Imagen: El Salto / Anielle Franco |
En marzo asesinaron a su hermana y el domingo pasado uno de sus mayores temores se hizo realidad: Jair Bolsonaro salía elegido presidente de Brasil. La noticia le pilló a Anielle Franco en París, en la cumbre mundial de defensoras y defensores de DDHH.
Virginia Enebral | El Salto, 2018-11-02
https://www.elsaltodiario.com/brasil/anielle-franco-matar-a-marielle-era-la-unica-forma-de-pararla
En marzo asesinaron a su hermana y el domingo pasado uno de sus mayores temores se hizo realidad: Jair Bolsonaro salía elegido presidente de Brasil. La noticia le pilló a Anielle Franco en París, en la cumbre mundial de defensoras y defensores de DDHH
46.000 votos respaldaron la candidatura de Marielle Franco para el consejo municipal de Río de Janeiro en 2016. Feminista, bisexual, negra, era conocida por defender los derechos de las minorías y denunciar los abusos policiales, habituales en favelas como la suya, la Maré. “La gente se sentía representada”. El 14 de marzo dispararon 18 veces contra su coche. El conductor también murió. A miles de kilómetros de distancia de su Brasil y sin tiempo de digerir la victoria de Bolsonaro, el único político que no se pronunció públicamente tras el asesinato de su hermana, Anielle Franco intenta poner palabras y sentido a lo que le está tocando vivir.
P. ¿Cómo llega Brasil al punto de elegir un ultraderechista?
R. No creo que pueda explicarlo porque no lo entiendo ni yo. Tengo amigos que me han dado el pésame por mi hermana y después han votado a Bolsonaro. ¡Es increíble! Hablan de corrupción, y sé que el gobierno de Lula [da Silva] no lo hizo bien, pero no puedes ir contra la democracia con esa justificación. Nos están quitando el derecho a expresarnos, a ser libres. La Policía es agresiva durante las protestas. Golpean a los manifestantes, tiran gas... Y va a ir a peor. No va a importar cuál es el motivo de la concentración, Bolsonaro va a dar legitimidad a los militares para hacer lo que quieran. Y no sé cómo sobreviviremos los defensores de Derechos Humanos. No tengo ni idea. No es por la corrupción. Creo que la sociedad brasileña es conservadora. Bolsonaro tuvo un discurso duro durante la campaña: contra las personas negras, las homosexuales, la gente con pocos recursos, contra el activismo en general. Lo importante es la familia tradicional y Dios.
P. Pero Brasil es el país de América Latina con la mayor desigualdad racial...
R. Muchas personas negras y pobres, que en Brasil son casi sinónimos, han votado a Bolsonaro porque creen que eso cambiará la situación caótica del país.
P. ¿Y qué supondrá para los grupos feministas y las activistas LGTBIQ+?
R. En la primera vuelta dijo públicamente que extirparía de Brasil cualquier activismo, feminismo, señal de protesta, reivindicación LGTBIQ+... ¡Hubo tantos casos de violencia! A mí misma me señalaron con el dedo mientras me amenazaban: ‘Bolsonaro está llegando’. Finalmente salió elegido con el 55% de los votos. Volvemos a la edad de piedra. Y a la gente parece gustarle. No entiendo cómo Brasil pudo elegir este personaje. Es un terrorista. Los militares están en las calles y la dictadura vuelve. La mitad de la población brasileña es negra y un gran porcentaje es homosexual, así que estamos en peligro porque hay mucho odio. Yo, desde luego, tengo miedo.
P. ¿Y ahora qué?
R. Creo que tenemos que estar unidos como activistas, defensores... pero quizá es también el momento de reflexionar. Apenas han pasado unos días desde las elecciones y ya hay dos personas transexuales muertas en Sao Paulo y 26 homosexuales violentamente agredidos. Así que no estoy tan preocupada por lo que el propio Bolsonaro vaya a hacer, sino por las consecuencias de su elección. Además, ahora la Policía va a tener el poder para detener de forma indiscriminada y los militares, que están ocupando las calles, van a matar con total impunidad. Ya lo hacen, de hecho. Entran en la Maré, la favela en la que mi hermana creció, y les da igual si pareces o no un traficante de drogas, entran disparando. Mataron a un niño de 12 años por la espalda. Llevaba el uniforme del colegio, pero según ellos era sospechoso.
P. ¿Quién crees que ordenó el asesinato?
R. Hay dos líneas de investigación abiertas ahora mismo. Una apunta a las milicias. Marielle solía trabajar con Marcelo Freixo, un diputado también del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), que lideró en 2008 una comisión parlamentaria de investigación contra estos grupos. Mostró cuán corruptas eran en Río y metió en la cárcel a decena de milicianos. Se movía siempre en un coche blindado con cinco guardaespaldas. Así que hay una teoría que dice que se vengaron de Freixo a través de Marielle. Otra apunta a un crimen de motivación política: alguien del Parlamento ordenó su asesinato para callar su voz. Matarla era la única forma de pararla. Ahora ya no hay ningún cargo político que defienda a las minorías.
P. ¿Temes que se archive la causa ahora que Bolsonaro está en el poder?
R. Él fue único político que no condenó públicamente el crimen. Mi hermana era representante elegida democráticamente y Bolsonaro al ser preguntado por el asesinato declaró que ‘era uno más’. Fue un crimen político así que no creo que jamás sepamos quién la mató o quién lo ideó. Creo que simplemente meterán el caso en un cajón.
P. ¿Era tu hermana una amenaza para la clase dirigente o empresarial?
R. Sin duda. Ese fue uno de los motivos de que asesinaran a Marielle. Ella defendía a las minorías, estaba impulsando muchos proyectos en el Parlamento, era tremendamente honesta y seria con su trabajo. Y esto no gustaba. Una mujer negra, bisexual, lesbiana, que viene de las favelas, pobre. La gente se sentía representada, la animaban a que se presentara a senadora o ¡a presidenta! Empezó a darse cuenta del poder que tenía en sus manos. Pero ellos también. Y no podían dejar que sucediera.
P. ¿Alguna vez imaginasteis que podía suceder?
R. Mi madre nunca quiso que Marielle se metiera en política, pero nunca pensamos en esta posibilidad. No había recibido amenazas.
P. ¿Has pensado en seguir los pasos de tu hermana y presentarte?
R. Me parezco mucho a Marielle, incluso físicamente. Éramos las mejores amigas. Intento mantener el legado y la memoria continuando con parte de su trabajo, pero no somos la misma persona y no sé si me convertiré en política.
P. ¿Pero seguiréis estando enfrente?
R. Desde luego, Marielle estaría. No puedo dejar esta pelea.
46.000 votos respaldaron la candidatura de Marielle Franco para el consejo municipal de Río de Janeiro en 2016. Feminista, bisexual, negra, era conocida por defender los derechos de las minorías y denunciar los abusos policiales, habituales en favelas como la suya, la Maré. “La gente se sentía representada”. El 14 de marzo dispararon 18 veces contra su coche. El conductor también murió. A miles de kilómetros de distancia de su Brasil y sin tiempo de digerir la victoria de Bolsonaro, el único político que no se pronunció públicamente tras el asesinato de su hermana, Anielle Franco intenta poner palabras y sentido a lo que le está tocando vivir.
P. ¿Cómo llega Brasil al punto de elegir un ultraderechista?
R. No creo que pueda explicarlo porque no lo entiendo ni yo. Tengo amigos que me han dado el pésame por mi hermana y después han votado a Bolsonaro. ¡Es increíble! Hablan de corrupción, y sé que el gobierno de Lula [da Silva] no lo hizo bien, pero no puedes ir contra la democracia con esa justificación. Nos están quitando el derecho a expresarnos, a ser libres. La Policía es agresiva durante las protestas. Golpean a los manifestantes, tiran gas... Y va a ir a peor. No va a importar cuál es el motivo de la concentración, Bolsonaro va a dar legitimidad a los militares para hacer lo que quieran. Y no sé cómo sobreviviremos los defensores de Derechos Humanos. No tengo ni idea. No es por la corrupción. Creo que la sociedad brasileña es conservadora. Bolsonaro tuvo un discurso duro durante la campaña: contra las personas negras, las homosexuales, la gente con pocos recursos, contra el activismo en general. Lo importante es la familia tradicional y Dios.
P. Pero Brasil es el país de América Latina con la mayor desigualdad racial...
R. Muchas personas negras y pobres, que en Brasil son casi sinónimos, han votado a Bolsonaro porque creen que eso cambiará la situación caótica del país.
P. ¿Y qué supondrá para los grupos feministas y las activistas LGTBIQ+?
R. En la primera vuelta dijo públicamente que extirparía de Brasil cualquier activismo, feminismo, señal de protesta, reivindicación LGTBIQ+... ¡Hubo tantos casos de violencia! A mí misma me señalaron con el dedo mientras me amenazaban: ‘Bolsonaro está llegando’. Finalmente salió elegido con el 55% de los votos. Volvemos a la edad de piedra. Y a la gente parece gustarle. No entiendo cómo Brasil pudo elegir este personaje. Es un terrorista. Los militares están en las calles y la dictadura vuelve. La mitad de la población brasileña es negra y un gran porcentaje es homosexual, así que estamos en peligro porque hay mucho odio. Yo, desde luego, tengo miedo.
P. ¿Y ahora qué?
R. Creo que tenemos que estar unidos como activistas, defensores... pero quizá es también el momento de reflexionar. Apenas han pasado unos días desde las elecciones y ya hay dos personas transexuales muertas en Sao Paulo y 26 homosexuales violentamente agredidos. Así que no estoy tan preocupada por lo que el propio Bolsonaro vaya a hacer, sino por las consecuencias de su elección. Además, ahora la Policía va a tener el poder para detener de forma indiscriminada y los militares, que están ocupando las calles, van a matar con total impunidad. Ya lo hacen, de hecho. Entran en la Maré, la favela en la que mi hermana creció, y les da igual si pareces o no un traficante de drogas, entran disparando. Mataron a un niño de 12 años por la espalda. Llevaba el uniforme del colegio, pero según ellos era sospechoso.
P. ¿Quién crees que ordenó el asesinato?
R. Hay dos líneas de investigación abiertas ahora mismo. Una apunta a las milicias. Marielle solía trabajar con Marcelo Freixo, un diputado también del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), que lideró en 2008 una comisión parlamentaria de investigación contra estos grupos. Mostró cuán corruptas eran en Río y metió en la cárcel a decena de milicianos. Se movía siempre en un coche blindado con cinco guardaespaldas. Así que hay una teoría que dice que se vengaron de Freixo a través de Marielle. Otra apunta a un crimen de motivación política: alguien del Parlamento ordenó su asesinato para callar su voz. Matarla era la única forma de pararla. Ahora ya no hay ningún cargo político que defienda a las minorías.
P. ¿Temes que se archive la causa ahora que Bolsonaro está en el poder?
R. Él fue único político que no condenó públicamente el crimen. Mi hermana era representante elegida democráticamente y Bolsonaro al ser preguntado por el asesinato declaró que ‘era uno más’. Fue un crimen político así que no creo que jamás sepamos quién la mató o quién lo ideó. Creo que simplemente meterán el caso en un cajón.
P. ¿Era tu hermana una amenaza para la clase dirigente o empresarial?
R. Sin duda. Ese fue uno de los motivos de que asesinaran a Marielle. Ella defendía a las minorías, estaba impulsando muchos proyectos en el Parlamento, era tremendamente honesta y seria con su trabajo. Y esto no gustaba. Una mujer negra, bisexual, lesbiana, que viene de las favelas, pobre. La gente se sentía representada, la animaban a que se presentara a senadora o ¡a presidenta! Empezó a darse cuenta del poder que tenía en sus manos. Pero ellos también. Y no podían dejar que sucediera.
P. ¿Alguna vez imaginasteis que podía suceder?
R. Mi madre nunca quiso que Marielle se metiera en política, pero nunca pensamos en esta posibilidad. No había recibido amenazas.
P. ¿Has pensado en seguir los pasos de tu hermana y presentarte?
R. Me parezco mucho a Marielle, incluso físicamente. Éramos las mejores amigas. Intento mantener el legado y la memoria continuando con parte de su trabajo, pero no somos la misma persona y no sé si me convertiré en política.
P. ¿Pero seguiréis estando enfrente?
R. Desde luego, Marielle estaría. No puedo dejar esta pelea.
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