Imagen: El País |
Primera sospecha: en la investigación no se ha entrevistado a ninguna mujer homosexual.
Buenavida, El País, 2017-06-15
http://elpais.com/elpais/2017/06/14/buenavida/1497450414_237915.html
Menelaos Apostolou es profesor asociado de Psicología Evolutiva en la Universidad de Nicosia (Chipre) y acaba de publicar un controvertido estudio, en el que se atreve a decir que las lesbianas han evolucionado como tal porque a los hombres les excita. Así de claro. Lo fuerte es que la investigación, que ha hecho junto a otros colegas de facultad, se ha publicado en la revista de divulgación 'Personality and Individual Differences Journal'.
Para llegar a tal conclusión, Apostolou se ha basado en una encuesta online realizada a 1.509 personas. Todas ellas heterosexuales. A partir de sus respuestas, el profesor asegura que el 15% de los hombres que mantienen una relación estable desean que sus parejas tengan una cita sexual con otras mujeres (y la cifra aumenta hasta el 30% en los hombres que llevan poco tiempo en esa relación). Por su parte, las mujeres que han participado en el estudio no desean que sus compañeros sentimentales tengan encuentros con otros hombres.
En las conclusiones, el psicólogo chipriota resume que las lesbianas no flirtean entre ellas porque así lo deseen, sino que lo hacen porque saben que a ellos les excita. Así los atraen y los predisponen para el apareamiento. Y este sería, según Apostolou, el motor evolutivo de la homosexualidad femenina.
Obviamente, la afirmación no ha sentado nada bien a la comunidad gay, que ha manifestado su rechazo en las redes sociales, destacando la poca seriedad del estudio (y el hecho de que no se haya entrevistado ni a una sola persona homosexual). En este sentido, la psicóloga de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido), Diana Fleischman, ha apuntado en 'International Business Times' que el trabajo ignora un sinfín de otras hipótesis, además de hacer afirmaciones que no están basadas en ninguna evidencia. La investigadora destaca "la gran influencia cultural del porno en los hombres, propensos a establecer asociaciones a través de los clásicos condicionamientos de estimulación sexual". Por su parte, Apostolou ha respondido que las preferencias sexuales no son culturales sino "mecanismos que han sido seleccionados para servir a un propósito: fomentar la reproducción. Según mi punto de vista, son expresiones de viejos mecanismos adquiridos”. Está por ver si la presión de otros científicos será suficiente para que la revista retire el estudio (o exija una revisión), si se quedará en el olvido, o si estará nominado a los Ig Nobel, que premian las investigaciones más absurdas del año.
Para llegar a tal conclusión, Apostolou se ha basado en una encuesta online realizada a 1.509 personas. Todas ellas heterosexuales. A partir de sus respuestas, el profesor asegura que el 15% de los hombres que mantienen una relación estable desean que sus parejas tengan una cita sexual con otras mujeres (y la cifra aumenta hasta el 30% en los hombres que llevan poco tiempo en esa relación). Por su parte, las mujeres que han participado en el estudio no desean que sus compañeros sentimentales tengan encuentros con otros hombres.
En las conclusiones, el psicólogo chipriota resume que las lesbianas no flirtean entre ellas porque así lo deseen, sino que lo hacen porque saben que a ellos les excita. Así los atraen y los predisponen para el apareamiento. Y este sería, según Apostolou, el motor evolutivo de la homosexualidad femenina.
Obviamente, la afirmación no ha sentado nada bien a la comunidad gay, que ha manifestado su rechazo en las redes sociales, destacando la poca seriedad del estudio (y el hecho de que no se haya entrevistado ni a una sola persona homosexual). En este sentido, la psicóloga de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido), Diana Fleischman, ha apuntado en 'International Business Times' que el trabajo ignora un sinfín de otras hipótesis, además de hacer afirmaciones que no están basadas en ninguna evidencia. La investigadora destaca "la gran influencia cultural del porno en los hombres, propensos a establecer asociaciones a través de los clásicos condicionamientos de estimulación sexual". Por su parte, Apostolou ha respondido que las preferencias sexuales no son culturales sino "mecanismos que han sido seleccionados para servir a un propósito: fomentar la reproducción. Según mi punto de vista, son expresiones de viejos mecanismos adquiridos”. Está por ver si la presión de otros científicos será suficiente para que la revista retire el estudio (o exija una revisión), si se quedará en el olvido, o si estará nominado a los Ig Nobel, que premian las investigaciones más absurdas del año.
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