su detención un error”, ha estimado. Dietmar Bartsch, portavoz del grupo parlamentario de Die Linke, consideró “una broma” que sea un tribunal de Schlewig–Holstein el encargado de ”decidir el futuro de Cataluña”.

Desde la ultraderecha, Jorg Meuthen, portavoz de Afd, echó mano de la ironía en un comunicado en el que aprovechó para llevar el agua a su molino antiinmigración. “Es sorprendente que de repente los controles en las fronteras funcionen para Carles Puigdemont. Podría parecer injusto para muchos que ven cómo han fallado para [dejar entrar] a millones de inmigrantes ilegales”. Aún así, Meuthen consideró que son ahora los jueces alemanes los que deben tomar una decisión, que debe ser respetada. René Springer otro diputado de Afd, protestó porque “un presidente regional que ha representado los intereses de su pueblo sea encarcelado en Alemania, mientras a un ejército de un millón de inmigrantes ilegales se le permite acceder a nuestro sistema social”.

Puede que las críticas hayan sido más estridentes desde los márgenes políticos, pero desde otros rincones de la oposición emergen también dudas. Wolfgang Kubicki, vicepresidente del partido Liberal y abogado, ha considerado que el delito de rebelión no tiene un equivalente en Alemania y que por lo tanto no se podrá extraditar a Puigdemont por ese delito, aunque tal vez sí por malversación, el otro cargo por el que se le procesa en el auto del Supremo. Los Verdes mientras, piden una mediación de la UE en el conflicto catalán.

El Ejecutivo alemán no se ha movido ni un milímetro de su posición desde que estalló el conflicto catalán. El miércoles, el portavoz de Merkel, Steffen Seibert volvió a dejar clara la postura oficial: “Nuestro convencimiento es que este es un conflicto español que debe solucionarse en el marco de la legislación y la Constitución española”, dijo en conferencia de prensa.

Mientras, los partidos mayoritarios, el bloque conservador de la canciller, Angela Merkel CDU/CSU y la socialdemocracia (SPD), con quienes gobierna en gran coalición evitan grandes pronunciamientos ante un asunto espinoso y se limitan a pedir que se deje trabajar a los jueces y que se respete su decisión. “La ejecución de una orden de detención europea es un procedimiento normal. Las autoridades no tienen otra opción”, ha estimado el jefe del grupo parlamentario del SPD, Ralf Stegner.

En la prensa alemana, proliferan las opiniones a favor y en contra de la extradición, y se pone el énfasis en las dificultades de que el delito de alta traición, el supuesto equivalente al de rebelión en España, cumpla con el requisito de violencia exigido. ‘Die Zeit’ ilustraba con acierto el dilema de los jueces alemanes con una patata humeante, pinchada en un tenedor.

Pero a pesar de las divisiones que genera el conflicto, parece difícil pensar que Puigdemont vaya a encontrar en Alemania un apoyo político como el cosechado en Bélgica, un país que cuenta con una importante representación política nacionalista.

“Alemania es un país federal, con Estados que se sienten más autónomos y siempre hemos encontrado una manera de entendernos. Por eso, nos resulta difícil entender que en España no hayan sido capaces de alcanzar un consenso”, explica Günther Maihold, vicedirector del Instituto alemán para la política Internacional y la Seguridad.

Visita eurófoba
La primera visita de un político alemán a la cárcel de Neumünster, donde se encuentra encerrado Puigdemont, ha sido precisamente este miércoles la de un representante de la corriente más conservadora alemana. Bernd Lucke fue uno de los fundadores de Alternativa por Alemania (Afd), el pujante partido antiinmigración que luego abandonó por su deriva extremista y es hoy eurodiputado liberal-conservador y eurófobo, aunque con escaso predicamento político en su país. “Puigdemont es perseguido erróneamente. Le apoyo en su derecho a la libertad de expresión y en su actividad política. El conflicto catalán debe ser resuelto políticamente y no judicialmente”, tuiteó Lucke desde Neumünster.


Bernd Lucke, el político euroescéptico que proponía echar a Grecia y a Andalucía de la zona euro.
Lucke estudió Economía y Filosofía en Bonn y Berkeley antes e la caída del Muro de Berlín. Casado y con cinco hijos, llegó trabajar en el Consejo de Expertos Económicos del Gobierno de Alemania Oriental y perteneció a la CDU hasta 2011.
Rosalía Sánchez | ABC, 2018-03-28
http://www.abc.es/espana/abci-bernd-lucke-politico-euroesceptico-proponia-echar-grecia-y-andalucia-zona-euro-201803282101_noticia.html

Puigdemont no está tardando en hacer amigos en Alemania y hoy ha recibido su primera visita en prisión, la del fundador del partido anti europeo y anti extranjeros Alternativa para Alemania (AfD) Bernd Lucke. Profesor de Economía de la Universidad de Hamburgo, convirtió allá por 2012 lo que comenzó siendo un foro de economistas democristianos en una formación política anti euro con aspiraciones de partido bisagra. Su campaña electoral de cara a las elecciones de 2013 se redujo a clamar contra los rescates europeos y contra el euro, aunque no ha puesto reparos a cobrar su sueldo de eurodiputado, bastante mejor que el de profesor universitario, desde que ocupa el cargo, mayo de 2014.

Lucke estudió Economía y Filosofía en Bonn y Berkeley antes e la caída del Muro de Berlín. Caado y con cinco hijos, llegó trabajar en el Consejo de Expertos Económicos del Gobierno de Alemania Oriental y perteneció a la CDU hasta 2011, año en que abandonó el partido conservador alemán asqueado por los rescates europeos para salvar a Grecia y los «periféricos». Fue en ese momento cuando, junto con Alexander Gauland, fundó AfD. No le fue bien al partido con él como candidato principal, pero logró el escaño europeo con el 7% de los votos y en 2015 fue desbancado de la presidencia de la formación política. Ya fuera de la directiva, decidió abandonar el partido alegando el aumento de pro-rusos en sus filas, pero no renunció al puesto en Bruselas y allí forma parte de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios.

A lo largo de toda esta trayectoria, el sentido último de su pensamiento ha sido la destrucción de la Unión Europea, y romperla por el flanco sur. «Si un día yo fuese canciller federal, llevaría a Bruselas un programa para que los países del sur de Europa abandonasen el euro de forma no traumática para el sistema y regresasen a sus antiguas monedas. Así podrían abordar la tarea de recuperar competitividad desde una perspectiva más real y podrían volver a tomar sus propias decisiones económicas», confesaba en una entrevista concedida en 2013 en la que no tenía reparos en cortar por lo sano en el caso de España. «En el caso de España, los salarios tendrían que bajar un 30% para hablar de una producción realmente competitiva. Le hablo de cálculos macroeconómicos, de datos fríos. Sin esa bajada no se volverá a crear empleo como para reactivar la economía», auguraba. «El objetivo», continuaba en su análisis de la situación de la deuda europea, «es que aquellos que no puedan financiarse tomen distancia y crear así una línea de contención del problema. Y no es necesario pensar en países enteros. Cataluña, País Vasco y el norte de Italia podrían permanecer en el euro, por ejemplo, pero está claro que Grecia o Andalucía no forman parte de esta realidad. Empeñarnos en lo contrario es negar la evidencia. Y cuanto más tardemos en darnos cuenta, más caro nos costará a todos».

Y TAMBIÉN…
Un cofundador del partido de extrema derecha en Alemania, primera visita de Puigdemont en prisión.
Carmen Valero | El Mundo, 2018-03-28

http://www.elmundo.es/cataluna/2018/03/28/5abbca11468aeb057c8b4685.html

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