Imagen: Campusa / David Wellman |
Trabaja en la creación de espacios de comunicación entre jóvenes ateos, cristianos, musulmanes y judíos de diferentes barrios de Paris.
Campusa, 2016-06-03
http://www.ehu.eus/es/web/guest/preview-campusa/-/asset_publisher/1O7v/content/n_20160603_david_wellman
Profesor del Departamento de Estudios de Religión, Paz, Justicia y Conflicto en la Universidad DePaul de Chicago, David Wellman destaca la importancia del diálogo interreligioso como manera de prevenir el deterioro de la convivencia, la xenofobia y la radicalización. Advierte, asimismo, de "la predominancia de la religión en la vida de todas las personas del mundo, exceptuado a las élites europeas y las élites blancas estadounidenses".
El especialista en relaciones internacionales asistió la semana pasada al seminario "Diplomacia y diálogo político en un mundo post-secular: tendiendo puentes entre culturas seculares y religiosas", organizado por el Departamento de Derecho Internacional Público, Relaciones Internacionales e Historia del Derecho de la UPV/EHU.
Has venido a impartir una conferencia sobre diplomacia y diálogo político en un mundo post-secular. ¿Cómo es ese mundo post-secular?
En los estudios de Diplomacia se decía que en los países avanzados la mayoría de gente vivía en un contexto secular, pues las relaciones diplomáticas entre el poder político y el poder económico se hacen en ese contexto. No obstante, yo opino que vivimos en un mundo post-secular, pues la predominancia de la religión en la vida de todas las personas del mundo, exceptuado a las élites europeas y las élites blancas estadounidenses, es enormemente significativa. Vivimos pues en un mundo donde la dimensión religiosa es muy importante. Además, la cultura religiosa influye, incluso, en la gente que se tiene a sí misma como atea en Europa o Estados Unidos, ya que a nivel ético, en lo que respecta a las ideas morales… el influjo del cristianismo es muy grande.
Su trabajo se centra en la actualidad en la creación de espacios de comunicación y dialogo entre jóvenes ateos, cristianos, musulmanes y judíos de diferentes barrios de París.
Sí. Estoy empezando un trabajo con comunidades cristianas, musulmanas, judías y ateas de diferentes barriadas de París con la intención de impulsar el dialogo, combatir el antisemitismo, la islamofobia… He llevado a mis alumnos ahí para conocer de primera mano lo que pasa y hemos visto cómo están trabajando algunas asociaciones con diferentes confesiones. Cómo fomentan el diálogo entre culturas y organizaciones religiosas y no religiosas, ayudando a la convivencia entre diferentes.
Además, en París he contactado con personas inspiradoras como el rabino Michel Serfaty. Es un rabino que sufrió el ataque de varios jóvenes musulmanes en la periferia de París. Tras ello llamó al imán de la comunidad y le dijo: "tenemos un problema, ¿qué vamos a hacer con esto?". Vio que el problema tenían que solucionarlo juntos, y crearon la asociación Amitié Judéo Musulmane de la France (AJMF). Asimismo, como Serfaty nació en Marrakech, habla árabe, y eso le permite poder desplazarse a los barrios musulmanes e intentar desmitificar el antisemitismo y los prejuicios. De hecho, el rabino me ha dicho que el peor prejuicio que asola a Francia en estos momentos es la islamofobia.
¿Cómo se puede combatir la radicalización de algunos musulmanes de tercera generación?
Hay que enseñarles que el islam tradicional no tiene nada que ver con la interpretación que hace de la religión el islam extremista. Por otra parte, creo que es injusto poner el foco en los extremistas como hacen los medios de comunicación.
Pero, por ejemplo, es un hecho que hubo decenas de asesinatos en la sala Bataclan de Paris…
Por supuesto, y los que lo hicieron están pervirtiendo el islam. Es lo mismo que hace el Ku Klux Klan cuando comete los crímenes. Ellos dicen que son cristianos y que tienen que protegerse de los negros, de los judíos, de los homosexuales… La gran mayoría de los cristianos nada tiene que ver con el Ku Klux Klan; con los musulmanes pasa otro tanto: la mayoría de los musulmanes son muy abiertos y tienen gran respeto por las otras tradiciones. De hecho, hay una creencia en el islam que dice que cristianos y judíos pertenecen al pueblo del Libro, por lo que la obligación de los musulmanes no es convertirlos a su religión, sino convivir con ellos.
Wellman es licenciado en Relaciones Internacionales por Lewis and Clark College, Máster en Estudios Religiosos por la Universidad de Columbia y doctor en Teología por el Unification Theological Seminary de Nueva York. Actualmente es profesor de la Universidad DePaul de Chicago, donde imparte, entre otras asignaturas: interpretación de textos religiosos, diálogo entre culturas religiosas y seculares, religión y diplomacia, ética cristiana e islámica, transformación de conflictos y teología gay-queer.
¿Qué es la teología gay-queer?
La teología gay, lesbiana, bisexual y transexual, más conocido como teología queer, enseña, al igual que hace la teología de la liberación que dios ama a todo el mundo, pero que tiene un amor preferencial por los marginados. Por otro lado, hay que decir que los intérpretes de los textos sagrados tienen más poder que los propios textos. Es por ello que en Europa tenéis la imagen de un Jesús blanco, cuando no lo fue. Los teólogos queer revelan historias gay y lesbianas en el nuevo y antiguo testamento.
Por ejemplo.
Si lees la versión en griego del Evangelio de Mateo, cuenta la historia del centurión que busca a Jesús para que cure a un joven sirviente enfermo. ¿Por qué busca a Jesús, enemigo para el Imperio Romano, y se arriesga ante sus correligionarios por uno de los muchos sirvientes que tiene? La única respuesta lógica es por amor, porque es su pareja.
Pero hay más historias parecidas en la Biblia, como la historia de Ruth y Noemí, dos mujeres viudas que se unen para vivir juntas, a pesar de que la mayor le señala a la más joven que podrá encontrar otro marido ya que es joven. A lo que ésta responde: "donde quiera que tú fueres, iré yo; y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada: así me haga Jehová, y así me dé, que sólo la muerte hará separación entre mí y ti". Estas palabras coinciden, de hecho, coinciden con las que se utilizan en los matrimonios judíos para declarar su amor.
El especialista en relaciones internacionales asistió la semana pasada al seminario "Diplomacia y diálogo político en un mundo post-secular: tendiendo puentes entre culturas seculares y religiosas", organizado por el Departamento de Derecho Internacional Público, Relaciones Internacionales e Historia del Derecho de la UPV/EHU.
Has venido a impartir una conferencia sobre diplomacia y diálogo político en un mundo post-secular. ¿Cómo es ese mundo post-secular?
En los estudios de Diplomacia se decía que en los países avanzados la mayoría de gente vivía en un contexto secular, pues las relaciones diplomáticas entre el poder político y el poder económico se hacen en ese contexto. No obstante, yo opino que vivimos en un mundo post-secular, pues la predominancia de la religión en la vida de todas las personas del mundo, exceptuado a las élites europeas y las élites blancas estadounidenses, es enormemente significativa. Vivimos pues en un mundo donde la dimensión religiosa es muy importante. Además, la cultura religiosa influye, incluso, en la gente que se tiene a sí misma como atea en Europa o Estados Unidos, ya que a nivel ético, en lo que respecta a las ideas morales… el influjo del cristianismo es muy grande.
Su trabajo se centra en la actualidad en la creación de espacios de comunicación y dialogo entre jóvenes ateos, cristianos, musulmanes y judíos de diferentes barrios de París.
Sí. Estoy empezando un trabajo con comunidades cristianas, musulmanas, judías y ateas de diferentes barriadas de París con la intención de impulsar el dialogo, combatir el antisemitismo, la islamofobia… He llevado a mis alumnos ahí para conocer de primera mano lo que pasa y hemos visto cómo están trabajando algunas asociaciones con diferentes confesiones. Cómo fomentan el diálogo entre culturas y organizaciones religiosas y no religiosas, ayudando a la convivencia entre diferentes.
Además, en París he contactado con personas inspiradoras como el rabino Michel Serfaty. Es un rabino que sufrió el ataque de varios jóvenes musulmanes en la periferia de París. Tras ello llamó al imán de la comunidad y le dijo: "tenemos un problema, ¿qué vamos a hacer con esto?". Vio que el problema tenían que solucionarlo juntos, y crearon la asociación Amitié Judéo Musulmane de la France (AJMF). Asimismo, como Serfaty nació en Marrakech, habla árabe, y eso le permite poder desplazarse a los barrios musulmanes e intentar desmitificar el antisemitismo y los prejuicios. De hecho, el rabino me ha dicho que el peor prejuicio que asola a Francia en estos momentos es la islamofobia.
¿Cómo se puede combatir la radicalización de algunos musulmanes de tercera generación?
Hay que enseñarles que el islam tradicional no tiene nada que ver con la interpretación que hace de la religión el islam extremista. Por otra parte, creo que es injusto poner el foco en los extremistas como hacen los medios de comunicación.
Pero, por ejemplo, es un hecho que hubo decenas de asesinatos en la sala Bataclan de Paris…
Por supuesto, y los que lo hicieron están pervirtiendo el islam. Es lo mismo que hace el Ku Klux Klan cuando comete los crímenes. Ellos dicen que son cristianos y que tienen que protegerse de los negros, de los judíos, de los homosexuales… La gran mayoría de los cristianos nada tiene que ver con el Ku Klux Klan; con los musulmanes pasa otro tanto: la mayoría de los musulmanes son muy abiertos y tienen gran respeto por las otras tradiciones. De hecho, hay una creencia en el islam que dice que cristianos y judíos pertenecen al pueblo del Libro, por lo que la obligación de los musulmanes no es convertirlos a su religión, sino convivir con ellos.
Wellman es licenciado en Relaciones Internacionales por Lewis and Clark College, Máster en Estudios Religiosos por la Universidad de Columbia y doctor en Teología por el Unification Theological Seminary de Nueva York. Actualmente es profesor de la Universidad DePaul de Chicago, donde imparte, entre otras asignaturas: interpretación de textos religiosos, diálogo entre culturas religiosas y seculares, religión y diplomacia, ética cristiana e islámica, transformación de conflictos y teología gay-queer.
¿Qué es la teología gay-queer?
La teología gay, lesbiana, bisexual y transexual, más conocido como teología queer, enseña, al igual que hace la teología de la liberación que dios ama a todo el mundo, pero que tiene un amor preferencial por los marginados. Por otro lado, hay que decir que los intérpretes de los textos sagrados tienen más poder que los propios textos. Es por ello que en Europa tenéis la imagen de un Jesús blanco, cuando no lo fue. Los teólogos queer revelan historias gay y lesbianas en el nuevo y antiguo testamento.
Por ejemplo.
Si lees la versión en griego del Evangelio de Mateo, cuenta la historia del centurión que busca a Jesús para que cure a un joven sirviente enfermo. ¿Por qué busca a Jesús, enemigo para el Imperio Romano, y se arriesga ante sus correligionarios por uno de los muchos sirvientes que tiene? La única respuesta lógica es por amor, porque es su pareja.
Pero hay más historias parecidas en la Biblia, como la historia de Ruth y Noemí, dos mujeres viudas que se unen para vivir juntas, a pesar de que la mayor le señala a la más joven que podrá encontrar otro marido ya que es joven. A lo que ésta responde: "donde quiera que tú fueres, iré yo; y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada: así me haga Jehová, y así me dé, que sólo la muerte hará separación entre mí y ti". Estas palabras coinciden, de hecho, coinciden con las que se utilizan en los matrimonios judíos para declarar su amor.
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