jueves, 2 de marzo de 2017

#hemeroteca #violenciasexual | El Gobierno afgano prohíbe a los 'niños prostitutos' para combatir a los talibán

Imagen: El Mundo
El Gobierno afgano prohíbe a los 'niños prostitutos' para combatir a los talibán.
Los yihadistas utilizan la tradición de los 'bacha bazi' para infiltrase en controles policiales y asesinar a sus miembros.
Amador Guallar | El Mundo, 2017-03-02
http://www.elmundo.es/sociedad/2017/03/02/58b6e5ad468aeb90668b4633.html

La tradición ancestral afgana de los "bacha bazi", o niños bailarines, en la que menores son maquillados y vestidos con ropas femeninas y bailan para el placer de apoderados para luego ser prostituidos al mejor postor, tiene los días contados. O, al menos, eso es lo que el Gobierno afgano espera tras aprobar una Ley que prohíbe y criminaliza esa práctica.

La tradición de los también conocidos como 'bacha bereesh' (niños sin barba) se remonta a los tiempos en los que Alejandro Magno cabalgaba por Afganistán. Su prohibición supone un paso de gigante para los que luchan por los derechos de los niños en el país y para acabar con la lacra de la explotación sexual infantil.

El Gobierno afgano podría haber llevado a cabo esta medida hace años, tal y como muchas organizaciones no gubernamentales han venido exigiendo durante más de una década, pero la Administración del presidente, Ashraf Ghani, sólo ha decidido tomar cartas en el asunto a partir de las informaciones reveladas por la agencia AFP en junio de 2016 en las que probaban cómo los talibán están utilizado a los "bacha bazi" para infiltrarse eficazmente en los puestos de control y comisarías locales en las provincias de Uruzgan, Kandahar o Helmand, entre otras, para asesinar a sus miembros.

Por su parte, los talibán prohibieron esta práctica bajo pena de muerte cuando llegaron al poder en 1996, cosa que aumentó su popularidad entre los civiles y las familias cuyos hijos sufrían las consecuencias de una tradición muy popular entre los combatientes muyahidín que acababan de derrotar a la Unión Soviética. En 2001, cuando la coalición internacional y la Alianza del Norte reconquistaron el país, los "bacha bazi" volvieron con más fuerza que nunca.

La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC, por sus siglas en inglés) lleva años insistiendo en que a pesar de que la Ley afgana prohíbe la violación y la pederastia los 'niños bailarines' están excluidos de la misma, a pesar de sufrir "constantes violaciones físicas que los traumatiza de por vida con sentimientos pesimistas o de hostilidad y venganza", según un informe de la Comisión.

"Hasta ahora, la ambigüedad legal en el Código Penal afgano ha permitido que los perpetradores escapen y no sean condenados", explica el mismo informe. Asimismo, la Comisión se ha mostrado escéptica ante la nueva Ley porque "el Gobierno ha aprobado muchas leyes que luego no son aplicadas", acusando así al legislativo de Kabul de realizar leyes de cara a la galería.

Sin embargo, Nader Nadery, consejero personal del presidente Ghani, ha asegurado que "el Código Penal dispone ahora de un capítulo entero criminalizando la práctica de los 'bacha bazi'", según ha explicado a AFP. "Esperamos que las enmiendas al Código sean adoptadas e implementadas durante este mes dando así un gran paso para terminar con esa tradición desagradable", ha añadido.

El capítulo en cuestión, titulado "Conduciendo a los niños hacia la corrupción moral", no sólo prohíbe la práctica sino que también establece que "las víctimas no pueden ser procesadas". Este punto es de suma importancia porque en Afganistán las víctimas de violaciones y abusos sexuales, sobre todo mujeres, también están consideradas como parte del crimen y, por lo tanto, sujetas a penas de prisión.

"Ahora la Ley define a los que utilizan a los 'bacha bazi' como criminales y no deja lugar a ninguna ambigüedad", ha explicado Nasrullah Stanekzai, otro de los consejeros del presidente. "Entre las penas establecidas para los infractores destacan los siete años de prisión para los casos de asalto sexual, y la pena de muerte para los casos con agravantes como la violación de más de un niño".

Parlamentarios se oponen a la Ley
La utilización de los "niños bailarines" va más allá del aspecto sexual. Para los comandantes de la policía y el ejército, los señores de la guerra y los miembros de las élites política y económica del país los "bacha bazi" representan un símbolo de estatus, autoridad y opulencia.

Por este motivo diversos parlamentarios afganos ya han anunciado que se opondrán con todas sus fuerza a la Ley. "He recibido varias llamadas telefónicas de miembros del legislativo asegurándome que nunca dejarán que la Ley sea aprobada por el Parlamento", ha explicado Soraya Sobhrang, miembro destacado de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán.

Asimismo, Sobhrang ha descrito la iniciativa como "una batalla para salvar a los esclavos del siglo XXI". Una confrontación que no será fácil y que tendrá que luchar cara a cara con una de las tradiciones más controvertidas del país. Por ello, las enmiendas al Código Penal han sido aprobadas a través de un decreto presidencial durante el actual receso parlamentario, evitando así a aquéllos que se oponen a la misma.

Pero para Sobhrang esta triquiñuela política no es suficiente ya que cuando la Ley sea revisada por el Parlamento muchos legisladores harán todo lo posible para anularla o presionar a Ghani para que no la implemente. La batalla para acabar con los niños esclavos sexuales, muchos de ellos secuestrados o vendidos por sus propias familias, sólo acaba de comenzar.

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