lunes, 13 de junio de 2016

#hemeroteca #lgtbifobia | Vuestro pensamiento nos mata, y se llama ‘LGTB-fobia’

Imagen: Twitter FELGTB / Madrid, 2016-06-12
Vuestro pensamiento nos mata, y se llama ‘LGTB-fobia’.
Paco Tomás | El Asombrario, 2016-06-13

http://elasombrario.com/vuestro-pensamiento-nos-mata-se-llama-lgtb-fobia/

Medio centenar de muertos y otro medio centenar de heridos ayer en un club gay de Florida (EE UU). El autor de esta columna expresa su rabia no sólo por la tragedia, sino por todos los que se han apresurado a matizar que es terrorismo, que no es un acto de odio al distinto, al no heterosexual.

La noticia fue que la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, estaba intentando dotar al Orgullo LGTB de una consideración especial, como tienen otro tipo de fiestas y celebraciones, para impedir las multas arbitrarias que están acosando cada año a la manifestación por los derechos y las libertades lgtb. Entonces se alzaron las voces que criticaban al Ayuntamiento por el hecho de otorgarnos un privilegio, le acusaban de crear una norma excepcional para los gais, de cambiar las leyes para favorecer la agenda lgtb, de tener un trato de favor con la población de gais, lesbianas, bisex y trans y su Orgullo, celebración que, evidentemente, ni entendían ni compartían. Y se armaron de argumentos.

Unos días después llegó al muro de una de mis redes sociales el vídeo de un vecino de Cádiz que mostraba su indignación porque en su ciudad ondeaba una bandera arcoíris. El hombre se grabó menospreciando, con esa bravuconería violenta que se mama del machismo, el hecho de que fuese esa bandera la que presidía una rotonda de su ciudad y no la bandera española. Y ese hombre, y todos los que le apoyaron, se armaron de argumentos.

Horas después, un hombre irrumpía en un local de ambiente homosexual en Orlando, en Florida, en eso que llamamos primer mundo, y asesinaba a 50 personas y hería a otras tantas en la que ya es la mayor matanza en Estados Unidos desde el 11-S. Ese hombre estaba armado con un fusil semiautomático AR-15 pero también con los mismos argumentos que habían servido a otros, días antes, para atacar el Orgullo o la bandera arcoíris. Los mismos. Porque las armas son las responsables últimas del asesinato, pero es el pensamiento, la ideología, los autores intelectuales del crimen.

Y entonces fue cuando volví a sentir el dolor descarnado de la incomprensión. Vosotros sois tan crueles en la valoración de los crímenes de odio contra la comunidad lgtb que cuando se conoció que el asesinato había sido perpetrado por Omar Mateen, un estadounidense vinculado al yihadismo, nos negasteis el derecho a gritar que era un atentado lgtbfobo, un asesinato premeditado contra la población de gais, lesbianas, transexuales y bisexuales. Vosotros, los mismos que cada año nos preguntáis las razones por las que tenemos que manifestarnos en el Orgullo, vinisteis a decirnos que era un atentado terrorista y que no podíamos identificarlo como fruto de la lgtbfobia. Nos estabais impidiendo llorar a los nuestros. ¿Existe mayor crueldad? La matanza de Orlando será un atentado terrorista, otro crimen yihadista, pero es también, por mucho que os joda, un asesinato de la lgtbfobia, del machismo, que es el padre de toda violencia; de esa lacra social que es el “heteropatriarcado”, como muy bien definió Alberto Garzón en su condena a través de Twitter.

Si esa atrocidad hubiese tenido lugar en una iglesia católica o en la sede de un partido político nadie hubiese cuestionado el dolor específico de los creyentes o los simpatizantes de esa ideología concreta. Pero cuando el crimen de odio tiene como víctimas a la población lgtb, entonces no, entonces todo tiene matices, todo es opinable, hasta el extremo de negarnos el grito de dolor. El crimen de Orlando es lgtbfobia. El discurso machista y españolista del individuo gaditano es lgtbfobia. Los comentarios que cuestionan nuestros derechos y libertades son lgtbfobia. La condescendencia con este tipo de crímenes e incitaciones al odio son lgtbfobia. Y no queréis que lo gritemos porque eso, a vosotros, machistas y lgtbfobos del primer mundo, vosotros que presumís de respetarlo todo pero que vuestros hijos no lo vean, os convertiríais en cómplices de la matanza. Y eso no. Vosotros nunca asesinaríais. Vosotros sois más partidarios de hacer la vida imposible.

Ahora, dentro de tres semanas, estaré esperando vuestros ataques. Estaré esperando con paciencia al primero que escriba que por qué no se celebra un orgullo hetero o un orgullo para pelirrojos, como siempre decís. Y yo, procurando no juzgar vuestra capacidad intelectual, os repetiré que el día que os discriminen, os rechacen, os humillen, os agredan, os condenen, os persigan, os insulten, os asesinen por ser heterosexuales o pelirrojos, entonces, ese día, saldré con vosotros a luchar por vuestros derechos y vuestra dignidad. Mientras tanto, no os voy a pedir que luchéis a mi lado, pero al menos tened la decencia de no ponerme la zancadilla.

Y sí, creo que el asesino de Orlando pensaba lo mismo que vosotros. Y por eso, los que estamos vivos, los que habitamos en un país legalmente respetuoso con nuestra orientación sexual e identidad de género, los que seguimos aquí pese a vuestros intentos por hacernos la vida más complicada, vamos a continuar luchando por la igualdad real, por el respeto, por nuestra dignidad y contra vuestro pensamiento de muerte. Vamos a seguir gritando que nos asesináis con vuestra lgtbfobia, aunque no os guste que lo hagamos. Porque es vuestro pensamiento el que nos mata.

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