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Por segundo año consecutivo no hay ninguna mujer entre las galardonados con los premios de la academia sueca. Las mujeres sólo representan el 5% de los Premios Nobel desde su instauración en 1901.
Marisa Kohan | Público, 2017-10-09
http://www.publico.es/sociedad/hombres-11-mujeres-academia-cree.html
Ninguna mujer ha sido merecedora de un premio Nobel en 2017 según la academia sueca que otorga estos galardones. El anuncio este lunes de que el premio nobel de economía (el último que faltaba por conocer) recaía en el estadounidense Richard H. Thaler, deja un panorama desolador en lo que a igualdad se refiere. Once hombres y una organización han sido reconocidos este año con un Nobel por sus contribuciones a la ciencia y las artes.
Es el segundo año consecutivo en que las mujeres brillan por su ausencia, puesto que en 2016 tampoco hubo ninguna entre las galardonadas.
Las cifras de la desigualdad son demoledoras. Desde que se fundaron los Premios Nobel en 1901, sólo 48 mujeres recibieron un galardón (Madame Currie lo recibió dos veces), frente a 847 hombres, lo que supone que el 95% de los premiados en los 116 años de historia de esta institución son hombres.
Si nos fijamos en el área del conocimiento científico, las cifras son aún más llamativas, puesto que el porcentaje de mujeres que han sido galardonadas descienden al 3%.
Desde que la academia sueca ha comenzado a otorgar los premios Nobel de ciencias, tan sólo ha reconocido la labor de 18 investigadoras, 12 de ellas en el área de la medicina. La última en recibir un Nobel fue Youyou Tu en 2015 por sus descubrimientos en el tratamiento de la malaria. Sin embargo, para encontrar a una ganadora en el área de Química es necesario retroceder nueve años, hasta 2009, en el que los estudios sobre la estructura del ribosoma le fue reconocido a Ada E. Jonath. Para encontrar una mujer ganadora de un premio Nobel de Física hace falta remontarse 54 años atrás, cuando en 1963 se le concedió a María Goeppert por su aportación sobre la estructura del núcleo atómico.
La concesión este año del premio de física a tres hombres, supera el número de mujeres que a lo largo de toda la historia han sido reconocidas con este galardón (Además de Goeppert, Marie Curie recibió ese galardón en 1903). Es decir, que de los los 206 galardonados de Física, menos del 1% recayó en ellas.
Las cifras también chirrían en Química, área en la que sólo cuatro mujeres fueron reconocidas por sus aportaciones, frente a 174 hombres (casi el 98%). Y en Medicina, en las que las 12 premiadas parecen una gota de agua en el mar de 202 hombres, que suponen el 94% del total.
Sin embargo, ni Curie en 1903, ni María Goeppert o Youyou Tu, entre otras, recibieron el reconocimiento en solitario. Curie compartió la mitad del premio con su marido Pierre. La otra mitad los recibió ese año Antoni Henri Becquerel. Goeppert también tuvo que conformarse con una cuarta parte del premio de 1963 al recibir la mitad del premio Eugene Paul Wigner y compartir ella la otra mitad con J. Hans D. Jensen. Ada E. Jonath ganó el premio de Química con otros dos hombres en 2009. Tan sólo dos mujeres en la historia de los premio Nobel de ciencias recibieron un galardón individual y no compartido. Es el caso del Nobel de Curie en 1911 y el de Doroty Crowfoot Hodgking, las dos en químicas.
"El ránking de mujeres premiadas en los Nobel es penoso porque redunda en esa idea que tiene la sociedad de que las mujeres no tenemos nada que ver con las ciencias. Es un círculo vicioso. No existimos porque no aparecemos en los premios importantes y la sociedad percibe que la ciencia es algo de hombres. La consecuencia es que no se anima a las niñas y mujeres a que estudien carreras científicas", afirma Marta Macho de Mujeres Conciencia.
De hecho una encuesta realizada recientemente por el instituto francés «OpinionWay» en distintos países europeos, desvela que el 67% de los europeos cree que las mujeres no valen para ser científicas de alto nivel, cifra que es de un 63% en los españoles encuestados. El porcentaje se dispara al 71% en el caso de los alemanes.
En unas recientes declaraciones el presidente de la Fundación Nobel, Sinc Carl-Henrik Heldin, reconocía que existía un problema de diversidad en estos premios. Sin embargo dejaba la solución al simple paso del tiempo. "Es cierto que ha habido pocas mujeres premiadas con el Nobel", afirmaba la pasada semana, pero lo justificaba diciendo que "esto se debe a que los galardones que se otorgan ahora corresponden a trabajos llevados a cabo muchos años atrás, cuando no había tantas investigadores trabajando en los distintos campos de la ciencia".
"No estoy de acuerdo con estas afirmaciones", comenta Cristina Arana, de Mujeres en Tech. "Si yo fuera el presidente de la fundación Nobel estaría francamente preocupado por esta invisibilidad de las mujeres y buscaría los mecanismos para ponerle solución. ¿No somos científicos? Creo que se debería hacer una investigación sobre los mecanismos con los que se proponen candidatos y cómo finalmente resultan elegidos. Incluso plantear la necesidad de poner cuotas para asegurar que las mujeres tienen opciones a llegar a los premios", afirma Arana.
Dejar la solución a manos del tiempo, no es la manera de atajar el problema. Tanto Arana como Macho hacen hincapié en el devastador efecto que tiene el que las niñas carezcan de ejemplos a seguir y que su educación siga marcada por visiones estereotipadas. Esto provoca que según van creciendo, pocas decidan seguir carreras técnicas.
Lo cierto es que, aunque en menor número que los hombres, hay muchas investigadoras realizando trabajos de impacto y que la decisión de la academia no es por falta de candidatas.
Tal como declaraba recientemente Lola Pereira, doctora en Geología por la Universidad de Salamanca y vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnológicas (AMIT) a Hipertextual, "existe una clarísima discriminación. No es normal que, en 2017, después de tantos años, no se haya avanzado nada en este tema. Es una vergüenza. A mí me abochorna".
Hay cada vez más voces que reclaman mayor transparencia, tanto en el proceso de nominación como en el de elección de los ganadores, porque, a pesar del prestigio de la Fundación, resulta casi imposible saber cada año quiénes son nominados y en base a qué se decide uno u otro candidato.
Según publica Hipertextual, este año en las quinielas habían nombres de mujeres muy relevantes que podrían haber accedido al máximo galardón. Entre ellas, Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna eran serias candidatas a ganar el Nobel de Química o el de Medicina junto con el español Francis Mojica por desarrollar la herramienta de edición genómica CRISPR-Cas9. Así, la viróloga Yuan Chang o la física Sandra M. Faber también aparecían en las apuestas ganadoras de algunas consultoras y sociedades de investigación científica. Sin embargo, estas siguen siendo meras especulaciones de quinielas porque las fuentes oficiales no proporcionan estos datos.
Es el segundo año consecutivo en que las mujeres brillan por su ausencia, puesto que en 2016 tampoco hubo ninguna entre las galardonadas.
Las cifras de la desigualdad son demoledoras. Desde que se fundaron los Premios Nobel en 1901, sólo 48 mujeres recibieron un galardón (Madame Currie lo recibió dos veces), frente a 847 hombres, lo que supone que el 95% de los premiados en los 116 años de historia de esta institución son hombres.
Si nos fijamos en el área del conocimiento científico, las cifras son aún más llamativas, puesto que el porcentaje de mujeres que han sido galardonadas descienden al 3%.
Desde que la academia sueca ha comenzado a otorgar los premios Nobel de ciencias, tan sólo ha reconocido la labor de 18 investigadoras, 12 de ellas en el área de la medicina. La última en recibir un Nobel fue Youyou Tu en 2015 por sus descubrimientos en el tratamiento de la malaria. Sin embargo, para encontrar a una ganadora en el área de Química es necesario retroceder nueve años, hasta 2009, en el que los estudios sobre la estructura del ribosoma le fue reconocido a Ada E. Jonath. Para encontrar una mujer ganadora de un premio Nobel de Física hace falta remontarse 54 años atrás, cuando en 1963 se le concedió a María Goeppert por su aportación sobre la estructura del núcleo atómico.
La concesión este año del premio de física a tres hombres, supera el número de mujeres que a lo largo de toda la historia han sido reconocidas con este galardón (Además de Goeppert, Marie Curie recibió ese galardón en 1903). Es decir, que de los los 206 galardonados de Física, menos del 1% recayó en ellas.
Las cifras también chirrían en Química, área en la que sólo cuatro mujeres fueron reconocidas por sus aportaciones, frente a 174 hombres (casi el 98%). Y en Medicina, en las que las 12 premiadas parecen una gota de agua en el mar de 202 hombres, que suponen el 94% del total.
Sin embargo, ni Curie en 1903, ni María Goeppert o Youyou Tu, entre otras, recibieron el reconocimiento en solitario. Curie compartió la mitad del premio con su marido Pierre. La otra mitad los recibió ese año Antoni Henri Becquerel. Goeppert también tuvo que conformarse con una cuarta parte del premio de 1963 al recibir la mitad del premio Eugene Paul Wigner y compartir ella la otra mitad con J. Hans D. Jensen. Ada E. Jonath ganó el premio de Química con otros dos hombres en 2009. Tan sólo dos mujeres en la historia de los premio Nobel de ciencias recibieron un galardón individual y no compartido. Es el caso del Nobel de Curie en 1911 y el de Doroty Crowfoot Hodgking, las dos en químicas.
"El ránking de mujeres premiadas en los Nobel es penoso porque redunda en esa idea que tiene la sociedad de que las mujeres no tenemos nada que ver con las ciencias. Es un círculo vicioso. No existimos porque no aparecemos en los premios importantes y la sociedad percibe que la ciencia es algo de hombres. La consecuencia es que no se anima a las niñas y mujeres a que estudien carreras científicas", afirma Marta Macho de Mujeres Conciencia.
De hecho una encuesta realizada recientemente por el instituto francés «OpinionWay» en distintos países europeos, desvela que el 67% de los europeos cree que las mujeres no valen para ser científicas de alto nivel, cifra que es de un 63% en los españoles encuestados. El porcentaje se dispara al 71% en el caso de los alemanes.
En unas recientes declaraciones el presidente de la Fundación Nobel, Sinc Carl-Henrik Heldin, reconocía que existía un problema de diversidad en estos premios. Sin embargo dejaba la solución al simple paso del tiempo. "Es cierto que ha habido pocas mujeres premiadas con el Nobel", afirmaba la pasada semana, pero lo justificaba diciendo que "esto se debe a que los galardones que se otorgan ahora corresponden a trabajos llevados a cabo muchos años atrás, cuando no había tantas investigadores trabajando en los distintos campos de la ciencia".
"No estoy de acuerdo con estas afirmaciones", comenta Cristina Arana, de Mujeres en Tech. "Si yo fuera el presidente de la fundación Nobel estaría francamente preocupado por esta invisibilidad de las mujeres y buscaría los mecanismos para ponerle solución. ¿No somos científicos? Creo que se debería hacer una investigación sobre los mecanismos con los que se proponen candidatos y cómo finalmente resultan elegidos. Incluso plantear la necesidad de poner cuotas para asegurar que las mujeres tienen opciones a llegar a los premios", afirma Arana.
Dejar la solución a manos del tiempo, no es la manera de atajar el problema. Tanto Arana como Macho hacen hincapié en el devastador efecto que tiene el que las niñas carezcan de ejemplos a seguir y que su educación siga marcada por visiones estereotipadas. Esto provoca que según van creciendo, pocas decidan seguir carreras técnicas.
Lo cierto es que, aunque en menor número que los hombres, hay muchas investigadoras realizando trabajos de impacto y que la decisión de la academia no es por falta de candidatas.
Tal como declaraba recientemente Lola Pereira, doctora en Geología por la Universidad de Salamanca y vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnológicas (AMIT) a Hipertextual, "existe una clarísima discriminación. No es normal que, en 2017, después de tantos años, no se haya avanzado nada en este tema. Es una vergüenza. A mí me abochorna".
Hay cada vez más voces que reclaman mayor transparencia, tanto en el proceso de nominación como en el de elección de los ganadores, porque, a pesar del prestigio de la Fundación, resulta casi imposible saber cada año quiénes son nominados y en base a qué se decide uno u otro candidato.
Según publica Hipertextual, este año en las quinielas habían nombres de mujeres muy relevantes que podrían haber accedido al máximo galardón. Entre ellas, Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna eran serias candidatas a ganar el Nobel de Química o el de Medicina junto con el español Francis Mojica por desarrollar la herramienta de edición genómica CRISPR-Cas9. Así, la viróloga Yuan Chang o la física Sandra M. Faber también aparecían en las apuestas ganadoras de algunas consultoras y sociedades de investigación científica. Sin embargo, estas siguen siendo meras especulaciones de quinielas porque las fuentes oficiales no proporcionan estos datos.
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